miércoles, 21 de octubre de 2009

El Estudiante

Hay un fenómeno que ocurre a veces con algunas películas mexicanas, en que se empieza a correr la voz de que hay que ver tal o cuál peli. Nadie sabe por qué, de qué se trata, ni nada, pero hay que verla.

El Estudiante (Roberto Girault, 2009) es uno de esos casos.

Chano es un señor mayor, retirado, que decide entrar a la universidad para estudiar. Y con el apoyo de su familia empieza a ir a clases. Ahí se relaciona con estudiantes jóvenes y todos reciben una importantísima lección de vida.

La película no está mal, predecible, pero está hecha con ganas y buenas intenciones. Es una de esas películas con mensaje para elevar el espíritu. Y seguro que moverá muchos corazones, pero...

Pero se pasa un poco y hay momentos en que parece una película de Hallmark a la mexicana. Hay diálogos muy cursis y poco creíbles. La escena de los mimos es lamentable y la presencia del velador sabio convertido en director de teatro amante del Quijote está totalmente fuera de lugar.

La peli se queda corta al final de todo. Las relaciones que se empiezan a construir entre el viejo y los jóvenes sólo parecen afectar a los jóvenes y nunca se ve, más que de manera muy elemental, todo lo que Chano pudo o debería haber obtenido de los chavos.

Chano se lleva bien con los chicos y con el tiempo esto empiezan a pedirle consejos. Pero ¿por qué? ¿En qué momento este viejillo se ganó el derecho de sabio? ¿Sólo por ser viejillo? ¡Na!

¡Uy! sólo de recordar la escena de las mascaras en el teatro... ¡por favor!

Viendo algo positivo las actuaciones no están mal. Y hay algunos momentos con algo de humor.

Al salir del cine y al empezar a escribir esto no me había parecido tan mala, pero ahora, después de darle más vueltas...híjole, está recursi.

sábado, 17 de octubre de 2009

Inglorious Basterds

Esta ha sido para mí, la película más esperada del año, no porque sale Brad Pitt (que ojalá haya sido escogido por su tendencia a la sobreactuación y a su exageración de acentos), sino porque es la nueva peli de Trantino. Y ¡fiuuu! No decepcionó para nada. Está buenísima y sus 2 horas 40 ni se sienten. De entrada, la escena inicial es un diálogo de como veinte minutos entre el mega villano nazi Hans Landa y Monsieur LaPadite. El coronel Landa busca judíos, y LaPadite es sospechoso de ocultarlos. LaPadite se mantiene frío y en guardia, mientras Landa actúa y aparenta ser caluroso y el amigo de todos. La escena avanza, la tensión crece considerablemente mientras LaPadite palidece y vemos que quien realmente tiene el control es Landa.

Esta escena es la introducción para dos personajes importantes de la historia, el coronel Landa y la joven judía Shosanna, que más adelante llevará a cabo su venganza contra los nazis por haber matado a su familia.

En el segundo capítulo aparecen los Bastardos, un grupo de soldados americanos judíos que va a la Francia ocupada a matar nazis. Brad Pitt es el teniente Aldo Raine y es el que dirige al grupo, entro otros le acompañan, Eli Roth (el director de Hostel) como el sargento Donny Donowitz, "The Bear Jew", que mata nazis con un bate de béisbol, y Til Schweiger como Hugo Stiglitz, un sargento alemán famoso por asesinar brutalmente a miembros de la inteligencia nazi.

Los capítulos avanzan, la historia se forma y los personajes se van entrelazando mientras el golpe para acabar con las cabezas nazis toma forma por distintos lados. Y todo esto ocurre entre referencias cinematográficas para especializados y conocedores. Hay referencias por todos lados, en los nombres de los personajes, en los actores invitados, en los diálogos, en la composición de algunas escenas. Tarantino se divierte con esto y no efecta en ningún aspecto la apreciación de la película. (Este link lleva a una página en donde incluyen algunas de estas referencias http://www.filmspotting.net/boards/index.php?topic=6410.0).

Quien se lleva la peli es Christoph Waltz como Hans Landa, es el villano máximo, pero no a la malo mala onda, sino a lo malo astuto y cautivador; es el malo con un as en la manga, el malo que en cuanto aparece ya perdiste. Lo odias porque es el malo, ay, pero es tan buen malo.

