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jueves, 8 de noviembre de 2018

Museo

Me pasó una cosa rara al ver esta película. Todo el tiempo mantuve una conversación interna sobre lo que estaba viendo. Como en esas películas que incluyen la narración del director que va haciendo comentarios. Así me sentí. Y además, como si estuviera fuera de mí viéndome en la sala de cine, por momentos intrigada, por momentos aburrida, y contándome lo que veía, no lo que sucedía, sino cosas como "Mira, pero qué mal están las actuaciones", o "Qué curiosa manera de narrar el robo, me está gustando", o "No sé qué hacer con esta música, el contraste hiper dramático e intenso ¿me gusta o me asusta?"

Así me la pasé todo el tiempo. No me irritó verla, pero me pareció bastante mala. La historia original no, y por eso quise ver la peli. En la Nochebuena del '85 dos jóvenes robaron más de 100 piezas del Museo de Antropología y nadie supo nada hasta cuatro años más tarde en que un narco detenido entregó a uno de los ladrones, osea recuperaron las piezas de chiripa. Cliquéen aquí para leer un artículo al respecto que ilustra mejor que la película.

Hay muchas razones por las que no me gustó esta película. Gael me suele gustar y aquí no lo hace mal, pero ya no se ve tan chavo y yo creo que la edad de los ladrones en este caso es importante. Se desconoce la razón del robo. Y al ver que tenían veintipocos años, eran universitarios, sin aparentes problemas económicos, me puedo imaginar que lo hicieron por diversión, por pendejos, por ociosos. Tons, el tener a estos dos actores Gael y el otro, que no parecen jóvenes, menos el otro (Leonardo Ortizgris) que no se ayudó con el bigote, es distractor porque no convencen con la juventud, sí con la estupidez, pero no con la juventud. Además, el Wilson/Ortizgris, me pareció fatal y casi no se le entendía. Cuando narra sobretodo, suena terrible. Las actuaciones de los papás de Juan/Gael, también están fatales, y todo el conflicto familiar me sobró.

Lo que en general sí me gustó fue la música y que usaran La Noche de los Mayas en el museo fue un interesante contraste, pero una vez...no a cada rato (exagero, ya sé).

Yo esperaba una película sobre el robo, la planeación, la elección de las piezas, la práctica de cómo desarmar las vitrinas, pero cuando llegamos a la historia eso está como avanzando y no dan grandes explicaciones. ¿Cómo es que estos dos chavos, que parecían buenos para nada, se organizaron y tuvieron éxito? 

Luego llega el robo, que no me pareció mal la manera en que está resuelta la narración. 

Luego se van a buscar a un cuate con contactos, posibles compradores. Y aquí está la otra cosa que es interesante y es que esas piezas no se pueden vender. Nadie las quiere por el valor y el significado que tienen. ¡Qué chasco! Esa parte es muy buena y no la exploran más.

Luego van a Acapulco y uno ya se empieza a cansar porque así pueden seguir el resto de nuestras vidas. Hay más drama, los amigos se pelean, una peda en la playa, pérdida y recuperación de la mochila con piezas, bla, bla. Los recursos visuales que al principio, durante el robo, habían estado interesantes, se repiten y se repiten, el director suelta todos sus efectos y técnicas favoritos, un zoom laargo y lento a una palmera y luego a un piano, uff!, una persecución con la cámara toda movida, claroscuros, una extrañisima y desconcertante pelea en un bar (que más bien pareció un chiste interno de la producción).

No tengo ningún problema en que la historia no sea igual a la historia original, sino en que los puntos más atractivos y divertidos de la aventura quedaron muy por encimita. Si la intención era algo más profundo con un toquecillo social, digo porque hace mucho énfasis en que son de Satélite, o algo así, pues mejor hubiera hecho otra cosa. Todo para cerrar con el conflicto hijo-padre, en que casi le dice que quería hacer algo para que su papi se sintiera orgulloso. Bla, bla, bla.

domingo, 18 de junio de 2017

Maquinaria Panamericana

Un día, probablemente el último día, de la empresa Maquinaria Panamericana (MAPSA). 

No hay mucho que contar en cuanto a historia, sobre esta ópera prima del director Joaquín del Paso. Pero no es algo malo, esta película me pareció como ver un álbum de fotos, un álbum de escenas. Muchas de ellas muy bien logradas, con mucho humor. Un retrato acertado (para bien y para mal) sobre ciertos ambientes de trabajo...o estereotipos, como las secretarias y oficinistas, los operadores de las máquinas; el entorno, las locaciones están muy bien. 
La fotografía un poco retro ayuda a lograr ese ambiente de época perdida, de lugar estancado. Al parecer, y se nota, muchos de los actores no son actores, y hasta parecerían sacados de ahí mismito. Eso enriquece el aspecto de la película.

Y es que esta empresa amanece con la noticia de que su director ha muerto y de que están en la quiebra. Los empleados, lidereados por el contador, deciden no informar a nadie y encerrarse ahí hasta que se arregle su situación. Una situación que no tiene solución, no hay dinero y están sin chamba, punto.             

El tedio, el ocio, el caos se van apoderando de los personajes, se vuelven destructivos, desmadrientos, gandallas, indiferentes. Han trabajado toda la vida ahí, no hay más.

