viernes, 28 de diciembre de 2018

Spider-Man: Into the Spider-Verse

Spider-Man siempre ha sido mi súper-héroe favorito. Es el primero que leí y el que más me ha divertido.

Esta peli me ha recordado a esa época de leer y releer los cómics. Es una especie de homenaje a los orígenes de este héroe, con onomatopeyas y cuadros de diálogo. 
Sin la distracción de los actores resulta muy familiar y cercano. Y al mismo tiempo es algo novedoso, una reinvención  ingeniosa y divertida. 

A Miles Morales lo muerde una araña radiactiva, el Spider-Man de su realidad muere a manos del Kingpin (¡el Kingpin más masivo y fabuloso de todos!) y el chico pasa por todas las emociones, dudas, pruebas y dolores por los que han pasado todos los Spider-Men de la cultura pop, hasta llegar a la aceptación y convertirse en la mejor versión de Spider-Man que puede ser.

El NY de Miles sufre una ruptura del Espacio-Tiempo gracias a un colisionador construido por el Kingpin y varios Spider-Man de universos alternos aparecen en la realidad de Miles. Su supervivencia está en peligro y deciden trabajar como equipo para que cada uno pueda regresar a su mundo. Con diferentes estilos visuales, aparece un Spider-Noir (literal en blanco y negro) que en su realidad es un detective privado en los años 30, una Gwen Stacy convertida en Spider-Woman que es súper bad-ass, una al estilo anime, Penny Parker que pelea junto con su amigo robot, y el mejor de todos, el tronchante Peter Porker. También aparece Peter B. Parker, el de nuestra realidad, es un héroe de mediana edad, en crisis, venido a menos y divorciado de MJ (¡Esto es súper doloroso!) que se convierte en el mentor de Miles.

Hay un montón de acción y nostalgia, aparece la Tía May, y un poquito MJ, un gigantesco y monstruoso Duende Verde, otro enorme Rhino y en un súper acierto un Dr. Octopus que es la Doctora Olivia Octavius y que está genial. También hay un montón de humor y chistes de todo tipo, internos para los conocedores, gags de pastelazo para todos, ingeniosos y cagados, como el Spider-Noir súper intrigado con el cubo de Rubik, o cuando Miles se roba la compu con todo y monitor (me tronché). Hasta los créditos finales están divertidos y enganchan.


Con unos dibujos y un estilo visual increíbles. La escena de acción final cuando los universos chocan y se encuentran es una explosión de color y formas totalmente psicodélica. Los detalles en el dibujo, el sombreado de los rostros, el extraño efecto de 3D en los fondos, son espectaculares e irresistibles. 

Los creadores no cuentan una historia de origen más, los personajes, los diversos Spider-Man NOS narran rápidamente su vida, rápidamente porque ya saben que nos la sabemos y ellos saben que son personajes de cómics y de películas y se burlan de los osos y se enorgullecen de sus aciertos. Hay chistes dentro de los chistes, juegos y comentarios que se escaparán al que no haya visto todas las versiones de cine. Y aunque  no pasa nada si uno no conoce al héroe de antes, a los que nos ha gustado desde que éramos chiquitos y que crecimos con él, esta peli es una joya, de fans para fans en el mejor sentido de la palabra. Y no importa con que formato hayas crecido, cómics, caris o pelis, sino que hayas crecido con él.

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