Nathaniel y su familia van a pasar el verano a la casa que la tía paterna Eleanor, les ha heredado. Además de la casa, a Nathaniel y a su hermana mayor Angélica, Eleanor
les ha dejado un regalo especial a cada uno. A Angélica, una muñeca de porcelana y a Nat lo ha nombrado guardián y heredero del contenido de un
cuarto misterioso que siempre ha estado cerrado con llave. Cuando Nathaniel lo abre, después de muchos años de curiosidad, descubre que es una enorme biblioteca.
La decepción es tremenda. ¡Libros! Todavía no ha aprendido a leer y además ya se sabe todos los cuentos porque su tía se los leyó.
Una tormenta daña la casa. Arreglarla cuesta lo suyo y el chico no duda en ofrecer sus libros para pagar la restauración. Mientras su papá habla con el
no muy honesto anticuario de la zona, Nat va a la biblioteca a buscar un libro de recuerdo. Y entonces descubre algo increíble, algo impensable, que le
hará valorar de otra manera la herencia de su tía. La biblioteca es una biblioteca muy especial, con puras primeras ediciones de libros clásicos infantiles
conocidos por todos los niños del mundo. Él, Nathaniel ha sido nombrado el nuevo guardián de los libros, es el cuenta cuentos y los tiene que proteger
a toda costa, porque si no, no habrá más ediciones y ningún niño podrá seguir leyéndolos. Sin embargo, para ser el heredero correcto, tiene que leer una
frase mágica, si no la lee bien a la primera, todos los personajes desaparecerán y con ellos sus historias y aventuras. ¡Y Nat no puede leer! El tiempo
corre, según el reloj del conejo de Alicia, y para colmo, el asqueroso anticuario ha llegado y se ha dado cuenta del impresionante valor de esos libros.
Los nuevos amigos literarios del chico corren peligro y él es el único que puede resolver este lío.
En un viaje lleno de peligros y temores, Nathaniel
encuentra valor y confianza, en sí mismo y en su molona hermana, se enfrenta a un ogro, a una bruja, a un cangrejo gigante, ¡a un bebé! para permitir
que el mundo siga disfrutando de todos esos cuentos increíbles, llenos de aventuras, magia, héroes y villanos, hadas y enanos, dragones y niños que no quieren crecer.
Espero que no les quede duda de que recomiendo ampliamente esta película. La historia es muy bonita y los dibujos están estupendos. Es una invitación
al increíble mundo de la literatura. Una invitación directa a todos los niños del mundo, con todo el corazón y la emoción de quienes seguramente fueron
niños lectores, y es un cálido abrazo con un toque de magia y nostalgia a los adultos que se reconocen y se recuerdan en y con sus libros favoritos, siendo parte
de esas aventuras y soñando con las suyas propias.
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