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lunes, 25 de diciembre de 2017

Bright

Netflix busca un blockbuster. Ya le salieron bien las series, los documentales, no tan mal las pelis de mediano/bajo presupuesto. Se hizo de Adam Sandler. La película con Brad Pitt estuvo muy fallida. Esta de Bright no pintaba mal. Por el trailer se veía prometedora. ¡Y con Will Smith! Ash, pero el mismo director que el Suicide Squad, que me pareció malísima.

Las redes se la han acabado. A mi me pareció mediocre, no lo peor del 2017 como dijo en twitter un crítico. Se puede ver, tipo en domingo en la tele.

La idea era atractiva. Un L.A. actual en donde conviven seres fantásticos, principalmente elfos (del tipo mamón y snob, seguro inmigrantes de la Tierra Media) y orcos, ninguneados por todos. De repente se ven a lo lejos (pero lejísimos) dragones en el cielo, un centauro policía y un hada horrible y ruidosa. Muy desperdiciada esta idea. Los orcos y la actitud hacia ellos no es nada original en el sentido de que los tratan como se han tratado históricamente a los negros o a los latinos. Osea, que ni en un mundo fantástico podían darle un giro a la estupidez humana. Los humanos, por cierto, están en medio y no tienen chiste. Aj, es que los pinches elfos mamones son todo, ricos, poderosos y hasta del FBI mágico. 

Y la cosa va de que Will Smith y su compañero Joel Edgerton, maquillado de orco y muy mal tratado (aunque se lleva la peli), se meten en un caso complicado cuando en una muy violenta escena de un crimen aparece una varita mágica. La onda con las varitas es que no hay muchas y no cualquiera las puede tocar, los que pueden se llaman brights. Pero todos la quieren porque concede deseos. Lo malo es que no la vimos actuar en manos de uno que no fuese bright, osea que ni nos enteramos de si pueden pedir deseos usando guantes o dejándola en la mesa y lanzándole la petición a distancia. A mi me intrigó. Tal vez todos, pero todos eran muy estúpidos y solo sabían lo de los deseos y no lo de la explosión, lo cual me parece poco creíble. Los malos malos como la elfa Noomi Rapace, la quiere para convocar al Dark Lord, su amo, que vendrá a destruirnos a todos.

En fin, no es spoiler, porque nos lo dejan entrever con poca gracia rápidamente, que Will Smith es un bright de clóset. Lo que no sirve para nada porque toca la varita hasta el final y solo para que explote la elfa mala y luego se la quiten los del FBI mágico (mugres elfos). Y para colmo al final va a seguir siendo un súper x poli. Debería de haberle ocurrido algo padre, un cambio a la policía mágica, o algo así.

Uff, ya pensándolo, y contándola, sí que suena mala. Tenían una potencial buena idea, harta lana, y a Will Smith. Pero Will, como que tenía huevita, o no le hicieron un buen personaje, porque extrañamente no es simpático, no tiene carisma, y se supone que anda en una crisis que no se nota y que no es relevante. En su defensa es que no tenía un buen guión.

Antes de su estreno, ayer, ya estaban anunciando una secuela. Chale. 

miércoles, 1 de julio de 2015

La Isla Mínima

Esta es la gran ganadora de los Premios Goya de este año. Mejor director, guión, música, fotografía entre otras, y no me extraña. Es un thriller con mucha atmósfera que logra un gran nivel de suspenso e inquietud. Pero aunque me gustó la historia, me gustaron las actuaciones, los distintos habitantes del lugar, ausentes, cerrados, hostiles, para mi el gran protagonista de esta película, es el lugar (obvio que la fotografía influyó), sórdido, abandonado, frío, vacío.

1980. Un par de detectives de homicidios de Madrid son enviados a una comunidad en las marismas del Guadalquivir para investigar la desaparición y posteriormente el asesinato de dos hermanas. Las cosas como es de esperarse se complican y pronto se dan cuenta de que a quien tienen que encontrar es a un asesino serial. Pero todos son sospechosos; la comunidad es muy cerrada y aislada, nadie dice nada y todos ocultan algo. El padre de las chicas tiene problemas económicos, hay un galán de pueblo que atrae jovencitas y les saca fotos, un grupo mafioso cuyas actividades se ven alteradas por la presencia de los detectives...

Además de todo esto, los dos detectives tienen sus propios ideales, sus propias ideas y conflictos, y sobretodo diferentes formas de trabajar y de aproximarse a la investigación.

