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miércoles, 16 de marzo de 2016

The Danish Girl

Pondré de lado el hecho  de que es una película basada en hechos reales e ignoraré la importancia histórica de este personaje para el movimiento transgénero. Más que nada porque necesito separar la historia real y la película, para no sonar incorrecta. Y es que la película no me gustó mucho.
Eddie Redmayne no me convenció para nada como Einar Wegener / Lili Elbe. Su transformación de Einar a Lili me pareció acartonada y ya para el final estaba yo un poco harta del asunto del movimiento de las manos, la sonrisita congelada y el parpadeo de los "ojitos coquetones". Eso es todo lo que hay. No digo que tenía que pasar de macho peludo orangutanesco a delicada damisela de porcelana, pero sí creo que la cosa tenía que haber sido más sutil. Redmayne actúa como el estereotipo de cómo debería ser una mujer y no se inventa una. Seguro que con echarle un ojo a los distintos estilos de mujer que tenía cerca, su actuación se hubiera enriquecido.
Le estoy dando toda la responsabilidad al fallo del personaje a Redmayne, pero seguro que influyó la manera en que el director Tom Hooper, decidió aproximarse a la historia. Una aproximación que me pareció más romántica, más de historia de amor. Cuando a mí me parece que lo más interesante son los conflictos personales, psicológicos, sociales y hasta técnicos, por los que tiene que pasar el personaje; bueno los personajes, porque Gerda, la esposa, también sufre en directo.

Esto me lleva a lo mejor de la película, que es Alicia Vikander/Gerda. Su actuación es más compleja, más intensa. Ella tiene que pasar por un montón de fases: al principio parece juego, cuando se vuelve serio, apoya la decisión de su marido, a pesar de la soledad y el abandono que siente, a pesar de que la distancia entre ellos aumenta y que el amor que se tienen, sigue ahí, pero se ha transformado. Al final acepta y apoya a Lili y mal que bien logra dejar atrás a Einar.

Y eso que está bien hecha, en cuanto a la producción, los escenarios, el vestuario, pero el resultado final, no es sólido o tal vez sólo es que fue mucho Eddie Redmayne.

viernes, 1 de enero de 2016

The Lobster

The Lobster es una curiosa, extraña y poco convencional comedia, con una historia buenísima.
En el mundo no se tolera que la gente esté sola, así que cuando uno se queda sin pareja tiene que ir al Hotel. Ahí tiene un máximo de 45 días de hospedaje para encontrar una nueva pareja, si no lo logra se transformará en un animal y se le soltará en su hábitat. Los residentes siguen un estricto programa de actividades y conferencias para estimular la idea de que la vida en pareja es mucho mejor. Además, cada noche tienen la oportunidad de ir de caza y atrapar a los solitarios, aquellos que se han fugado del Hotel y viven salvajemente en el bosque. Por cada solitario atrapado reciben días extras de estancia. Hay un personaje, una mujer sin corazón, que ya ha ganado más de cien días extras de estancia.
David (Colin Farrell) es un arquitecto recién abandonado por su mujer. Cuando le preguntan que qué animal quiere ser si no encuentra pareja, dice que una langosta. La gerente del hotel lo felicita porque la mayoría de la gente elige ser perro y por eso el mundo está lleno de perros.
En un momento dado, David escapa y se encuentra con los solitarios del bosque. Estos son unos renegados liderados por una chica (Léa Seydoux) que no está de acuerdo con que la máxima felicidad se encuentre en la vida en pareja y defiende con dureza y disciplina la vida en solitario. Al igual que en el Hotel, hay reglas y castigos para los que formen parejas y se enamoren. 
David conoce a una chica miope (Rachel Weisz) como él, y se enamoran.

El director griego, Yorgos Lanthimos, en su primera producción internacional, se hizo de un reparto de lo más variado. Además de los que ya nombré, aparecen John C. Reilly y Ben Wishaw como los amigos de David, Olivia Colman como la controladora gerente del Hotel y una no tan conocida Mujer sin corazón, Angeliki Papoulia, que es una favorita del director. Colin Farrell hace una papel que nunca antes le habíamos visto y es una interesante sorpresa. 
No siempre me es fácil notar la guía y la visión de un director en una película. Aquí se nota una idea clara, un objetivo, desde la manera de actuar de los actores, los diálogos, hasta los movimientos de cámara y el tipo de luz y color que crean una atmósfera elegante y excéntrica.

Es cierto que la primera parte es más interesante que la segunda, que pierde un poco de ritmo, y que uno querría saber más sobre los animales, pero aún así está llena de ideas y escenas muy divertidas.

