Mostrando entradas con la etiqueta Musica. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Musica. Mostrar todas las entradas

miércoles, 7 de noviembre de 2018

Bohemian Rhapsody

Me divertí y me emocioné mucho con esta película. Mi objetividad se verá nublada porque Queen es probablemente mi banda favorita... súper mega favorita. Tantas horas escuchando sus discos, cassettes, cds, mp3, spotify ¡Quería cantar a todo volumen! ah pero me ganó la etiqueta y el buen comportamiento. 
El concierto de Live Aid estuvo increíble, me sentía como en un concierto original y no en una película. Me gustó que lo hayan puesto completo y que así acabara la película. En una entrevista con Graham Norton Rami Malek cuenta que esta fue la primera escena que filmaron y que pensó que si no la armaba aquí, renunciaba. 

Las caracterizaciones están muy bien, y Rami Malek como Freddie está estupendo (por cierto, que tío tan raro es Rami, pensé que era raro sólo en Mr. Robot, pero chéquenlo con Graham Norton), sí que logra hacer un Freddy Mercury convincente. Es intenso, energético, excéntrico, increíble.

Como biopic me parece que es del tipo más superficial. El que está hecho para fans, para que cantes las canciones y te pongas nostálgico. No profundiza en el aspecto artístico/musical de la banda. No profundiza en la parte de la elaboración de las canciones que por lo poco que se ve aquí debe de haber sido fascinante e intenso. 
Ya sé que esto es sobre Freddie, pero ¡rayos!, Brian May es de los mejores guitarristas de la historia y poco grupos tienen canciones de todos los miembros en sus discos. Creo que hubiera sido interesante que se hubiera visto más sobre esta parte de creación colectiva. Las pocas escenas que hay al respecto son muy divertidas, pero el resto del equipo merecía más, aportaba una gran porcentaje de la identidad y de la música porque Queen es más que un impresionante lead singer. Queen es buena música.

Regresando a Freddy, la parte personal, su conflicto con la homosexualidad, con la familia conservadora y el SIDA, se quedan muy por encimita, y se tratan de una manera convencional. No sé si para mantener un público más amplio (PG-13), pero quedó una versión aséptica, y Freddie, su música y sus performances SON ese conflicto.

No soy conocedora de su biografía, pero esta parte de los excesos, las drogas, el sexo, el SIDA, al no ser tratada como debe ser, osea como debió ser, queda poco clara. Por ejemplo, en el caso del fiestón que armó en su casa en donde se trata de hacer un contraste entre este Freddie rodeado de drags y queers y su banda, incómoda, que le reclama su comportamiento y se va. Yo no vi que él fuera un asshole o que los tratara mal, no se veía penosamente borracho o drogado, más bien dio la impresión de que no les latía que fuera gay o que se comportara de esa manera. Esto, creo que es un problema de dirección y conceptualización y con el que hay que tener ojo porque el mensaje podría sonar a que la crisis de Freddie se debió a que era gay y no a que tuvo una crisis personal y se relacionó con la gente equivocada (¡te odié Paul!).

En fin, no me amargaré, tiene cosas muy buenas, bastante humor, buenos personajes, awesome music, y cierra tan bien que hasta me salió una lagrimita remi.

viernes, 26 de octubre de 2018

Nace una estrella

Esta es la cuarta versión de esta historia. Ahora con Lady Gaga y Bradley Cooper (su primera dirección).

No recuerdo bien la anterior con la Streisand, pero las variantes deben ser pocas, las más importante es que el músico consolidado, osea Cooper, no es un músico acabado, sigue estando activo y llenando estadios.

Algo importante para que una peli tan choteada funcione, es la química entre la pareja, y aquí sí que se nota que se llevan bien y se sienten a gusto uno con otro. Sorpresa: que Bradley Cooper no canta nada mal. Mayor sorpresa: que Lady Gaga actúa muy bien.

La peli está bien, el romance, las canciones, la presencia de Sam Elliott como el hermano mayor, es muy positiva. Agrega el dramón a la historia. 

Todo está muy correcto, digamos. 

Pero la última parte, para mí que se fue en picada, con un final facilón y poco interesante. Y es que una parte importante entre los dos no es el romance así nomás, por lo menos no para Jack/Cooper. Él ve a Ally como una compositora en serio y cuando ella empieza a alcanzar éxito comercial, con un drástico cambio de look (poco favorecedor, por cierto), Jack no está muy a gusto, pero no son celos (afortunadamente no se fueron por ahí), sino que no está convencido de ese camino. Ally ya no es ella, tiene bailarines en su show, la canción que le da éxito apesta. 
Afortunadamente, tampoco se fueron por el camino de que ella se comporte de una manera superficial o infantil. El problema es que siempre que él trata de explicarle lo que no le checa, está borracho o drogado (ah si, se me pasó decir que es un borrachazo) y eso le resta credibilidad. Y lo más interesante de la película son los pequeños momentos en que ellos comparten sus canciones y composiciones. Dos personas creativas que van más allá del éxito. Pero no, ella se convierte en un producto comercial súper chafa y el se suicida para no estorbarle, ¡osea! 

