jueves, 27 de junio de 2013

Trollhunter

Un grupo de estudiantes realizan un reportaje sobre la caza de un oso descarriado y peligroso en una zona montañosa de Noruega. En una entrevista de la BBC a los cazadores que rastrean al oso se da a conocer la presencia de un cazador solitario al que nadie en el medio conoce. Los estudiantes deciden seguir el rastro de este misterioso personaje. Dan con su casa rodante y esperan pacientemente a que el tipo regrese. El tráiler está lleno de manojos de hierbas aromáticas y tiene potentes reflectores de luz en las esquinas y todo alrededor huele raro. La Land Rover está llena de arañazos que han doblado y perforado el metal. El tipo se niega a responder sus preguntas y los corre. Lo único que logra es intrigar más a los estudiantes. 

Al día siguiente aparece muerto el oso, pero ninguno de los cazadores registrados lo ha matado además, han encontrado extrañas huellas alrededor del cuerpo y se ha desatado un poco de polémica entre los experimentados cazadores y un representante del gobierno que no hay nada misterioso en las huellas. 
El cazador solitario se va del lugar y los chicos lo siguen y lo tratan de entrevistar sin éxito. Y no se le separan. Uno de esos días encuentran la Rover a las orillas de un bosque y deciden adentrarse para ver en qué anda el tipo. En una escena tipo La Bruja de Blair, se separan, se pierden, se ven envueltos en una persecución. Su visibilidad está limitada, hay ruidos extraños y aterradores, el cazador aparece corriendo y les grita ¡Trol! Se salvan por un pelo; uno de ellos está herido y su coche destrozado. Entonces empiezan a viajar con el cazador que resulta que no es un cazador de osos, sino de troles. Hans, el cazador, los acepta como compañía y les muestra todo lo que hace para rastrear y matar troles.

Trolljegeren (André Øvredal, 2010) está realizada como un falso documental y se supone que el footage de esta aventura fue enviado anónimamente a la compañía que hace la película. En este sentido uno piensa, “Beh una película más de estas” aunque con cierto atractivo porque está la novedad de los troles en vez de fantasmas que salen de las esquinas. La tensión y el posible miedo del espectador están basados en el miedo a lo que no se ve, a la oscuridad y a los ruidos. Pero de repente, entre persecución y persecución, la cámara capta un trol y luego a otro, y a otro y la película se vuelve mucho más interesante y divertida. Los troles están impresionantes, muy bien hechos muy “reales”. Junto con los estudiantes nos adentramos en el mundillo de los cazadores, controladores, conocedores de troles; los tipos de trol que existen, cómo protegerse, cómo atraparlos. Estos están contenidos en un territorio pero a veces salen y hay que controlarlos y averiguar porque se han salido de control, pues pueden estar enfermos o faltos de alimento.

La historia está muy bien, es inteligente, ingeniosa, y está además muy bien contada. Conforme avanza averiguamos más y más cosas interesantes sobre estas criaturas fantásticas, y de cómo el gobierno ha mantenido por años este secreto, justificando las acciones de los troles, como fenómenos naturales o fallas en el terreno. 

Parece que ya les conté mucho, pero no es así, hay tanto misterio y sorpresas que me reservo para no chafarles la función. Ha sido muy grato encontrarme con esta película. 
Si la ven por ahí, se las recomiendo mucho.

lunes, 24 de junio de 2013

Man of Steel

Es esta nueva versión de Superman probablemente la más pensada de todas. Con la influencia de Christopher Nolan y su Batman reinventado, seguramente con la presión por el éxito de las películas de Marvel y todo lo que viene en el futuro con ellas, aparece este Superman más actual, menos ñoño con más conflictos que antes (si que antes tenía). ¿Quién es? ¿Cómo ser aceptado? ¿Cómo integrarse a la Humanidad? ¿Cuál es su propósito en la vida? etc. 
Entre esos cuestionamientos, entre si hacerse público y ser rechazado, o ayudar en el anonimato aparece un enemigo kriptoniano, el General Zod. Junto con Kal-El (Henry Cavill), Zod (Michael Shannon) y sus secuaces, son los únicos supervivientes de Krypton. La misión de Zod es encontrar un códice lleno de información genética que le permitirá hacer kriptonianos para recuperar su raza, y para eso necesita a Kal-El y exterminar a la Humanidad pues es en la Tierra donde pretende fundar el nuevo Krypton.