Otra cosa que me gustó es el tono de la película. A pesar de que es comedia, no se burla de estos personajes, nos reímos, sí que sí, porque muchas escenas son absurdas y familiares. El director conoce el ambiente, su abuelo tenía una empresa así, y de alguna manera hay cariño y nostalgia de ese pequeño universo. Seguramente por eso está tan bien retratado.                                                      
No encuentro más que decir. Me gustó bastante. En muchas reseñas mencionan el hecho de que Joaquín del Paso sea una nueva voz para el cine nacional y que esta peli trata de algo diferente de lo que últimamente tratan las pelis nacionales (¿comedias estúpidas copia de las gringas, pero humor a la mexicana y de narcos? ¿o películas serias súper solemnes para ganar premios?). Yo me conformo con que mantenga su sentido del humor y su manera de retratar personas. 

miércoles, 29 de enero de 2014

Tercera Llamada


Después de ver esta película, no puedo evitar recordar las de Robert Altman, como aquella de la boda o la del programa de radio o la del desfile de modas, llenas de actores y diálogos en situaciones divertidas y muy activas. Por favor no se me echen encima si se sienten ofendidos ante la comparación.

Tercera Llamada (Francisco Franco, 2013) es algo así. Un grupo de teatro prepara la puesta en escena de Calígula, una obra de Albert Camus. A Isa, la directora, no le acaba de cuajar, entra en crisis y eso la mete en líos con la productora Geo (Anabel Ferreira), con el insoportable escenógrafo y con su protagonista.
El tiempo apremia, el reparto se desespera, la producción también, cuando a Isa se le ocurre la idea de llamar a una chica (Irene Azuela) para hacerla de Calígula. La vida dentro y fuera del escenario continúa, a ritmo acelerado, entre celos, inseguridades, conflictos personales, extrañas persecuciones, ñiqui ñiqui tras bambalinas, alcoholes y mucha mota.

Con un inteligente y divertido guión de Franco y la actriz María Renée Prudencio, el estupendo reparto se luce. Se les siente cómodos y relajados, confiados en el proyecto y en total sintonía. No sé a quién disfruté más, a Anabel Ferreira como la super bitch y constantemente peda productora, a Rebecca Jones como la celosa e intensa primera actriz a la que le recortan gran parte de sus diálogos, o a la asistonta Mariana Treviño, que está chistosisima y tiene una súper escena cuando canta una canción del musical Hair.
Isa/Karina Gidi y Julia/Irene Azuela, también están muy bien, pero en plan más dramático.
Además de ellas salen Cecilia Suárez, Fernando Luján, Eduardo España, Silvia Pinal,Víctor el de La Academia y varios más que me brincaré porque ya son muchos nombres.
Creo que una de las razones por las que se me antojó ver esta película fue el enterarme de que el reparto femenino se ganó el premio de mejor actriz en el festival de Guadalajara.

Hay muchas pequeñas historias dentro de la historia. Algunas de ellas se quedan cortas, algunas son cortas, pero necesarias, y la de Nacho y los Emos que lo persiguen, no está lograda. Las subhistorias en las películas de Altman funcionaban de maravilla, tal vez por eso sus películas duraban tanto. Tercera Llamada está tan entretenida que no me hubieran molestado unos veinte minutines extra para completar y cerrar bien todas las historias.

He leído en algunos lados que esta película habla sobre el amor al teatro, sobre lo difícil que es preparar y estrenar una obra, pero para mí trata más bien sobre el proceso creativo en general, sobre lo difícil que puede ser, sobre obsesionarse con un proyecto y no poder concentrarse en nada más hasta terminarlo; sobre la falta de confianza y la dificultad de tomar decisiones, la angustiante sensación de que las cosas no funcionan o la euforia y el alivio cuando sí.

viernes, 20 de septiembre de 2013

Heli

Esperando nuevamente ese no sé qué que le hace a uno repeler de antemano a toda película mexicana, pero con una cierta curiosidad por el nombre del director (literalmente el nombre, no el renombre), por la manera tranquila de su hablar en una entrevista que dio, y bueno sí, porque ganó la Palma al mejor director en el Cannes de este año, fui a ver Heli.
 
Con tomas largas, paisajes solitarios y poco atractivos, y un ritmo no apto para los acostumbrados a las películas de acción, Heli (Amat Escalante, 2013), cuenta la historia de una familia que sin querer se ve envuelta en una espantosa y violenta situación. Heli es un chico que vive en algún pueblo perdido de Guanajuato con su familia, su papá, su hermana, su mujer y su bebé. Es obrero en la fábrica de la zona, la hermana estudia y tiene un noviecillo que se prepara para policía o PGJ o algo así. En un intento de ganar dinero fácil, echando a andar toda su estupidez e ingenuidad, el noviecillo se mete con la gente equivocada y en el camino arrastra a Heli y a su familia. 

Pero la película no gira alrededor de eso, es más sobre una familia que se convierte, sin proponérselo, sin tener tiempo para darse cuenta, es más, sin cagarla tremendamente, en víctima de esta onda violenta de nuestros tiempos narcos. Una familia destruida, pisoteada como bicho, por movidas e intereses que no se detienen ante nadie. No hay héroes o venganzas, hay impunidad, desconfianza, miedo y enojo. Las películas americanas nos han malacostumbrado a historias más heroicas y felices, pero esta es más cercana a la realidad. Al final lo único que queda es seguir adelante, seguir viviendo, como se estaba viviendo, sin más, sin iluminaciones, grandes discursos o sabiduría. 

