miércoles, 29 de enero de 2014

Tercera Llamada


Después de ver esta película, no puedo evitar recordar las de Robert Altman, como aquella de la boda o la del programa de radio o la del desfile de modas, llenas de actores y diálogos en situaciones divertidas y muy activas. Por favor no se me echen encima si se sienten ofendidos ante la comparación.

Tercera Llamada (Francisco Franco, 2013) es algo así. Un grupo de teatro prepara la puesta en escena de Calígula, una obra de Albert Camus. A Isa, la directora, no le acaba de cuajar, entra en crisis y eso la mete en líos con la productora Geo (Anabel Ferreira), con el insoportable escenógrafo y con su protagonista.
El tiempo apremia, el reparto se desespera, la producción también, cuando a Isa se le ocurre la idea de llamar a una chica (Irene Azuela) para hacerla de Calígula. La vida dentro y fuera del escenario continúa, a ritmo acelerado, entre celos, inseguridades, conflictos personales, extrañas persecuciones, ñiqui ñiqui tras bambalinas, alcoholes y mucha mota.

Con un inteligente y divertido guión de Franco y la actriz María Renée Prudencio, el estupendo reparto se luce. Se les siente cómodos y relajados, confiados en el proyecto y en total sintonía. No sé a quién disfruté más, a Anabel Ferreira como la super bitch y constantemente peda productora, a Rebecca Jones como la celosa e intensa primera actriz a la que le recortan gran parte de sus diálogos, o a la asistonta Mariana Treviño, que está chistosisima y tiene una súper escena cuando canta una canción del musical Hair.
Isa/Karina Gidi y Julia/Irene Azuela, también están muy bien, pero en plan más dramático.
Además de ellas salen Cecilia Suárez, Fernando Luján, Eduardo España, Silvia Pinal,Víctor el de La Academia y varios más que me brincaré porque ya son muchos nombres.
Creo que una de las razones por las que se me antojó ver esta película fue el enterarme de que el reparto femenino se ganó el premio de mejor actriz en el festival de Guadalajara.

Hay muchas pequeñas historias dentro de la historia. Algunas de ellas se quedan cortas, algunas son cortas, pero necesarias, y la de Nacho y los Emos que lo persiguen, no está lograda. Las subhistorias en las películas de Altman funcionaban de maravilla, tal vez por eso sus películas duraban tanto. Tercera Llamada está tan entretenida que no me hubieran molestado unos veinte minutines extra para completar y cerrar bien todas las historias.

He leído en algunos lados que esta película habla sobre el amor al teatro, sobre lo difícil que es preparar y estrenar una obra, pero para mí trata más bien sobre el proceso creativo en general, sobre lo difícil que puede ser, sobre obsesionarse con un proyecto y no poder concentrarse en nada más hasta terminarlo; sobre la falta de confianza y la dificultad de tomar decisiones, la angustiante sensación de que las cosas no funcionan o la euforia y el alivio cuando sí.

domingo, 5 de enero de 2014

About Time

About Time es la tercera película que dirige Richard Curtis, la primera fue Love Actually, la segunda no importa porque no es romanticona. También es el escritor de comedias inglesas que me gustan mucho: Cuatro Bodas y un Funeral, Notting Hill (cuando me preguntan qué película puedo ver y ver muchas veces, es esta, definitivamente), y el Diario de Bridget Jones.

Las comedias románticas son un poco como las de sci-fi en el que la suspensión de la incredulidad tiene que aplicarse con mayor énfasis si quiere uno disfrutar, suspirar y fantasear con la historia de amor. Cuando uno lo logra y además hay química entre la pareja, o de perdis el chico está guapísimo (o bueno, la chica), y hay muchas cosas lindas y coquetas con las que reír y sonreír, y tal vez una cosilla tristona para sacarnos una lagrimita, la película puede ser lo máximo, y durante una hora y media volvernos un poco sensibleros y cursilones.
Richard Curtis es un maestro para lograr esto y dejarnos al final de cada historia con nuestras sonrisas bobas y lentonas.