Mas o menos así, detalles más detalles menos, alrededor de estos dos conflictos (el de Superman y el de Zod), va la historia. A mí me pareció una película muy larga y en momentos aburrida. La acción llegó muy tarde, y no me convenció para nada. Se verá espectacular tal vez, pero no muy justificada. Cuando Superman trata de detener al motor del mundo (world engine, ¡pero que nombre más malo y sin chiste!) pelea durante mucho rato con una especie de víbora/cable que quién sabe qué hace ahí, como si los motores del mundo llevaran seguridad extra para todos los supermanes que se encuentran en los planetas... Y después de horas de destrucción, de ver a los secuaces de Zod destruir Smallville, de ver edificio tras edificio caer, de "sufrir" porque nuestros queridos periodistas están en peligro, cuando Clark y Lois se reencuentran, llega la batalla final con el General, yo ya estaba exhausta, cada pelea, cada escena de acción se fusionaron en una sola cosa confusa y muy movida; un poco en plan, ya no me importa lo que pase, ni que hubiera sorpresas al final.

Creo que los conflictos son grandes y cada uno merecía su propia película: que en una se "encuentre" Kal-El y que en la otra aparezca Zod. Hay un cómic en donde reinventan a Superman, se llama Birthright y es de antes de que Clark sea Superman, está en busca de su identidad, viaja por el mundo para entender a la gente y entenderse a sí mismo. Está bastante bien y es un Superman bien actualizado.  El conflicto de Zod me gusta, no es un malo tan malo tipo conquistar el mundo y ya. Tiene argumentos fuertes, lo malo es que sí está un poco zafao y no se presta a ningún tipo de razonamientos.

Nunca he sido fan de Superman, siempre se me ha hecho muy soso, muy niño bueno, el asunto de ponerse y quitarse las gafas, con rulo o sin rulo, siempre ha sido una burla. Es claramente producto de unos tiempos más inocentes pero al mismo tiempo es parte del personaje. Igual que la existencia de la insoportable Lois Lane. Creo que no existe un personaje que me caiga tan mal como ella y que además me caiga mal en todas las versiones. En esta película Lois (Amy Adams) no me cayó mal y pienso entonces, que está mal caracterizada, ¡ja!
En general me gustaron los actores. Henry Cavill, hace un Superman correcto. Eso es importante si quieren que siga esta serie. ¿Quién se acuerda del Superman anterior? Algo que me gustó fue la relación con Lois abierta desde el principio. Ese fue un giro positivo en la historia. Así nos ahorramos la burla de que no lo reconozca y de que ame a uno más que al otro. También me gustó el traje, pero no hubo justificación para la capa. Es muy larga y estorbosa, estoy segura que se la pisó un par de veces. Si tan sólo Zod hubiera aparecido con una capa similar. Me hubiera quedado satisfecha pensando que era una cuestión de moda kriptoniana.

No se si es onda de DC o de Nolan, pero tanto esta como Batman carecen de humor, son muy solemnes, muy intensas. No digo que sea comedia o que te rías como con Iron Man, pero que se relajen un poco, ¿no? Se toman muy en serio y no se aprecia el entusiasmo y el cariño por los personajes como se nota en los Avengers, en Star trek y hasta en los Pitufos.

