Despúes de diez años de "Garden State", Zach Braff presenta su segunda película "Wish I was Here". Braff se mantiene fiel a su manera de contar historias, historias sobre conflictos cotidianos, de gente común y corriente; gente que busca avanzar con su vida, sin tener la más mínima idea de por dónde empezar. Más o menos como la vida real, solo que mejor porque encuentran el camino en hora y media y acaban casi felices, o por lo menos satisfechos.
Aidan Bloom (Braff) está en la treintena, tiene dos hijos, trata de cumplir su sueño como actor y es su mujer la que mantiene la casa. Está atorado, no sabe cómo avanzar, mantiene su idea fija de actuar, sin querer darse cuenta de que su mujer Sarah (Kate Hudson), no está tan satisfecha con su trabajo. La vida se complica más cuando tienen que sacar a los hijos de la escuela privada que financiaba el abuelo, un judío muy desaprobador de la vida de sus dos hijos. Y aún más cuando el abuelo (Mandy Patinkin), les informa que tiene cáncer y pronto va a morir. Aidan entonces se ve obligado a tomar ciertas decisiones en beneficio de la familia, decisiones que no toma muy decidido. Decide hacer "homeschooling" con sus hijos, mudar a su padre a su casa y convencer a su hermano Noah de que lo vaya a ver. En el camino se reconecta con Sarah y se acerca más a sus hijos.
Tal vez la historia no es de lo más original, pero es sincera, emotiva y chistosa. Los personajes son honestos entre ellos, se ayudan a enfrentar sus miedos, sin caer en la cursilidad. Una escena bonita es cuando Aidan y sus hijos están en el desierto y el les cuenta que está atorado en su vida y Grace, la hija, le hace notar que está consciente.
Pero hay varias escenas memorables, las que tienen el chiste de los gatitos tiernos de you tube, y las menos chistosas y más emotivas como la que ocurre entre el abuelo y Sarah, cuando ella le dice que tiene que hablar con sus hijos y decirles lo mucho que los quiere.
Está bien pensada, con buenas actuaciones y diálogos ingeniosos. Unas de mis frases favoritas:
Pero hay varias escenas memorables, las que tienen el chiste de los gatitos tiernos de you tube, y las menos chistosas y más emotivas como la que ocurre entre el abuelo y Sarah, cuando ella le dice que tiene que hablar con sus hijos y decirles lo mucho que los quiere.
Está bien pensada, con buenas actuaciones y diálogos ingeniosos. Unas de mis frases favoritas:
Aidan: "But what about my dream? Doesn’t God believe in my “pursuit of happiness?”
RABBI: No! That’s the Declaration of Independence.
It's funny, you spend your whole life hoping it'll all mean something, and ultimately it really comes down to one question in a neatly folded pamphlet. How should we deal with your bones?
Wish I was here es un título que da para mucho pensar ¿cuántas veces se nos han escapado cosas pequeñas y valiosas de nuestra vida chiquita, la cotidiana? ¿Cuántas veces hemos tenido que bajarle dos rayitas al acelere para pensar las cosas, para enfrentar problemas y tomar las decisiones correctas?
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