Los “malos”, narcos, polis corruptos, lo que sean, son súper malos, pero quedan en segundo plano, así como una presencia permanente y no como protagonistas de algún tipo. La violencia es muy fuerte y no se suaviza ni se ridiculiza ni se glorifica, es como es. La representación de la vida cotidiana es de corte realista, no sé, igual y hasta los actores no lo son. 

De las películas con tema de este tipo, creo que esta y Miss Bala son de las que más me han gustado.

Me dio gusto haberla visto y espero con interés los siguientes proyectos del director (no he visto la anterior Los Bastardos, pero la veré).

martes, 30 de octubre de 2012

Hecho en México

 
Hace una semana que fui a ver Hecho en México (Duncan Bridgeman, 2012). Tenía mucha curiosidad. ¿Un documental sobre nuestra identidad musical? ¿Un quién es quién en la actualidad? ¿Un, esto hemos sido y para acá vamos? En fin, no sabía bien de qué iba. Y un poco así me quedé después de verla y después de comentarla con mis amigos. No me interesaron para nada las intervenciones de actores e intelectuales, no me dijeron nada nuevo, ni en relación a los mexicanos ni a estos tiempos, y mucho menos en relación a la música que se está haciendo hoy en día. De entrada, el tema es amplísimo y muy difícil de atacar y abarcar, en todos los aspectos. Y me parece que al separar la película en temas, fue más notorio el hecho de que realmente no había una idea completamente cuajada en el proyecto.

Quitando esta parte, que es la que me conflictuó y me hizo tardarme en escribir este post, la parte de la música está muy interesante. No esperaba que abarcaran todos los géneros musicales del país, pero siento que faltó el lado menos popular, la música más seria que se está haciendo (no se cuál es, pero definitivamente faltó), y sobró un pelín de hip hop...y para mi, ¡ajjjj nos hubieran ahorrado a Lila Downs! Pero no importa mucho, disfruté enormemente el aspecto musical y el visual, se nota claramente que ese es el fuerte del director y de los productores. Si hay un soundtrack seguro lo conseguiré.

Probablemente sea deformación profesional mía, pero algo que no me gustó nadita fueron los carteles. No dicen na' de na'...Son un poco como la película, ahora que lo pienso.

Pensando en cómo cerrar esta breve reseña, me puse a divagar en la web y me encontré con un artículo de La Jornada que habla sobre la película y dice de una manera más clara y al punto lo que he tratado de decir aquí, así que incluyo el link para que lo lean.

martes, 18 de octubre de 2011

Miss Bala

Esta es la historia de Laura Guerrero, una muchacha que vive en Tijuana. Se dedica a vender ropa que se trae del otro lado. Vive con su papá y su hermanito. Ella y su mejor amiga audicionan para el concurso de belleza de Miss Baja California y son seleccionadas. Esa misma noche su amiga se va con unos tipos a un antro. Laura va también para llevársela. Mientras la amiga va a despedirse de los tipos, Laura se queda en el baño cambiándose de ropa y ve cómo un grupo armado se cuela silenciosamente al lugar. Uno de ellos, el jefe aparentemente, la ve y le dice que no diga nada y que se salga rápido. Ella obedece, pero la balacera comienza justo cuando ella va por su amiga. Entre el caos y la oscuridad logra escapar por una ventanita y ve cómo este grupo se va con tres cuerpos envueltos. Al día siguiente llega tarde al concurso y la sacan, pero ella está más preocupada por encontrar a su amiga y se le ocurre preguntarle a un policía en una patrulla para ver si le puede decir de la balacera de la noche anterior y si se sabe sobre el paradero de su amiga. El poli le dice que le va a ayudar, pero la lleva con el grupo armado, que la amenza. Ahí está el mismo tipo que le perdonó la vida. Le dice que le de chance que se equivocó que ella sólo quiere encontrar a su amiga. Este le perdona la vida a cambio de que les haga unos favores. No es que tenga opción realmente, y hace lo que le piden. Trata de escapar varias veces, pero siempre la encuentran. En una de esas la agarran los de la DEA y le quitan un teléfono. Este teléfono les ayuda a rastrear a la banda y están cerca de atrapar al Lino (es el nombre del jefe este que la "cuida"). Ahora Laura está en manos de una banda que huye y busca venganza. Y lo único que puede hacer es convencer al Lino de que deje ir a su hermano y a su papá. Un favor aquí y uno allá, que quién es el de la DEA que le quitó el celular, que vaya al otro lado a por una camioneta, que esto y que lo otro. Y el Lino, que es hombre de palabra, la mete al concurso. A Laura es lo último que le interesa ahora, pero no tiene opción. ¿Qué hace uno en una situación así?