Y por último un comentario sobre la música de Hans Zimmer: Nada memorable. Si tan solo le hubiera hecho un guiño a la melodía clásica, así como hicieron los de Star Trek.

domingo, 23 de junio de 2013

Searching for Sugar Man

Esta es la historia de un par de sudafricanos que buscan al músico que marcó a su generación en los años setenta. El músico en cuestión se llama Rodriguez y es de Detroit. Un músico que según los conocedores, era tan bueno que estaba al nivel de Bob Dylan. Grabó dos discos excelentes y cayó en el olvido. Bueno, caer, al parecer nunca despegó y ese es uno de los grandes misterios. ¿Por qué alguien tan bueno, no tuvo éxito?
Por azares del destino, el primero de esos discos llegó a Sudáfrica. ¡Y pegó! Pegó tanto que Rodríguez se convirtió en la voz de esa generación de jóvenes durante el apartheid. Los marcó, los inspiró. A partir de él surgieron bandas de rock que se manifestaron contra el gobierno, que se atrevieron a criticar y decir lo que pensaban.

Los dueños de tiendas de discos llevaron y llevaron miles de copias de los dos discos de Rodriguez. Ahí vendió como medio millón de copias.
Pero resulta que nadie sabía quién era, nadie lo conocía. Corrían rumores de que estaba muerto, rumores con varios tipos de muerte, todas ellas muy dramáticas, que si se prendió fuego en el escenario en pleno concierto, que si se suicidó.

Más de veinte años después, dos entusiastas de Rodriguez se ponen a la tarea de averiguar más sobre él, primero por separado y luego juntos. Nadie lo conoce, el tipo que le hizo el disco no proporciona mucha información, los que lo descubrieron le perdieron el rastro. Leen las letras de sus canciones para ver si encuentran pistas sobre dónde vive. Pero nada. Hasta que uno de ellos pone un sitio en internet para solicitar información. Y la idea funciona porque tiempo después una de las hijas de Rodriguez se comunica con ellos. Entablan una línea de comunicación y aprendemos más sobre este músico y lo que ha sido de él en todos estos años.
Creo que sonará raro para esta historia, pero la parte final es muy emotiva.
Searching for Sugar Man (Malik Bendjelloul, 2012) es una historia fascinante, interesante y emocionante. ¿Cómo alguien puede ser tan famoso, tan importante en un lugar tan alejado de sus orígenes, y tan ignorado y desconocido en casa?
Además de esta parte anecdótica y misteriosa, la música de Rodriguez está buenísima y él es un personaje de lo más interesante. Sencillo, inteligente, crítico. 
Lo único que no se aclara, es quién se benefició de todas esas ventas de discos, de las regalías de sus letras y de su música, porque claramente, Rodriguez no.

jueves, 20 de junio de 2013

After Earth

La nave en la que viajan el heroico General Cypher Raige (Will Smith) y su adolescente hijo Kitai (Jaden Smith) se estrella en la Tierra. No deberían de haber entrado al planeta porque estaba registrado como prohibidísimo, pero era la única opción de supervivencia. Y es que chorro mil años atrás la humanidad le dio en la torre al planeta y tuvo que huir de ahí para buscar una nueva casa. Hasta aquí nada, pero nada original ¿verdad? 

En fin, el caso es que la nave se estrella ahí… en realidad pretende aterrizar pero estaba tan amolada que no lo logra y en la caída se parte en dos. Como es de esperar, los únicos supervivientes son los Smith, que están en la mitad frontal de la nave y una maligna criatura alienígena, llamada Ursa, encerrada en una jaula que está en la cola de la nave. 