Al cumplir los 21 años Tim recibe la noticia de que los hombres de su familia pueden viajar al pasado. No a un pasado lejano, sino a un pasado que ellos hayan vivido. Tim decide usar este don para encontrar una novia. Tim conoce a Mary y se enamora. Después de unos cuantos viajes al pasado para arreglar el asunto, conocerla mejor y mejorar la primera cita, Tim y Mary comienzan una relación, se mudan, se embarazan, se casan y viven felices como perdices, hasta que en un girillo dramático de la historia Tim quiere regresar unas cuantas horas para reprarar unos detallines que involucran a su querida hermana Kit Kat, pero no puede porque hay ciertas limitantes con el don, y una de esas es que si regresa antes del nacimiento de su hija, es probable que esta no nazca y le salga un hijo diferente.

Esta es la única regla sobre el viaje en el tiempo que complica la historia. Todas las otras que se nos puedan haber ocurrido, tipo la mariposa y el tsunami, son omitidas. Y mientras Tim aprende de viajar en el tiempo que lo mejor es disfrutar el día a día, uno se jala los pelos pensando en todas las posibilidades, en lo que uno haría, en las posibles repercusiones de tal o cual acción de Tim, de su padre y de los anteriores miembros de la familia. Pero por aquello de la incredulidad uno lo deja pasar. 
Domhnall Gleeson es un adecuadamente torpe y tierno Tim (así como Hugh Grant en cualquiera de sus papeles románticos), Bill Nighy, como es de esperar, hace un sabio, simpático y comprensivo padre, y Rachel McAdams, es la dulce y bonita Mary (esta es la presencia más floja en realidad. No por ella, sino porque no la ponen a hacer nada).

Pero la película está lejos de ser LA comedia romántica mil veces vista por alguien. Y está lejos de todas las que mencioné anteriormente. Una razón puede ser que la relación es muy fácil, el amor llega pronto, no hay dramas, a Tim no le cuesta mucho conquistar a Mary y faltan más situaciones divertidas y conmovedoras. ¡Love Actually estaba llena de ellas! 
Está visible, si, pero nada de sonrisas bobaliconas...
ah, y lo del viaje en el tiempo, desaprovechado.

sábado, 4 de enero de 2014

Frozen

Dos princesas, una maldición, un reino congelado, un muñeco de nieve fenomenal, dos galanes, un reno, y por suerte, poquitas canciones.

Cuando terminé de ver esta película pensé "beh, no estuvo mal". Pero ya que me he puesto a pensar, le he encontrado muchas cosas. No es que ahora me disguste, pero...
No es una historia inteligente, ni siquiera interesante, y aunque no dejan de pasar cosas, es como aburrida. A la mitad de la historia lo único que me importaba era si Olaf se derretiría. Pero el adjetivo que más ding ding ding hizo en mi cabeza, fue el de dramón. 
De veras, si no fuera por el esperado final feliz, hubiera sido un dramón. Un dramón que se resolvió facilonamente con el uso del universal y choteado "el amor lo puede todo" (no literal, aquí el amor lo derrite todo). Los primeros minutos de la historia, con las dos hermanitas divirtiéndose con el fabuloso don de Elsa, de controlar el frío, no pintaban mal. "Ja, será una historia sobre el amor fraternal ", pensé y no me disgustó la idea. Pero no fue así, fue casi así. La confianza de Anna en su hermana mayor, el riesgo que toma para ir en su búsqueda, todo eso iba bien dirigido; y qué decepción cuando la solución es una prueba de amor incondicional. ¿Por qué no fue algo que tuviera que ver con la confianza y el trabajo en equipo, con las habilidades de cada una, aceptándose como son, porque sólo se tienen a ellas mismas, porque son fuertes, inteligentes, decididas e independientes? El resultado sería igual de cursi y emotivo, pero además sería útil. Y no sonaría uno como la niña que dice que las princesas son unas boludas. Podrían no serlo, con mejores guiones. 

