Hace mucho reseñé una película noruega llamada Trollhunter que fue toda una sorpresa.
Acabo de ver la nueva película de André Øvredal, The Autopsy of Jane Doe. Su prestigio en aumento, le ha permitido tener una producción británica, con un elenco mucho más conocido. Brian Cox y Emile Hirsch, son los protagonistas.
La película, como lo indica el título, trata sobre la autopsia de una mujer desconocida que aparece enterrada en la casa de una familia que ha sido brutalmente asesinada. El cuerpo está en perfecto estado, no presenta descomposición, ni heridas, está limpia, a pesar de haber estado enterrada; no tiene ni una marca.
Es un pueblo pequeño, de algún lugar del este de los Estados Unidos; el sheriff está inquieto, algo no le checa, así que apremia a los Tilden (Padre e hijo encargados de los análisis forenses) a que determinen la causa de la muerte lo más pronto posible.
Estos, empiezan, paso a paso a analizar el cuerpo, y van encontrando cosas muy extrañas en su interior. Como que le cortaron la lengua, le quemaron los pulmones, los ojos están opacos, los huesos de manos y piernas destrozados. parece que ha sido torturada, quemada, envenenada y sin embargo, por fuera está perfecta.
Con un muy buen ritmo, un buen manejo del suspenso, de la violencia y del susto, el director nos va guiando en la investigación y el misterio de ese cuerpo anónimo. Está narrada de una manera inteligente, no hay abusos del susto por aparición sorpresiva, los sobrenatural tiene una buena justificación y una buena ambientación.
Como buena película de terror que se de a respetar, empieza una tormenta, hay fallas eléctricas, un radio con transmisiones retro/scary, apariciones inexplicables, y la total certeza de que nadie va a salir vivo de ahí.
No hay comentarios:
Publicar un comentario