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viernes, 26 de octubre de 2018

Nace una estrella

Esta es la cuarta versión de esta historia. Ahora con Lady Gaga y Bradley Cooper (su primera dirección).

No recuerdo bien la anterior con la Streisand, pero las variantes deben ser pocas, las más importante es que el músico consolidado, osea Cooper, no es un músico acabado, sigue estando activo y llenando estadios.

Algo importante para que una peli tan choteada funcione, es la química entre la pareja, y aquí sí que se nota que se llevan bien y se sienten a gusto uno con otro. Sorpresa: que Bradley Cooper no canta nada mal. Mayor sorpresa: que Lady Gaga actúa muy bien.

La peli está bien, el romance, las canciones, la presencia de Sam Elliott como el hermano mayor, es muy positiva. Agrega el dramón a la historia. 

Todo está muy correcto, digamos. 

Pero la última parte, para mí que se fue en picada, con un final facilón y poco interesante. Y es que una parte importante entre los dos no es el romance así nomás, por lo menos no para Jack/Cooper. Él ve a Ally como una compositora en serio y cuando ella empieza a alcanzar éxito comercial, con un drástico cambio de look (poco favorecedor, por cierto), Jack no está muy a gusto, pero no son celos (afortunadamente no se fueron por ahí), sino que no está convencido de ese camino. Ally ya no es ella, tiene bailarines en su show, la canción que le da éxito apesta. 
Afortunadamente, tampoco se fueron por el camino de que ella se comporte de una manera superficial o infantil. El problema es que siempre que él trata de explicarle lo que no le checa, está borracho o drogado (ah si, se me pasó decir que es un borrachazo) y eso le resta credibilidad. Y lo más interesante de la película son los pequeños momentos en que ellos comparten sus canciones y composiciones. Dos personas creativas que van más allá del éxito. Pero no, ella se convierte en un producto comercial súper chafa y el se suicida para no estorbarle, ¡osea! 

Un final muy gringo. Claro, si su hubiera quedado en su estilo no hubiera sido una triunfadora... ah, pero se hubiera quedado con Bradley Cooper, con pelo grasiento, pero no le hace.

miércoles, 4 de julio de 2018

How to talk to girls at parties

John Cameron Mitchell es el director de Hedwig and the angry inch (2001), una peli que me impactó, entre otras cosas, por su energía explosiva y su increíble música. Sus siguientes dos películas, Shortbus y Rabbit Hole, son bastante distintas, pero en general este director tiene algo que me atrae y me fascina.

Si a eso le sumamos que esta nueva está basada en un cuento de Neil Gaiman, bueeeeeno, pues las expectativas eran mucho mayores. How to talk to girls at parties tiene muchos de los elementos de Hedwig, en cuanto a la energía, a la música, al humor. No estoy segura de que el resultado sea de diez, hay partes un poco más flojas que otras, o es que hay tantas pequeñas historias, que distraen un poco de la historia central, que es a fin de cuentas un romance entre dos adolescentes. 
Solo que ella es una alien. Se llama Zan (Elle Fanning) y pertenece a una raza de aliens muy rígida, con clanes y reglas estrictas, que se destaca porque los mayores se comen a sus hijos. Ahora están de turismo, conociendo la Tierra y Zan quiere algo más. Entonces, conoce a Enn, un adolescente que en la época en la que ocurre la peli, la Inglaterra de los 80's, vive y respira punk. Zan quiere punk y convence a su "líder" de que le de 48 horas de libertad para explorar el mundo por su cuenta. Enn la lleva a conocer a la gran estrella del punk local Queen Boadicea (una Nicole Kidman que se ve que se divirtió con este papelito). 
Ambos, Enn y Zan, están encantados con su incipiente relación. Zan observa y explora todo con suma atención, Enn, no puede creer que esta chica quiera con él (él y sus amigos han llegado a la conclusión de que Zan y sus colegas vienen de LA porque son realmente extraños y diferentes). 
Boadicea organiza una tocada y lanza a Zan a cantar una canción. Es una de mis escenas favoritas. Zan entra en punk mode y Enn en un extraño trance. El resultado es galáctico y el público enloquece.

El tiempo de gracia se acaba. Zan tiene que tomar una decisión. La película se desata, la confrontación entre humanos y aliens, es por momentos muy cagada. Al principio estos eran más bien distantes e indiferentes, pero hacia el final son más de chiste, y se rebelan un poco. Entonces esa distancia y frialdad que los caracterizaba, parece más bien ridícula.
Aún así, hay momentos muy graciosos y divertidos.

La música está súper, los diálogos y las actuaciones también. Además de la aparición de la Kidman, Ruth Wilson es líder de una de las tribus alienígenas y es casi tan inquietante como en Luther; y Matt Lucas de Little Britain, pero no le sacan tanto provecho.

Aunque la disfruté y me entretuvo, terminó la película y me quedé pensando es que no estaría mal volver a ver la de Hedwig.

sábado, 3 de marzo de 2018

La forma del agua

¿Quién no ha oído hablar sobre esta película a estas alturas? Y a estas alturas, pocos deben ser los que no la han visto. Estas últimas semanas, a los premios y nominaciones, se les han unido acusaciones de plagio y demás. Me he mantenido completamente al margen de todo eso, no he visto el cortometraje, ni nada sobre un delfín, no he visto nada de eso, entre otras cosas porque qué flojera. Para el caso se fusiló la historia de Splash y hasta la de la Bella y la Bestia, ¿no?

Es una historia de amor, con un mensaje muy claro para estos tiempos que vivimos, una historia sobre integración, respeto, aceptación de las diferencias, la igualdad de todos, contra el fanatismo. Un mensaje poco sutil para mi gusto, pero con buenas intenciones, y aquí me caerá el rayo de la corrección política, y es que es demasiado, ya saben, no es suficiente con que la protagonista y heroína sea muda, está el mejor amigo súper gay y la mejor amiga negra y el blanco militar religioso súper malo malísimo (pobre Michael Shannon, de veras que pobre porque sospecho que durante mucho tiempo lo ficharán como malo). 
Pero no importa, no importa mucho porque la historia está muy bien narrada. Es divertida, emotiva, con momentos de tensión (básicamente cada vez que aparece Shannon), con secuencias musicales logradas y un cuidado por lo visual increíble. Esta hecha con mucho mimo, vamos. 

Y las actuaciones están fabulosas. Obviamente, Sally Hawkins está genial, pero también Richard Jenkins, que tiene unas escenas muy buenas. Octavia Spencer, bueno, hace de Octavia Spencer, afortunadamente me cae muy bien. Y no hay que ningunear a Michael Shannon, a mí me impresionó mucho esa energía y violencia contenida, ese menosprecio por todos; creo que el actor lo mantuvo en equilibrio, cerca del ridículo, pero sin cruzar.

De Guillermo del Toro lo que más me gusta es que le gusta contar historias, sus historias, fantásticas, dramáticas, que se nota que le encanta ver películas. Esta está llena de guiños y abrazos al cine, al cine de los 50's, al cine musical, por ahí la han comparado con Amelie, no sé por qué, tal vez por el tono verdoso, pero sí que está llena de influencias (no plagios), incluidas algo del tono humorístico de Jeunet et Caro.