Inglourious Basterds (Quentin Tarantino, 2009) es como un deseo hecho realidad; el deseo de que el malo sea detenido, que muera. Me encanta que Tarantino lo haya hecho, sin excusas, sin correcciones ni nada, como una fantasía con la que dan ganas de aplaudir y festejar.

Y la música, ah la música. Como siempre Tarantino le ha dado mucha importancia a la música en todas sus películas. Las piezas avanzan y cuentan parte de la historia, se mueven con la cámara, con los actores. la música en la escena inicial, la canción cuando Shosanna se prepara para el acto final.

Hay tanto que decir y seguro que con más vistas encontraré aún más. Pero creo que como lo más importante es resaltar lo divertida que está, que realmente el tema es lo de menos, que lo de más es que ¡es la nueva peli de Tarantino!

jueves, 24 de septiembre de 2009

Enemigos Íntimos

Demián Bichir "Álvaro" tiene cáncer y tiene que operarse, su familia lo acompaña, esposa, mamá, papá, hermano, hijo autista, amante del papá y asistente/secretaria/enamorada (pero no amante). Ximena Sariñana tiene un tumor en el cerebro y una mamá, un hermano (que es por cierto, su hermano en la vida real), y un novio celosón. Son vecinos de cuarto y además comparten a una enfermera muda. La enfermera muda tiene un novio muy guarro, un Roberto Sosa desperdiciado.

Vemos pinceladas de la vida de todos. En el camino al director se le olvidan algunos personajes (pero los pone en el vídeo musical-emocional del final), descuida a otros como la enfermera y desgraciadamente apapacha al hermano y a la mamá de Demián Bichir "Álvaro", que sólo nos hacen perder tiempo y tienen historias como de película de Hallmark.

En un momento pareciera que es la enfermera la unión entre los dos personajes enfermos, y parece el personaje más interesante de todos, pero no. Al final es tan estándar como los demás. No voy a escribir sobre cada personaje y no porque no tenga cosas qué decir, es sólo que no vale la pena. El director pretende retratar una familia caótica y disfuncional, y lo hace, pero se queda corto y lleno de estereotipos. Extrañé un poco de sentido del humor (no porque sea drama tiene que ser solemne), diálogos con más chispa. Además, hay incongruencias entre lo que ve la cámara o lo que pretende el director que entendamos de lo que nos enseña la cámara, y el resultado final. Como en el caso de Demián Bichir "Álvaro". Se supone que es insoportable, mamón, su asistente le cuelga el saco y le da juguitos cuando estira la mano, pero a fin de cuentas, ni es así, es sólo medio guey. Cuando el amante de su mujer le dice que Álvaro es un cabrón y que ni la quiere, no es cierto. El personaje no resulta ser así. Y aunque al parecer las emociones del espectador deberían de ir de menos a más, de "Este guey me caga" a "Pobrecito ni era tan mala onda", no ocurre para nada. Y no es cosa del actor, es cosa del guión y del director. Demián Bichir suele irritarme por su sobreactuación, pero me atrevo a decir que él y Ximena Sariñana son lo salvable de la peli (bueno y también la Merchant de esposa arrepentida/frustrada/contenida).

En el camino al director se le olvidan muchas cosas, como saber hacer una película. Recuerdo con gusto la de "Todo el Poder", humor, denuncia, buen guión, buen ritmo. Pero no sé, Enemigos Íntimos (Fernando Sariñana, 2008), no tiene nada de eso. Los actores están rígidos, incómodos, con diálogos poco naturales y fluidos. Hay una escena con Blanca Sánchez, la mamá de Demián Bichir y su ex-marido en el pasillo de los tintes para el cabello de un súper. Está tan mala, parece escena de telenovela ochentera. Hay unos movimientos de cámara con efecto que parecen indicar cambios a las distintas historias, pero a veces son para los flashbacks y a veces sólo son molestos. Hay música de repente, que no va con la escena. Como al final cuando Demián Bichir camina trabajosamente al cuarto de la Sariñana acompañado de una tonada que más bien le quedaría a una peli de Woody Allen. Y hay también un montón de peros, sobre cosas que desarrolla y olvida, como la pobre asistente o el novio que no entiende nada de nada pero que quiere a Ximena y ya cuando entiende ni lo sacan junto a ella en el hospital, llorándole o tomándole la manita.