No daré spoilers, porque Miss Bala (Gerardo Naranjo, 2011) es una película que hay que ver. Me gustó bastante. Más que esas pelis del Bicentenario. Y una de las razones es el tono de la historia, lo medido de las actuaciones y la ausencia de pretensiones. Lo único que me molestó fue el sonido, que me pareció terrible. El sonido ambiental se oía muy fuerte, a veces en primer plano y costaba trabajo entender a los personajes. De hecho, en la escena fina, en la última toma, hay un ruidazo incomprensible, como de helicóptero o de barco, no sé, muy estorboso.
Me gustó la tensión, la acción de los enfrentamientos y las persecuciones. Tal vez no tenga los súper efectos de una peli americana, pero creo que por esa misma razón se ve hasta más realista. El Lino está grueso, es malo y bien cabrón, pero no está nada sobreactuado, cero ñaca ñaca. Ella está muy bien, muy congruente. Y la historia me parece muy lógica y muy medida. No se complica las cosas en tratar de sonar como de denuncia o de crítica social, no se complica con lecciones de moral, ni nada de eso. Las decisiones o no decisiones que toma Laura, tienen sentido, dentro del caos y la falta de tiempo para pensar con calma. En ningún momento sentí querer matarla por estúpida. Ella es normal, una víctima como cualquier otra tratando de sobrevivir. Trata de huir, la atrapan, negocia para salvar a su familia, el miedo la hace hacer lo que le dicen y aún así es valiente para tratar de hacer lo correcto. Pide ayuda, pero quién es quién, no hay buenos y malos, y si los hay cuál es cuál. Me gustó esa vaguedad. Están los narcos, la DEA (en territorio nacional...), los polis, los soldados. No hay a cual irle. Y Laura metida ahí, muerta de miedo y confundida, sin saber bien a bien por qué está pasando lo que está pasando. Y nosotros estamos igual que ella.

viernes, 8 de abril de 2011

Películas para el Bicentenario de México Quinta Parte

Un poco fuera de tiempo, pero hasta ahora pude ver esta película que también forma parte del proyecto cinematográfico del Bicentenario.
Diez cortometrajes hablan sobre el significado de la Revolución en nuestros tiempos, sobre los resultados de la Revolución, sobre el estado de México en la actualidad, el campo y la ciudad, los ricos y los pobres, ¿sirvió de algo? o no.

Me gustó el de Fernando Eimbcke "Bienvenida" y con este corto me quedo con él como uno de los directores mexicanos que más me gusta.

En segundo lugar, y más que nada porque siento que al final le pasó algo, el corto de "La Tienda de Raya" de Mariana Chenillo.

El de Gael García Bernal, me pareció fatal. No ata ni desata. El mejor personaje no es Lucio sino Omarcito y realmente no se sabe qué al caso Lucio. De hecho no se sabe qué al caso nada. Que se quede de actor y celebridad porque de director no la arma (uff, todavía recuerdo con pesar y mucha verguenza que vi su ópera prima), no como como Diego Luna cuya película "Abel", fue una sopresa positiva. Y hablando de Diego Luna, su corto aquí "Pacífico" no estuvo mal, sin embargo creo que podía haber mejorado un poco la narración. Él sí, que se quede como director, para así no verlo en la pantalla.

Me irritó tremendamente el de Carlos Reygadas, pero estoy sospechando que me va a irritar siempre.
La de "Lindo y querido" me cayó gorda por cursi. La de los reos que se escapan me enganchó al principio, pero luego me pareció que no supo qué hacer con la idea. Y a mi no me quedó claro que relación con la revolución o México o nada. La de "30/30" me gustó la manera de narrarla, tiene un poco de humor, pero faltó el cierre al punto, que el señor López Villa dijera finalmente sus palabras aunque fuera a media carretera o algo así.

En general faltó visión, sentido del humor, están muy solemnotas. Más trabajo en los cierres de los cortos. Sé que es difícil terminar un corto, pero pues aquí fallaron la mayoría.
Y en conjunto es una película aburrida, espera uno con ansia a que sea el siguiente corto, o el siguiente, o el siguiente. O que ya se acabe.

jueves, 31 de marzo de 2011

La Otra Familia

Esta es la historia del niño Hendrix que tiene una mamá drogadicta (Nailea Norvind) que no le pone el cuidado y la atención debidos. Esta es la historia de Jean Paul (Jorge Salinas) y Chema (Luis R. Guzman/"El Pantera") una pareja de gays que acepta hospedar a Hendrix mientras su mamá se recupera en un centro de desintoxicación. Esta es la historia de Ivana (Ana Serradilla) y Gloria que quieren tener un bebé y discuten sobre quién de las dos debe ser la que se embarace. Y es también la historia de todos los que los rodean, de los empleados de la casa de Jean Paul, que no saben qué hacer y cómo comportarse ante la idea de que un par de homosexuales se hagan cargo de un niño; del aparente padre del niño que quiere venderlo para pagar una deuda de drogas; del amigo sacerdote que es medio abierto y tolerante, pero no tanto como para decirlo en fuerte; del hermano de Ivana, al que se le plantea una complicada situación; de los niños de la escuela que preguntan junto con el mismo Hendrix, sobre si los dos papás son esposos de la mamá, sobre si son novios, puñales, como dice Gabino, sobre si es bueno, malo o simplemente diferente. Y también es la historia de un matrimonio de heterosexuales infelices que se meten en líos, y un mafioso de barrio que le complica la vida a todos hasta al guión al director. Pero de estos no diré mucho porque salen sobrando y alargan la película de manera gratuita. Un claro ejemplo de querer abarcar mucho y perder un poco el meollo de la historia.

Me gustó La Otra Familia (Gustavo Loza, 2011), aunque entre más la platico y la pienso más errorcillos le encuentro. Sin embargo, la sensación final es más positiva que negativa.
Es una película con buenas intenciones, didáctica, con mensaje (que no es algo que me haga muy feliz, pero en este caso esta bien) que trata de proponer algo positivo. Hay más tipos de familias que la clásica, y todas pueden o no funcionar, todos somos diferentes y eso está bien.