No creo que sea una obra maestra, no he pensado mucho en si es la mejor película de del Toro porque le queda mucha vida. Que si merece estar en los Oscares, pues sí, por qué no. No creo que gane a la mejor película, pero sí veo muchos chances en la mejor dirección, aunque también pienso en Nolan y Dunquerque, que es también una obra personal, no tanto por lo que cuenta, sino por cómo lo cuenta, y a mi me pareció una propuesta muy interesante.

Repito que me divirtió mucho, me gustaron muchas escenas, las actuaciones, el humor, la música, pero no me convenció el meollo de la historia, osea, el romance. No es que me escandalice la posibilidad de una relación con un anfibio, no, para nada. Lo que no me convence es la relación. Es unilateral. Elisa, primero tiene curiosidad; cuando ve una respuesta, le lleva huevos, le pone música, le habla con signos. Él la ve con sus ojillos raros y ¡se come los huevos! Sé que no se pueden hacer grandes gestos al estar encadenado, pero alguito, un detallin. A mí como que ella se obsesionó con una idea, con un imaginario en el que ambos podían ser, y él la vio como una salvadora. Si hubiera sido una historia de amistad, la compro totalmente, pero el romance no lo vi. Y luego cogen en el baño. Está bien. Pero pudo haber sido de puritito agradecimiento. Creo que se necesitaba alguna escena desde el punto de vista de él. Nos dicen que en el Amazonas lo consideraban un dios. Y sí que tiene súper poderes y se le iluminan las escamas, pero se supone que también es un ser inteligente, quizá si nos hubieran mostrado más signos de eso (o que no se comiera al gato), o de humanidad, algo que lo hiciera interesante, que nos mostrara su belleza interior y no sólo su exotiquez exterior.

viernes, 10 de febrero de 2017

La La Land

Escuché por ahí que había que ser muy amarguetas para que no te gustara esta película. Hay muchos niveles de gustar, y el nivel que comprende múltiples nominaciones en los Óscares, me parece un tanto excesivo, pues no creo que en ninguna de las categorías nominadas haya destacado especialmente. Claro, ya sé que son los Óscares y luego eso no significa nada. Pero, un alguito sí que significa, y para mí es que, o fue un año especialmente flojo en la industria y había que rellenar las categorías, o que por ser musical, es algo como muy querido que hay que apapachar y no ser tan severo.
Aunque luego no lo parezca, yo soy apapachadora y le doy muchos chances a las películas que, a pesar de no ser perfectas, están hechas con un buen espíritu y que además lo transmiten.

Esta está hecha con ganas, lo tengo claro, pero no me parece que esté lograda. Y no me molestó para nada eh, lo aclaro. Sólo que tampoco me pareció destacable.

La historia, chico con sueños conoce a chica con sueños, bailan, cantan, se enamoran y alcanzan sus sueños. Como guión original, pues no lo está, y si es original porque es musical, entonces ponle una música y unas coreografías alucinantes, o de perdis pegajosas. El hecho de que el chico sea un amante de jazz y su sueño sea tener un club de jazz, lo hace diferente al clásico joven músico que quiere convertirse en rockstar, pero todo el asunto se me quedó ahí, sobrante y un poco forzado. Yo creo que en parte por falta de un guión sólido, y en parte por la actuación de Ryan Gosling. Él siempre me ha parecido sobrevalorado, no tiene un amplio rango de expresividad y aquí no le cree uno la pasión musical. Emma Stone está mucho mejor porque es de natural simpatiquísima, pero nada más. 

En la escena inicial, el movimiento de cámara está interesante, pero la canción y el baile, no fluyen. Algo pasa en todas las escenas de baile/canto, el de las amigas en el depa, en la fiesta aburrida, y sobretodo en la súper escena en la colina. Algo no funciona. Sí que se saben los pasos de pe a pa, pero falta la magia que contagia un buen baile. No los critico porque no sean cantantes o bailarines profesionales. Los critico por la falta de punch. Que es en gran medida un problema de dirección. A toda la película le falta punch. Chicago tenía esa fuerza, Mamma Mía también, y eso que me tiene perfectamente sin cuidado esa peli. Ni mencionaré las clásicas, esas desbordaban fuerza y energía.

Me da la impresión de que en la concepción del proyecto, el director Damien Chazelle, se enfocó en la parte del homenaje a los grandes musicales, y se le olvidó que antes que todo, tenía que tener una historia decente, una pareja con química y gracia (no es que no la tuvieran, pero tampoco levantan suspiros), y que sepan mover el bote (Argh, Chaning Tatum, sí que sabe moverse, está guapetón y tiene el nivel requerido de actuación para una historia como estas); se le olvidó que ante todo ésta es una obra nueva, que debería de funcionar de manera autónoma y no estar tan sostenida en los guiños a la época de oro de su propio género.

lunes, 30 de enero de 2017

Aliados

Ya lo dije en la entrada anterior, Marion Cotillard que se quede con cine europeo, con cine de autor, con cine de carácter, no con cine hollywoodense. No parece muy divertida, ni interesada, ni conectada con Brad Pitt. Lejos están de la gran pasión cinematográfica de Casablanca. A mi no me enloquece Brad Pitt, ni su guapura ni sus actuaciones. Su tendencia a la sobre actuación, afortunadamente no ocurrió, ni ningún tipo de actuación.
Él tieso, ella en otra parte. Y ese dolor, ese conflicto que debe sufrir el personaje de Pitt, ante la posible traición, la pérdida de su amada, ni se siente. Ah, se me estaba pasando decirles de qué va la historia, aunque con ver el tráiler, se enteran. Max Vatan y Marianne Beauséjour, se conocen en Casablanca en una misión de espionaje y se enamoran a tope, se mudan a Londres,se casan, tienen una bebé y viven una apacible vida bajo el Blitz. Hasta que  Max es llamado por sus superiores y es informado de que están casi seguros de que su mujer es una espía alemana. Lo obligan a ponerle una trampita y le amenazan de que si ella cae él la tiene que matar y si se niega los matarán a los dos.

Obvio que es una espía alemana, si no qué chiste (ya sé, ya sé, no avisé del spoiler, pero está tan mal construida la película, y tan aburrida, que para cuando esta parte aparezca, ya les va a dar lo mismo). En su defensa, Marianne no es una fría espía, era una fría espía que se enamoró y luego ya no era ni fría ni espía, y luego la obligaron y la amenazaron, y entonces tuvo que ser espía de nuevo, pero ahora una sufrida espía llena de amor (se supone, ¿recuerdan? cero química)... y eso que está nominada por el Women Film Critics Circle Awards como mejor pareja en pantalla.

De Zemeckis, el director, me quedo mejor con las de Volver al Futuro y con Forrest Gump (y esa, por si las dudas, no la volvería a ver, qué tal si se me quita el buen sabor de boca). Esas películas, y hasta la del Náufrago, tenían un buen programa, una coherencia, un buen ritmo, humor. Esta no. Es como de fórmula, de paint by numbers,  pero no funciona. La primera parte, que debería sólo ser la introducción, es larguísima, y la segunda, en donde nos tienen con el alma en vilo (según la fórmula), es predecible. Está llena de escenas y personajes de paja, que no vienen a cuento, como la hermana lesbiana de Max. Sepa para qué sirve ese personaje, no porque sea lesbiana, sino porque no viene al caso siquiera que tenga hermana y una hermana con la que se echa unas misteriosas miradas que nunca se me aclararon. Y el fiestón desmedido, parece hecho sólo para que nos asusten con que casi les cae un avión encima. Si quería mostrar la vida, así, casual, durante el Blitz, pues no le salió a Zemeckis.