Vaya, la encontré fatal, en resumen.

domingo, 30 de agosto de 2009

Encounters at the end of the world

Cuando decidí ver este documental, esperaba ver una película con imágenes de postal, paisajes impresionantes, pingüinos, focas y extraños animales de las profundidades del mar. Lo primero que dice el director es que cuando surgió el proyecto aclaró que no iba a hacer otra película de pingüinos. Así que adiós pingüinos, pensé.

Encounters at the end of the world (Werner Herzog, 2007), no es un documental en el sentido de que trate de un tema específico, es más bien un viaje, un recorrido para explorar y reconocer el territorio de la Antártida. Es el mismo Herzog el que realiza el viaje y lo narra, siguiendo su curiosidad a partir de unos videos que le mandó un amigo buzo sobre sus experiencias debajo del hielo.

El viaje comienza con su llegada a la estación McMurdo, con sus impresiones sobre el lugar, su entrenamiento para poder salir al hielo (¡tuvo que aprender a hacer un iglú!) y un reconocimiento de las personas que estaban ahí.

Y es con estas entrevistas, que me di cuenta de que este no iba a ser un documental común y corriente, y que no iba a ser una peli como "Atlantis" de Luc Besson. Y me imagino que así le pasó a Herzog. Yo creo que en ningún momento esperaba encontrarse con esa extraña e interesantísima variedad de individuos. Personas con muy distintos antecedentes y procedencias, que por diversas circunstancias acabaron ahí, en el culo del mundo. Un banquero de chofer, un cineasta de cocinero, un lingüista en una tierra sin lengua, un filósofo filosofando en una máquina excavadora, una especie de indio americano era el plomero, una viajera incansable con las más interesantes anécdotas.
Más los científicos, por supuesto. Metidos en sus pequeños y muy específicos mundos. El que estudiaba a los pingüinos (sí hubo pingüinos a fin de cuentas, y valió la pena la escena), parecía preferir ser pingüino a ser humano, los buzos-biólogos-rockeros que encontraron tres nuevas especies desconocidas, el vulcanólogo inglés vestido de tweed para honrar a los antiguos exploradores, el físico apasionado por los neutrinos.

Esta es una peli sobre el lugar y el hombre. Sobre la aventura y la exploración. Sobre las pasiones y los intereses. Sobre un lugar adverso, peligroso, fascinante y lejano. Un lugar silencioso y blanco, sutil, y monótono. Vaya, un lugar atractivísimo.

Herzog muestra unas imágenes espectaculares montadas con una extraña música que les sienta maravillosamente bien.

El viaje no termina, parece incompleto, no sé, pero la última escena con el filósofo es muy buena. Me da la impresión que Herzog no sabía a qué iba, que no tenía un fin específico y simplemente fluyó por el hielo y fue encontrando cosas. Y al final, no supo qué hacer. Aunque en realidad a quién le importa si cerró bien o no con todo lo anterior.

jueves, 16 de julio de 2009

Public Enemies

Esta es la historia de los últimos tiempos en la vida del asaltabancos John Dillinger, cuando a J. Edgar Hoover se le mete entre ceja y ceja que tiene que atraparlo.
Uno supondría con esta idea que la película será una especie de duelo entre el FBI y sus novedosas técnicas de investigación, y un gángster ingenioso y hábil que se les escapa en sus narices constantemente. Pero no vemos nada de esto. Y lo que vemos no es convincente.

No pido una película apegada a los hechos, ni que pasen la infancia de Dillinger o la de Purvis, ni siquiera que nos muestren sus más oscuros deseos, sus alegrías y tristezas. Pero sí esperaba personajes mejor construidos para tener una idea clara de quiénes son. Dillinger se supone que no era ni guapo ni brillante, pero sí muy carismático e ingenioso. Y eso no se ve. Viendo a este Dillinger, no sé muy bien qué decir sobre él.

Siendo el director un especialista en películas de acción, imagino entonces que ésta lo es. Tiene un montón de balazos y persecuciones, pero no están buenas. Y hay varias que más bien son gratuitas.

Y es que Enemigos Públicos (Michael Mann, 2009), está un poco aburrida. Y muy larga ya lo dije. Teniendo los elementos para hacer algo emocionante y divertido... y nada.