Esto me lleva a lo que más me irritó de la historia. Los dos galanes. 
¿Por qué tenía que ser uno malo y uno bueno? ¿Por qué hacer al príncipe malo y al pobre bueno? ¿Por qué no podían ser los dos decentes y que Anne escogiera su favorito? -Mira Hans, estás bien guapo y tienes madera de rey, pero el Kristoff me vuelve loquita, ¡sorry!-
Y otra ¿por qué a la pobre y traumada de Elsa no le ponen un chico? Ya ha tenido bastante con su infancia gacha, la hacen mayor de edad, reina y para colmo ¡que se comporte como señora mayor! Así o más injusto.
He re arreglado la historia, dejando intacta la escena de Olaf y el verano: Dos princesas, unidas en la desgracia, superan duras pruebas y gracias a su ingenio y buen corazón, hacen de su reino congelado el más próspero y hermoso de todos los reinos... además, tienen un montón de galanes que hacen cola para platicar con ellas aunque sea por un ratito.

Esta historia sí que la hubiera ido a ver con ganas.

viernes, 3 de enero de 2014

Krugovi (Circles)

No sé cómo llegué a esta película, pero qué gusto habérmela encontrado. 

Krugovi (Srdan Golubovic, 2013), que aparentemente significa círculos, (se llama Circles en el título internacional, no le diré círculos porque luego en español hacen cada cosa; y por cierto, en húngaro el título suena bonito: Templom a dombon, vaya uno a saber si eso significa círculos o si en Hungría también pongan títulos como aquí), es una película serbia sobre cómo el acto desinteresado y bienintencionado de una persona afecta por el resto de sus días a un grupo de personas involucradas. 

Este acto ocurre en 1993 durante la Guerra de Bosnia, en la ciudad de Trebinje, cuando el soldado Marko, nuestro héroe, muere a golpes al detener la paliza que le dan unos colegas suyos a Haris, un musulmán del barrio. Doce años después, en 2005, tres historias relacionadas con ese momento se intercalan. 

Haris vive ahora en Alemania, tiene una familia. Nada, la antigua prometida de Marko, que después de haber sufrido su pérdida no da pie con bola y ha tomado una mala decisión tras otra, contacta a Haris y le pide ayuda para esconderse de su marido abusivo. Haris está decidido a pagar su deuda con Marko y hace todo lo posible para proteger a Nada y a su hijo.
En Belgrado, el amigo de Marko que atestiguó la golpiza, atiende en el hospital al principal responsable de la muerte de Marko y se debate entre salvarle la vida o no, pues el tipo no muestra ningún tipo de arrepentimiento.
Ranko, el papá de Marko, sigue en Trebinje, o por ahí, y se dedica a reconstruir una iglesia en la cima de una colina. Un día llega un muchacho, Bogdan, a pedirle trabajo. Ranko lo reconoce como el hijo de uno de los asesinos de su hijo. No le es fácil tratarlo ni darle la chamba, pero finalmente se permite conocer al chico sin culparlo de los actos de su padre.

No es una historia con final feliz, ni triste, no es nada sentimental o dramática a lo ojo remi, es una historia en donde los personajes perdonan y se perdonan, se "desenojan", y pueden finalmente, cerrar esa etapa de su vida para poder continuar.

Esta película, muy bien contada y actuada, que difícilmente llegará a las salas de cine, ha recibido algunos premios y seguramente recibirá más. Digo esto, no para que la vean con mayor razón, sino porque me encontré las razones por las que recibió algunos de esos premios y me gustaron.

En el Festival de Berlin se ganó el Prize of the Ecumenical Jury: 
For its compelling presentation of the human capacity to overcome seemingly invincible prejudices, and to achieve healing through reconciliation. 