El ambiente, el escenario, el tipo de crímenes, el ritmo, hasta el color de la imagen recuerdan a True Detective; no lo digo en plan fusil, para nada, a mi me gustó, me gustó como se va uno metiendo en la trama, en las subtramas, los polis no son del tipo heroico que le gusten a uno, son algo oscuros, con métodos discutibles, pero hacen el trabajo. Hay también un realismo y una crítica social presentes, que enriquecen la gran atmósfera de la película.

Me gusta checar a los ganadores y nominados de los diferentes festivales de cine, para estar al día y para repelar, por qué no. Pero me he dado cuenta de que curiosamente, los ganadores y nominados principales en esta premiación suelen gustarme. No como en Cannes donde a veces son unos mamones, o en los Oscares donde premian lo trascendente o lo correcto.

viernes, 20 de septiembre de 2013

Heli

Esperando nuevamente ese no sé qué que le hace a uno repeler de antemano a toda película mexicana, pero con una cierta curiosidad por el nombre del director (literalmente el nombre, no el renombre), por la manera tranquila de su hablar en una entrevista que dio, y bueno sí, porque ganó la Palma al mejor director en el Cannes de este año, fui a ver Heli.
 
Con tomas largas, paisajes solitarios y poco atractivos, y un ritmo no apto para los acostumbrados a las películas de acción, Heli (Amat Escalante, 2013), cuenta la historia de una familia que sin querer se ve envuelta en una espantosa y violenta situación. Heli es un chico que vive en algún pueblo perdido de Guanajuato con su familia, su papá, su hermana, su mujer y su bebé. Es obrero en la fábrica de la zona, la hermana estudia y tiene un noviecillo que se prepara para policía o PGJ o algo así. En un intento de ganar dinero fácil, echando a andar toda su estupidez e ingenuidad, el noviecillo se mete con la gente equivocada y en el camino arrastra a Heli y a su familia. 

Pero la película no gira alrededor de eso, es más sobre una familia que se convierte, sin proponérselo, sin tener tiempo para darse cuenta, es más, sin cagarla tremendamente, en víctima de esta onda violenta de nuestros tiempos narcos. Una familia destruida, pisoteada como bicho, por movidas e intereses que no se detienen ante nadie. No hay héroes o venganzas, hay impunidad, desconfianza, miedo y enojo. Las películas americanas nos han malacostumbrado a historias más heroicas y felices, pero esta es más cercana a la realidad. Al final lo único que queda es seguir adelante, seguir viviendo, como se estaba viviendo, sin más, sin iluminaciones, grandes discursos o sabiduría. 

Los “malos”, narcos, polis corruptos, lo que sean, son súper malos, pero quedan en segundo plano, así como una presencia permanente y no como protagonistas de algún tipo. La violencia es muy fuerte y no se suaviza ni se ridiculiza ni se glorifica, es como es. La representación de la vida cotidiana es de corte realista, no sé, igual y hasta los actores no lo son. 

De las películas con tema de este tipo, creo que esta y Miss Bala son de las que más me han gustado.

Me dio gusto haberla visto y espero con interés los siguientes proyectos del director (no he visto la anterior Los Bastardos, pero la veré).

jueves, 19 de septiembre de 2013

Chic@s armad@s y peligros@s



Todos sabemos y estamos totalmente de acuerdo en que las traducciones, no, más bien las “retitulaciones” de las películas, APESTAN. Ahora me encuentro ante un divertido caso de falta de imaginación. Dos películas que se han estrenado con un par de semanas de diferencia y que se llaman muy parecido: Chicas Armadas y Peligrosas (The Heat, Paul Feig, 2013) con Sandra Bullock y Melissa McCarthy y Armados y Peligrosos (2 Guns, Baltasar Kormákur, 2013), con Denzel Washington y Mark Wahlberg. ¡¿Por qué la primera aclara que son chicas y a la segunda no le ponen chicos?! ¡Argh!

Las dos son de acción, involucran servidores de la ley de distintos tipos, FBI, DEA, PD. La primera es obviamente comedia, la segunda no, pero es ligera y tiene muchos chistes. En la primera te ríes mucho, en la segunda sólo te desesperas.

Sandra Bullock y Melissa McCarthy tienen buena química chistosa. La McCarthy es hilarante y aunque la Bullock me cae rebien, la otra estuvo a un tris de llevarse la peli.