Y luego el reparto. ¡Batman y Willy Wonka! Por ellos me metí a ver esta peli. Christian Bale está completamente gris. En ningún momento se cree uno que sea tan chingón (sólo porque con su buena puntería mató al Pretty Boy Floyd). Y así como hubiera estado muy bien ver la estrategia y la planeación de los asaltos de Dillinger, hubiera sido interesante ver a Purvis trabajar un poco más, en vez de que nos den la información obtenida en diálogos. Como la parte de la chaqueta de Dillinger y el lugar en donde la había conseguido, que estuvo muy floja.

¿Y Johnny Depp? Pues nada. No me transmitió nada. Con él Dillinger parece un cínico, pero no lo es realmente, parece que está un paso adelante de todos, pero tampoco. ¿A dónde quiso llegar con el personaje? Quién sabe.

El resto del reparto me pareció igual de gris, mucho nombre, pero ninguno sobresaliente. Billy Crudup, Marion Cotillard, Giovanni Ribisi, Stephen Dorff... ¿como para qué?

Me da la impresión de que la película era mucho más larga y que al momento de editarla se les fueron partes importantes y dejaron escenas sin sentido. Y unas largas y gratuitas como en la que matan al compañero de Purvis y se les escapa Baby Face Nelson, al que ni planeaban atrapar. Me pareció una manera muy complicada de introducir a un personaje.

El tema de los apostadores y las nuevas leyes federales y los choques con Dillinger no fue más que una emabarradita inútil y la presencia de Hoover, sus métodos y todo eso quedaron flotando.

En fin pura decepción y casi me duermo.

martes, 14 de julio de 2009

The Guitar

¿Qué hace uno si el doctor dice que nos quedan dos meses de vida? ¿Llorar, viajar, decirle adiós hasta a las florecitas, hacer las paces con nuestros seres queridos? O cumplir algún sueño. Dos meses son muy poquitos para tanto qué hacer.

Yo no me despedía. Y viajar requiere un poco más de tiempo y dedicación. Me gusta la idea de cumplir un sueño. Como en esa película con Jack Nicholson y Morgan Freeman con la lista de deseos para antes de morir.

Pues en esta película que acabo de ver, The Guitar (Amy Redford, 2008), el personaje principal siempre ha querido una guitarra. Desde que era chiquita y la veía en el escaparate de una tienda. Y es este objeto el que de alguna manera le permite transformar su vida.

Melody Wilder tiene una mala pata que hay que ver. Primero, el doc le dice que tiene cáncer y le quedan dos meses de vida, luego la corren de su trabajo (un trabajillo pinchón, así que ahí no hay mucho drama), y para colmo, el novio la corta. Hasta aquí han pasado como diez minutos de la peli y ya parece una comedia negra o un especial del Hallmark Channel. Hasta aquí aparecen dudas en mi ánimo peliculero, pero pienso "¡No! No puede ser una peli del Hallmark Channel". Y sigo viéndola. Y ¡zas! que tengo razón.

No, tampoco es una comedia. Pero tiene un buen tono. Y hasta podría decir que es una pequeña película independiente hecha con ganas y con cuidado.

Después de la avalancha de malas noticias, Melody Wilder decide rentar un amplio y atractivo loft neoyorquino para vivir ahí sus últimos días. Y vaya vida. Sin salir de ahí usa sus tarjetas de crédito para comprar todo lo que siempre ha querido, muebles de diseñador, ropas exóticas, comida gourmet, y una guitarra eléctrica... con todo y amplificadores.

Toma lecciones de guitarra en la tele, se hace de un par de amantes, y empieza a vivir.

Amy Redford (Sí, es hija de Robert Redford) logra una de esas películas de "sigue los sueños y triunfarás", que a pesar del final, que parece el final feliz de un niño o un extraño toque de humor (?), se salva de la cursilidad y la ñoñería.

Hay que destacar la actuación de Saffron Burrows como Melody porque es ella la que mantiene el equilibrio y la sensatez de la historia.

