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jueves, 30 de octubre de 2014

Gone Girl

Esta es un thriller, muy bien realizado, sobre un matrimonio aparentemente ideal, que está muy lejos de serlo. Un matrimonio que empieza muy bien y que ante las dificultades, se empieza a desbaratar. La pareja saca el cobre, o en realidad saca saca su verdadera personalidad. Podríamos decir que es una película sobre las dificultades del matrimonio, pero con un twist.

David Fincher nos engancha desde el principio, nos intriga, nos sorprende, y de alguna manera nos convierte en parte de los más nefasto de la historia, los medios, las noticias y talk shows que comentan y juzgan cada paso, cada gesto de Nick Dunne (un Ben Affleck fino finísimo). Lo odiamos y lo amamos porque es tan guapo, y luego es un cabrón, y luego pobrecillo, es una víctima de todo y de todos, luego ya no sabemos, como que están hechos el uno para el otro. 
Y mientras decidimos si Nick mató o no a su mujer, la dulce Amy Dunne (Rosamund Pike, con una actuación que le abrirá muchas puertas, seguro que sí), la perfecta Amy Dunne, nos cuenta en su diario el "otro lado" de las cosas, la otra realidad de su matrimonio. 
Y luego llega la mitad de la peli y ya no les cuento porque hoy, ¡cero spoilers! Solo les diré que cuando crean que ya lo entedieron todo ¡zas! otro twist que los dejará helados.

Cuando hay películas basadas en libros y que se me antojan las dos cosas, suelo dejar mucho espacio entre los dos medios para no comparar. En este caso, las ocupaciones cotidianas no me permitieron terminar el libro cuando apareció la película en el cine y por temor a que la quitaran, acabé viendo la película cuando me faltaba como un 20% para terminar el libro. No fue tan grave pues la película es bastante fiel al libro. Y gracias al oficio de Fincher, la película es mejor que el libro. No pude evitar comparar los diálogos y me pareció que la película estaba mucho mejor escrita que el libro; fue una sorpresa encontrar que el guión de la película lo hizo la misma Gillian Flynn, la autora del libro. 
Además de esto, la música y las actuaciones la hacen mucho más lograda. 
Este es uno de esos casos en donde les podría decir sin sentirme mal, que se ahorren el libro y vean la película.

lunes, 18 de junio de 2012

Los Aliens, ¡todos!

Antes que nada, debo decir que sí que estoy emocionada por ver Prometeo, la precuela de Alien. He visto los tráilers y me parece que pinta bien. Ya reseñaré al respecto en cuanto la vea.
Y por esta espera y emoción me di a la tarea de volver a ver los aliens anteriores.
Estuvo muy bien porque se refrescaron en mi cabeza, recordaba bastantes detalles pero no las peculiaridades y ambientes de cada uno.
 
No las describiré con detalles porque seguro que ya tooooodos las vieron, pero hablaré un poco de cada una y lo que me gustó o no.

Antes de verlas recordaba que además de la primera, Alien el octavo pasajero (Ridley Scott, 1979) la de Alien Resurrection (Jean-Pierre Jeunet, 1992) me impactó. En esta fresquecita revisión mi favorita sigue siendo la primera, la clásica. Es la más lenta si, pero no en mal plan, es pausada, introduce tranquilamente a los personajes, la atmósfera, la nave con los miles de huevos. Todo es misterioso, intrigante, sabes que algo malo va a pasar, pero no qué tan malo. El octavo pasajero entra en la nave, los contamina, ocurren cosas inexplicables como que chorrée ácido y traspase las paredes y los niveles de la nave, y el interés en el bicho es científico, cómo funciona, cómo se defiende. Y entonces, en la parte más festiva, ¡zácatelas! que sale un aliencito por la panza. 