Un final muy gringo. Claro, si su hubiera quedado en su estilo no hubiera sido una triunfadora... ah, pero se hubiera quedado con Bradley Cooper, con pelo grasiento, pero no le hace.

miércoles, 4 de julio de 2018

How to talk to girls at parties

John Cameron Mitchell es el director de Hedwig and the angry inch (2001), una peli que me impactó, entre otras cosas, por su energía explosiva y su increíble música. Sus siguientes dos películas, Shortbus y Rabbit Hole, son bastante distintas, pero en general este director tiene algo que me atrae y me fascina.

Si a eso le sumamos que esta nueva está basada en un cuento de Neil Gaiman, bueeeeeno, pues las expectativas eran mucho mayores. How to talk to girls at parties tiene muchos de los elementos de Hedwig, en cuanto a la energía, a la música, al humor. No estoy segura de que el resultado sea de diez, hay partes un poco más flojas que otras, o es que hay tantas pequeñas historias, que distraen un poco de la historia central, que es a fin de cuentas un romance entre dos adolescentes. 
Solo que ella es una alien. Se llama Zan (Elle Fanning) y pertenece a una raza de aliens muy rígida, con clanes y reglas estrictas, que se destaca porque los mayores se comen a sus hijos. Ahora están de turismo, conociendo la Tierra y Zan quiere algo más. Entonces, conoce a Enn, un adolescente que en la época en la que ocurre la peli, la Inglaterra de los 80's, vive y respira punk. Zan quiere punk y convence a su "líder" de que le de 48 horas de libertad para explorar el mundo por su cuenta. Enn la lleva a conocer a la gran estrella del punk local Queen Boadicea (una Nicole Kidman que se ve que se divirtió con este papelito). 
Ambos, Enn y Zan, están encantados con su incipiente relación. Zan observa y explora todo con suma atención, Enn, no puede creer que esta chica quiera con él (él y sus amigos han llegado a la conclusión de que Zan y sus colegas vienen de LA porque son realmente extraños y diferentes). 
Boadicea organiza una tocada y lanza a Zan a cantar una canción. Es una de mis escenas favoritas. Zan entra en punk mode y Enn en un extraño trance. El resultado es galáctico y el público enloquece.

El tiempo de gracia se acaba. Zan tiene que tomar una decisión. La película se desata, la confrontación entre humanos y aliens, es por momentos muy cagada. Al principio estos eran más bien distantes e indiferentes, pero hacia el final son más de chiste, y se rebelan un poco. Entonces esa distancia y frialdad que los caracterizaba, parece más bien ridícula.
Aún así, hay momentos muy graciosos y divertidos.

La música está súper, los diálogos y las actuaciones también. Además de la aparición de la Kidman, Ruth Wilson es líder de una de las tribus alienígenas y es casi tan inquietante como en Luther; y Matt Lucas de Little Britain, pero no le sacan tanto provecho.

Aunque la disfruté y me entretuvo, terminó la película y me quedé pensando es que no estaría mal volver a ver la de Hedwig.

domingo, 20 de agosto de 2017

Baby Driver

Baby Driver, la nueva película de Edgar Wright (Shaun of the dead, Scott Pilgrim,The World's End) no es comedia como las que acabo de nombrar, es sobre un chico que se hace llamar Baby (Ansel Elgort), que se ha involucrado involuntariamente con Doc (Kevin Spacey), un tipo que organiza robos. Cada nuevo trabajo lo hace con un equipo diferente. Al único que repite es a Baby, el chofer, hasta que su deuda con Doc sea saldada, que es ya prontito. Como es de esperar después de saldada la deuda, Baby no logra zafarse, pues Doc amenaza con lastimar a su padre adoptivo y a la chica que le gusta, Debora AKA Lady Rose de Downton Abbey. 