Y bueno, como idea para vivir los dos últimos meses de vida, no me pareció nada mala.

sábado, 9 de mayo de 2009

Il y a longtemps que je t'aime

Juliette es liberada después de pasar quince años en prisión. Su hermana mucho menor Léa le da la bienvenida y la invita a quedarse en su casa. Las dos hermanas son prácticamente unas desconocidas, pues a Léa le prohibieron visitar a Juliette en la cárcel y de hecho la desaparecieron de la historia familiar. Para Juliette, Léa es la hermanita a la que le contaba cuentos, con la que tocaba el piano. Ahora es una mujer adulta casada y con dos niñas. Juliette es fría y distante, pero pronto vemos que es por desconcierto, por haber perdido contacto con su familia durante tanto tiempo. Parece siempre incómoda, fuera de lugar, casi no habla y es cortante hasta con las sobrinas.
Pero poco a poco las cosas empiezan a cambiar. Entabla una relación de amistad con el policía con el que tiene que ir a firmar, conoce a un colega de Léa con el que finalmente se siente a gusto y puede hablar, y aunque no le es fácil encontrar trabajo, su vida parece retomar su camino. Hasta el hostil cuñado Luc se da cuenta de que Juliette es más que alguien que ha estado en la cárcel y finalmente la acepta como parte de la familia.

Pero la pregunta está siempre presente ¿qué pasó realmente para que Juliette acabara en la cárcel?

Hace mucho que te quiero (Philippe Claudel, 2008) es un drama, pero no un dramón. De repente aparecía mi influencia telenovelera y esperaba lo peor, lágrimas, gritos y ridículos y sufridos diálogos. Pero entonces me acordaba, eh, son franceses, no hacen eso.

Y la historia va más allá de Juliette y la cárcel; es Léa conociendo a Juliette, dándole una oportunidad de existir, sin juicios ni preguntas. Es Juliette abriéndose a la familia de Léa, abriéndose a la gente que va conociendo.

La actuación es asombrosa. Todos están muy bien, Léa (Elsa Zylberstein), el abuelo Papy Paul, hasta la niña P'tit Lys. Pero es Kristin Scott Thomas la que se lleva las palmas. ¡Qué bárbara! Es una de las mejores actuaciones que he visto en el año, y en el año anterior para que vean qué de buena es. Y sin necesidad de efectos especiales o maquillaje para verse vieja, gorda, china o lo que sea. Y sin que sea basado en una historia de la vida real.

Es la sutlieza de los cambios que sufre el personaje, es la expresión de su cara, el movimiento de sus manos, es el silencio, lo que no dice y todo lo que observa.

La historia es sencilla, pero la actuación es de lo más compleja.

Y vaya, ¡qué bien está la peli!

Senki

Un joven doctor tiene un terrible accidente automovilístico y sobrevive por un pelo. Un año después regresa a su vida cotidiana; o trata de regresar. Las cosas son distintas, su esposa se queda vacacionando, los inquilinos del edificio en donde vive han cambiado, tiene que adaptarse al ritmo y al ajetreo del hospital. Y para colmo, una extraña vieja hablando un dialecto desconocido, se mete en su departamento. Tratar de descifrar lo que la vieja le dice, el encuentro con una sensual asistente universitaria, la relación con su madre (una prestigiosa doctora) y la necesidad de estar con su hijito, alejan, confunden y alteran el escaso equilibrio que el personaje, Lazar Perkov, está tratando de recuperar.
Senki/Shadows ( Milcho Manchesvki, 2007), es una película de fantasmas.

¿Cómo es una historia de fantasmas fuera de Estados Unidos o de la moda asiática? Pues esta, de la República de Macedonia, no es tan aterradora, ni tiene muchos efectos especiales. Pero la historia está bien, el suspenso también. Es frustrante ver películas de horror en donde a uno le sobresalta hasta la hoja que cae y donde la historia es mala o ni siquiera hay historia. Aquí, el ambiente, los lugares, los personajes, son lo suficientemente inquietantes para mantener la tensión, y la intriga. Ok, hay fantasmas... ¿pero? ¿Qué sigue? ¿Cómo? ¿Y que le va a pasar al doctor?

La solución a todo es muy sencilla, sin razones sacadas de la manga, sin forzar la historia. Y eso cierra la película de una manera muy completa.

Y para el final final, me gustó la solución visual.

Las actuaciones son muy buenas, la música también. Pero cabe resaltar la fotografía, los escenarios dentro y fuera de Skopje (la capital de Macedonia), el ambiente creado en el edificio donde vive Lazar y en el hospital.