Tampoco es que sea irritante, con menos minutos, hasta para pasar el rato. Dominguerona, nomás, pero si encuentran otra cosa, algo de balazos o de zombies, mejor vean eso.

miércoles, 4 de enero de 2017

Pasajeros

Una enorme y espectacular nave espacial (pero no la más espectacular de la historia del cine, eh) con 5000 pasajeros en hibernación más la tripulación, cruza el espacio rumbo al planeta Homestead II, con la intención de empezar una nueva vida. Uno de los pasajeros, Jim, despierta por un mal funcionamiento de su cápsula, noventa años antes de tiempo. Después del trauma, y de explorar la nave, de intentar arreglar su cápsula para hibernar de nuevo, deja pasar el tiempo, medio se la pasa bien, se aburre, se deprime, hasta que ve a una chica guapa en una cápsula, y se le ocurre la predecible idea de descomponer su cápsula para que ella le haga compañía. Así ocurre y hasta se enamoran. Entonces, esto que parecía sci fi, se vuelve romance. Aurora es todo lo que esperaba y más, pero cuando se entera de la ojetez que hizo lo manda a la goma y se dejan de hablar. Y cuando casi pensábamos que esto mutaba a telenovela, otro mal funcionamiento, despierta a un jefe de la tripulación que tiene un pelín más de ideas sobre la nave. Lo malo es que el señor esta en muy mal estado y va a morir y además la nave ya está a punto de explotar y no encuentran el desperfecto. 
Pero gracias al poder del cine, a un montón de suerte y al buen karma que generan los sacrificios por amor, nuestros héroes salvan 5000 almas, más la tripulación, menos el jefe que se murió.

Yo opino que Chris Pratt debió despertar a Madison o a la partera, o a un dude para jugar básquet, porque en cuanto apareció Jennifer Lawrence, él desapareció. Se supone que Aurora es la hostia, escritora, súper lista, fascinante, apasionada y no se qué más, y que él es un vil mecánico y que no había manera de que en el mundo normal se gustaran, pero eso no lo vemos. Y es Jim el que hace las cosas más divertidas e ingeniosas. Y en el máximo momento de crisis, en una escena bastante cuestionable, lógica y técnicamente, Jennifer sólo sobre actúa y grita y grita y grita. 
Claramente un problema de dirección (Morten Tyldum), entre muchas otras cosas, porque la chica ha demostrado actuar muy bien en otras ocasiones.

En conclusión, es una película bastante inútil y desperdiciada (incluyo como parte del desperdicio a Michael Sheen como el barman androide al que no le sacan más jugo), con mucha cosa visual, mucha nave, con unos paseos especiales envidiables, aunque visualmente no están a la altura de los que vimos en The Martian, Interstellar o Gravity, sólo por nombrar unas actuales. Y aunque los dos están guapos, no hay un gran romance, ni na' de na'.

sábado, 22 de octubre de 2016

Hua li shang ban zu/ Office

Quería ver un thriller surcoreano que se llama Office, pero acabé viendo un musical chino con el mismo nombre ¡y del mismo año! Las casualidades.

Un musical chino. Exótico. Bueno, hongkongués.

Trata sobre la vida en una próspera empresa. Dos nuevos aprendices entran a trabajar ahí y van conociendo los tejemanejes de la oficina. Uno es un novato ansioso por triunfar y escalar rápidamente, la otra es la hija del dueño que entra a trabajar de incógnito.

Al principio, la historia va sobre lo difícil que es conseguir un trabajo. Y cuando uno lo tiene, sobre lo duro que hay que trabajar para mantenerlo. Lo duro que hay que trabajar para cubrir necesidades, para asegurarse un futuro. Y luego, no hay tiempo para nada más. Ya saben, lo de todos los días. Todo esto, cómo no, cantado.
 
Entonces, entramos a algunos dramas particulares con los novatos, con un par de empleados que están estafando a la empresa, sobre el dueño y su mujer que está en coma. Debo confesar aquí, que muchas cosas se me escaparon; detalles sobre la estafa, por ejemplo. Y es que me empecé a aburrir. La película es un poco larga, de dos horas que se sintieron como tres. La sorpresa inicial del musical (yo esperaba un thriller) se agota como a la media hora.

Sin embargo, la puesta en escena está muy bien. Todo ocurre en escenarios, la oficina, el metro, las calles, los departamentos, son escenarios que se ven como un techo sin plafón. Se ven las estructuras metálicas, las luces artificiales, los extras se mueven sin naturalidad. La cámara no oculta nada de eso porque es parte del cuidadoso diseño. Y funciona. Estilísticamente está muy bien. Engancha. La música maso, de repente suena a marcha militar rojilla de otra época, de repente quiere ser más cómica, y de repente escasea (ja, generalmente, en los musicales, uno dice que hay exceso de canciones y no falta de). 

En conclusión, me parece que es visible, a pesar de la longitud y la fallida historia. Vale la pena aunque sea un pedacito, sólo para checar todo el aspecto visual.

miércoles, 28 de septiembre de 2016

Sing Street

¿Recuerdan Once? Esa historia de amor melancólica en donde una pareja va cantando su historia. No la recuerdo al dedillo, pero sí recuerdo que me gustó mucho, en especial la música. Años después, John Carney, el director, hizo la de Begin Again, con Mark Ruffalo y Keira Knightley. Pasó un poco desapercibida, pero no estaba mal (yo creo que la culpa la tienen Keira Knightley y su mandíbula), también estaba relacionada con la música. Se ve que por ahí van sus intereses, y me parece muy bien, porque me gustan los resultados.

Este año hizo esta película Sing Street sobre un chico que, para impresionar a la chica que le gusta y que obvi no lo pela, decide armar una banda de rock.
Estamos en Dublin en los años 80's. La economía no está nada bien para nadie. El futuro para los jóvenes se ve incierto. En casa de Conor, los papás están en crisis y como parte de esa crisis lo sacan de la escuela privada en la que estaba y lo meten a una pública, la Synge Street. El contraste es violento, los alumnos y los padres que enseñan son rudísimos. Conor tiene el tipo para ser bulleado, pero el chico tiene personalidad y no tarda en aclimatarse. Además, tiene el plan de armar su banda. No sabe tocar ni un instrumento, nunca ha cantado, pero sabe bastante de música, gracias a su hermano mayor. Recluta a chicos de la escuela que sí saben tocar instrumentos, y comienza los ensayos. Poco a poco la vida en la banda se convierte en algo más importante que el conseguir a la chica. Es el escape de casa, de las discusiones familiares, del futuro incierto. Conor descubre que tiene un cierto talento para escribir canciones. Tal vez, talento suficiente para poder salir de Dublin.
Conor se va encontrando a sí mismo, crece, se enfrenta a los adultos, se apoya en su hermano mayor (este es un personaje pequeño, pero vital, para el funcionamiento de la historia), en sus amigos. La música, una vez más, está estupenda. Y las actuaciones, en especial la de Conor, son muy buenas.
Es divertida, tiene humor, es melancólica, a ratos un poco triste, emotiva. No diría que es una película de romance nada más, es sobre crecer, sobre la amistad, y como dice al final en la dedicatoria, sobre los hermanos.

