lunes, 31 de julio de 2017

La Momia

Oh boy! ¡Qué mala peli! Pero no pongáis todo el peso del fracaso en mi Tom, oh no, no lo permitiré. 
Que su personaje está fatal, sí que sí; que a él no le salen este tipo de personajes chistosones, cínicos y simpáticos, lo acepto; que la Momia de Brendan Fraser, con chica guapa, sidekick y momias incluidas es infinitamente mejor, definitivamente.

Pero no sólo Tom es el problema. Hay un grave problema de dirección, o falta de. Hay un problema de espíritu y de incapacidad de hacer una película entretenida. ¡Qué más se puede hacer con una película de momias! Sólo hacerla divertida, llena de acción, de momias que se respeten. Los minions de la Momia, son confusos, parecen zombies. La Momia fuera de sus dos ojos en cada lado, no tiene nada de momia, ni un harapo amarrado, bien podría ser una bruja.
Y el tono de la película, que pretende continuar el de la de Brendan Fraser y hasta el de Indiana Jones, no está logrado. Lo intentan con algunos chistoretes y con el side kick revivido (osea no es zombie, ni momia, ni fantasma, ni espíritu de algún tipo, está revivido), hasta  lo refuerzan con el personaje de Tom Cruise diciendo que si es que fulano no tiene espíritu de aventura, lo intentan con las constantes discusiones con el interés romántico, pero no.

La historia es la normalita que fácilmente podrán contar sin haberla visto. Unos estúpidos, en este caso concreto el caza tesoros Tom Cruise, libera un sarcófago, a pesar de que la gritona arqueóloga e interés romántico dice que es peligroso. Se desata el caos, no en Egipto ni en Mesopotamia que es donde se encontró la tumba, sino en Inglaterra. ¿Y por qué hasta allá se preguntarán? Pues porque ahí están las tumbas de los cruzados que esconden el arma que acabará con la momia y le darán un toque de originalidad a la película.

En este momento de la trama, a pesar de que la momia es muy mala, desearán, como yo, que gane y se escabeche a todos, básicamente porque los otros son muy estúpidos y la cosa de está alargando.

Pero hay un giro en la historia porque no sólo se trata de eliminar a una maligna, enojada y muy poderosa momia, se trata de eliminar el Mal. Hay un Dr. Jekyll en la historia.¡Sí ya sé! WTF! Y este tipo (¡Rusell Crowe aquí!) que por cierto y sin que venga mucho a cuento en la historia mas que para justificar su apellido, tiene una enfermedad que lo transforma en monstruo/Mr. Hyde, se dedica a buscar la maldad y una cura para la misma. 

Y no sé si pretendían hacer más continuaciones (ante el big flop yo creo que ya no) pues tiene un final abierto. Tom, se sacrifica, mata a la Momia, pero se cumple la maldición y se transforma en algo poderoso y potencialmente peligroso. Solo que, como en el fondo fondo, es un buen hombre (y guapo), tiene autocotrol y en el futuro tendrá aventuras (o más bien hubiera tenido) en donde podrá utilizar (hubiera utilizado) sus malignos poderes para vencer a seres aún más malos y así hacer muchas exitosas continuaciones llenas de emoción y aventura. Not gonna happen.

The Circle

The Circle es como el primer machote que tenían los de Black Mirror antes de que se les ocurriera agregarle inquietud y punch a sus historias sobre tecnología y redes sociales. 

El Círculo es LA empresa del momento. Tiene grandes proyectos para mejorar el uso de las redes, de la tecnología, la seguridad de la gente, apela a la transparencia de los gobiernos, desarrolla programas anti crímen, programas a favor de los derechos humanos, y además es súper cool trabajar ahí, está llenos de milennials entusiastas con sonrisas extra grandes, preocupados por la popularidad y la aprobación constante de la Comunidad. Yay!

Mientras uno ve cómo Mae/Emma Stone se traga la maravillosa píldora llamada El Círculo, y cómo su amiga Annie la empieza a escupir, y su amigo de infancia Mercer desconfía desde el principio, lo único que viene a la mente es que eso ya lo hemos visto antes, que no es original (¡claro! Black Mirror). 

