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jueves, 30 de marzo de 2017

La Gran Muralla

Una gran fracaso en taquilla, entre otras cosas, según parece, porque sea Matt Damon el no-chino que salva a los chinos en la Gran Muralla. He visto montones de tweets y memes llenos de indignación (unos también con mucho humor) sobre el hecho de que un blanco sea el héroe de los chinos. A Damon se le suman Scarlett Johansson por ser la protagonista de  Ghost in the Shell y Tilda Swinton por ser la mentor del Doctor Strange. 
A mí, supongo en parte porque no soy asiática, no me molesta, entiendo un poco la indignación, pero son cuestiones puramente comerciales. y en este caso su personaje está medianamente bien justificado como el blanco gandalla mercenario que quiere hacerse de pólvora para ser más gandalla y mejor mercenario.
Me molesta más el caso de Ghost in the Shell, porque me gusta todo lo anterior de esa historia y me caga la Scarlett. 

Otra de las razones, imagino, de la falta de éxito, debe tener que ver con los bichos verdes que atacan la muralla. suena a jalada, no es real, etc., etc. Pero creo que el inicio de la peli lo aclara muy bien cuando dice el texto que hay muchas leyendas sobre las razones de la construcción de la muralla y que esta es una de esas leyendas, osea ¡no es real!

Aceptando eso, entremos a la historia. Un par de mercenarios blancos siguen las pistas de un misterioso polvo negro cuando se topan con una muralla enorme y se ven inmersos en un misterio que los guardianes de la muralla tratan de ocultar al mundo. Bueno, son dos secretos, el de la muralla y el de la pólvora. Osea que estos pobres extranjeros tienen cero posibilidades de salir de ahí. Afortunadamente la suerte los acompaña porque hay otro blanquito ahí que les propone que a cambio de darles pólvora y llevárselo a él, les dice cómo escapar. Y la otra suerte es que Damon, antes de llegar ahí mata a uno de esos bichos, algo que es muy difícil de hacer. En parte se debe a que es un chingón y en parte a que trae un pedazo de imán que rompe la comunicación entre los bichos (eso lo deducen después, pero es algo de suma importancia para la estrategia militar). Esta habilidad como guerrero le permite quedarse entre la élite de soldados y ganarse poco a poco un lugar en la muralla. Su compañero prefiere salir de ahí con la pólvora antes de un ataque mayor, pero Damon tiene corazón de héroe y decide unirse a los chinitos y pelear contra los malignos bicharrajos, llamados Tao teis. Según la leyenda, miles de años atrás, la codicia de un emperador provocó que un meteorito se estrellara en una montaña y liberara a los tao teis, que cada 60 años salen y azotan el norte de China, para recordarles lo que pasa cuando la codicia rige al mundo. Los tao teis se alimentan de todo y luego van y alimentan a su reina. El temor actual es que la capital está muy cerca y muy poblada y si los tao teis logran llegar y arrasar van a multiplicarse tanto que podrán invadir todo el mundo.

Así contando, no suena muy atractiva, lo sé, pero a mi me gustó bastante. es una película de aventuras al más puro estilo del género. Hay héroes, chinos y blancos, hay humor, hay mucha acción. Para las posibles quejosas, hay una heroína con muchos pantalones. Y unos malos muy feos.

Pero sobretodo, hay un director, Zhang Yimou, que es un directorsazo. Nada que ver con Héroe(2002) y las otroas dos de esa trilogía, y nada que ver con el drama y la seriedad de Sorgo Rojo (1987). A pesar de ocurrir en China y en la Gran Muralla, tal vez sea la menos china de todas, y la más comercial, y tal vez la más superficial (pero no lo digo en mal plan), y eso puede ser desconcertante. ¿Como alguien así hace algo así? Puede ser por dinero, uno de esas películas por contrato, o un divertimento, ¿por qué no? Está increíblemente bien hecha, no cabe duda de su maestría, de su cuidado por el detalle y de su admirable manejo del color (ya en Héroe, eso me resultó fascinante). Hay tomas y escenas espectaculares, como la presentación de los diferentes cuerpos militares, los detalles en sus armaduras, las coreografías de ataque o el vuelo de los "globos de cantolla".

Y al final, un detalle que podría calmar a los indignados, la chinita no se queda con Damon, ni Damon se queda en la China.