Me llama la atención su existencia porque pienso en el pedazo de sociedad mexicana cerrada, prejuiciosa, a la que los homosexuales le parecen algo antinatural (WTF!!!) y pienso que hay que tener algo de pantalones para atreverse a hacerla y presentarla como una película comercial, con buena producción y actores muy conocidos.
Me gustó que muestra distintos puntos de vista de los temas que se plantean, sobre los gays, sobre los gays y los niños, sobre la adopción. Y que en general las razones de todos son de alguna manera lógicas y nada es blanco o negro. Chema es directo y dice las cosas como son, no importa si es a los niños del colegio o a las amigas lesbianas. Jean Paul tiene otras ideas sobre cómo proceder, es más discreto. Las maneras de Gabino y de Carmen Salinas son muy típicas y conocidas, y sin embargo tienen conflictos al ver que todo eso que creían malo, no lo es y que lo mejor para el niño es vivir con estos chicos que lo quieren y lo procuran. Imagino que la idea de incluir al matrimonio que no puede tener hijos era para tener otro punto de vista más, el de una pareja de clase acomodada, pero a la larga está de más.

Las actuaciones me parecieron buenas con excepción del niño que está fatal y más que fatal. Este personaje es esencial y era necesario un niño carismático y que supiera actuar (decepción revisar lista de actores y ver que el niño es el hijo del director). El amiguito que va a comer dice sólo dos frases y con eso ya se nota que es mucho mejor. Tal vez también sea un problema de dirección. El niño pasa la mayor parte del tiempo con la cara larga y creo que podría haber salido jugando y comportándose como niño a pesar de la terrible situación que ha vivido.
La producción, las locaciones, la ambientación me parecieron buenas.

Pero como ya mencioné, la película trata de abarcar muchas cosas, se alarga tremendamente y luego se termina con una serie de escenas como en presentación de diapositivas, muy cortadas y apresuradas que dejan varios cabos sueltos y no despiden a los actores principales que de alguna manera son los héroes de esta historia. Mira que dejar la última escena de Chema y Jean Paul en lágrimas cuando la peli tiene final feliz...

La historia de la pareja de heterosexuales que se supone no iba yo a decir nada, ocupa mucho espacio que para colmo no queda en nada, más que en que uno piense que son unos imbéciles.
Del narco ni se diga y eso que esas escenas me parecieron buenas. Tanto el Caníbal como el Patrick están bien actuados. Y la otra historia interesante era la de las mujeres, su embarazo y todo eso y se queda cortada, sin sentido ni nada. Difícil de creer que una relación termine como terminó esa. Tal vez tenían que haberse enfocado únicamente en el niño, los nuevos papás y listo, que otro guión trate los otros temas.

domingo, 3 de octubre de 2010

Películas para el Bicentenario de México Cuarta Parte

El Infierno (Luis Estrada, 2010).
Benny García (Damián Alcázar) es deportado después de haber pasado 20 años en Estados Unidos. Regresa a su pueblo natal "San Miguel "N"arcángel" que está aún más en el hoyo que cuando lo dejó. Pueblo rascuache, desolado y polvoriento, cuya única zona con movimiento parece ser la zona roja, tan pinchona como el resto del pueblo. Esto me resulta muy confuso porque el pueblo está a un pelín de ser pueblo fantasma, poca gente en las calles, los comercios han cerrado por la crisis, los narcos imponen miedo, no hay trabajo, y sin embargo es el pueblo de los narcos de la región. ¿No debería de ser más próspero? ¿No se supone que los narcos dan trabajo a los locales? Si está tan decadente ¿a quién le vende droga la viejilla de la mercería? Como digo, confuso.
Benny está desconcertado con la situación, pues esperaba comenzar un negocio de clases de inglés. Su padrino, dueño de una destartalada vulcanizadora, lo pone al día sobre los aconteceres del pueblo y sobre la muerte de su hermano, noticia que le ha impactado mucho. Su hermano, conocido como El Diablo, había sido un narco de respeto en la región y nadie sabe quién lo mató.
Aunque promete no involucrarse él también en esos negocios, pronto se da cuenta de que no tiene otra opción para ayudar a su familia. Con la palanca de su cuate de la infancia "El Cochiloco", entra a formar parte de la familia Reyes, una de las dos familias que controlan la región. Que eran una familia de dos hermanos que se pelearon y ahora pelean por el control de la plaza.
Después de unas cuantas fuertes impresiones sanguinolentas, el Benny se va adaptando al nuevo estilo de vida, a los fajos de billetes, a la "buena ropa". Se queda con la viuda de su hermano, cuida a su sobrino y les promete que esto no será para siempre y que en cuanto ahorre un poco más se los lleva al otro lado. Y obvio que esto no ocurre así, que las cosas se complican, que la mitad del elenco se muere a manos de la otra mitad y que no hay un final feliz.
Hay mucha sangre, balazos y violencia (no me asusta, pero las cabezas rodantes sobran). Y se supone que hay comedia, pero no mucha. Y la que hay es más bien de pastelazo y no negra e inteligente que es la que yo esperaba. Los narcos son una caricatura ridícula, son ineptos, estúpidos, y bastante de quinta. ¿Y que onda con sus negocios de pacotilla? ¿Que no se supone que el Cochiloco estaba bien parado en la organización? ¿Qué es eso de vender drogilla en moteles de carretera?
El capo (un Ernesto Gómez Cruz sobreactuado, sólo superado por su prpopia actuación como el hermano) se supone que es rudo y macho, poderoso que se ha codeado con las altas esferas, pero en una escena bastante mala se nos hace ver que quien lleva los pantalones es la mujer (¡¡¡argh, María Rojo!!!! ¿Quién aguanta a esta señora? Diganle que se retire, por favor!). Damián Alcázar sale de menso y la hace bien porque es buen actor, pero hizo una extraña fusión de su personaje de la Ley de Herodes con Tintán (¡pobre Tintán!). El Jr., es una burla inútil. Los oaxaqueños que mandan llamar porque son más chingones, no entedí por que tenían que ser oaxaqueños (¿sólo para que hablaran una lengua que nadie más entendiera?). El personaje que me pareció mejor fue el Cochiloco (aparte de estar bien actuado). Él es el único que da la impresión de entender mejor las cosas. Es el único que no se la cree y que lo hace porque tiene que mantener a su familia (claro que si ya eres algo inteligente para darte cuenta de eso, bien podrías cambiarte de casa y buscarte una chamba menos riesgosa). Lo desaprovechan a fin de cuentas.
Las escenas más cagadas son las que muestran la naquez de los narcos, el despacho del capo, el mal gusto por la ropa, el asunto con la tumba (esa escena está chistosa, lo acepto), pero la película no se supone que se trate de eso. Pretende ser una comedia ácida que refleja una realidad de México, una realidad muy gruesa, y no lo hace. Es tan ridícula que pierde distancia con los que vemos y oímos en la tele, en internet, en los periódicos.
Una de las cosas de la Ley de Herodes es que aunque fuera comedia, aunque estuviera un poco exagerada, uno se quedaba con la sensación de familiaridad. De que había potencial un Juan vargas cerca de nosotros.
Pero aquí, el narco parece ser una cosa aislada, sólo de ese pueblo, no se resalta su alcance, su poder, su fuerza. Caen en puros comentarios estereotípicos, que si por la crisis y el mal gobierno no me queda otra que trabajar para el narco, que obvio que tooooda la policía es corrupta, y bla, bla bla. Y no, mi opinión no es un caso de ofensa, de que México no es sólo eso, de que por qué sólo se retrata lo malo, no no, para nada. Tampoco tiene que ver con que se maneje este tema en plan comedia, eso me encanta. No, mi opinión es resultado de una decepción, de que esperaba más del director, de la historia, de todo!
Para humor negro del narco, mejor cliquéen este link de The Onion:
http://www.theonion.com/articles/mexico-killed-in-drug-deal,18109/
o para acción entretenida léanse el Poder del Perro de Don Winslow.
Y alguien dígame ¡¿Por qué rayos sale Daniel Giménez Cacho con esa cabellera?!