Nada de esto es muy original, y sin embargo no importa. Cuenta con muchos elementos que la hacen entretenida. Uno de ellos, el principal, es el uso de la música. Baby sufre de tinnitus(razón de sobra que luego tienen las películas de justificar de más) y por eso necesita escuchar música todo el tiempo. Un soundtrack de lo más atractivo, como imaginarán. El director juega con esto, como si la acción, la historia, los personajes estuvieran vistos desde el punto de vista de los oídos de Baby. Baby parece aislado de lo que ocurre a su alrededor, algunos de sus colegas, incluido el insoportable Jamie Foxx, y el otro más insoportable, el que tiene nariz de boxeador que solo sale al principio (ya saben, el que era el mejor amigo del principal de The Walking Dead y muere y se hace zombie... argh bueno y que es un decente Punisher en Daredevil),  se preguntan si está bien de la cabeza. 
La presencia de Jamie Foxx hace que eso que les decía de la falta de originalidad se acentúe pues luego luego al verlo ya sabemos que la película se va a ir a pique en todos los sentidos. También sale John Hamm que no está mal hasta que la película se va a pique en la última parte. Igual no es completo hundimiento, pero sí que pierde la brújula. Lo único constante es el soundtrack y los chicos enamorados.
El personaje de Kevin Spacey, un personaje que no le requiere gran esfuerzo, toma decisiones no muy convincentes para una mente criminal que hasta ese momento no había demostrado ningún aspecto romántico y/o humano.

Todo esto ocurre en la última parte así que aún así hay muchos minutos de diversión con las secuencias de coches y el buen ritmo que mantiene toda la película.

La película además, tiene un curioso aire retro; Baby bien podría venir de los 50's como es su fantasía. Él y Debora son los personajes que más me convencieron.

Me encantaría decir que me siento identificada con Baby porque soy una as del volante, pero no. Pero eso que se ve en Baby cuando se enchufa a sus ipods mientras espera en el coche a que sus socios terminen con el robo o cuando camina por la calle en busca del rutinario café, eso sí lo entiendo y lo comparto. Llevar audífonos en la calle le da otra luz a la realidad. Por lo pronto, el soundtrack ya está en mi ipod.

miércoles, 28 de septiembre de 2016

Sing Street

¿Recuerdan Once? Esa historia de amor melancólica en donde una pareja va cantando su historia. No la recuerdo al dedillo, pero sí recuerdo que me gustó mucho, en especial la música. Años después, John Carney, el director, hizo la de Begin Again, con Mark Ruffalo y Keira Knightley. Pasó un poco desapercibida, pero no estaba mal (yo creo que la culpa la tienen Keira Knightley y su mandíbula), también estaba relacionada con la música. Se ve que por ahí van sus intereses, y me parece muy bien, porque me gustan los resultados.

Este año hizo esta película Sing Street sobre un chico que, para impresionar a la chica que le gusta y que obvi no lo pela, decide armar una banda de rock.
Estamos en Dublin en los años 80's. La economía no está nada bien para nadie. El futuro para los jóvenes se ve incierto. En casa de Conor, los papás están en crisis y como parte de esa crisis lo sacan de la escuela privada en la que estaba y lo meten a una pública, la Synge Street. El contraste es violento, los alumnos y los padres que enseñan son rudísimos. Conor tiene el tipo para ser bulleado, pero el chico tiene personalidad y no tarda en aclimatarse. Además, tiene el plan de armar su banda. No sabe tocar ni un instrumento, nunca ha cantado, pero sabe bastante de música, gracias a su hermano mayor. Recluta a chicos de la escuela que sí saben tocar instrumentos, y comienza los ensayos. Poco a poco la vida en la banda se convierte en algo más importante que el conseguir a la chica. Es el escape de casa, de las discusiones familiares, del futuro incierto. Conor descubre que tiene un cierto talento para escribir canciones. Tal vez, talento suficiente para poder salir de Dublin.
Conor se va encontrando a sí mismo, crece, se enfrenta a los adultos, se apoya en su hermano mayor (este es un personaje pequeño, pero vital, para el funcionamiento de la historia), en sus amigos. La música, una vez más, está estupenda. Y las actuaciones, en especial la de Conor, son muy buenas.
Es divertida, tiene humor, es melancólica, a ratos un poco triste, emotiva. No diría que es una película de romance nada más, es sobre crecer, sobre la amistad, y como dice al final en la dedicatoria, sobre los hermanos.

miércoles, 10 de febrero de 2016

Mi gran noche

¡OMG, pero qué desastre! 
El desmadre dentro del desastre. Un caos sin sentido, sin fin. Una vaga idea y un desperdicio, un desperdicio de situaciones, de reparto, de diversión. 
No es que sea una idea potencialmente brillante, pero sí que podría haber estado muy divertida. 
Creo que a Álex de la Iglesia le hubiera caído bien una ayudadita de Robert Altman para manejar correctamente tantos diálogos, tanta gente, tantas historias. 
Ahí está el lenguaje, el absurdo, lo ridículo, pero se le escapa de las manos.