Insisto, es una muy buena peli, una muy buena peli de fantasmas.

domingo, 26 de abril de 2009

Lifeboat

Náufragos (Lifeboat, Alfred Hitchcock, 1944) no es de las películas más conocidas de Hitchcock y en su época ni siquiera obtuvo buenas críticas, entre otras cosas porque retrató al personaje alemán con amabilidad. Sin embargo creo que vale la pena resaltarla de entre el montón de películas que hizo.
Es difícil imaginar la impresión que puede haber causado esta película en su época. Una película filmada en un bote nada más (al parecer tiene el récord de ser el set más pequeño donde se ha hecho una película) y aún así mantener la acción y la historia de manera activa y fluida.

¡Mis abuelos fueron al cine a verla! Sonaba tan novedosa en esos tiempos. Imagino.

Ahora películas en un sólo set ya se han visto y en manos de Hitchcock hay por lo menos un par que recuerdo, Con M de Muerte y La Soga. Náufragos es la mamá de esta dos pelis. Hay como ocho personajes y la historia y el diálogo no para. La cámara no se queda quieta y se mueve en un constante vaivén de uno a otro personaje.

La escena inicial con el barco hundiéndose es una especie de inicio "empezado", pues no importa en realidad qué pasó, o cómo pasó (ya nos enteraremos después), sino lo que sigue. La historia es sobre los sobrevivientes de la lucha entre un barco y un submarino nazi, y sobre su futuro. Quién se encarga de los víveres, quién será el capitán, quién cuidará a los heridos. Uno de los rescatados es un alemán (más tarde sabrán que es el capitán de submarino). Y la historia se desarrolla desde ahí, ¿a dónde ir? ¿es confiable el nazi? ¡no! es nazi. Pero sabe navegar. Pero es un nazi, nuestro enemigo. Y así.

El personaje principal, es de lo más incongruente. Es una fotógrafa vestida con joyas y un abrigo de piel que se dio el tiempo de subir sus pertenencias al bote (una cámara, una máquina de escribir, su maleta de ropa). Es ella la que baja el bote y quien rescata a los demás. La actuación es de lo mejor de la peli y creo que es ella, la actriz Tallulah Bankhead quien mantiene el ritmo durante la mayor parte. Aunque el resto de las actuaciones está también muy bien.

Es una de esas pelis que debía haber ganado un premio al mejor elenco.

Como en toda película de Hitchcock, hay un poco de romance, intriga y humor, pero es hacia el final de la película en donde uno empieza a inquietarse, a tener sentimientos encontrados, a justificar o no la conducta de cada uno de los personajes. ¿Amerita una situación así eso? ¿Qué haría yo? Y la única conclusión razonable es que ni el nazi es malo malo, ni los otros son buenos, buenos. Todos son una bola de humanos, cabrones, mezquinos, intrigosos y muertos de sed tratando de sobrevivir de la mejor manera que les es posible.

Y bueno seguro se preguntarán, como yo lo hice ¿Cómo va a aparecer el Hitchcock aquí? Les puedo decir que es uno de los más divertidos cameos del director.

lunes, 20 de abril de 2009

Hunger

Irlanda del Norte. En 1976 el gobierno británico retira el estatus político a los prisioneros republicanos paramilitares. Los prisioneros inician una serie de protestas al respecto. Se niegan a usar el uniforme de la prisión, dejan de asearse y ensucian las paredes de sus celdas con excrementos e inician una huelga de hambre. En 1981, con una segunda huelga de hambre culminan estos cinco años de protesta.

Hunger (Steve McQueen, 2008), está dividida en dos partes unidas por una conversación. En la primera parte vemos la "vida cotidiana" de los prisioneros antes de la segunda huelga de hambre. Vemos la rutina de los guardias. Las tomas son casi fijas, del pasillo, de la celda, un prisionero recostado, un guardia frente al espejo. De repente parecen muy pictóricas. Y esto, junto con la escasez de diálogos y música hacen una primera parte sumamente intensa y poderosa. Cada escena es imprevisible, impactante. Sí, uno sabe que no va a haber final feliz, es un drama y fue real. Pero la sorpresa está en las pequeñas acciones, en el guardia que se lava los puños golpeados (suponemos lo que hizo... sólo suponemos), en la situación de la celda, en las visitas.
La película está filmada de cerquita, enfocada en los rostros, los cuerpos, las paredes y el espacio de estos prisioneros; y no aleja la cámara, aún cuando cosas importantes están ocurriendo. No nos muestra nada de eso y lo poco que vamos armando es a través de estas tomas cerradas.