Melissa McCarthy se está encajonando en este tipo de papeles, espero que ya que se estabilice su éxito, cambie y nos muestre otro tipo de personajes. No he visto su serie de tele, pero he visto la mayoría de sus películas (y la Sookie de Gilmore Girls me gustaba) y creo que su personaje aquí es el resumen y lo mejor de los anteriores. 

Los personajes de Sandra Bullock se suelen meter en situaciones ridículas y vergonzosas, pero cuando sale el interés romántico se vuelven sexys y cool. Aquí, como no hay galán (sí hay uno, pero no cuenta en el contexto al que me refiero), es burla tras burla y eso está muy bien porque habla bien de Sandra Bullock: no se toma demasiado en serio.

La otra película, parece entretenida, con un buen reparto, una buena producción, pero es sorprendentemente mala. Mala en todos los sentidos y sólo hasta el final cuando uno ve el nombre del director, entiende no podría haber sido de otra manera. No hay dirección, los buenos están malos y los malos, malísimos. Ni qué decir de los diálogos. De perdis que hubiera habido una buena dosis de balas, patadas y sangre, pero ni eso. Es más, ni el toro actuó bien. Tan floja está que Denzel Washington ni siquiera sobreactúa. Yo la hubiera corregido un poco distrayendo al público femenino con muchas escenas de Mark Wahlberg sin camisa. Ah, si me hubieran preguntado antes de estrenarla…

En lo que sí coinciden las dos películas es que la historia es un desmadre y no entiendes bien a bien porque hacen lo que hacen. Pero en el caso de The Heat, no importa porque es re chistosa y la finalidad es que te rías el mayor tiempo posible. En 2 Guns, la historia es más importante, pero rápidamente deja de ser interesante, está llena de huecos, llena de escenas sin explicación, con una geografía confusa, la única presencia femenina está fatal y se adivina luego luego que es una traidora (ups, spoiler), James Marsden no tenía que hacer aquí, y qué pena la actuación de Bill Paxton, o el papel, ya ni sé. Mala historia, mala dirección, malas actuaciones. Mmmh ¿algo bueno?... Edward James Olmos habla muy bien español, pero eso ya lo sabíamos, ¿qué no?

miércoles, 23 de enero de 2013

The Son of No One



Jonathan “Milk” (Channing Tatum con un bigote mata pasiones) es un joven policía novato al que acaban de trasladar temporalmente al precinto 118 de un barrio de Queens en donde creció. Ahí está bajo el mando del Capitán Mathers (Ray Liotta, una vez más en uno de esos papeles de los que no se ha podido librar. Me pregunto ¿cuántas veces la habrá hecho de policía corrupto? En su CV no debería de decir actor, sino actor de policías corruptos, es más, ni siquiera de distintos tipos de policía corrupto, es más bien el unicara de los policías corruptos). Por esas fechas Mathers y Stanford (Al Pacino, con una intrascendente aparición de no más de 5 minutos), que creo es alguien más picudo en el medio, han estado en medio de un escándalo de corrupción sin pruebas hasta que en un periódico se empiezan a publicar una serie de cartas dirigidas a ellos que dicen que 16 años atrás encubrieron dos asesinatos en unos edificios de la zona. Las cartas son cada vez más comprometedoras y Mathers se pone cada vez más nervioso. La reportera que publica las cartas (¡Juliette Binoche! ¿Qué estabas pensando cuando te ofrecieron salir aquí? ¡Argh!) no se amilana ante las sutiles intervenciones de la policía y sigue publicando las cartas emocionada ante la idea de hacer caer a ese par de corruptos.

A “Milk”, este asunto del pasado le afecta tremendamente y su ya complicada vida familiar se complica aún más. Y no es complicada porque tiene una niñita con problemas noooo, es porque ha tenido el mal tino de casarse con la estupidita ex de Tom Cruise. ¡Sí! Su esposa la hace Katie Holmes y es terrible. De veras, no es personal, es una amargada, mala onda y sin relevancia. Aunque esto no es realmente su culpa, la historia es malona (ay qué amable me vi) y pusieron un personaje femenino para llenar un hueco, pero nada más.

Entonces, retomando la crisis de Jonathan. Su pasado: 16 años atrás, en el edificio horrible ese en el que vivía con su abuela, había un junkie bully que le hacía la vida de cuadritos. Y un día lo mató. Con la ayuda de sus amigos Vinnie y Vicky, lo tiró a la basura. Unas semanas después otro junkie bully lo chantajeó porque sabía lo que había hecho y en un forcejeo lo tiró por las escaleras y murió. A este también lo tiraron a la basura. Stanford era detective en esa época y además el pareja del papá de Milk, que no está en escena porque murió antes de que empezara la película. Stanford, que parece ser muy inteligente, luego lueguito sabe al dedillo lo que pasó y le dice al niño que lo va a dejar pasar, pero que él tiene que vivir con eso y no contarle a nadie. Milk lo promete y Vinnie también. Pero el pobre Vinnie tiene algún problemilla mental (o quién sabe, tal vez la mamá sólo lo manda al psiquiátrico para deshacerse de él) y lo regresan al sanatorio y ya no sale de ahí lúcido.