El humor negro característico de sus películas se queda como en gris pálido. Y los pasteles del pastelazo no volaron muy lejos y se estrellaron en el piso.
No es que sea aburrida, es que no se entiende por qué existe.

Con un enorme reparto de conocidos para los que ven Antena 3, Álex de la Iglesia armó una película sobre la producción de un programa festivo para dar la bienvenida al 2016 (un programa que se está filmando en octubre). Las estrellas serán, la súper joven estrella del momento Adanne (un Mario Casas, afeado y amensado) y Alphonso (Raphael haciéndola de una caricatura de Raphael y cantando sus canciones). Alrededor de ellos hay un montón de historias, los extras completamente aburridos con la chamba, los anfitriones en constante pulla, la producción resolviendo problemas dentro y fuera del estudio, un intento de asesinato, una manifestación de trabajadores, accidentes, traiciones, y unos cuantos gags divertirijillos, pero nada desatados. Lástima.
Y luego algo súper raro: cuando Adanne/Mario Casas sale a cantar su gran hit llamado Bombero y es la canción Torero de Chayanne, en versión chafa y cachonda. Se me hizo rara esta escena porque ¿por qué esa canción que ni está de moda? porque ¿rima con bombero? O.O
Cuando primero supe de esta película pensé que tal vez era una especie de homenaje a Raphael, pero tampoco es eso porque sólo salen dos canciones.

En fin, nada recomendable. Creo que descansaré de Álex de la Iglesia, y no veré nunca más el Día de la Bestia para quedarme con el buen recuerdo de lo mucho que me gustó. 

miércoles, 30 de diciembre de 2015

Ricki and The Flash

Creo que es porque el guión lo hizo Diablo Cody que vi esta película. No es que me encante todo lo que ha hecho; me gustó Juno y la serie de United States of Tara me inquietó. La película que dirigió "Paradise" no me gustó. Mmh tal vez es porque tiene un nombre de lo más cool.
Y luego, que la protagonista fuese Meryl Streep, no ayuda mucho; a veces me gusta y a veces no y siempre me pone nerviosa. O como dice mi hermano, es la Winona Ryder de la tercera edad.

A pesar de todo esto, la vi y debo decir que no me molestó. Es una película ideal para la huevita vacacional. Sentimentaloide, pero no mal. Con un final feliz dentro del tono de la historia y un excelente soundtrack.

Ricki tiene una banda de rock y canta en un pequeño bar de L.A.. De día trabaja como cajera en un supermercado. No tiene dinero, está a punto de declararse en bancarrota y ha vivido separada de sus hijos desde que estos eras niños. Su ex le habla para que regrese a Indianapolis a echarle una mano a su hija que se acaba de divorciar y está devastada. El reencuentro con su familia tiene sus altibajos, y sin embargo provoca un cambio en la hija que no se bañaba ni se quitaba la pijama. Su hija, por cierto, es la hija de la Streep en la vida real, y es lo peor de la película.

Lo que me gustó (además de la música) es que Ricki es honesta. Dejó a sus hijos porque le podía más la música. Trató de mantenerse en contacto con ellos, pero no fue fácil. No engaña a nadie, no es drogadicta o alcohólica, ni tirada al drama. Es feliz con lo que tiene y aunque le duela el distanciamiento, pues ni hablar.
Reconozco que es un papel creíble en la Streep. Ricki incomoda con su aspecto, pero tiene carisma, es inteligente y bastante fluida con la vida. Se lleva bien con el ex (Kevin Kline), que le tiene cariño y de alguna manera entiende sus necesidades.
Ricki no es ni de chiste una rockstar, pero es una rockera hecha y derecha y las interpretaciones (realizadas por la actriz) de grandes éxitos, están muy bien. Sí que le dan ganas a uno de formar parte del coto del bar Salt Lake.

¿Y The Flash? pues es la banda, pero no sale mucho. Sólo el guitarrista que es el galán de Ricki. Tendrían que haber salido más, ¿que no?

viernes, 27 de noviembre de 2015

Magic Mike XXL

Esta es una de esas películas en donde uno tiene grandes expectativas del tipo más básico, con una historia poco importante y chicos guapos y musculosos paseando por la pantalla. Aquí no están tan guapos (bueno, es que a mí sólo me gusta Joe Manganiello y no repite Matthew McConaughey), pero sí musculosos. El plus de la expectación es ver a Chaning Tatum bailar, oh si.

Solo que...¡no baila lo suficiente! Ni él ni los otros. Nos tienen en ascuas, pacientemente esperamos y aguantamos su aburrido road-trip, en donde nos tratan de mostrar que no son sólo unos strippers, que tienen su lado humano y profundo y que tienen aspiraciones más serias. ¡No nos importa! ¿A qué hora empieza el baile?

