domingo, 26 de abril de 2009

Lifeboat

Náufragos (Lifeboat, Alfred Hitchcock, 1944) no es de las películas más conocidas de Hitchcock y en su época ni siquiera obtuvo buenas críticas, entre otras cosas porque retrató al personaje alemán con amabilidad. Sin embargo creo que vale la pena resaltarla de entre el montón de películas que hizo.
Es difícil imaginar la impresión que puede haber causado esta película en su época. Una película filmada en un bote nada más (al parecer tiene el récord de ser el set más pequeño donde se ha hecho una película) y aún así mantener la acción y la historia de manera activa y fluida.

¡Mis abuelos fueron al cine a verla! Sonaba tan novedosa en esos tiempos. Imagino.

Ahora películas en un sólo set ya se han visto y en manos de Hitchcock hay por lo menos un par que recuerdo, Con M de Muerte y La Soga. Náufragos es la mamá de esta dos pelis. Hay como ocho personajes y la historia y el diálogo no para. La cámara no se queda quieta y se mueve en un constante vaivén de uno a otro personaje.

La escena inicial con el barco hundiéndose es una especie de inicio "empezado", pues no importa en realidad qué pasó, o cómo pasó (ya nos enteraremos después), sino lo que sigue. La historia es sobre los sobrevivientes de la lucha entre un barco y un submarino nazi, y sobre su futuro. Quién se encarga de los víveres, quién será el capitán, quién cuidará a los heridos. Uno de los rescatados es un alemán (más tarde sabrán que es el capitán de submarino). Y la historia se desarrolla desde ahí, ¿a dónde ir? ¿es confiable el nazi? ¡no! es nazi. Pero sabe navegar. Pero es un nazi, nuestro enemigo. Y así.

El personaje principal, es de lo más incongruente. Es una fotógrafa vestida con joyas y un abrigo de piel que se dio el tiempo de subir sus pertenencias al bote (una cámara, una máquina de escribir, su maleta de ropa). Es ella la que baja el bote y quien rescata a los demás. La actuación es de lo mejor de la peli y creo que es ella, la actriz Tallulah Bankhead quien mantiene el ritmo durante la mayor parte. Aunque el resto de las actuaciones está también muy bien.

Es una de esas pelis que debía haber ganado un premio al mejor elenco.

Como en toda película de Hitchcock, hay un poco de romance, intriga y humor, pero es hacia el final de la película en donde uno empieza a inquietarse, a tener sentimientos encontrados, a justificar o no la conducta de cada uno de los personajes. ¿Amerita una situación así eso? ¿Qué haría yo? Y la única conclusión razonable es que ni el nazi es malo malo, ni los otros son buenos, buenos. Todos son una bola de humanos, cabrones, mezquinos, intrigosos y muertos de sed tratando de sobrevivir de la mejor manera que les es posible.

Y bueno seguro se preguntarán, como yo lo hice ¿Cómo va a aparecer el Hitchcock aquí? Les puedo decir que es uno de los más divertidos cameos del director.

lunes, 20 de abril de 2009

Hunger

Irlanda del Norte. En 1976 el gobierno británico retira el estatus político a los prisioneros republicanos paramilitares. Los prisioneros inician una serie de protestas al respecto. Se niegan a usar el uniforme de la prisión, dejan de asearse y ensucian las paredes de sus celdas con excrementos e inician una huelga de hambre. En 1981, con una segunda huelga de hambre culminan estos cinco años de protesta.

Hunger (Steve McQueen, 2008), está dividida en dos partes unidas por una conversación. En la primera parte vemos la "vida cotidiana" de los prisioneros antes de la segunda huelga de hambre. Vemos la rutina de los guardias. Las tomas son casi fijas, del pasillo, de la celda, un prisionero recostado, un guardia frente al espejo. De repente parecen muy pictóricas. Y esto, junto con la escasez de diálogos y música hacen una primera parte sumamente intensa y poderosa. Cada escena es imprevisible, impactante. Sí, uno sabe que no va a haber final feliz, es un drama y fue real. Pero la sorpresa está en las pequeñas acciones, en el guardia que se lava los puños golpeados (suponemos lo que hizo... sólo suponemos), en la situación de la celda, en las visitas.
La película está filmada de cerquita, enfocada en los rostros, los cuerpos, las paredes y el espacio de estos prisioneros; y no aleja la cámara, aún cuando cosas importantes están ocurriendo. No nos muestra nada de eso y lo poco que vamos armando es a través de estas tomas cerradas.