lunes, 13 de junio de 2011

A woman, a gun and a noodle shop

La esposa del dueño de la tienda de fideos tiene un amante. El esposo contrata a un detective para que los mate. Y el detective, que es astuto y poco confiable, decide que el dinero ofrecido no es suficiente y arregla las cosas para robarse los ahorros que están en la caja fuerte. El esposo aparece muerto, el amante piensa que la mujer lo mató. Un ayudante aprovecha para sacar el dinero que le debía de su sueldo. Al detective se le va complicando la vida tratando de borrar evidencias. El esposo no es fácil de eliminar. La mujer se entera de la mitad de lo que ocurre. La policía de nada. Y total, un caos.
Una mujer, una pistola y una tienda de fideos (Zhang Yimou, 2009), está basada, imagino que como homenaje, en Blood Simple, de los Hermanos Coen. Sólo que aquí en clave de comedia. Pero no está lograda. Al principio pinta bien. Una tienda donde sirven fideos en un territorio perdido entre el desierto y las montañas en China. Un comerciante persa (creo) que les vende la pistola (muy divertida esta escena). Paisajes espectaculares. El uso del color fenomenal (como en Héroe, la Casa de las Dagas Voladoras o la Maldición de la Flor Dorada). En este aspecto es una película muy pictórica, muy atractiva. Que por cierto, el cartel no refleja para nada.
Pero la historia se va haciendo aburrida y lenta. De repente hasta parece una mala película de terror en donde el malo muere y revive, muere y revive hasta el cansancio. El lado cómico se diluye rápidamente y los fideos también. Hay una escena de las primeras en donde están haciendo los fideos con una coreografía impresionante (un poco el equivalente de acción a una escena de artes marciales). Es muy interesante y divertido ver cómo los hacen y ¡zas! cuando llegan a la parte del caldo se termina todo. Osea que ni chistosa ni educativa. Y con poca acción. ¡Más fideos voladores o patadas entre los personajes por favor!
Hay una escena sacada exactamente de la de Blood Simple en donde el detective persigue a la mujer y esta le atora la mano en la puerta con un cuchillo. El detective se desatora disparando hasta debilitar la pared y poder arrancarse el cuchillo. En la gringa esto impresiona porque la pared está ruda, en esta la pared es de maderita y papel...nada que ver.

Digo mala mala no es, pero sí decepcionante, aunque no como la de la Maldición de la Flor Dorada que se quedó cortísima y flojísima en comparación con la de Héroe. Zhang Yimou encontró una fórmula padre, pero no la ha reinventado, no la ha enriquecido.

Verla no ha sido perdida de tiempo, para nada y reseñarla mucho menos porque me encontré con los títulos que les pusieron en otros países y me han hecho mucha gracia. Ahí les van:
-A Simple Noodle Story (para obviar su origen)
-Sangre, simplemente sangre ( Argentina, qué pez con el título, esa para una de Tarantino)
-The First Gun (no hay mas que una, así que ni al caso)
-Una mujer, una pistola y una tienda de fideos chinos (jajaja especifica el tipo de fideos por si uno no nota que los actores son chinos y que hablan en chino y que el director es chino Y famoso)
- Y para el DVD en UK Blood Simple (¿cómo le ponen igual que la otra?)

lunes, 18 de abril de 2011

Lumière et compagnie

Esta película es una de las que yo pondría en mi cajón de tesoros. No exactamente por lo que se ve sino por el objetivo. Se me hace agua la boca cuando muchos directores se reúnen con cortometrajes. Generalmente es una decepción, pero aún así, cuando sale una nueva película de cortometrajes, se me vuelve a hacer agua la boca.

Con motivo del 100 aniversario del nacimiento del cine se hizo Lumière et Compagnie (1995). Aquí se reúnen un montón de directores (40) para hacer cada uno, un corto de 52 segundos, con la misma cámara con la que los hermanos Lumière hacían sus películas. ¡¿A poco no es esto de lo más emocionante?!
Motivo suficiente para entrar en mi cajón de tesoros.

Qué maravilloso juego, y si yo me emociono, imagino que filmar con esa cámara debe ser el sueño de todo director.
Y así como un juego lo tomaron estos directores. Se los ve divertidos, sonrientes, pasando un buen rato.
Y eso, ¡se los ve! Pocas veces tiene uno oportunidad de ver a un director (bueno los puede uno googlear, pero no es lo mismo). Qué raros, qué ajenos. Jamás pensé que Fernando Trueba fuera bizco, o que Zhang Yimou fuera así, y siempre me imaginé a Peter Greenaway más bizarro, pero no. Ah y qué simpático Jacques Rivette; me parece que no he visto nada de él, lo consideraré para un futuro maratón.

Casi se me pone el ojo remi cada vez que salen los directores y no se bien por qué porque no conozco a la mayoría, y los franceses, en particular se me revuelven todos en una enorme y única filmografía.

Bueno, el chiste es que estos 40 fueron invitados a participar y les hicieron tres preguntas y les impusieron unas cuantas reglas: la duración del corto, que el sonido no estuviera sincronizado con la imagen y sólo tres tomas. Les preguntaron que si el cine era mortal, que por qué filmaban y que por qué aceptaron filmar con esta cámara.

Los cortos están variados, unos muy logrados, otros no tanto, pero como dije al principio, es el hecho lo que vale la pena, no tanto el resultado. Me gustó y me resultó desconcertante el aspecto visual (blanco y negro, poca definición) en contraste con la modernidad. El primer corto es una recreación de "La llegada del tren". Igualito, pero con el tren moderno.
Las soluciones de sonido de algunos también estuvieron interesantes, Y bueno la música de toda la película me gustó mucho, no es lo más importante, pero creo que sirvió como los cubos de Knorr Suiza, para resaltar las cualidades de todo lo demás.

Mi favorito fue el de Claude Lelouche, una escena de amor que se filma igualita con el paso del tiempo, las cámaras, la moda, el equipo cambia, pero la escena permanece.
También me gustó el de John Boorman que filma mientras se filma "Michael Collins".
El de David Lynch, muy suyo, y que le guste a quien le guste David Lynch. Debo decir, eso sí, que fue de los más creativos y de los que más jugo le sacó a las limitadas opciones que tenía.

Disfruté mucho con esto y cómo me gustaría ver la camarita en persona, y por qué no, filmar algo.
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