lunes, 31 de diciembre de 2018

Bad times at the El Royale

Por el tráiler, esperaba algo tarantinesco, humor, acción y mucha bala. Pero no. ¡2 horas y media! ¡2 horas y media de nada!
Tarda casi una hora en presentar a los personajes y mostrarnos algo medianamente intrigante, para luego ignorar lo que podía haber sido más interesante. 
Estamos a finales de los 60. Cuatro personajes con cara de que tienen mucho que ocultar llegan a El Royale, un hotel que está en la frontera entre Nevada y California, justo a la mitad. Tiempo atrás había sido un hotel en donde políticos y famosos se quedaban para cosas poco propias. El hotel entonces perdió sus permisos de apuesta y la gente dejó de ir. Ahora está vacío. Vacío, pero en buen estado, lo cual no checa, pues está mantenido únicamente por un empleado. 
La parte que podía haber sido interesante es que uno de los personajes es un agente del FBI que está investigando algo ahí. No queda claro el tipo de investigación que hace. Se le ve buscando y desconectando decenas de micrófonos de espionaje en su suite, luego descubre que los administradores del hotel vigilan a sus clientes y los filman cuando consideran sus acciones  chantajeables. Y en eso estamos cuando lo matan y la historia se desbarranca. 

Eso de que todos tienen algo que ocultar ni es tan interesante. El padre busca un tesoro escondido, la cantante no oculta nada, la hermana mayor quiere proteger a la menor, que está bien zafada y manipulada por su guey, Chris Hemsworth, un violento líder de una pseudo secta que más bien se comporta como líder de una pandilla de criminales y yo pienso en que mejor hubiera sido así. Es menos complicado y se justifican las armas y el exceso de fuerza. De la otra manera sólo nos hacen perder el tiempo con una espantosa e inútil narración sobre las hermanas  y su huida. 

En fin, es increíblemente aburrida y desperdiciada porque el hotel vale para pura nada y al final se incendia. Además, es de esperar que la cantante se salve, osea. ¡2 horas y media! 

Así como en otros casos se siente cuando los involucrados se divirtieron o le echaron ganas. Aquí no. ¿Qué estarían pensando Jon Hamm y Jeff Bridges cuando aceptaron? ¿No creo que Chris Hemsworth necesite la lana? ¿Y Dakota Johnson? Esa necesita un mejor agente.

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