La idea básica es que después de unos años de aislamiento, Mike se reune con sus cuates y lo convencen para un último acto en una convención de strippers. En el camino pierden al presentador y tienen que buscar a alguien más. Con esa mala excusa llegan al club en donde empezó Mike a bailar. La dueña y anfitriona es Rome (Jada Pinkett) y durante muchos minutos, nos enseña lo que pueden hacer sus chicos ahí. Y el resultado no está a la altura de la excitación de las visitantes que sueltan y sueltan billetes y grititos.
 
Cuando finalmente llegan a la convención de strippers, nos dan sólo una muestra (¡ínfima!) de lo nos espera (la misma del trailer) y al final na' de na'. Ni siquiera nos deleitan con los demás participantes, nada de bomberos o gladiadores.
Y su show, el que han cambiado para hacerlo mejor y más personal es bastante raro y aburrido. Prácticamente no bailan juntos, cada uno tiene su momento de baile. Y es algo extraño, como que nos quisieron mostrar que lo que hacen es para las mujeres y que cuando lo hacen lo hacen con total dedicación y en cada uno de los actos involucran chicas y les bailan. Los resultados son bastante extraños y desconcertantes. Como espectadora, las tipas estorban y ellos se distraen más en eso que en moverse bien. Y cada uno tiene elementos extraños y gratuitos, la onda del retrato, el carrito de helados, el asunto del espejo, no no no no.

El único momento logrado es al inicio cuando Mike empieza a moverse en su taller. Es diminuto, pero parecía una chispa suficiente para lo que iba a seguir. Sólo que la chispa se acabó ahí.

En algún lado leí una frase que resume perfecto esto: "It doesn't fit the fantasy"

miércoles, 30 de julio de 2014

The Broken Circle Breakdown

Esta es una de las películas que más me ha gustado en lo que va del año. Es la historia de una pareja, de cómo se conoce, se enamora, se casa, tiene una hija, que se enferma...

Hemos visto muchas de estas historias, con variantes, pero en esencia las mismas. Cuando es comercial, seguro tiene final feliz o por lo menos uno esperanzador, cuando es indie no; cuando es latinoamericana apuesto a que sería un dramón; si es asiática sería un dramón, pero silencioso; y cuando es europea, tal vez no tendría ni uno ni otro final, se acabría así nomás, como una parte de la vida de los personajes; si la película es de Hallmark, bueno ya saben qué esperar.  Y podría continuar, si fuera de Disney saldríamos cantando, si fuera de Tarantino, los personajes serían de lo más cool y se escabecharían al resto del reparto. Ésta tiene un final muy triste, y realmente duele mucho que no haya sido uno hollywoodense (obvio no, es solo un pensamiento fugaz para luchar contra la infinita tristeza de la peli). Pero eso se debe a lo bien que están las actuaciones y la narración. No es una de esas películas que olvidas cuando aparecen los créditos.

Él es una especie de vaquero belga que tiene una banda de bluegrass (¿así o más exótico?) y le encanta todo lo americano. Ella se dedica a hacer y hacerse tatuajes. No son bellos ni de sonrisa colgate, tampoco son comunes y corrientes. Son apasionados, intensos, se adoran, se complementan. Los actores son muy buenos y logran unos personajes complejos y bastante completos.

Didier y Elise tienen que lidiar con la leucemia de su pequeña hija, con su pérdida. Cada uno lo hace de maneras diferentes. Elise necesita creer que hay algo más allá. Didier no. Eso los confronta y los pone a prueba.

La historia nos la cuentan para adelante y para atrás. Sospechamos el final, pero no importa porque el interés está en ellos, en su relación, vivimos y sentimos su alegría y nos duele muchísimo su dolor.

La música es fundamental en la narración, es fabulosa y gracias a ella las escenas importantes son aun más poderosas y conmovedoras.

Cuando terminó, calmé a mi ojo remi y me descargué el soundtrack.

domingo, 27 de julio de 2014

Narco Cultura

Este es un documental que habla sobre dos mundos, muy distintos, que han surgido como resultado de la guerra contra el narco. 

En L.A. vive Edgar Quintero, un compositor y cantante de narco corridos. La mayor parte de las canciones que escribe son pedidos personalizados. Lo invitan a formar parte de una banda llamada los BuKnas de Culiacán. Esta banda forma parte del Movimiento Alterado, una corriente musical que rinde culto a la forma de vida del crimen organizado, y que ahora es una gran industria que deja ganancias aparentemente millonarias. En México está prohibida la emisión de canciones de este tipo, pero aun así son un hitazo, tanto aquí como en EUA.