Y luego viene la conversación con el Padre. El ritmo y la narración cambian. Hay diálogo y de alguna manera hay una justificación para todo lo que vimos previamente. Y entonces la película se enfoca completamente a un personaje que antes apenas habíamos notado.

Ese es Bobby Sands, el que inicia la huelga y el que protagoniza la tercera parte. La parte de la huelga de hambre. La película retoma el ritmo inicial, con escenas cortas, silencio y espera...mucha espera viendo viendo el deterioro del personaje.

Esta película es una sorpresa de principio a fin. Es difícil decir que está buenísima cuando el tema es tan grueso; es difícil recomendarla si van a salir con que si no es entretenida, mejor no; es difícil no dejar de seguir pensando en ella y que situaciones así son vigentes en muchas partes del mundo.

viernes, 17 de abril de 2009

Duplicity

El miércoles pasado fui a ver con mi familia Duplicity (Tony Gilroy, 2009). Para miércoles vacacionero sonaba ideal. Acción, intriga, romance, unas cuantas vueltas de tuerca, y demás. Pero nanay. Tanto flashback empezó a aburrir y a confundir. La tensión y el interés se escaparon por la salida de emergencia.

Julia Roberts se veía muy incómoda y aburrida. Suele ser una actriz simpática y con presencia, y esta vez no se qué le pasó, pero no creo que haya tenido que ver directamente con ella, sino con el director, su co-protagonista y el total de la peli. Clive Owen, igual que siempre: pésimo, pero con buen cuerpo. Aunque ni eso sirvió porque la pareja no tenía nada de química.

Paul Giamatti en el papel de Paul Giamatti, completamente sobreactuado. Y Tom Wilkinson desaprovechado. Cuando ponen a un actor conocido en un papel así, ya se sospecha uno sobre el destino del mismo.

Lo que más me gustó fue la secuencia en cámara lenta de los créditos. Los dos rivales peleando entre sus respectivos jets privados, los ayudantes debajo de los paraguas echando porras. No se si era la idea, pero a mí me causó gracia y marcó erróneamente el tono que creí que iba a estar durante la película.

La falta de acción y sentido del humor la hicieron aún más larga de lo que ya era (que ya era inútilmente extensa). Y eso que el director tiene amplia experiencia en escribir guiones de películas de acción (¿Será eso, que tiene experiencia en escribir y no en dirigir?).

En fin, no la recomiendo ni en estos tiempos de sequía cinematográfica. Mejor ver la entretenida número cuatro de Rápidos y Furiosos, que aunque no hay gran cosa de historia hay un montón de acción y entretenimiento.

sábado, 4 de abril de 2009

Intro

Los que me conocen seguramente pensarán que ya me había tardado al tener un blog, y más uno de cine.

He visto pelis toda mi vida, he ido al cine toda mi vida.

En algún momento consideré la posibilidad de dedicarme más a fondo al cine; hacer pelis, escribir guiones. Pero un día llegué a la conclusión de que lo que más me gustaba era ver las películas... y hablar sobre ellas después (si hablo durante es que estoy aburrida o que la película no tiene la menor importancia). El problema es que casi nadie me escucha, sniff, me interrumpen (con interrupciones drásticas, ¡eh! como voltearse y preguntarle al de al lado si vio a fulano o a mengano, y cosas así, bien gachas), o me dicen que ya no diga más, que mejor la ven. Y entiendo, en serio, pero me cortan mi energía platicadora y me dejan... sin palabras.

Por eso este blog. Aquí voy a poder decir y decir y nadie me va a interrumpir (a lo mucho dejarán de leer, ¿pero a mí qué me importa?).

Y voy a despepitar y repelar sobre pelis, sobre los festivales y los premios, sobre la injusticia o la correctez de los Oscares, sobre la "no-actuación" de Brad Pitt y la falta de objetividad que le tiene el mundo al pobre estúpido de Tom Cruise (sólo porque brinca en sillones y está metido hasta el fondo en su secta), sobre lo tarde que llegan al cine las pelis interesantes (y luego por eso uno se ve obligado a bajarlas), y demás.

Claro que también tengo cosas positivas que decir, seguro. Pero esas no son tan divertidas y chispeantes.

Bueno, pues esto ya está. Ahora sólo espero ser constante y que no me pase como cuando me dejaban hacer diarios en la escuela, escribía hasta que la maestra revisaba y luego los botaba por ahí.
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