Sin duda, es parte de mi Top 10 del 2015.

miércoles, 17 de junio de 2015

La Sal de la Tierra

Descubrí el trabajo de Sebastião Salgado en el suplemento semanal de El País. Es un fotógrafo impresionante. Su trabajo es predominantemente social, los inmigrantes, los trabajadores, la guerra, la pobreza, los modos de vida, a través de los rostros de la gente, sus miradas y actitudes. No puedo mas que admirar sus imágenes, son visualmente impactantes, el contenido es estremecedor, emotivo (pero en el buen sentido, no en el sobre uso que se le suele dar), y dejan un nudo en la garganta.

Con esta película ocurre lo mismo.

La gente es la sal de la tierra. Salgado ha fotografiado gente durante cuarenta años. Motivado y apoyado por su mujer, Lélia, ha viajado por todo el mundo con proyectos personales relacionados con el hombre. Pasó un buen rato recorriendo América Latina para su proyecto Las Otras Américas. Viajó por todo el mundo fotografiando trabajadores para su proyecto Trabajadores: Una Arqueología de la Era Industrial.

Entre 1984 y 1985 la zona del Sahel en África sufrió una sequía terrible y junto con las diferentes guerras en la región, hubo un movimiento de gente tremendo. Las imágenes obtenidas durante este tiempo y las que realizó cuando viajó a Ruanda son muy impactantes. Con las imágenes sobre los bomberos apagando pozos petroleros uno no puede más que apreciar lo visual, pero en estas de la hambruna y la guerra...uff es difícil mantener los ojos abiertos.

Gran parte de la película son las fotos de Salgado y él platicando sobre lo que ve y vio en el momento de sacarlas. Es muy interesante escuchar sus impresiones, sus observaciones, lo mucho que se involucró con la gente y las situaciones que retrató.

Esta película está dirigida por Wim Wenders y Juliano Ribeiro Salgado, el hijo mayor de Sebastião. Un día, ya adulto, decidió ir con su padre a una de sus excursiones. Iba a hacer una película sobre él, un poco para ver quién era este hombre aventurero que no pasó mucho tiempo con él durante su infancia. Más tarde invitaron a Wenders para que se les uniera. El resultado es una película extraordinaria que cuenta de una manera muy curiosa, la vida de este fotógrafo. Generalmente, en los documentales, el director observa y cuenta su historia desde la distancia, sin intervenir. Este documental me recuerda a los de Werner Herzog en donde él es un personaje en la historia. Aquí, Wenders nos dice algo así como “les voy a hablar sobre un cuate mío que es genial…” Nos cuenta su primera impresión cuando vio una foto de Salgado y cómo lo llegó a conocer y en la película se nota que se conocen bien y se respetan.

Entre foto y foto, Wenders y Juliano  van contando sobre la vida de Sebastião, su infancia y juventud, sobre su Lélia, sobre su padre y el “rancho” en donde creció y cómo el reforestarlo ayudó un poco a curar su ánimo después de sus vivencias en África.

Después de unos años de "pausa", después de unos años de dedicarse a su rancho, decide emprender un nuevo proyecto Génesis, una reflexión sobre la naturaleza, sobre el hombre y su interacción con ella. Es un homenaje a la belleza del mundo y un llamado a su conservación.

Esta es una de esas películas que no se pueden perder. Es valiosa en muchos sentidos. Y si quieren ver más trabajo de Salgado sigan los links que llevan a la agencia Amazonas Images de Salgado y su esposa.

lunes, 20 de abril de 2015

Men, women & children

Esta es una de esas películas que tarde o temprano tenían que existir. Una película sobre las relaciones entre las personas, las familias, los adolescentes, las parejas y su interacción con las nuevas tecnologías, las redes sociales, los videojuegos, etc. Y quitando los celulares y el internet, es una peli sobre crecer, sobre madurar, sobre tener conexiones con la gente, sobre aceptar que los hijos crecen, que hay que confiar en ellos, y bla, bla, bla.

Tiene buenas intenciones, en el sentido de que trata de retratar distintas posibles situaciones relacionadas con el uso, mal uso, exceso de uso, del internet. Ya se imaginan, la típica mamá excesivamente desconfiada y paranoica que super vigila a su hija adolescente para que no establezca relaciones anónimas con viejos verdes que se hacen pasar por jóvenes. O el papá aburrido experto en porno con su hijo aún más experto.
Hay de todo un poco, adolescentes deprimidos, parejas que se ponen el cuerno, niñas tontas que tratan de encajar, padres controladores o que no saben qué hacer con sus hijos, ya saben, lo típico, y no está mal, solo que en la parte tecnológica suena pasada de moda...como de hace unos cinco años.