domingo, 19 de septiembre de 2010

Películas para el Bicentenario de México Tercera Parte

Hidalgo. La historia jamás contada (Antonio Serrano, 2010).

Un capítulo de la vida del cura. Según los involucrados en la película, la idea era desmitificar a Hidalgo. Mostrarlo más humano, con sus intereses y pasiones, su lado oscuro, su lado jocoso, y bla, bla bla.

Me parece que tanto el título, como la frasesita ,"los secretos de un hombre callados por el grito de un héroe", y el cartel, pretenden una cosa muy distinta al resultado final. Porque su enfoque parece muy solemne. Yo me imaginaba un periodo muy comprometido de su vida o uno en donde vio la luz y en donde se empezó a formar como el hombre-héroe conocido por todos. O como por ahí me comentaron, una especie de reflexión del personaje y de la historia en estos festejos patrios.

Pero en esos aspectos me parece que se queda corta. La historia se centra en la etapa en que a Hidalgo lo mandan de párroco a San Felipe Torres Mochas por progre y problemático. Da la impresión que es el periodo más feliz de su vida. Le caen sus hermanos, organiza tertulias y fiestas con música prohibida. Las beatas y el otro párroco lo alucinan. Ayuda a los maltratados y abandonados indígenas de la zona. Monta el Tartufo, un poco para provocar, un poco para cuestionar y un mucho por diversión. Y lo más importante, se enamora de Josefa Quintana.

Esta parte, que es la mayor de la película, está muy bien, divertida, activa. El reparto funciona muy bien. Cecilia Suárez como Amadita, está genial, el que hace de José Quintana también, las beatas, el pariente, y todos en general. Las escenas relacionadas con la obra de teatro, son divertidas y la del estreno de la obra es de las mejores. ¡El Bichir está contenido!
También me gustaron las escenas con los músicos, y la música de toda la película me gustó mucho. Qué mejor cierre que la canción de los créditos con la voz de Lo Blondo. Las locaciones, el vestuario y todo eso que indica la época, me parecieron muy acertados (no soy conocedora, pero funcionan en el contexto y no sobresalen, ni por exceso de diseño ni por confusión temporal). No sé qué tan apegada o no está a la realidad, pero no importa porque todos los elementos dan una atmósfera y un entorno congruente.

Ahora vamos a lo que no me gustó de la película, que es todo lo demás. Espero darme a entender porque me ha resultado difícil aclararlo. La parte de la estancia en San Felipe, es una buena película comercial, ligera, entretenida. Pero no importa si es Hidalgo o no. Y de hecho no hubiera estado mal que no fuera Hidalgo. Creo que ya hubiera sido suficiente con un personaje que es sacerdote, tiene hijos e ideas diferentes a las de sus superiores.