Y luego cuando aparece Ty, uno de los fundadores, descontento con los resultados, con las ambiciones de sus socios, con la aterradora idea de que se utilice la tecnología para vigilarnos constantemente, pensamos, bueno, todo esto es totalmente esperado, seguro ahora Ty y Mae se van a unir y van a destruir la empresa. Pero los minutos pasan y no pasa gran cosa. Cuando ocurre la evidente y esperada muerte de Mercer, uno piensa ahora sí que se unen, espero explosiones, escándalos y completa rebelión. Pero no, error de cinéfilo, la película es tan sosa, tan gris, que ni eso ocurre. La caída no tiene twist (ellos creen que sí, pero no). Ty (John Boyega, el nuevo héroe de Star Wars) nunca da la cara y Mae es la encargada de exponer a Bailey y al otro, ¡pero no los expone! lo único que hace es decirles que ellos también deben ser transparentes y estar continuamente expuestos. Eso es todo. No sabemos si estos CEOs tenían razones oscuras y ambiciosas (ya saben, un súper contrato millonario de gobiernos fascistas y controladores), tampoco sabemos si sus ideas y principios eran honestos y nunca de los nuncas escuchamos sus postura y motivaciones. Escuchamos discursos de venta, pero nunca sabemos si son de verdad o...de venta.

Cuando Bailey cuenta a su público sobre el derecho de todos a poder disfrutar de cosas maravillosas, utilizando a su hijo que tiene algún tipo de parálisis cerebral y que no puede hacer y disfrutar todas esas cosas de manera presencial, se me puso la carne de gallina. No por emotividad, sino porque tanto él como Mae dicen que es obligación del resto compartir nuestras experiencias privadas, nuestras percepciones, nuestras emociones, a otros que no pueden. Esta es la única parte, que por cierto, no está aprovechada, que está más cercana a la oscuridad y terror de la propuesta de Black Mirror.

El final es incomprensible, en el sentido de que parece no haber pasado nada. Ty sólo se queja, pero no parece tener un proyecto de cambio concreto (igual lo dejó a medias porque es más interesante ser Jedi, y estoy de acuerdo); Mae expone a sus jefes y la historia termina en que ella está siendo constantemente observada, así como el resto de los habitantes del planeta, y no parece estar a disgusto con eso.
¿Tons, estamos a favor o en contra de la constante observación y vigilancia? Si lo veo en Black Mirror, totalmente en contra y con mucha inquietud, viéndolo aquí, ni fu ni fá, totalmente indiferente.

jueves, 6 de julio de 2017

Okja

Okja es una aventura fantástica, ecológica anti corporaciones malignas guiadas por la codicia con el único objetivo de beneficiarse a costa de todos. Es la historia de Okja, una súper cerda creada en laboratorio y Mija, la niña coreana que la cuida.
Tilda Swinton es Lucy Mirando, una llamativa (y blancuzca) CEO de la Mirando Corporation. Es la nueva cara de la empresa, una empresa que ahora tiene buenas intenciones y está alineada con el mundo. Para esto cuenta una linda historia sobre una súper cerda que apareció milagrosamente en Chile y que con amorosos cuidados han logrado reproducir. 26 cerditos gigantes han sido repartidos a granjeros de todo el mundo para que sean cuidados de manera verde y natural y al cabo de diez años van a elegir al mejor. El motivo de este concurso es para vender la idea de unos súper cerdos orgánicos bien cuidados y deliciosos que darán al mundo carne más barata y sana. Obvi todo esto es una transa, los súper cerdos son creados en laboratorios y están genéticamente modificados.

Okja crece en una idílicas montañas en corea, feliz y pacífica, cuidada por Mija y su abuelo. La relación entre la cerda, que parece hipopótamo cruzado con Falkor, el perro volador de la Historia Interminable, y la niña, es muy chula, se entienden, se quieren y confían una en la otra.

Los diez años pasan, a fin de cuentas Okja es propiedad de Mirando y un día estos llegan a buscarla. Al frente de toda esta campaña mediática está un personaje televisivo/celebrity de quinta/primo pobre de Steve Irwin venido a menos llamado Johnny Wilcox (Jake Gyllenhaal en el más desafortunado de sus papeles y como lo más desafortunado de la película). Este guey ha recorrido el mundo para ver cómo han crecido los cerdos. Okja es la que más le gusta y se la lleva inmediatamente.
Mija huye a Seúl en su búsqueda y en un par de escenas de acción que la muestran como una pequeña heroína súper badass, casi logra rescatar a Okja, pero la trama se complica cuando aparece un comando de la AFL, un grupo activista verde/pacífico/amante y protector de los animales. Este comando, liderado acertadamente por el peculiar Paul Dano, pretende utilizar al animal para colarse a los laboratorios de Mirando y mostrarlos al mundo como realmente son. Mija lo único que quiere es regresar a las montañas con su animal.