Y luego viene la conversación con el Padre. El ritmo y la narración cambian. Hay diálogo y de alguna manera hay una justificación para todo lo que vimos previamente. Y entonces la película se enfoca completamente a un personaje que antes apenas habíamos notado.

Ese es Bobby Sands, el que inicia la huelga y el que protagoniza la tercera parte. La parte de la huelga de hambre. La película retoma el ritmo inicial, con escenas cortas, silencio y espera...mucha espera viendo viendo el deterioro del personaje.

Esta película es una sorpresa de principio a fin. Es difícil decir que está buenísima cuando el tema es tan grueso; es difícil recomendarla si van a salir con que si no es entretenida, mejor no; es difícil no dejar de seguir pensando en ella y que situaciones así son vigentes en muchas partes del mundo.

viernes, 17 de abril de 2009

Duplicity

El miércoles pasado fui a ver con mi familia Duplicity (Tony Gilroy, 2009). Para miércoles vacacionero sonaba ideal. Acción, intriga, romance, unas cuantas vueltas de tuerca, y demás. Pero nanay. Tanto flashback empezó a aburrir y a confundir. La tensión y el interés se escaparon por la salida de emergencia.

Julia Roberts se veía muy incómoda y aburrida. Suele ser una actriz simpática y con presencia, y esta vez no se qué le pasó, pero no creo que haya tenido que ver directamente con ella, sino con el director, su co-protagonista y el total de la peli. Clive Owen, igual que siempre: pésimo, pero con buen cuerpo. Aunque ni eso sirvió porque la pareja no tenía nada de química.

Paul Giamatti en el papel de Paul Giamatti, completamente sobreactuado. Y Tom Wilkinson desaprovechado. Cuando ponen a un actor conocido en un papel así, ya se sospecha uno sobre el destino del mismo.

Lo que más me gustó fue la secuencia en cámara lenta de los créditos. Los dos rivales peleando entre sus respectivos jets privados, los ayudantes debajo de los paraguas echando porras. No se si era la idea, pero a mí me causó gracia y marcó erróneamente el tono que creí que iba a estar durante la película.

La falta de acción y sentido del humor la hicieron aún más larga de lo que ya era (que ya era inútilmente extensa). Y eso que el director tiene amplia experiencia en escribir guiones de películas de acción (¿Será eso, que tiene experiencia en escribir y no en dirigir?).

En fin, no la recomiendo ni en estos tiempos de sequía cinematográfica. Mejor ver la entretenida número cuatro de Rápidos y Furiosos, que aunque no hay gran cosa de historia hay un montón de acción y entretenimiento.

sábado, 4 de abril de 2009

Intro

Los que me conocen seguramente pensarán que ya me había tardado al tener un blog, y más uno de cine.

He visto pelis toda mi vida, he ido al cine toda mi vida.

En algún momento consideré la posibilidad de dedicarme más a fondo al cine; hacer pelis, escribir guiones. Pero un día llegué a la conclusión de que lo que más me gustaba era ver las películas... y hablar sobre ellas después (si hablo durante es que estoy aburrida o que la película no tiene la menor importancia). El problema es que casi nadie me escucha, sniff, me interrumpen (con interrupciones drásticas, ¡eh! como voltearse y preguntarle al de al lado si vio a fulano o a mengano, y cosas así, bien gachas), o me dicen que ya no diga más, que mejor la ven. Y entiendo, en serio, pero me cortan mi energía platicadora y me dejan... sin palabras.

Por eso este blog. Aquí voy a poder decir y decir y nadie me va a interrumpir (a lo mucho dejarán de leer, ¿pero a mí qué me importa?).

Y voy a despepitar y repelar sobre pelis, sobre los festivales y los premios, sobre la injusticia o la correctez de los Oscares, sobre la "no-actuación" de Brad Pitt y la falta de objetividad que le tiene el mundo al pobre estúpido de Tom Cruise (sólo porque brinca en sillones y está metido hasta el fondo en su secta), sobre lo tarde que llegan al cine las pelis interesantes (y luego por eso uno se ve obligado a bajarlas), y demás.

Claro que también tengo cosas positivas que decir, seguro. Pero esas no son tan divertidas y chispeantes.

Bueno, pues esto ya está. Ahora sólo espero ser constante y que no me pase como cuando me dejaban hacer diarios en la escuela, escribía hasta que la maestra revisaba y luego los botaba por ahí.
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