El unirla con la parte histórica que ya conocemos me suena más a justificación. Una justificación para esas razones que comentaba yo al principio.

La historia contada en flashbacks desde la cárcel de Chihuahua en donde Hidalgo pasa sus últimos días, no viene a cuento. Y mucho menos, los interrogatorios, el otro triste flashback (en donde sale Plutarco Haza por 30 segundos), y el fusilamiento.

Al final Hidalgo recuerda sus días más felices, y eso está muy bien, pero no tienen nada que ver "el grito", la independencia y todo eso. Con esta historia a mí no me queda claro que Hidalgo tomó conciencia en este periodo de su vida. Él ya era así desde antes. La desigualdad, la cerrazón eclesiástica y todo eso, no le caen de sorpresa en San Felipe. En realidad la única conclusión a la que llega ahí es que necesita un descansito de ser sacerdote.

Aunque no lo parezca, encuentro la película más positiva que negativa. El relleno me gustó bastante y podría imaginarme una especie de franquicia, a la gringa, de nuestros próceres. Imagínense otra con Morelos, o con Allende antes de encontrarse con Hidalgo en el camino. Una serie de precuelas o una de esas sagas de juventud tipo Smallville. Parece broma o sarcasmo, pero no. Honestamente, creo que algo así sería entretenido. Alteraría muchos solemnes y respetuosos corazones, eso, seguro.

lunes, 6 de septiembre de 2010

Películas para el Bicentenario de México Segunda Parte

El Atentado (Jorge Fons, 2010).
Arnulfo Arroyo (José María Yazpik con un extraño tono de voz que aparece y desaparece) es un borrachín contratado por misteriosos personajes para matar a Don Porfirio. Por razones tan misteriosas como los personajes, a la mera hora le sacan el arma del saco y Arnulfo, borracho y desarmado, falla. Lo meten a la cárcel, lo interrogan, lo golpean y finalmente, lo matan.

Me cuesta un poco de trabajo explicar de qué se trata la película sin tener que contarla toda porque está llena de tramas, complots y maniobras políticas y porque hay tres personajes principales unidos por el pasado y por una mujer. Son esos tres del cartel, Daniel Giménez Cacho, el Poeta, Julio Bracho, el Jefe de la Policía, Yazpik, el Anarquista (quesque, porque ni se nota tanto, sólo porque canta una cancioncita) y La Discordia es Irene Azuela. Y bueno también porque al contármela yo misma me doy cuenta de que no hay nada que contar. Pasa mucho y no pasa nada. Los que planean el atentado resultan unos miedosos, que después del fallo ya no saben qué hacer; muy poco profesionalismo, vaya. Y luego el que hayan escogido a Arnulfo no se sabe si es por venganza, celos o qué, porque definitivamente no es por sus habilidades como asesino a sueldo. Y si es porque era un archireconocido anarquista que iba a resultar útil para desviar la atención del verdadero motivo, pues tampoco queda claro. El personaje de Giménez Cacho que pareciera al principio funcionar como el eje unificador de las diferentes historias, se queda en un espectador a medias, desinteresado y calenturiento.

La historia es tan vaga y confusa que lo lleva a uno a pensar distintas opciones que nunca ocurren. De repente parece que todos eran parte del complot; de repente cree uno que eran muy unidos (esto es culpa de los flashbacks malusados) y que algo los separó (¡la tipa, seguro que fue la tipa esa!) ; o que fueron los ideales (el poder, la injusticia, el dinero). Pero no es nada de esto, o tal vez sí. ¿Quién lo sabe? A mí no me quedó claro.

No he logrado averiguar el costo de esta película. Unos chismes dicen que es la más cara de la historia (en México, claro), otros dicen que fue la de Chicogrande. Por los patrocinadores que aparecen consentidísimos al principio de la peli, por la cantidad de extras, vestuario y producción en general, pensaría que es ésta. En general, esto no suele interesarme, pero en este caso me lo pregunto porque si tenían tanta lana ¿por qué no gastaron un poco en el guión, en el argumento?
Hay diálogos muy forzados, actuaciones acartonadas, con una que otra palabreja que a mí como que no me checa del momento (recuerdo ahorita la palabra terrorista ¿se usaba?). Las escenas del teatro de carpa medio funcionan, pero se quedan al final en calidad de gratuitas. Y como que de repente el director quiere poner toques de humor, que no quedan del todo claros, como con las reacciones del público en el momento del atentado.¿Y qué onda con el Porfirio rígido y chistoreto?

Una cosa que me divirtió fue que salen como tres cuartas partes del gremio actoral mexicano. De esos actores reconocibles de todas las pelis y las telenovelas, pero que no son tan protagónicos. Y bueno, sale María Rojo, ¡uff! por suerte como 3 segundos porque me pone nerviosa; 3 segundos en los que se las ingenia para sobreactuar, por cierto. ¡Ja! Y hay una escena medio aterradora con los ojos de la hermana de Arnulfo.

La dirección en general es bastante mala, un guión sin foco, una escenografía falsa que "tal vez" sea una cuestión estilística, pero que resulta estorbosa, actuaciones desiguales y un montonal de escenas y personajes que no se acaban de desarrollar y se convierten en paja pura (como la novia de Arnulfo, el reportero joven, y hasta la misma Discordia).