miércoles, 16 de marzo de 2016

The Danish Girl

Pondré de lado el hecho  de que es una película basada en hechos reales e ignoraré la importancia histórica de este personaje para el movimiento transgénero. Más que nada porque necesito separar la historia real y la película, para no sonar incorrecta. Y es que la película no me gustó mucho.
Eddie Redmayne no me convenció para nada como Einar Wegener / Lili Elbe. Su transformación de Einar a Lili me pareció acartonada y ya para el final estaba yo un poco harta del asunto del movimiento de las manos, la sonrisita congelada y el parpadeo de los "ojitos coquetones". Eso es todo lo que hay. No digo que tenía que pasar de macho peludo orangutanesco a delicada damisela de porcelana, pero sí creo que la cosa tenía que haber sido más sutil. Redmayne actúa como el estereotipo de cómo debería ser una mujer y no se inventa una. Seguro que con echarle un ojo a los distintos estilos de mujer que tenía cerca, su actuación se hubiera enriquecido.
Le estoy dando toda la responsabilidad al fallo del personaje a Redmayne, pero seguro que influyó la manera en que el director Tom Hooper, decidió aproximarse a la historia. Una aproximación que me pareció más romántica, más de historia de amor. Cuando a mí me parece que lo más interesante son los conflictos personales, psicológicos, sociales y hasta técnicos, por los que tiene que pasar el personaje; bueno los personajes, porque Gerda, la esposa, también sufre en directo.

Esto me lleva a lo mejor de la película, que es Alicia Vikander/Gerda. Su actuación es más compleja, más intensa. Ella tiene que pasar por un montón de fases: al principio parece juego, cuando se vuelve serio, apoya la decisión de su marido, a pesar de la soledad y el abandono que siente, a pesar de que la distancia entre ellos aumenta y que el amor que se tienen, sigue ahí, pero se ha transformado. Al final acepta y apoya a Lili y mal que bien logra dejar atrás a Einar.

Y eso que está bien hecha, en cuanto a la producción, los escenarios, el vestuario, pero el resultado final, no es sólido o tal vez sólo es que fue mucho Eddie Redmayne.

lunes, 14 de marzo de 2016

Carol

Culpo al trailer por haberme tardado en ver esta película. Y es que tenía una pinta de dramón que qué flojera.
Afortunadamente ganó el hecho de que Cate Blanchett es de mis actrices favoritas.
Si bien es un drama, y la situación de los personajes es francamente injusta, no es un dramón. Cuenta la historia de dos mujeres Carol Aird (Blanchett) y Therese Belivet (Rooney Mara), que se enamoran en una época complicada para tener una relación abierta. Carol se está divorciando de un tipo que no acepta y no entiende la situación, y tiene la esperanza de que vuelvan a estar juntos. Ejerce su poder de marido (y de hombre) y con todo el apoyo del sistema, amenaza con quitarle la custodia compartida de su hija, argumentando razones de moralidad, o inmoralidad.
Carol, impotente y dolida, trata de manejar la situación. Elegir entre su libertad de elección y su hija no es fácil, y al final decide lo que es mejor para ella. Una sorpresa, al estar tan acostumbrados a dramas más comerciales, y que sin embargo, es congruente con el carácter y la inteligencia que nos demostró el personaje durante toda la película.

Es una buena película, por muchas razones. Todd Haynes es cuidadoso y pulcro en la manera de armar la película (el guión, la ambientación, la música, bueno, hasta el color de toda la película se nota especialmente elegido), y en la manera de enfocar la historia. Y las dos actrices están realmente bien. Carol/Blanchett actúa todo el tiempo (como una actriz de la época), la manera de moverse, de hbalar, de mirar, parece como si fuera falsa, pero imagino que es más bien su manera de enfrentar al mundo. En cambio Therese/Mara, es callada, observadora, discreta, parece tímida o insegura, pero no lo es, más bien está intimidada por esta muejer mayor y sofisticada que le habla. Está descubriendo una nueva faceta, un nuevo mundo que le es más afin del que tenía.

Mencioné anteriormente que en la película de Brooklyn no me habían convencido los romances, en esta sí.  

domingo, 28 de febrero de 2016

Brooklyn

Eilis (Saoirse Ronan) es una chica irlandesa que, con el apoyo de su hermana mayor y un sacerdote amigo, emigra a Brooklyn, en busca de una vida mejor.
Vive en una pensión con otras chicas, trabaja como vendedora y por las noches va a la escuela porque quiere ser contadora.
Como es comprensible, le pega la nostalgia y pasa unos momentos tristes y oscuros, hasta que, en un baile, conoce a un chico de origen italiano, Tony, guapo, lindo y muy simpático, y su vida se ilumina. Cambia su actitud, se vuelve más segura y se empieza a adaptar a este nuevo mundo. 

Un día recibe la triste noticia de la muerte de su hermana. Regresa a Irlanda para pasar un tiempo con su mamá y el regreso a casa, a sus raíces, con su familia y sus amigos, la hacen olvidar un poco lo que dejó atrás. Conoce a otro chico, Jim (Domhnall Gleeson), más frío y elegante, que le da la posibilidad de quedarse en casa y tener una buena vida cerca de su madre. 
Nadie ahí sabe que antes de dejar Brooklyn se casó en secreto con Tony, pero después de ser confrontada por la arpía del pueblo, le cae el veinte, le cuenta a su madre y regresa a Brooklyn con Tony.

Se supone que es una peli super romántica y una hermosa historia, pero a mi me pareció sosa. Le falta punch. Estoy segura que hasta para los más románticos y cursis, esto no tiene suficiente melcocha.

Prefiero a Tony, pero no es que mi corazón haga tún tún. La química entre ellos está bien y Saoirse Ronan lleva muy bien el peso de la película, pero como que todo es muy fácil, todo es muy lindo y rosa. Rápido tiene trabajo y encuentra gente buena que le pagan la escuela. Nadie le toma el pelo, no parece sufrir un gran choque cultural, a la primera aparece el chico lindo. No esperaba que fuera más oscura o dramática como la de La Inmigrante, pero si esperaba una historia de amor más apasionada, más intensa.

Ya se, un problema es que este género no es lo mío, pero de vez en cuando aparece esa súper historia de amor de suspiro que trasciende...y no es Brooklyn.

viernes, 1 de enero de 2016

The Lobster

The Lobster es una curiosa, extraña y poco convencional comedia, con una historia buenísima.
En el mundo no se tolera que la gente esté sola, así que cuando uno se queda sin pareja tiene que ir al Hotel. Ahí tiene un máximo de 45 días de hospedaje para encontrar una nueva pareja, si no lo logra se transformará en un animal y se le soltará en su hábitat. Los residentes siguen un estricto programa de actividades y conferencias para estimular la idea de que la vida en pareja es mucho mejor. Además, cada noche tienen la oportunidad de ir de caza y atrapar a los solitarios, aquellos que se han fugado del Hotel y viven salvajemente en el bosque. Por cada solitario atrapado reciben días extras de estancia. Hay un personaje, una mujer sin corazón, que ya ha ganado más de cien días extras de estancia.
David (Colin Farrell) es un arquitecto recién abandonado por su mujer. Cuando le preguntan que qué animal quiere ser si no encuentra pareja, dice que una langosta. La gerente del hotel lo felicita porque la mayoría de la gente elige ser perro y por eso el mundo está lleno de perros.
En un momento dado, David escapa y se encuentra con los solitarios del bosque. Estos son unos renegados liderados por una chica (Léa Seydoux) que no está de acuerdo con que la máxima felicidad se encuentre en la vida en pareja y defiende con dureza y disciplina la vida en solitario. Al igual que en el Hotel, hay reglas y castigos para los que formen parejas y se enamoren. 
David conoce a una chica miope (Rachel Weisz) como él, y se enamoran.