Esta es una de las escenas que más esperaba en este maratón. Recuerdo vagamente haber visto esta peli sin el consentimiento paterno o con su ignorancia, más probable, y esta escena la recordaba completamente roja, hipersanguinolenta, qué susto, qué shock, aunque no me hizo detenerme, al contrario.
No ocurre así, pero de todos modos me encanta.
A partir de ahí el ritmo de la película cambia, el monstruo se rebela, y como los perritos, nos vamos quedando sin protagonistas, ahora sólo hay que escabechárselo y sobrevivir, a la goma con lo científico. Y qué estrés al final cuando ya sólo queda Ripley, que va que viene, que se le acerca el bicho, que se salve el gatito, la música intensa. 
Sí, la que más me gusta.

Esperamos siete años (yo menos, unos dos o tres a lo mucho) y llega Aliens (James Cameron, 1986) Mi menos favorita. En esta ocasión me irritó un poco. Tiene los peores diálogos y unas cuantas actuaciones horrorosas y sobreactuadas, el humor "soldado" me chocó, sólo me gusta Bishop (mi androide favorito de la serie). Los personajes son muy estúpidos y toman decisiones muy estúpidas sólo porque se creen muy chingones con sus súper armas, ¡aj!
No me parece nada original y hasta siento que se sube en el éxito de la anterior para asegurar el suyo (suena a Cameron, ¿qué no?). Cameron no le da un toque, una reinvención, su versión es nada más hacerla más digerible y accesible.
Es como la versión extra light e hiper comercial de Alien. Más balas, más acción, más personajes que eliminar, y más activa.

En 1992 llega Alien3 de David Fincher. Las películas de Fincher, me llaman siempre la atención, pero nunca acaban de gustarme del todo, hay algo en los finales o en el exceso visual, no lo sé. Es irregular porque me gustó la de la chica del dragón, pero recuerdo con decepción el final de Se7en, y con total indiferencia la del Club de la Pelea.

En esta él si trata su visión de la serie, se aleja un poco de las dos primeras, es más violenta y cruda, aterradora en otros sentidos. La idea de aterrizar en una cárcel con lo peor de lo peor me da más miedo que llegar a un planeta lleno de huevos misteriosos. Bishop no muere y aparece aquí, y la línea de fondo de la mala corporación continúa. Ripley ahora sí es realmente bad ass, ahora sí podría ser mi heroína (no lo es porque tiene la desventaja de ser bastante antipática), y es más dura y fuerte (no hay niños que la distraigan y la hagan sensible). Esta es la más sofisticada visualmente de todas las películas. 
Me gusta la escena en donde tratan de atrapar al alien y llevarlo a la forja (o por ahí), aunque no se si me gustó la idea de de repente poner la cámara desde el punto de vista del bicho. Pero está muy bien narrada. No es de esas escenas que sabes qué ocurre o por qué ocurre, pero que no entiendes cómo está ocurriendo. El final me gusta mucho, me parece un final atrevido, sólo por que lo in es dejar finales abiertos, por si las moscas.

Y la trilogía cierra con Alien Resurrection (Jean-Pierre Jeunet, 1997). Esta es la más bizarra de todas, y cómo no con este director. Recuerdo que me gustó bastante, ahora creo que en parte porque estaba un poco enganchada a las pelis de Jeunet y Caro. Ahora me gusta un poco menos. De entrada, hacer una cuarta con el final de la tercera es un poco forzado. Pero ok, compro la idea de la clonación, va con la historia. Me gusta mucho el grupo de contrabandistas, pero ¡¿por qué?! ¡¿por qué poner a Winona?! Winona arruina a estos personajes, es un androide chilloncito y con corazón, ¡puaj! Los androides de Ian Holm y Lance Henriksen tienen todo el derecho a explotar (nuevamente) de la indignación. Me gusta la acción y la atmósfera, y disfruté la escena de persecución bajo el agua. Pero creo que no me gusta ver a tantos aliens, y tan expuestos y mostrados. Así, la imaginación no coopera a engrandecerlos y hacerlos más aterradores y peligrosos. Ya no hay misterio. Aunque claro, con tres películas previas tal vez ya no haya misterio, pero aún así.
La película en sí no me molesta, pero encuentro dos partes muy inquietantes, desagradablemente inquietantes. La primera, la escena con los clones desafortunados, es impactante, da un poco de asquito, dan mucha pena, nunca antes había sentido tanto desprecio por la compañía que está detrás de la preservación de los aliens; y entiendo que es una escena necesaria. Pero la escena donde Ripley se hace "mamá", con el asqueroso alien blanco con un esqueleto medio humano es espantosa. Y cuando la cosa esa se va saliendo al espacio por un agujerito, no es terrorífico, ni se siente uno victorioso ni nada, sólo es desagradable.
Se necesita valentía e imaginación para atreverse a hacer una parte más de una serie tan famosa y apreciada. Si ya sacan la clonación para que podamos disfrutar a Ripley, porque no, hacer un final menos "jalado" menos absurdo. No se, todo eso de la maternidad me pareció de mal gusto.