Este deber patrio me está resultando tortuoso. ¡Pero sigue El Infierno! Esa es la que más expectativas me genera.

jueves, 2 de septiembre de 2010

Películas para el Bicentenario de México Primera Parte

Empezamos septiembre y los estrenos del Bicentenario por fin aparecen. No crean que me muero de ganas de verlos, tengo una curiosidad tibia, digamos. Pero de todos los festejos planeados, este es el único en el que voy a participar. Los costos de los proyectos que no van a estar a tiempo me escandalizan y no creo que el año que se ha vivido en México amerite festejo alguno y menos éste. Después de cien y doscientos años, así estamos. Si hubiera sido un año pinchón, medio grisáceo, bueh, va, vamos al Grito. Pero en este año... nel.

En fin, pues aquí comienza una serie de entradas sobre las películas planeadas para éstos días. Son el resultado del proyecto Películas Bicentenario organizado por el IMCINE.
Chicogrande (Felipe Cazals,2010)
1916. Villa está herido y escondido en la sierra de Towhi. Se ha retirado ahí después de atacar el pueblo de Columbus. Los estadounidenses entran a México para atraparlo apoyados por el ejército carrancista. Bueno, apoyados, apoyados, no realmente, más bien no les queda remedio. Son las "Expediciones Punitivas". El Mayor Butch Fenton (Daniel Martínez) es el encargado de encontrarlo y se dedica a torturar y amderentar a los pueblerinos para que le digan el paradero de Villa. Juan Manuel Bernal es el médico gringo que tiene serias dudas sobre lo que está haciendo ahí. Chicogrande (Damián Alcázar) es uno de los hombres de Villa que se quedó a su lado y que decide bajar a pueblo a buscarle un doctor. Así más o menos la historia. Algunos ayudan a los gringos, pero la mayoría tiene miedo y desconfianza. Los gringos tratan bastante mal a los mexicanos, y estos ven con desprecio a los apaches que van a ayudar a rastrear a Villa.

Grandes paisajes, escenas un poco a lo western, buenas actuaciones. Demián Alcázar está muy bien, Daniel Martínez de Buth Fenton también, en general. Juan Manuel Bernal tiene la voz doblada y eso me desesperó un poco. Pero la película en general me resultó aburrida. Es lenta. Trata de pintar una atmósfera, que se vaya conociendo a los personajes del pueblo, a los militares, distintas visiones de la revolución. Pero no está logrado. Hay escenas que sobran como esa en la que sale Lisa Owen de gringa, que me parece que es sólo para que se vea que hay una gringa perdida y cómo el Fenton no la trata igual que a los demás. Pero no va a más. Sale Bruno Bichir en un papelillo como de chivato, pero tampoco va a más. Las mejores escenas y las que más hablan de lo que pasa son con el Viejoreséndez, el doctor mexicano y el último diálogo de Chicogrande. Y hablando de Chicogrande, pues que luzca más, que se sepa más de él, de su lealtad, de su valentía. La película está a su nombre, pues.

El uso de flashbacks para ilustrar algunas de las experiencias de los personajes, está bien. Pero el director sólo usa dos. Y más bien parecen llena-minutos, en vez de ser una parte ilustrativa importante de la guerra, del poderío de Villa y de por qué la gente creía en él, o no. Y la última parte de la película es bastante dispareja. Cambia el ritmo, ocurren cosas que no parecen congruentes con los personajes, hay una escena cuasi-cursi, y otra con un caballo mega inteligente.
La música no me gustó para nada. Es como de thriller, intensa, misteriosa y saca de onda con el escenario y lo que está ocurriendo, pero no de una manera positiva.
No me pareció mala, pero tampoco me interesó. ¿Y? Piensa uno al final.

miércoles, 21 de octubre de 2009

El Estudiante

Hay un fenómeno que ocurre a veces con algunas películas mexicanas, en que se empieza a correr la voz de que hay que ver tal o cuál peli. Nadie sabe por qué, de qué se trata, ni nada, pero hay que verla.

El Estudiante (Roberto Girault, 2009) es uno de esos casos.

Chano es un señor mayor, retirado, que decide entrar a la universidad para estudiar. Y con el apoyo de su familia empieza a ir a clases. Ahí se relaciona con estudiantes jóvenes y todos reciben una importantísima lección de vida.

La película no está mal, predecible, pero está hecha con ganas y buenas intenciones. Es una de esas películas con mensaje para elevar el espíritu. Y seguro que moverá muchos corazones, pero...

Pero se pasa un poco y hay momentos en que parece una película de Hallmark a la mexicana. Hay diálogos muy cursis y poco creíbles. La escena de los mimos es lamentable y la presencia del velador sabio convertido en director de teatro amante del Quijote está totalmente fuera de lugar.

La peli se queda corta al final de todo. Las relaciones que se empiezan a construir entre el viejo y los jóvenes sólo parecen afectar a los jóvenes y nunca se ve, más que de manera muy elemental, todo lo que Chano pudo o debería haber obtenido de los chavos.

Chano se lleva bien con los chicos y con el tiempo esto empiezan a pedirle consejos. Pero ¿por qué? ¿En qué momento este viejillo se ganó el derecho de sabio? ¿Sólo por ser viejillo? ¡Na!

¡Uy! sólo de recordar la escena de las mascaras en el teatro... ¡por favor!

Viendo algo positivo las actuaciones no están mal. Y hay algunos momentos con algo de humor.

Al salir del cine y al empezar a escribir esto no me había parecido tan mala, pero ahora, después de darle más vueltas...híjole, está recursi.
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