El director griego, Yorgos Lanthimos, en su primera producción internacional, se hizo de un reparto de lo más variado. Además de los que ya nombré, aparecen John C. Reilly y Ben Wishaw como los amigos de David, Olivia Colman como la controladora gerente del Hotel y una no tan conocida Mujer sin corazón, Angeliki Papoulia, que es una favorita del director. Colin Farrell hace una papel que nunca antes le habíamos visto y es una interesante sorpresa. 
No siempre me es fácil notar la guía y la visión de un director en una película. Aquí se nota una idea clara, un objetivo, desde la manera de actuar de los actores, los diálogos, hasta los movimientos de cámara y el tipo de luz y color que crean una atmósfera elegante y excéntrica.

Es cierto que la primera parte es más interesante que la segunda, que pierde un poco de ritmo, y que uno querría saber más sobre los animales, pero aún así está llena de ideas y escenas muy divertidas.

Sin duda, es parte de mi Top 10 del 2015.

jueves, 27 de agosto de 2015

Cities of love



Cities of Love es una serie de películas romanticonas, sobre el amor, la mayoría son sobre inicios de relaciones, y hay alguna que otra sobre el amor entre padres e hijos; y pretenden también, exaltar la ciudad y los barrios en los que ocurren las historias. Cada episodio es un cortometraje en forma, escrito, dirigido y actuado por renombrados artistas.

El proyecto empezó con Paris, je t'aime (2006). Paris, la ciudad romántica por excelencia. Sospecho que cuando la hicieron todavía no se les ocurría convertirla en un proyecto más grande con todo y logo. Esta es la más sencilla en cuanto a su estructura. Son veinte encuentros, veinte directores, veinte barrios. Está es mi favorita. Me gustan la mayoría de los cortos y destaco sobretodo el de los hermanos Cohen en el segmento de Tuileries porque es muy divertido (de hecho este es mi corto favorito de las tres películas). Otros directores aquí son, Alfonso Cuarón, Wes Craven (este también me gustó, es de vampiros), Tom Tykwer, Gus Van Sant, Alexander Payne, Walter Salles.

Parte de la idea es que las diferentes historias se contecten de vez en cuando con algunos personajes recurrentes, como la que filma todo lo que ve en NY, o el taxista que cuenta la misma historia a cada cliente sobre su relación rota, en Rio. Estos personajes recurrentes son una de las "reglas" del proyecto y funcionan para darle unidad a la película. En la de Rio los usan mucho y no unen nada porque la mayoría de los cortos están malísimos.
En la de Paris no ocurre mucho y es la más coherente, aunque sí que es verdad que es la más rígida. En New York, I Love You (2008) hay varios personajes, y están bastante bien ligados. Y algunos de los personajes aparecen brevemente por aquí y por allá.
El director Yvan Attal dirige dos cortos similares, pero con un giro y mucho humor, que refuerzan muy bien la coherencia de la película. Salen Ethan Hawke, Robin Wright, Chris Cooper y Maggie Q.
No hay un corto que no me haya gustado, a algunos les faltó o les sobró un poco al final, como en los cuentos, que tienen que estar muy, pero que muy bien cerrados. 

Y no contaré más porque si las recomiendo. La que no, es la de Rio. 

Algo que me gustó mucho en las dos es que se sienten y se entienden las atmósferas y las geografías, y los personajes están cómodos en su entorno.

En la de Rio, eu te amo (2014), no se siente nada de eso. A la mayoría de los cortos les falta o les sobra algo. Algunos tienen buenas ideas, pero no cuajan. Uno de los mas redondos, aunque es bastante oscuro, es el dirigido por Guillermo Arriaga (ah, oscuro, ¡tiene sentido!). El del vampiro es súper raro, reí con desconcierto porque no supe qué más hacer. El dirigido por John Turturro está aburrido, parecía un intento de discusión entre amantes de telenovela brasileira, pero sin punch. Hay un par que no están mal, como la de los chicos que escalan para llegar al Cristo Redentor, o la del ricachon y la esposa nefasta, o la del niño que espera la llamada de Dios, pero beh, como que les falla algo en el ritmo, en la sorpesa. 

Esta es la primera que aparece con el logo de Cities of Love. Es triste pero en vez de que sea superior para seguir sacando más ciudades, es la peorcita. En teoría vienen Shanghai y Jerusalem. En la página (que no funciona) salen un montón de ciudades. El proyecto sí que me gusta, pero esta última me ha dejado un mal sabor.

Y luego una curiosidad, que según esto hay una que se llama Tbilisi, I Love You (Tbilisi, capital de Georgia). Esto se me hace súper raro. No se si unos entusiastas georgianos se unieron a la idea, porque se sale un poco de las demás. Para empezar porque no es una ciudad muy famosa y los artistas son básicamente locales. No se si el creador del proyecto, Emmanuel Benbihy, está vendiendo la idea, o qué. Curiosidad sí que tengo, pero todavía no encuentro la película.

lunes, 1 de junio de 2015

La nuit americaine

Me encantan las películas que tratan sobre producciones musicales, teatrales o cinematográficas. Y de estas de "cine dentro del cine", La Noche Americana (François Truffaut, 1973) es de mis favoritas. Mucho tiene que ver que Truffaut es de mis directores favoritos.

La Noche Americana es un homenaje al cine, o más bien, al hacer cine. Con mucho humor y cariño, Truffaut se auto parodia y narra la experiencia de la filmación de una película llamada "Meet Pamela". Él mismo actúa como el director de la película y además de lidiar con sus propios asuntos, escribir los diálogos, elegir locaciones, aprobar props, escenas, música, etc., tiene que hacer de niñera, terapeuta, padre, madre, de los actores y del equipo. La actriz principal tiene problemas con la bebida, el actor principal, (Jean-Pierre Léaud, uno de sus actores recurrentes) tiene conflictos amorosos con una chica de la producción que se ha liado con otro, se deprime, no quiere volver a actuar. El actor que hace de padre muere en un accidente de coche. La actriz que hace de Pamela (Jacqueline Bisset), también tiene lo suyo. Y además de todo eso, hay problemas con los tiempos, recorte de presupuesto, los productores y los acreedores acosan al director. Intriga, romance, chismerío, lucha de egos; un grupo de gente fuera de su casa, a veces aburrido, a veces cansado, irritado, excitado, frustrado. Como una reunión familiar cualquiera.

