jueves, 25 de diciembre de 2014

Éxodo: Dioses y reyes

Esta es una película que no me interesaba ver por dos razones, el tema, y el poster porque me parece espantoso (aunque hay otro con una enorme ola, que está mucho mejor, pero ese no estaba pegado en el cine). Y la vi por otras dos, la dirección de Ridley Scott, y la presencia de Christian Bale (no es que me encante o que me parezca genial actor, pero siempre veo sus películas). Pnesándolo ahora, tampoco se me antojaba verla por el título.

Como siempre digo en toda película basada en novelas o cómics o lo que sea, no es sano hacer comparaciones. En este caso definitivamente NO hay que pensar en la Biblia para ver si es o no es acertada. Según mis expertos bíblicos, no lo es. A mi, afortunadamente no me afectó ese detalle. Además, la vida de Moisés y el Éxodo, en el contexto histórico, es bastante polémica. 

Esta, digamos, es la versión del director. Que en plan de historia está irregular, no hay mucha profundidad en los personajes, el ritmo es disparejo, y hay partes que las pasa muy rápido como para que nadie se queje, pero sin darles mayor importancia. 
No se, pero como que para ser el elegido, Moisés tendría que haber demostrado un mayor interés en la desigualdad y en el maltrato a los esclavos, un mayor conflicto interno entre su origen y su crianza. Digo, supongo que Dios no elige así nomás, al azar.

Christian Bale es Moisés, Joel Edgerton es Ramsés. Como dice el slogan del poster, antes hermanos, ahora enemigos; y sí, hay diferencias irreconciliables, peleas, separación , pero batalla actoral, esa sí que no. Los dos están ahi, maso, cumpliendo, pero nada más. Como que les faltó personalidad, Moisés no me parece suficientemente carismático como para liderear a toda esa gente, y Ramsés no logra ser un faraón fuerte, brutal. El que se sí que imponía era Dios, ese niñillo vaya que tenía problemas de control de la ira. 
El resto del reparto está desperdiciado. Aaron Paul de Joshua, no tiene gran influencia. Ben Kingsley no podía faltar en su papel universal de Ben Kingsley. También sale muy brevemente Sigourney Weaver como la mamá de Ramsés, pero en un papel totalmente inútil. Y casi se lleva la peli el egipcio ese que regía en Pitón, pero sólo por sobre actuado.

Las películas bíblicas no me interesan, algunas las he visto porque no hay nada más que ver. Esta es épica, larga, como muy apegada al resto de películas bíblicas. Hay algunas escenas, como esa en la que después de que el pueblo intenta robarse el grano y se ve a Ramsés en primer plano y luego se va la luz, que son muy cinematográficas, pero en esta onda súper épica/clásica antigüita, con una iluminación muy dramática y una música a tono.

Y es esto, la hechura, es lo verdaderamente rescatable de la película, porque no hay la menor duda de que Ridley Scott sabe hacer películas, sabe componer escenas impresionantes, poderosas y muy interesantes. 
Superando la frustración de que el Mar Rojo no se parte en dos, el regreso del mar es increíble, desde la enorme ola, hasta que se serena y quedan flotando cientos de cuerpos. Las escenas de acción, están muy bien, y se nota la calidad y el detalle en la producción y en la fotografía.

En algún lado leí que esta era Gladiador con Dios, pero no, se queda lejos de Gladiador, en muchos aspectos.

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