En Ciudad Juárez vive Richi Soto, un perito criminalista, que a diferencia del cantante de L.A., conoce de cerca los dramas provocados por la violencia, que ha visto todo tipo de crímenes relacionados, que siente su propia inseguridad cada vez que un miembro de su equipo es asesinado. No renuncia a su trabajo, en parte porque no hay otras opciones de chamba, y en parte porque es su manera de ayudar.

La película nos va alternando estas dos historias, con ritmos muy distintos, que desconciertan, pues son realidades muy distintas de un problema muy grave. Vemos a los BuKnas de gira, con escenas de fans y groupies cantando las canciones, cuernos de chivo y bazookas (no se de armas, parecía una bazooka), como parte del show. El ídolo de Edgar es El Komander (uno de los miembros principales del Movimiento), alucina con su éxito y quiere ser como él. Se le mete en la cabeza que para escribir mejores corridos debe irse a vivir un tiempo a Culiacán, así seguro tendrá un mejor vocabulario para sus canciones. Observa, disfruta y guarda ideas y anécdotas. Lo vemos en compañía de algún tipo de jefe que le enseña sus terrenos, su droga, lo vemos en un cementerio, en donde la "zona narca" ha crecido mucho los últimos años, con nichos, capillas y tumbas lujosas, enormes, en donde supuestamente algunos han ordenado que se les entierre con sus camionetas.

En contraste, hay dos escenas fuertes y emotivas en el otro lado; el entierro de uno de los compañeros de Richi y un video de una madre enojada, sobretodo contra el gobierno, sobretodo contra Calderón, pues a su hijo lo asesinaron de una manera brutal. Esta escena es impresionante.

Richi y sus compañeros, tienen miedo, son valientes y siguen trabajando. Tienen la esperanza de que esto realmente acabe algún día. La gente con la que conviven, sus familias, las víctimas, la gente normal y corriente, está enojada, aterrada, y en general y con toda razón, no muy optimista. 
Alrededor del 97% de los 10,000 homicidios de los últimos cuatro años (hasta 2013), no han sido investigados. Las técnicas de investigación forense han mejorado mucho, pero después de la investigación de los peritos, la cantidad de casos que avanzan hasta llegar encontrar al culpable es mínima.

Edgar y los seguidores de los narcocorridos creen que esto pronto será lo que fue el rap y el hip hop hace unas décadas. Creen que los narcos son los nuevos Robin Hoods, y no van más allá, no ven, ni quieren ver el drama de la gente; investigan en blogs y en you tube, ven videos de narcos matando miembros de otras bandas, y para ellos son ideas, son imágenes inspiradoras, nada más. Richi tiene que hacerse frío para poder hacer su trabajo, Edgar de alguna manera lo es, sin cuestionarse nada. Cantar y componer narcocorridos es una manera de hacer la vida, genera mucho dinero y es lo que a los jóvenes como él les gusta. Así nomás.
inició como una corriente musical nacida en Culiacán, Sinaloa, que rinde culto a la forma de vida y acciones violentas del crimen organizado
una corriente musical nacida en Culiacán, Sinaloa, que rinde culto a la forma de vida y acciones violentas del crimen organizado
una corriente musical nacida en Culiacán, Sinaloa, que rinde culto a la forma de vida y acciones violentas del crimen organizado
una corriente musical nacida en Culiacán, Sinaloa, que rinde culto a la forma de vida y acciones violentas del crimen organizado

lunes, 21 de julio de 2014

Flamenco, Flamenco

Recuerdo cuando vi Sevillanas y el impacto que me causó.  Era una especie de documental que mostraba una serie de actuaciones de baile, música y canto. Lo que me impresionó fue la manera de mostrarlo, con un manejo de la luz y de la cámara en perfecta sincronía con la música y el baile.

Después, en Salomé, Fados, Iberica, Flamenco, y alguna otra que se me escapa, esa idea musical/plástica va evolucionando, se perfecciona, se afina, se estiliza, hasta llegar a Flamenco, Flamenco, un musical/ documental/ pieza de arte sorprendente.

Saura retoma la idea original de Flamenco (1995) y la mejora y la actualiza, técnica y narrativamente. 

La cámara entra en el recinto, se acerca al escenario sorteando pinturas sobre flamenco en muchos estilos, de muchas épocas y visiones. 
La película transcurre a lo largo de un día y medio más o menos. Los telones pintados con paisajes van cambiando, para el amanecer, el anochecer, el día, la noche... y a cada momento del día le corresponde una actuación adecuada. No sabría decir cuál me gustó más porque cada una tiene algo admirable, sin embargo creo que me quedo con los bailes, con todos, y con el cierre festivo. 