Cuando veo este tipo de películas, recuerdo (no es que lo olvide, solo que lo recuerdo más) por qué me gusta tanto el cine. Truffaut, con su caracteristico estilo y sentido del humor, hace una película muy entretenida y entrañable.

sábado, 3 de enero de 2015

El libro de la vida

Hace mucho tiempo en México, el centro del Universo, durante el Día de Muertos, los amos del inframundo, La muerte y su peor es nada Xibalba, hacen una apuesta en la que el ganador se quedará como jefe del Reino de los Recordados y el perdedor en el Reino de los Olvidados. Eligen a tres amigos Manolo, Joaquín y María y apuesta para ver quién de los chicos se casa con María (zas, hubiera estado divertido que María les saliera conque no tenía intención alguna de casarse con nadie). La Muerte (Kate del Castillo) elige al soñador y afable Manolo (Diego Luna), un chico que quiere ser músico y tiene la presión de su padre por seguir la tradición familiar de ser torero. Xibalba (Ron Perlman) escoge a Joaquín, a quien la idea de convertirse en soldado/héroe como su padre le gusta mucho. María (Zoe Saldana) es lista, rebelde y encantadora y evidentemente inclinará su preferencia hacia el bueno de Manolo. La Muerte confía en sus instintos románticos y Xibalba en sus trampillas. Joaquín será el beneficiado de esas ventajas, mientras que Manolo acabará teniendo aventuras insospechadas por el inframundo, conocerá a sus antepasados y vencerá sus más grandes temores para regresar al lado de María.

Con un estilo de animación muy llamativo, personajes que parecen hechos de madera, escenarios llenos de color y de detalles, el director Jorge R. Gutiérrez, nos lleva a un viaje lleno de magia y aventura con elementos de leyendas y tradiciones mexicanas. El Reino de los Recordados es un lugar lleno de color y fiesta. Ahí se encuentran todos los que son recordados el Día de Muertos. El Reino de los Olvidados, en contraste, es en blanco y negro, es frío y sombrío y ahí se van los que ya no son recordados en esta fecha.

Es importante nombrar a Guillermo del Toro, que es el productor, porque tanto su experiencia como su nombre beneficiaron tremendamente a esta película. Otro elemento muy importante en este equipo es Gustavo Santaolalla, encargado de la música. Su música de película siempre me ha gustado. En este caso también. El soundtrack con canciones pop conocidas (como Creep) pero arregladas mexicanosamente, está súper bien y cantadas por Diego Luna que aunque no tiene una voz suprema, las saca adelante exitosamente.

Las actuaciones en general me parecieron muy buenas. El resto del reparto también está muy bien. Hay muchas voces conocidas, Héctor Elizondo, Danny Trejo, Ana de la Reguera, Plácido Domingo, y una muy buena y desconcertante sólo porque uno espera básicamente latinos, es la de Ice Cube como el Fabricante de Cera, ese personaje que controla el equilibrio entre los mundos.

Es una película muy entretenida y además del estilo visual y el detalle del diseño, lo que más me gustó fue el sentido del humor. Tanto los chistes hablados como los guiños de humor visuales, me gustaron mucho. Una de mis partes favoritas ocurre en el Reino de los Recordados cuando Manolo conoce a sus antepasados toreros y la otra durante la narración  de la historia en el museo. 
No les daré más detalles porque vale la pena verla.

miércoles, 31 de diciembre de 2014

Happy New Year


Y por obvias razones, esta es la entrada para el día de hoy. Un poco de Bollywood para comenzar el nuevo año a tono, con humor, bailes sin venir a cuento, y galanes a los que se les mueve la cabellera con vientos personalizados.

Después de ocho años de pasarla mal, un grupo de amigos encuentra el momento preciso para vengarse de un ricachón que les arruinó la vida. Van a hacerle lo mismo que él le hizo al papá del protagonista: se van a robar unos diamantes que están bajo su custodia y lo van a culpar a él. Para llevar a cabo este plan juntan al equipo "ideal", un experto en bombas, uno en abrir cajas fuertes, un hacker, un doble del hijo del malo y una coreógrafa ¡¿una coreógrafa?! Sipi, porque la única manera de acceder a la caja fuerte del malo es a través de un conducto de aire que da a un cuarto de hotel en el que sólo se puede quedar uno de los equipos finalistas del WDC (world dance championship), y ellos tienen que prepararse para ser el Team India.

Ya sé, pensaban que era una "heist movie" con venganza, pero ¡zas! sorpresa porque es también una película de esas de subgénero "underdog" (ya saben las de los que van a competir en algo un concurso de surf o de empacar bolsas del súper, o más choteado de canto, y no dan una y se entrenan y ponen su corazón y suena la música de Rocky y... ah bueno, como Rocky)  y ¡OMG! ¡también es musical! 

¡Esto no es una película es un espectáculo!

Tres horas de show con luces, explosiones y efectos especiales, colores, cientos de extras, peleas, gags cómicos del nivel más bobo, acciones en cámara lenta tipo matrix, galanes con lavadero, humor voluntario e involuntario; y muchas muchas ganas.
Es como una de esas pizzas que tiene todos los ingredientes, es un exceso, un empacho, pero uno se la come y hasta la disfruta.

Tiene 10 en entretenimiento, de veras que sí, me reí un montón de veces por los absurdos, por las escenas musicales salidas de la nada y por las cómicas, las que sí fueron planeadas como tales. Tiene como 5 en historia y en originalidad (bueno igual por pegar todos esos géneros se hace súper original... no se). Como 2 en lógica y congruencia. El fantástico plan para robarse los diamantes se sostiene con alfileres. En actuación un 9. Y 10 en producción. 

Es como si la hubiera imaginado un niño. Es muy infantil, pero no en mal sentido, sino en el de que ocurre todo lo que este se ha imaginado, sin pensar en si es lógico o no. Que quiero que le salga vapor por una oreja, pues que salga, que quiero que haya una pelea de kung fu, aquí la ponemos, que fulano sea un vomitón, buena idea... La cuestión es que todo esto alarga tremendamente la película; si le quitamos la paja, fácil queda en cortometraje.

Un plus involuntario tronchante es que cuando sale un borracho borrachísimo, aparece una leyenda de gobernación que dice que consumir alcohol es dañino para la salud, jajajajajaja. Esperaba más de esas, como robar es malo, engañar a tus amigos aun más malo, hackear es un crimen, pero no, sólo la del alcohol.

Creo que no podré ser nunca fan del cine de bollywood de este tipo, pero unas cuantas al año no hacen daño. 
Ay si tan sólo el protagonista hubiera estado guapo.

miércoles, 30 de julio de 2014

The Broken Circle Breakdown

Esta es una de las películas que más me ha gustado en lo que va del año. Es la historia de una pareja, de cómo se conoce, se enamora, se casa, tiene una hija, que se enferma...

Hemos visto muchas de estas historias, con variantes, pero en esencia las mismas. Cuando es comercial, seguro tiene final feliz o por lo menos uno esperanzador, cuando es indie no; cuando es latinoamericana apuesto a que sería un dramón; si es asiática sería un dramón, pero silencioso; y cuando es europea, tal vez no tendría ni uno ni otro final, se acabría así nomás, como una parte de la vida de los personajes; si la película es de Hallmark, bueno ya saben qué esperar.  Y podría continuar, si fuera de Disney saldríamos cantando, si fuera de Tarantino, los personajes serían de lo más cool y se escabecharían al resto del reparto. Ésta tiene un final muy triste, y realmente duele mucho que no haya sido uno hollywoodense (obvio no, es solo un pensamiento fugaz para luchar contra la infinita tristeza de la peli). Pero eso se debe a lo bien que están las actuaciones y la narración. No es una de esas películas que olvidas cuando aparecen los créditos.

Él es una especie de vaquero belga que tiene una banda de bluegrass (¿así o más exótico?) y le encanta todo lo americano. Ella se dedica a hacer y hacerse tatuajes. No son bellos ni de sonrisa colgate, tampoco son comunes y corrientes. Son apasionados, intensos, se adoran, se complementan. Los actores son muy buenos y logran unos personajes complejos y bastante completos.

