Guillaume Canet escribe, dirige y actúa esta sátira sobre sí mismo, sobre su vida alrededor del cine y los rodajes, sobre su vida doméstica. Le acompañan amigos actores y celebridades francesas (al ser francesa esta peli, pueque se nos escapen algunas personalidades, que suene un poco a chiste interno, pero no es grave), como Gilles Lellouche, Yvan Attal o Ben Foster. También aparece su pareja de la vida real Marion Cotillard, que está por cierto, muy divertida.
Guillaume está filmando una película en donde es padre de una chica veinteañera y cuando esta chica, Camille Rowe (modelo) como Camille Rowe, le dice que ya está grande, que ya no tiene Rock'n Roll, a él, un jovenazo de 42 años, entra en conflicto y en crisis y trata de demostrar que es todavía muy cool y bad-ass. La chica nunca lo dijo de manera despectiva, sólo que ya era más doméstico, con obligaciones y demás.
Su mujer Marion, está ocupada en estudiar un nuevo papel y no lo pela. Por cierto, estas escenas en donde habla francés quebequés y le ponen subtítulos, son muy divertidas.
Sus amigos tampoco le hacen mucho caso, han asumido la edad y ya está.
Al principio esta crisis de edad va un poco sobre querer hacer papeles de más joven, empieza a estar en desacuerdo por ser el padre de la chica en la peli porque es muy joven, trata de ser más amiguero y hacerse el duro y el rebelde. Se va de fiesta , se emborracha y toma drogas, y las cosas van empeorando, el ritmo aumenta y el absurdo y el ridículo también. Sus agentes están hasta la madre porque han perdido dinero con la película y el nuevo proyecto de hacer una película sobre su Marion no avanza y a cambio Guillaume les propone una película sobre él.
Es divertido, Canet se presta a hacer estas cosas, a hacer el tonto, le encanta la idea de haberse hecho un poco viral cuando lo filman drogado y borracho.
Desde fuera, me gusta que se haya prestado a todo eso, tanto él como Marion y el resto de los colegas. Me gusta esa parte de no tomarse en serio, de exagerar esas cuestiones como el tipo de papeles que ahora le dan, que ya no son de jovencito.
La última parte se desata. Guillaume cambia su froma de vestir, le entra el valemadrismo, y empieza a hacerse cambios para verse más joven. Cambios a la Mickey Rourke, digamos. Y el resultado es un tanto aterrador.
No estoy segura de que me haya gustado mucho esta parte, es increíblemente exagerada. Se distancia de todo, se ve horrible todo cirujeado, parece estar en una burbuja en la que efectivamente ahora se ve más joven y es más cool, pero en realidad los jóvenes se burlan un poco y los amigos están incómodos. Es una parte rara, y mis opiniones están desconcertadas. Por una parte aprecio la valentía de hacer algo totalmente desatado y absurdo sin la típica lección de aceptarse como es, con su edad y sus elecciones y por otra me cuesta trabajo creer que realmente se cree y se siente mejor. Además, sigue sin tener rock'n roll, pobre.
La última escena, con la reunión familiar y lo que le sigue es, a pesar de todo lo desconcertante, un cierre tronchante. Y una especie de desafío, sí iba sobre una crisis existencial y cerré con una broma.