No estoy segura de qué tanto me gustó esta película, no me fascinó, no me molestó, sí que me intrigó, pero no me pareció redonda. De repente me sonó a una aventura infantil, con escenas con mucho humor y que funcionan muy bien como la persecución en el metro, y casi cualquiera en donde sale el comando activista, pero las escenas en la granja de súper cerdos es muy oscura y triste y no digamos los abusos que sufre Okja. No es que diga que no a la crudeza del rastro, es que el contraste entre la vida color de rosa del principio y estas partes finales son muy contrastantes, a propósito, imagino, pero aún así, hay un cambio de tono extraño.

¿Tiene esta película una postura como la del comando activista? ¿o menos radical? (en algunos momentos se los acaba con humor). ¿Es la Corporación Mirando el reflejo del mal moderno o es sólo el malvado de una peli de aventuras? Por que si es una crítica hacia corporaciones tipo Monsanto, no lo hace muy seriamente y si no lo es, ¿qué es? 
Una cosa es el maltrato animal y otra que algo tenemos que comer. Una cosa son las industrias alimentarias que atascan nuestros bisteces de cosas raras, y otra los idiotas que se van de cacería a África o que tienen zoos particulares con especies en peligro sólo porque lo pueden pagar.
No sé si estoy dándole muchas vueltas a un enfoque/mensaje/crítica que existe/no existe, pero es parte de lo que me dejó con una sensasión no del todo satisfactoria.

Tengo claro que me hubiera gustado más si hubiera sido más para chavitos, con más humor, aventura, menos rastro; un poco menos corporación maléfica; bye bye escena de abuso a Okja, un Gyllenhaal menos ridículo. Aunque me gustó la animación de los animales, no me gustó que de repente están humanizados y parecen la mamá de Dumbo y de repente sí son animales de verdad, como el caso en el que la pareja de cerdos saca a su cerdito para que la niña se lo lleve.

He visto ya varias películas de este director, Joon-ho Bong, y siempre me quedo con la idea de que no me molestaron pero tienen un no sé que que no me acaba de convencer. 

A pesar de todo esto, no la desrecomiendo.

The Wizard of Lies

Al ver a Barry Levinson y a Robert De Niro trabajar juntos de nuevo, esperaba una película tipo Wag the Dog o What Just Happened?, dinámica, con mucho diálogo y muchos personajes, confusa, pero sin que sea grave, y que en el camino contase la historia de Bernie Madoff. No resultó ser así. 

De entrada, el enfoque no es tipo biopic, ni tiene la intención de explicar por qué lo hizo y en donde rayos quedó la lana. 
El enfoque parece ser alrededor del personaje, su personalidad y cómo jodió gachamente a su familia, en especial a sus hijos.

A través de una entrevista en la cárcel, Barry va contando cómo es que finalmente confesó a su familia lo que había hecho y cómo acabó ahí. 
Sus hijos no tenían idea de lo que estaba pasando. Trabajaron por veinte años en la empresa y siempre los mantuvo al margen. Cuando les contó sobre el Ponzi scheme y la gran cantidad de billones de dólares que se birló, los hijos fueron con un abogado y lo denunciaron rápidamente para deslindarse y no ser parte del fraude. Desafortunadamente nadie les creyó, la prensa los persiguió, y sus vidas quedaron horriblemente marcadas, tanto, que uno de ellos, el mayor, se suicidó. El otro murió hace unos años de cáncer.

En una poco fluida y desordenada narración, con un par de flashbacks aparentemente esenciales, se supone que vamos conociendo a este tipo. Un tipo que nunca reconoce realmente en daño que causó a su familia. No parece tener ningún tipo de remordimiento, ni excusa para haber hecho lo que hizo. Tiene un par de comentarios en los que dice que él no obligaba a la gente a invertir y que la codicia los hizo entrarle al asunto. Algo hay de verdad en eso, claro, pero ¿y lo hijos? Al parecer no pensó que fuera tan grave, si se echó la culpa, nada les podía pasar. ¿Y la mujer? Pues ni pex. Tampoco parece muy afectado cuando ella finalmente le dice que ya no lo va a visitar porque prefiere una relación con el único hijo que le queda y con sus nietos. 

Mi conflicto con la película, además del pobre ritmo y la longitud que la hicieron bastante aburrida, es que el retrato del personaje no está bien logrado, no ilustra su genialidad en el ramo profesional, de repente nos muestra que es un asshole, pero no es suficiente para formar una imagen sólida. Si se supone que es un poco psicópata, no en plan serial killer del cine, pues creo que faltó subrayar más esta parte. Y De Niro no aporta gran cosa, solo está quieto e inexpresivo; claro, mejor que en su papel en el Dirty Granpa, pero eso es fácil de superar.
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