Didier y Elise tienen que lidiar con la leucemia de su pequeña hija, con su pérdida. Cada uno lo hace de maneras diferentes. Elise necesita creer que hay algo más allá. Didier no. Eso los confronta y los pone a prueba.

La historia nos la cuentan para adelante y para atrás. Sospechamos el final, pero no importa porque el interés está en ellos, en su relación, vivimos y sentimos su alegría y nos duele muchísimo su dolor.

La música es fundamental en la narración, es fabulosa y gracias a ella las escenas importantes son aun más poderosas y conmovedoras.

Cuando terminó, calmé a mi ojo remi y me descargué el soundtrack.

domingo, 27 de julio de 2014

Amor a la Carta

Le hubieran puesto "El portaviandas". Me parece que a cada película de comida y romance que sale le ponen el nada original título de "Amor a la carta". Bueno pues este Amor a la carta ocurre en la India.

Por error, el portaviandas que manda la solitaria Illa a su ausente marido, le llega al solitario, aburrido y un tanto amargado Saajan Fernandes que está a punto de jubilarse. A partir de ese momento estos dos personajes entablan una amistad a base de mensajitos colados en el portaviandas. Entre comida y comida (¡quiero recibir un portaviandas así cada día!), los viajes en tren, la cotidianeidad, sus vidas ya no son tan solitarias, las partes dolorosas lo son menos, el mundo a su alrededor se vuelve más nítido. Saajan entabla a su vez una amistad con un personaje muy particular, Shaikh, el sujeto que lo va a sustituir cuando se retire. Y mientras Saajan hace nuevos planes en relación a la jubilación, Illa toma valor para decidir cambios en su futuro y el de su hija.

Me gustó mucho esta película. Las actuaciones son muy buenas. La historia sencilla, tiene el balance adecuado entre drama, romance, comedia, la presencia de Shaikh y de la auntie, es muy buena.

Sí, no es de lo más original, ni tiene giros de tuerca, y sí, es un poco precedible en algunos aspectos, pero funciona tan bien que nos mete en la historia, en el mundo y nos convence; no es nada trivial y sus problemas son perfectamente comprensibles y conocidos y gracias al enfoque, al humor, no es ni cursi ni un dramón.

Pero lo que más me gustó fue el aspecto cultural. Que para mí es un plus. En la India, donde sé que la peli ha sido un éxito, tal vez esa parte no lo sea tanto, no lo sé. A mi me alucinó, en buen plan. Todo el inicio con el asunto del viaje de las loncheras me dejó boquiabierta. Los empleados contratan un servicio de entrega de lunch; a algunos se los preparan sus esposas a otros una fonda o similar. Los "lonchereros" hacen un largo recorrido para entregar los almuerzos a la persona adecuada (aunque a veces se equivocan). Un sistema tan complicado, cuando tal vez podrían comer en un restaurant cercano, o llevar ellos mismos su almuerzo, es algo incomprensible. Claro que, da trabajo a los "lonchereros"...
Y la otra cosa favorita fue la comida, ¡uff qué buena pinta tenía!

miércoles, 14 de agosto de 2013

Before Sunrise, Before Sunset, Before Midnight

Esta es la historia de Jesse y Céline. En Before Sunrise (1995), Jesse y Céline se conocen en un tren. Jesse tiene que bajar en Viena porque por la mañana saldrá su avión de regreso a EUA. Céline regresa a Paris después de visitar a su abuela. Jesse la convence de pasar las horas con él caminando por la ciudad hasta que salga su avión. Algo vieron el uno en el otro que les hizo click. Durante esa noche platicando sin parar, se van conociendo; hablan sobre sus proyectos. Jesse acaba de cortar con su novia, está herido y un poco perdido. Céline está estudiando y es romántica e idealista. Obvio, se enamoran, y cuando llega el momento de partir prometen encontrarse ahí mismo, en la estación, seis meses después...

Pero son nueve años los que pasan hasta que se reencuentran. Before Sunset (2004). Jesse ha escrito una novela sobre aquella noche inolvidable y está de gira por Europa presentándolo. En París es la última presentación y en unas horas regresará a NY. Céline se entera de la presentación y va a saludarlo. Se ponen al día mientras caminan, toman café y viajan en barco por el Sena. Jesse está casado, tiene un hijo y no es feliz. Céline está en una relación que medio funciona. En Sunrise son jóvenes con ilusiones y proyectos, en Sunset son más maduros, no todo les ha funcionado bien y esa única noche en Viena los ha marcado profundamente. 
Al final Jesse decide perder su avión.

Nueve años después nos los encontramos, para nuestro alivio, juntos, pasando unas vacaciones en Grecia. Tienen un par de gemelas, Céline sigue trabajando en sus proyectos sociales y Jesse sigue escribiendo. Before Midnight (2013). Han entrado a la cuarentena. Llevan un montón de años juntos. Jesse, que acaba de despedir a su hijo de 14 años en el aeropuerto, está conflictuado por no estar presente en su vida y está considerando la idea de ir a vivir a Chicago para estar con él. Céline está decidiéndose por un nuevo trabajo y la idea de mudarse a EUA no le agrada. Pasado el romance, inundados por la cotidianeidad, los hijos, los trabajos, la edad, sus conversaciones son más duras, más honestas, más reales.



Wow, pensar que he acompañado de la mano a este par durante todos estos años...
No sabía que venía una tercera parte, y con la aridez veraniega ha sido una gratísima sorpresa.
Me encanta esta trilogía (ahora puedo llamarla así). Descrita así nada más, sonaría un poco aburrida: una pareja que camina y habla por Viena, segundo acto, la pareja camina y habla por París, tercer acto, por Grecia. Pero ocurren tantas cosas, y platican de tantas cosas, no solo de amor o de ellos, platican sobre ideas, anécdotas, teorías, se hacen bromas, se dicen verdades, se lastiman, se perdonan, se respetan. Y en cada parte son personajes sólidos y profundos que van creciendo y madurando.

Hay un gran trabajo de dirección y de actuación, pero sobretodo un gran trabajo entre los tres para crear a los personajes, para hacerlos creíbles y reales. Hawke y Delpy están cómodos en su papel y tienen la libertad del director para improvisar.

Son películas muy bien pensadas, muy bien hechas. No son de esas que son tan inteligentes, con diálogos tan cuidados, que caen en lo pretencioso o en lo solemne. Aquí hay humor y drama, y logran meter al espectador en sus vidas, en su caminar. Las he visto varias veces y no dejo de impresionarme por cómo me clavo, cómo me conmuevo, o me río, o me conecto con ellos cada vez.

Parece que este es el fin de la serie, pero a mí no me importaría encontrármelos dentro de nueve años.

jueves, 29 de noviembre de 2012

Amanecer parte 2

Y ahí estaba yo, sentada en la butaca del cine con mis palomitas y un par de “explicadores” bien dispuestos a sacarme de dudas y a llenarme de información útil de los libros y las películas anteriores, para una mejor comprensión de lo que íbamos a ver: Breaking Dawn Pt 2 (Bill Condon, 2012). 