Los mejores representantes del Flamenco están presentes (realmente no lo se porque no soy experta, pero a mí me sonaron a los mejores, además hay unos que sí que lo son y otros que no dudo lo serán);  los hay clásicos y los hay muy contemporáneos, muy jóvenes y otros algo viejos, pero todos, como debe de ser, dedicados y apasionados, muy apasionados.

domingo, 23 de junio de 2013

Searching for Sugar Man

Esta es la historia de un par de sudafricanos que buscan al músico que marcó a su generación en los años setenta. El músico en cuestión se llama Rodriguez y es de Detroit. Un músico que según los conocedores, era tan bueno que estaba al nivel de Bob Dylan. Grabó dos discos excelentes y cayó en el olvido. Bueno, caer, al parecer nunca despegó y ese es uno de los grandes misterios. ¿Por qué alguien tan bueno, no tuvo éxito?
Por azares del destino, el primero de esos discos llegó a Sudáfrica. ¡Y pegó! Pegó tanto que Rodríguez se convirtió en la voz de esa generación de jóvenes durante el apartheid. Los marcó, los inspiró. A partir de él surgieron bandas de rock que se manifestaron contra el gobierno, que se atrevieron a criticar y decir lo que pensaban.

Los dueños de tiendas de discos llevaron y llevaron miles de copias de los dos discos de Rodriguez. Ahí vendió como medio millón de copias.
Pero resulta que nadie sabía quién era, nadie lo conocía. Corrían rumores de que estaba muerto, rumores con varios tipos de muerte, todas ellas muy dramáticas, que si se prendió fuego en el escenario en pleno concierto, que si se suicidó.

Más de veinte años después, dos entusiastas de Rodriguez se ponen a la tarea de averiguar más sobre él, primero por separado y luego juntos. Nadie lo conoce, el tipo que le hizo el disco no proporciona mucha información, los que lo descubrieron le perdieron el rastro. Leen las letras de sus canciones para ver si encuentran pistas sobre dónde vive. Pero nada. Hasta que uno de ellos pone un sitio en internet para solicitar información. Y la idea funciona porque tiempo después una de las hijas de Rodriguez se comunica con ellos. Entablan una línea de comunicación y aprendemos más sobre este músico y lo que ha sido de él en todos estos años.
Creo que sonará raro para esta historia, pero la parte final es muy emotiva.
Searching for Sugar Man (Malik Bendjelloul, 2012) es una historia fascinante, interesante y emocionante. ¿Cómo alguien puede ser tan famoso, tan importante en un lugar tan alejado de sus orígenes, y tan ignorado y desconocido en casa?
Además de esta parte anecdótica y misteriosa, la música de Rodriguez está buenísima y él es un personaje de lo más interesante. Sencillo, inteligente, crítico. 
Lo único que no se aclara, es quién se benefició de todas esas ventas de discos, de las regalías de sus letras y de su música, porque claramente, Rodriguez no.

lunes, 31 de diciembre de 2012

The Valtari Mystery Film Experiment

Sigur Rós sacó a principios de año su nuevo disco, Valtari. Como parte del nuevo proyecto invitó a varios cineastas a hacer cortometrajes con las canciones de Valtari. Sin restricciones, con total libertad y con el mismo presupuesto (10,000 dólares). A lo largo del año fueron publicando en su página web los resultados. No todos me gustaron, pero lo que me encantó fue la idea. Y me parece muy adecuado que esta sea la última entrada del año. Una entrada llena de poesía, música e imágenes impresionantes. Una entrada llena de ideas visuales, inquietantes, emotivas, oscuras y algunas hasta un poco aburridas. Creo que muchas hubieran funcionado mejor si hubieran sido más breves, pero eso es cosa de la longitud de las canciones.

A mí me gusta mucho este grupo islandés, pero no es para todos los momentos ni todos los estados de ánimo.

El primer film es con la primera canción del disco Ég Anda (I Breathe) y tiene que ver con el significado de la canción. Creo que es de los únicos que toman el título como tema del corto. Es también el único que es un poco comedia y como dice el director Ragnar Kjartansson: "First useful pop video in history. File under: educational." Me gustó, es intrigante y divertido... y útil. http://sigur-ros.co.uk/valtari/videos/eg-anda/

El Segundo film, Varúð (Warning), lo filma la hermana del vocalista, Inga Birgisdóttir. Me gusta mucho visualmente, aunque es un poco largo. Lo bueno es que se puede ver en partes. La directora, que es la misma que hizo la portada del disco, se basó en la idea de la advertencia para elaborar este corto.

El tercer film es de mis favoritos. Con la canción Fjögur Píanó, es la historia de una pareja y de cómo termina su relación. Es un corto muy intenso y emotivo y Shia LaBeouf hace un muy buen papel. La directora israelí Alma Har'el, utiliza coreografías en la mayor parte del corto para expresar las emociones de los personajes y funciona muy bien.