Y en Sundance el premio del jurado:  
A film that deals with anger, guilt, and redemption in the time of conflict. It makes us realize the absurdity and pointlessness of war and its permutations.

jueves, 2 de enero de 2014

This is Martin Bonner

Es curioso cómo de repente por casualidad veo películas que se relacionan. Esta me recordó un poco a la del Grandmaster. No por lo del kung fu, sino por la idea de salir adelante sin dramas y con dignidad, en una etapa avanzada de la vida.

This is Martin Bonner (Chad Hartigan, 2013), es la historia de un hombre decente que ayuda a otro hombre a creer que él también puede ser decente.

Martin es un tipo de unos cincuentaitantos, que se acaba de mudar de Maryland a Reno y tiene un nuevo trabajo como "sponsor" de reos recién salidos de la cárcel. Perdió su antiguo trabajo como gerente comercial de una iglesia porque se divorció de su mujer y ha tardado tres años en encontrar una nueva chamba. A esas alturas de su vida el trabajo de guía es lo único para lo que está calificado.
Martin conoce a Travis Holloway, que acaba de salir de la cárcel después de 12 años. Lo orienta, y le echa una mano para empezar su nueva vida. Poco a poco se hacen amigos, descubren cosas en común y se apoyan mutuamente. 

Eso es todo. Y está muy bien. Una pequeña película, con una historia sencilla, muy bien narrada y buenas actuaciones. El tono es pausado (leí en algún lado que es un slow-burning drama, no se cuál sería la frase equivalente), y aunque no le tiene a uno esperando algo dramático, sí le tiene a uno interesado por los personajes. 
No es nada sentimental (¡por suerte!), y me pareció muy honesta.
No es una feel good movie per se, pero sí que se siente uno algo positivo después de verla.

miércoles, 1 de enero de 2014

The Grandmaster

The Grandmaster (Wong Kar-Wai, 2013) está inspirada en la vida del Gran Maestro del Kung Fu, Ip Man, especialmente durante la Segunda Guerra Sino-Japonesa (1937-1945). Es una meditación sobre el kung fu y la vida. 

La historia comienza cuando es designado como el heredero de las escuelas de kung fu del sur. Esta es mi parte favorita. Los distintos jefes de las escuelas lo ponen a prueba y le muestran sus más complejos y exclusivos movimientos. La coreografía marcial y la cinematografía logran unas escenas espectaculares, fuertes, enérgicas y estéticamente brillantes (de hecho así están todas las escenas de acción). 
Pero no es exactamente una película de acción. Es una película con otra velocidad. Es una película elegante, muy cuidada en el aspecto cinematográfico.

Sin embargo, conforme la historia se desarrolla se vuelve un poco confusa en las geografías y en los tiempos. 

La vida de Ip Man siempre había sido cómoda, era rico, el mejor luchador (peleador, guerrero, no se cuál es la definición adecuada ¿kungfuero?); llega la Guerra, la invasión, Ip Man nunca llega a "ejercer" como el Gran Maestro, tiene que huir a Hong Kong, pierde su casa su dinero y acaba enseñando artes marciales como uno más. 

Así que de alguna manera esta es también la historia del fin de una época dorada para el kung fu y el inicio de una nueva manera de práctica y enseñanza.

Como contraparte está Gong Er, la hija del Gran maestro anterior que rechaza el cambio, a pesar de que los antiguos modos no le han permitido ni siquiera ser considerada, pues su lugar está en casa. Gong Er, se niega a este destino, pero no es capaz de adaptarse y sus conocimientos y técnicas, mueren con ella. Me gustó este personaje. Es una elegante bad-ass. No hubiera estado mal verla pelear más.

En general me gustó la película, pero me perdió momentáneamente en varias escenas. Hay brincos temporales que no me quedaron muy claros y hay partes con mucho diálogo rápido que se me escapó a la primera.
Para los amantes de las películas de patadas, esta no es una opción, pero para los interesados en saber algo más sobre el kung fu, vale la pena. Y las escenas de acción aquí tienen un "upgrade" gracias a la edición, al entrenamiento y coreografía del Gran Maestro Yuen Woo-Ping. Nada de CGI ni cablecitos para volar.
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