Y ahí está Bella, la envidiada Bella, ahora con sus ojitos rojos porque su Edward la ha convertido en vampira. Y es que, según me informaron, en la primera parte, zas, que se embaraza de Edward y la sobrenaturalidad del feto pone en peligro su vida. Al marido no le queda más que convertirla y ahora espera con alegría casi humana a que su renovada mujer se recupere para iniciar su vida de Forever Juntos. Bella, que resulta ser una vampira madura, contenida y “vegan” como su familia de adopción, luego lueguito prefiere comerse un puma a un sudoroso humano. Eso no lo logra cualquiera, vamos, vampiros con muchos años de antigüedad tienen problemas de autocontrol. Pero Bella, nuestra heroína, no, y además es más fuerte que el más fuerte del clan, la vampirez incluye box, artes marciales y una fiera mirada. Esto apenas empieza y considero su lugar en el salón de las heroínas de acción, al lado de Milla Jovovich y Kate Beckinsale. ¡Oh por Dios, qué me está pasando!

Pero divago, regresando a la historia, nos encontramos que el bebé resultante, que por cierto, tiene el muy desafortunado nombre de Renesmé (pa’ mí un síntoma más de la mala calidad de la escritura), tiene latidos, crece súper rápido y tiene un poder vampírico. Los Cullen, posaditos como son, colocados en parejitas, en las mismas posiciones, en la sala, en el bosque, frente al piano, ven la nueva adición a la familia con sonrisas de bondad y de sitcom con final feliz (si yo fuese vampira y presenciase un fenómeno como ese, estaría pulsada, interesadísima, maravillada…pero claro, probablemente no sería una Cullen); hasta que una chismosienta prima ve a la niña volar y los acusa con los Volturi. 
La niña se convierte entonces, en un problema, pues los Volturi tienen la errada idea de que ha sido creada a la manera clásica, con una mordidita, y eso está muy pero que muy prohibido. Aro, que es muy guerroso, utiliza la existencia de Renesmé como excusa para ir a escabecharse a los Cullen (esto me lo explicaron, así que no se si viene del libro o de las otras películas) y luego agregar a su clan a Alice, que es la que predice el futuro, y de esas no tiene. Los Cullen, que son muy buenos, no quieren ir a la guerra, y deciden juntar a sus cuates como testigos de que la niña tiene su corazoncito. Y viajan por todo el mundo recolectando una amplia variedad de vampiros. Los hay muy interesantes, como el que hace Lee Pace (mi favorito), los hay con acento muy marcado como los transilvanos (del que espero prontamente un spin off, pero no de la Meyer, que de ella preferiría que no viniera nada nunca más), los hay muy forzados, como las del Amazonas en taparrabos pero con el pelo lacio, eso sí; y hay gitanos, irlandeses, egipcios, rusos, todos conviviendo en el frío bosque, contando historias de guerra y presumiendo sus súper poderes tipo X-Men(¡son vampiros! No necesitan agregados extras y únicos como esos súper poderes. Los  vampiros clásicos son la onda, son seductores, fuertes, rápidos, inmortales y sus colmillos, la mejor de sus armas. No necesitan dar toques, mover las aguas, crear alucinaciones, ¡es irritante!) Los hombres lobo también se les unen porque ahora son grandes cuates y en unos añines van a ser familia porque el guapo Jacob tiene una cosa que hace que ahora esté enamorado y destinado a Renesmé. 

Esta parte de la historia me parece muy cuestionable. En primera que la autora no se atreva a dejar a Jacob solo y le inventa la “imprimación” o como se llame y que ahora por esa cosa se crea ligado sin otra posibilidad a Renesmé, y luego que la niña no tenga más opción que el lobo (que digo, sí que está buenazo, pero qué poca que no pueda decidir). La niña esa, que ya de por sí es rara, tiene de baby sitter al hombre lobo que será su pareja por el resto de la eternidad. WTF. 

Llega el día de la pelea. Buenos y malos se reúnen en un campo nevado. Obvio, muchos malos y pocos buenos y como cinco lobos. Y aunque Aro acepta que la niña no es ilegal, con un poco claro y desapasionado discurso, muy lejano al de Gerard Butler a los espartanos, decide que hay batalla. Pero en eso llega Alice con su parejita y sus propios testigos que demuestran que la niña no será un peligro para la comunidad vampírica. Aro le toma la mano y ve lo que ella ha visto. 
Y se desata la Gran Batalla Final. Cabezas desatornilladas, brazos mordidos, poco a poco empiezan a morir los personajes principales buenos y malos, vemos caer al patriarca Cullen, al güerucho insoportable, esperamos con expectación a que los transilvanos se venguen en nombre de Drácula, vemos morir con cierto placer a Dakota Fanning, cuyo superpoder de dolor da ñañaras, el suelo se agrieta en plan terremoto con lava a veinte metros de profundidad, se muere la mamá Cullen que es bastante sosa, caen los lobos principales, muere Aro, y cuando estábamos a punto de cantar victoria, ¡pácatelas! Que todo era un sueño, la visión de futuro de Alice, y Aro, temeroso y cobarde, retira a su clan y en realidad no hay batalla, y como final de Disney, todos son felices para siempre, nadie muere, nadie pierde, nadie sufre. Qué falta de valor. Nada que ver con la batalla final de Harry Potter, qué dolor ver morir a tan queridos personajes (bueno, error mío andar haciendo comparaciones incomparables, no seguiré por ahí).

Sangre, muerte, escabechina, violencia, mordidas, seducción, pasión, manipulación, venganza, estacas, ajo, la oscuridad de la noche, el conflicto de la inmortalidad, del asesinato, de beber sangre humana, todo esto NO es Twilight. El género vampírico se retuerce de vergüenza cada vez que le achacan esta historia a su acervo. Bueno, es que es de vampiros enamorados, dicen muchos. Y el género romántico estalla en lágrimas de rechazo, porque ¿romántica? no leí los libros, pero en las películas con semejante dizque actriz, no me queda claro cómo esto pueda causar algún tipo de suspiro. ¿Qué vampiro de más de cien años de experiencia se va a enamorar de una emo deprimente y sin personalidad? ¿Cómo sentir atracción por un vampiro que con esa experiencia de vida parece no haber aprendido nada y prefiere ir a la secun? El único suspiro que entiendo, es el cachondo hacia el lobito. Pero entonces, los hombres lobos del mundo, enormes y peludos se ríen burlones de este lampiño lobucho al que pueden partirle la crisma en un segundo.

No es fácil separar la historia del libro y la película. La historia es mala, la película también. Hay graves problemas de dirección, de diálogo, y sospecho que de edición de escenas en cuanto a qué poner y qué quitar del libro. El inicio es lento, parecen postales, como regalándoles a los fans imágenes finales y muy románticas de sus personajes. La historia no da el largo de la duración y tiene mucha paja. La batalla final deja mucho que desear. El destornillamiento de cabezas es hilarante. Imagino con placer la versión tarantinesca… 

Por más ñoña que sea la historia es increíble que no haya más sangre y que no se saquen los colmillos a todo pasto. No hay sentido del humor (ni involuntario, más que lo de las cabezas), son los vampiros más solemnes y menos sufridos… son los vampiros con menos convicción de la historia.

Salgo del cine, aliviada al pensar que esta saga ha terminado por fin y esperanzada de que sea rápidamente olvidada. Desgraciadamente ha dejado una modilla vampírica sosa y adolescentil, mucho mucho dinero a los realizadores y una “actriz” unicara conocida por todos que, sospecho, seguirá apareciendo en pantallas.
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