Los conflictos siguen siendo los mismos, ¿cómo puede estar tranquilo un padre cuando su hijo empieza a ser independiente en la web? ¿cómo educarlos en este ámbito? ¿vigilarlos? ja, si cuando ellos van, los hijos ya fueron y vinieron. O el uso cada vez más inconsciente (en el sentido de que uno hace lo usa ya de manera automática) del celular en todo momento.

Sí que me parece interesante que alguien cuente una historia así, hasta con casos de esos de gente que miente y se inventa un personaje virtual, ya sea por ser super creepy o para ser parte de algún grupo, o lo que sea. Aunque me parecería más interesante una historia sobre cómo la gente se conecta o se desconecta a través de estas tecnologías. En fin, pero ese no es el caso. El caso es esta historia que no está mal, que tiene un montón de actores conocidos. Adam Sandler fuera de su papel de Adam Sandler no está nada mal. Jennifer Garner muy bien en su papel de mamá súper controladora. Los adolescentes están bastante correctos.

Creo que lo que faltó es que también hay un lado positivo, o puede haberlo si se quiere. No creo que las relaciones entre las personas se pierdan, solo cambian. Para muchos es importante estar frente a frente a la gente, para otros es más fácil en un chat.

No es una película ligera, tiene situaciones muy dramáticas, pero por suerte puros finales felices.

lunes, 13 de abril de 2015

Cutie and the Boxer

Hace ya varios días que vi esta película y sin embargo no la he dejado olvidada por ahí. De repente se me aparece y pienso en ella. No es por que la historia me haya impactado o porque la obra de estos artistas me haya impresionado. Lo que se me quedó, que entiendo, comparto, admiro y envidio es la NECESIDAD de Ushio y Noriko Shinohara de hacer sus cosas, de trabajar y crear, pintar, hacer esculturas, pensar al respecto, vivir alrededor, sin importar el mundo exterior. Es impresionante la energía de Ushio/Boxer, la energía que tiene para vivir y pintar sus enormes lienzos con guantes de box llenos de pintura. Tiene 80 años y no lo parece, es infatigable. Su mujer, Cutie, veinte años más joven, también es artista. Una artista que batalla con el hecho de tener un marido reconocido que cree de alguna manera que el menor artista está al servicio del mayor, osea él. En un momento de la película Cutie empieza a trabajar en una serie de pinturas que ilustran la historia de su relación, de cuando ella lo conoció recién llegada de Japón y de cómo se enamoraron, cuanta los difícil que ha sido vivir con él, sus desmadres, sus dificultades económicas, el cuidado de su hijo Alex.
Hay una escena en la sala de exposición que Cutie está terminando, en que Ushio se acerca  a ver lo que ha estado haciendo su esposa. Él tiene la sala más grande, él, él, él y zas como que no se espera lo que ella ha estado preparando. -Estás celoso- le dice Cutie". -Sí, estoy celoso- le contesta él.

Con la naturalidad y comodidad que tienen frente a la cámara (puntos para el director Zachary Heinzerling. Esta es su primera película), entre videos caseros de fiestas y cortos sobre Ushio, los dos artistas hablan honestamente sobre su vida. Cutie está bastante cabreada con Ushio, por diversas razones, pero después de 40 años de matrimonio como que ha aceptado que así es la cosa, que él seguirá siendo una especie de niño egoísta y ella sigue enamorada de él. Cuando Ushio se va a Japón a vender unas esculturas y regresa con una cantidad muy menor al precio justo, ella le dice que las malvendió, pero él le dice que trajo dinero, dinero para la renta. Y ella no dice más, hay un poco de pena, un poco de enojo, pero no hay nada más que hacer.

Puede a uno gustarle o no el trabajo que hacen, puede uno sentir un poco de desesperación con la caótica forma de vida, con el tiradero en su departamento, pero cuando uno los ve trabajar juntos cada uno con sus cosas, en paz, ensimismados en su obra, uno entiende que eso es lo que los hace vivir, los que los llena. O de una manera más dura, como dice Ushio "Art is a demon which can take over your life".
Una escena que me pareció muy interesante es cuando Noriko visita el estudio de Alex, que también es pintor. Alex le va enseñando sus pinturas y los dos las ven con atención, no hay mucho diálogo, unas les gustan más que otras, pero lo que hay es una real observación del trabajo, de dos personas que están en la misma línea, que entienden lo que significa crear algo y hablan desde ese plano.
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