El General Raige está muy herido, así que Kitai Tiene que encargarse de caminar 100 km. hasta la cola de la nave en donde está un aparatejo que les permitirá comunicarse para pedir ayuda. El chico, que sólo quiere ser respetado y querido por su padre, el gran héroe, se lanza a la misión, cagado de miedo. 
Se supone que esta aventura de dos días se va a converitr en una especie de rito de pasaje en el que va a superar sus miedos y se va a hacer muy valiente. Entre tumbo y tumbo, siguiendo los consejos de su padre y salvándose de morir en varias ocasiones, llega a su destino. La ursa lo ha seguido y observado y finalmente, lo ha atacado. Esta cosa, que ha sido diseñada por una raza alienígena enemiga de la Humanidad, huele el miedo de los humanos y se los escabecha fácilmente. El éxito del General Raige es que logró deshacerse de su miedo y se convirtió en una especie de fantasma sigiloso que se acerca a las bestias sin que ellas se den cuenta. Obviamente, Kitai tiene que hacer lo mismo y como ya tuvo muchas aventuras y aprendizajes pues lo logra. 
Todo esto, ante la mirada orgullosa y malherida de su padre que lo observa atento y febril desde una pantalla. Llega el rescate, curan al papá que finalmente logra transmitir algo de cariño y humanidad a su hijo (y a los espectadores) y tan tan.

Es para mí un gran misterio por qué le siguen dando dinero a M. Night Shyamalan para sus películas. Su caso es un curioso caso de desaprendizaje, pues cada nueva película que hace es peor que la anterior, en historia, calidad y sobretodo dirección.

Seguro ya sabrán que esta película After Earth (M. Night Shyamalan, 2013) ha sido un fracaso en taquilla, y que Jaden Smith está fatal. A mí no me parece que él esté mal, sino que ha sido pésimamente dirigido, pues se supone que el chico va creciendo y va adquiriendo valor y coraje. Su expresión de miedo y angustia está muy bien por media película pero tendría que haber ocurrido un sutil cambio para el enfrentamiento final. Lo que ocurre aquí es cara de lloriqueo a cara de bad-ass en segundos. Y el que sí que me parece que está fatal es Will Smith, con la misma expresión de me duele mucho mi pierna y soy un comandante súper rudo al mismo tiempo. Mala dirección.

Algo que me gusta mucho de las películas de ciencia ficción es la imaginación y creación de los mundos nuevos, de la tecnología, del futuro. A veces hasta la historia puede estar medio mala, pero no me importa si el ambiente está interesante, novedoso. El gran problema de esta es que toda esta parte es malísima. Las naves son de mimbre, tela y PVC sin ninguna razón (capaz que la Humanidad del futuro es toda verde ecologista y yo no registré el dato). La casa tiene adornos que parecen puestos así nada más para que parezca minimalista/futurista/cool, el sable con 24 funciones es absurdo, el maravilloso traje que cambia de color es tonto: avisa de peligro, ¿pero no protege contra el frío?

Y luego, los detalles de la historia y la solución de problemas. El sentimentalismo inútil con el águila gigante que lo protege. ¡Argh! La horrible escena del “Levántenme”; sólo faltaba una serie de aplausos de esos que empiezan lento y van arreciando con entusiasmo.
La visión de una Tierra que se ve espectacular y en buenas condiciones cuando la computadora ha dicho que es peligrosísimo ir ahí. ¿Lo habrá dicho por los simios violentos,por las sanguijuelas venenosas o el congelamiento nocturno? Nada de esto me parece un grave impedimento para regresar. Hubieran exagerado más dificultad de vivir ahí. No hay explicación ni justificación alguna para que ese planeta sea la Tierra, mejor hubiera sido uno imaginario (Oblivion aprovechó mejor y más ingeniosamente la Tierra del futuro), la única que se me ocurre es porque ya tenían el título de la película y estaban secos para pensar otro.

Es una película que muestra una gran falta de planeación, consideración y dedicación.

Es una película completamente olvidable, que en realidad no tenía que haber sido vista. Lo malo es que recordaré por mucho tiempo que la vi, porque es la última película que vi antes de que cerraran ese Cinépolis al que fui tantas, tantas veces durante tantos años.
Creative Commons License
This work is licensed under a Creative Commons Attribution-NonCommercial-NoDerivs 3.0 Unported License.