En fin. Así he terminado. Valió la pena el maratón. Me apresuraré a ver Prometeo. Iré con la mente abierta ignorando los buenos y malos comentarios que he escuchado. ¿Me sentiré protectora hacia Ridley Scott y seré blanda en mi crítica? ¿Me decepcionaré tremendamente por las altas expectativas que tengo? No lo sé. Ya les contaré.

martes, 31 de enero de 2012

The Girl with the Dragon Tattoo

Pues ya está, después de mucho repelar, vi la versión americana... y me gustó.

The Girl with the Dragon Tattoo (David Fincher, 2011), es como dije en la entrada sobre la versión original sueca, mucho más espectacular y llamativa. Se nota que hubo mucha más lana y recursos. Pero además está muy bien hecha en otros aspectos, el guión está muy bien, me gustó que hayan dejado la historia en Suecia y que hayan respetado los nombres y todo eso, aunque algunos de los actores con sus acentos "suecosos" no me convencieron, en especial Robin Wright, que la hace de Erika Berger.  Me gustaron los actores; como dijo una amiga, Daniel Craig es como el hermano guapo de Michael Nyqvist, el Mikael Blomkvist sueco. Y Rooney Mara es aun más extraña de Lisbeth que Noomi Rapace, aunque en mi cabeza Lisbeth es mucho, pero mucho más rara. 

Me gustó que está muy bien narrada. Todas esas escenas del libro en donde se la pasan investigando a la familia, las fotos, los archivos y demás, están muy bien ilustradas, son muy claras, concisas y aunque es mucha información, no se pierde uno. Es una película muy larga, pero no se siente, de lo bien contada que está. Hay detallitos por aquí y por allá que no me encantaron, como el asunto de la hija de Mikael, la manera en que lo ahorcan, la muerte de Martin, o la falta de historia en relación a la revista, pero son detalles, un poco puristas de mi parte y no profundizaré.

Aunque las películas de David Fincher no me acaban de gustar del todo, reconozco que fue adecuado para este proyecto por su estilo visual y narrativo. Controla muy bien la tensión y tiene mucho cuidado en los detalles, tomas cuidadosamente seleccionadas y bien compuestas, ambientes interesantes. Hasta sentí un cierto respeto a la versión original.

Dos puntos más a recalcar: la música de Trent Reznor y Atticus Ross, me gustó. Y los créditos iniciales me encantaron ¡espectaculares!


martes, 17 de agosto de 2010

Los hombres que no amaban a las mujeres

Los hombres que no amaban a las mujeres (Niels Arden Oplev, 2009) es la historia basada en el exitosísimo primer libro de la trilogía de Millenium de Stieg Larsson.

Es una historia de misterio, truculencia y mucho suspenso. Con un poco de historia, nazis, desapariciones, crítica social y muchos personajes que se entrelazan.

