sábado, 29 de diciembre de 2018

The Ballad of Buster Scruggs

Cualquier película de los Cohen me emociona, no importa si es más comedia o menos. Es una cuestión de estilo y lenguaje. Con los años esas dos cosas se han afinado y realmente, ahora que lo pienso, no recuerdo alguna que me haya decepcionado, tal vez gustado un poco menos, pero no decepcionado. Me parece que en estos tiempos son de los directores más constantes que hay.

Esta de The Ballad of Buster Scruggs me encantó. Cuenta historias del Viejo Oeste de un libro de 1800. Cada capítulo empieza con una ilustración del libro, un adelanto de lo que va a ocurrir en la historia. Y muchas de las escenas, en especial en los inicios de las historias o cuando hay paisajes, parecen pinturas o ilustraciones de libro. La fotografía aquí, está increíble.

La primera historia se intitula como la película. Tim Blake Nelson es Buster Scruggs. Es un vaquero risueño y cantador, uno de los más buscados, un tirador experto que nos habla directamente. Su episodio es un inicio tronchante y prometedor. 
La siguiente es con James Franco, un ladrón de bancos con mala suerte. Es muy divertida, y el final brillante.
Luego, hay un giro drástico con "Meal ticket", una historia sombría sobre dos hombres que recorren los pueblos con un show. Liam Neeson es el manager y se encarga de preparar el escenario para un pobre joven sin brazos ni piernas que declama poesía y famosos discursos. El show es extraño, hipnotizador, y no para todo público. Las ganancias no son buenas y el mantenimiento del joven es latoso. Liam Neeson decide que tiene que cambiar el show. 
Uff, van tres episodios y han logrado en cada uno que nos clavemos e involucremos con los personajes. Cada final es sorpresivo e inesperado. 

Luego sigue uno con Tom Waits como un buscador de oro. Su personaje es increíble y es difícil no desear que tenga éxito, sin embargo la historia anterior tan triste y oscura nos hace pensar que las cosas no saldrán bien.

"The Gal Who Got Rattled", es la más triste de todas, esta sí. Se queda uno con un "buh, qué mal". Zoey Kazan es la gal. Viaja en caravana con su hermano. Este muere y ella se queda un poco en la nada. Se supone que allá a donde van la espera un pretendiente, pero todo es vago tirando a inexistente. Cosas del hermano. Además el chico que maneja su carro le dice que el hermano le prometió una paga altísima y ella no encuentra ningún dinero. Afortunadamente los tipos que cuidan la caravana le echan una mano y todo parece arreglarse... 
Creo que esta es mi segunda favorita.

La última es muy peculiar, habla de la muerte, y de que cuando nos toca nos toca. Es un viaje en diligencia y un par de caza recompensas aterran divertidamente a sus compañeros. Arriba, junto al equipaje, viaja su último trabajo. 

Los Coen han hecho su versión de un western, un western a la antigüita, con muchos muertos, con indios malos y vaqueros buenos (tómenlo con humor pliiiiis), tomando un poco de todos los clichés de película del Oeste. 
Además de una fotografía estupenda, la música y las actuaciones son de resaltar, hasta James Franco me gustó, debe ser porque no usa su sonrisita de siempre. 

El guion ganó en el Festival de Venecia y no ganó mejor peli porque la ganó Roma.

Estaba planeada originalmente para la tele, pero se lo pensaron mejor y la hicieron peli. Subiéndose a la ola de la modernidad, se estrenó en cines de manera limitada y en Netflix para todo mundo.

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