Jonathan crece y se hace un hombre de bien. Vinnie se queda en el barrio y está fuera de órbita. Stanford se hace poderoso. Y Ray Liotta se preocupa de que las cartas los desenmascaren. Eso no me queda claro porque nunca vemos a Ray Liotta comprometido 16 años atrás. Nadie dice que fuera el compa de Stanford ni nada de nada, así que hay un hueco ahí. En una escena al final hay un diálogo en donde Pacino dice que es su ahijado, pero yo pensé que hablaba de Jonathan y alguien más pensó que hablaba de Mathers. El caso es que no es claro para que sale guey ahí (bueno ni en tantas de sus otras películas). Ya estamos cerca del final y entonces nos enteramos de que Mathers sabe perfectamente bien quién es Jonathan y lo que hizo y lo presiona para que la última carta, la que dará nombres y detalles, no sea publicada. Jonathan se cita con la periodista, pero esta le dice que nanay y se va rauda y veloz a imprimir su periódico. No lo logra porque la matan. Eso sí, no sin antes haber tomado unas fotos que comprometen a Jonathan, pues fue el último en hablar con ella. Jonathan empieza a pensar que el que manda las cartas es Vinnie pues es el único que sabía toda la historia, pero Vinnie no está en condiciones. Una serie de amenazas telefónicas a su familia y directas a su nariz, preocupan a nuestro protagonista, que decide contarle todo a su mujer. En la última llamada anónima, le piden a Jonathan que se suba al coche de su compa y siga las instrucciones. Ah, porque su pareja policía no es sólo desagradable, ¡está metida en el ajo! El pareja lo lleva a una secretísima junta con Mathers y Stanford en donde le dicen que se quede quietecito, que ellos son los ojeis que le pegaron, que asustaron a su mujer y que mataron a la reportera, y que van a hacer que Vinnie aparezca como el responsable de todo. Pero el bueno de Milk es bien leal y no puede permitirlo así que en vez de ir a casa va a salvar a su cuate. En la confrontación final recibe él recibe un disparo, a Mathers lo mata Vinnie, a Vinnie lo mata Stanford. Y Stanford deja ir a Milk. La noticia en los periódicos pone a los jefazos como héroes y a Vinnie como el loco asesino.

La película termina cuando una Vicky adulta escribe la última carta, está dirigida a Jonathan pidiéndole disculpas por haber armado todo este lío, pero que lo había hecho para que la gente supiera que los del barrio también contaban y tenían voz. Esta es la parte más irritante de todas porque la tipa arruinó la vida de sus cuates. Pensando de más y tratando de encontrar una razón justificable (este pensando de más ya hace que la peli no funcione, aclaro), se me ocurre que una escena del inicio que pasa súper rápido y a la cual no se le da importancia más adelante, es la clave de todo. En esa escena sale que los edificios en cuestión van a ser demolidos para construir unos departamentos más glamorosos y los inquilinos van a tener que irse a otra parte, aunque oficialmente se van a demoler porque hay mucha inseguridad ahí. Al parecer Mathers y Stanford están involucrados en el negocio. Entonces en mi pensar de más, Vicky decide sacrificar a los dos peonsuchos de sus amigos de infancia para desenmascarar a los villanos y salvar al barrio. 

Pero la historia apesta y no se sostiene, no te crees que los dos jefes sean tan poderosos y siguen trabajando en ese precinto de mala muerte. Las razones de Vicky también son malísimas. Hay varias escenas inútiles que lo distraen a uno porque parecen tener importancia y nada. Y es que es que la película está mal hecha, porque ya que uno la piensa y repiensa encuentra las razones, pero no debería de ser así. Las actuaciones son regulares tirando a malas y molesta lo tramposo que es uno de los carteles en donde ponen mitad Channing, mitad Pacino, como si fueran iguales en presencia, como si Pacino fuera realmente un personaje. En último caso deberían de haber puesto a Ray Liotta… pero así seguro que no hubiera caído en ir a verla.
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