Mikael Blomkvist es periodista y editor de la revista Millenium. Por uno de sus reportajes se mete en líos y va tener que pasar un rato en la cárcel (una cárcel envidiable y muy civilizada, por cierto). En lo que eso sucede y para poner un poco de distancia con la revista y los periodicazos, decide aceptar un trabajo de investigación de un reconocido empresario que quiere que le averigüe quién de sus familiares mató a su sobrina hace más de 30 años. Mikael empieza a trabajar y poco a poco se va adentrando en la oscura historia de la familia Vanger. La vida de Mikael se entrelaza con la de Lisbeth Salander, cuando se da cuenta de que su computadora ha sido hackeada por ella. Mikael reconoce sus habilidades de investigación y le pide ayuda. Ella duda, pero acepta renuentemente porque como ha seguido los descubrimientos de Blomkvist, siente curiosidad por el caso. La historia es mucho más complicada, pero no voy a arruinarles la película, así que hasta aquí de sinopsis.
Siempre es difícil poner distancia entre las películas y los libros que las originan. Es inevitable hacer comparaciones, criticar cuando cortan la mitad de la novela o malinterpretan completamente a los personajes. Y en la mayoría de los casos, sobretodo cuando ha pasado poco tiempo desde la lectura del libro, uno sale con un cierto aire de decepción.
Esta película no me decepcionó en relación al libro. Creo que es de los mejores guiones adaptados que recuerdo en estos momentos. Mantiene la historia más importante y corta las subtramas y los personajes secundarios. Se extrañan, por supuesto, pero se entiende perfectamente que no podía caber todo el libro en dos horas y media. El ambiente, los diálogos y las secuencias de tiempo están muy bien logrados. Probablemente el ritmo parezca lento a muchos, pero a mi no me afecta el estilo más pausado de este cine no hollywoodense. Tal vez sea casualidad, pero el libro también empieza lento y ya para la segunda mitad cobra mucha velocidad.

Un problema de haber leído el libro es que como uno ya sabe de qué va la historia, es difícil saber si la manera de resolverla, de narrarla es clara y efectiva para los que no la han leído. Así que no estoy segura de si las últimas pistas, estuvieron bien ilustradas.

Lo que sí que no me convenció para nada fue el reparto. Ninguno salió como me los imaginaba. Sobretodo Erika Berger y Mikael. Mikael (Michael Nyqvist) se supone que es muy guapo... Y Lisbeth tampoco me latió al principio, pero para la mitad de la película me reconcilié con la actriz (Noomi Rapace). No me la imaginaba así, pero esta otra opción no está mal.

Espero con ansia que estrenen el resto de la trilogía. También me acabo de enterar de que hay una serie de televisión. Me imagino que continúa en donde se queda la última peli. Así que que tengo que empezar a buscarla para bajarla porque es poco probable que llegue a la tele normal. O nos harán como con la serie de Wallander, que sí llegó, pero la de la BBC con Kenneth Brannagh que es un chillón y no funciona para nada como Kurt Wallander. Pero divago, bueno no tanto, todo esto es porque me he enterado de que los gringos están planeando un remake de esta película. Arghh. ¿¿Por qué?! ¡¿Por quéeeeee?! Me chocan los remakes, y más cuando se hacen con la otra película (europea o asiática exitosa generalmente) tan presente y tan reciente en el mundo. Sólo para aprovechar el mercado, cual cazagoleros. Lo peor es que es probable que más gente la vea, que más éxito tenga y que rápidamente se olvide el mundo de la original. Y sólo porque el público está hecho al cine gringo y el resto le resulta ajeno, raro, lento, complicado. En vez de aprovecharlo como una ventana a mundos desconocidos, como una manera de aprender nuevas cosas, de conocer nuevas visiones, maneras distintas de hacer y entender el cine. "Ah no, yo me espero a la gringa" Seguro que va a tener mucha más acción, los actores van a ser súper guapos (¡Daniel Craig!) y va a ser visualmente más, mucho más espectacularmente truculenta porque la va a dirigir aparentemente, David Fincher. Y para colmo de colmos se va a llamar "The Girl with the Dragon Tatoo", igual que como le pusieron en inglés al libro y que no es realmente lo importante del libro, pero seguro es un título que atraerá a las masas, porque el otro, al parecer, puede asustar a muchos hombres. Argh y doble argh...
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