El cuarto y el quinto no me gustaron mucho. Me aburrieron un poco. El cuarto, Rembihnútur hecho por Arni & Kinski, frecuentes colaboradores de Sigur Rós, es una onda de meditar para mejorarte y mejorar el mundo a tu alrededor. La explicación abajo del video es más útil que ver el corto, porque no es especialmente atractivo en lo visual. Y es como más pretencioso en el mensaje. Hay tantos cortos que ver que se pueden brincar este. http://sigur-ros.co.uk/valtari/videos/rembihnutur-arni-kinski/ El quinto es de un director que va sonando poco a poco en el mundo del cine (el mundo indie y de festivales, me refiero. Aunque seguro que pronto da el salto a Hollywood porque su última peli es con Zac Effron y Dennis Quaid) que se llama Ramin Bahrani. La fotografía es impecable, pero no me interesó mucho. La canción que usa es la de Ég Anda y alterna imágenes de animales e imágenes de ciudad, puentes, helicópteros, edificios y al final muere un pez. (???) Obvio se me escapó la profundidad del significado.

El sexto es de mis favoritos también. El director es un fotógrafo llamado Ryan McGinley y este es su homenaje a NY. Usa la canción que más me gusta del disco Varúð y la idea es una niña que camina por toda la ciudad. Una idea muy sencilla y visualmente interesante.

El séptimo no me gustó. Varðeldur de Melika Bass. Según la explicación de la directora hay como un ente y como que el personaje está poseído. No se, no me interesó.

El octavo film, Dauðalogn de Henry Jun Wah Lee, es de los más bonitos porque está filmado en un lugar espectacular. Realmente no pasa nada, sólo sale el cielo, el suelo y los árboles de la isla de Yakushima en Japón. ¡Y qué árboles!

El noveno es el que es más historia de todos. Usa dos canciones Rembihnútur y Ekki múkk y además es una animación. Se llama Seraph y está dirigido por el animador y cartonista Dash Shaw y escrito por él y por el director de cine John Cameron Mitchell (Hedwig and the Angry Inch). Es una historia acerca de un chavito que es gay y sus conflictos y los conflictos de los demás. No está mal. 

En septiembre salió el décimo. Con la canción Ekki múkk, dirigido por Nick Abrahams y trata de un monito perdido en el campo inglés.

Además de todos estos invitados, el grupo lanzó una convocatoria al público en general para que también hicieran cortos. Recibieron más de 800 participaciones. En octubre publicaron al ganador del público y al super primer lugar, que se llevó $5000 dólares de premio.
El film 11, el ganador del público con la canción Dauðalogn (Dead Calm) es de Ruslan Fedotow. Me gustó. 
El 12 es impresionante, inquietante, intrigante. Y sólo es una persona bailando, pero el resultado es una imagen muy poderosa.

El film 13 es Varðeldur de la irlandesa Clare Langan. La directora dice lo sigueinte al respecto: "the film explores the fragility of the human condition, frozen somewhere between life and death. shot with a high-speed camera, a human figure and water defy the laws of gravity. there is no clear distinction between dream and reality and the space that the film and the music create becomes a submersive world". Yo no aprecié tanto, pero me gustaron las gotas de lluvia.

En el film 14 el director sueco Christian Larson, cuenta una historia con danza. La coreografía y la música quedan muy bien. La interesante y fría fotografía cierra exitosamente este corto.

En el 15 Björn Flóki, hace con Varúð, una historia de luz y oscuridad, del bien y del mal, de alcanzar la libertad.

Y finalmente, el 6 de diciembre, subieron el film 16, Leading towards solace de la italiana Floria Sigismondi con la presencia de Elle Fanning. Una historia sobre un padre y una hija, el miedo y la muerte del padre, la tristeza y la pérdida de la hija, y el perdón y el continuar de la vida. 

No es para verse de un jalón, pero recomiendo uno de vez en cuando, con mucha paz de espíritu y tranquilidad. Es un bonito proyecto y la mayor parte de los resultados son interesantes. Me gustó haberme topado con el The Valtari Mystery Film Experiment. Y me gustó haberlo acompañado todo el año.

"We never meant our music to come with a pre-programmed emotional response. We don’t want to tell anyone how to feel and what to take from it. with the films, we have literally no idea what the directors are going to come back with. None of them know what the others are doing, so hopefully it will be interesting." - Sigur Rós, May 2012

Creative Commons License
This work is licensed under a Creative Commons Attribution-NonCommercial-NoDerivs 3.0 Unported License.