Me encuentro ante uno de esos casos en los que parece que los críticos y yo no vimos la misma película.
Quesque la más intimista, la más contemporánea (ni idea a que se refieren con eso), la más feroz, audaz y profunda de todas su películas...cri cri cri
Yo que soy muy paciente, hasta como la hora dos, llegué a la conclusión de que no me importaban ninguno de los ocho, ni el misterio, ni la calidad fotográfica de la Ultra Panavision 70, ni los diálogos, ni na' de na'. Y para colmo soy bien portada y no me salí. Pero debería de haberme salido.
Qué decepción.
El inicio prometía, los primeros cuarenta minutos prometían. El viaje de los primeros personajes en la diligencia está bien, la trama empieza a desarrollarse, la curiosidad crece. Samuel L. Jackson, Kurt Russell y Jennifer Jason Leigh entran en un juego de manipulaciones, engaños e intrigas y no es fácil apostar por uno o por otro como ganador. ¿Qué hizo la aterradora Daisy Domergue (Leigh)? ¿Será que Major Marquis (Jackson) quiere la recompensa que le corresponde a John Ruth (Russell)? Y el nuevo Sheriff ¿de qué va?
Ruth lleva a Domergue al pueblo para que sea ahorcada, pero el mal clima los obliga a refugiarse en una "Haberdashery" (me encantó la palabra y la tenía que poner, si la buscan en el diccionario es mercería, pero aquí es más bien tienda de todo en medio de la nada).
Cuando entran y se instalan, los juegos de intriga y manipulación se elevan un par de rayitas. No encontramos al "Hangman" que ahorcará a Domergue; es Tim Roth, pero por alguna razón incomprensible, es Tim Roth personificando a Christoph Waltz. También sale Demián Bichir como el mexicano Bob que se supone trabaja en la tienda; Bruce Dern, como el General Smithers que está buscando a su hijo; y Michael Madsen como un misterioso personaje que bien puede ser un forajido o un honesto vaquero que va a visitar a su mamá.
Después un par de espectaculares tomas de montañas y paisajes nevados, nos quedamos todos (personajes y espectadores) atrapados en el interior de la cabaña durante las siguientes dos horas (bueno, un poco menos porque hay una especie de flash back que nos regala otro par de tomas de paisaje).
¿Qué ocurre aquí? Pues diálogos non-stop, no muy entretenidos, sí que tarantinescos, largos, y antipáticos que se supone que nos van contando qué hace cada personaje ahí. Me recordó un poco a una novela de Agatha Christie (no una específica, sino al estilo). Major Marquis, el listillo al que no se le va una, va desemascarando a cada uno de los Odiosos (que suena horrible, son más bien Detestables). Luego sí que se le va, y por eso le disparan en donde le disparan, pero para ese momento ya deseábamos la muerte de todos y el FIN en la pantalla.
Básicamente diría que es un desperdicio de todo, del western, de las historias de cada personaje, de actores, no diré que de musica porque esa ya se ganó su Oscar. No son tan detestables, y la que más, no está aprovechada, sólo está sobreactuada, sobremaquillada y sobremaltratada (me encantan los chisguetes de sangre y los golpes de onomatopeya, pero en este caso el maltrato a ese personaje me superó, me pareció gratuito, injustificado, porque cuando nos enteramos de quién es, resulta que no es para tanto). Hay mucho y nada, una cosa es la historia de Marquis (tampoco me pareció la historia con el hijo del General) como soldado negro en la Guerra Civil, el General como el enemigo en alguna de las batallas; y otra la de Domergue (que por alguna razón, cada quien pronunciaba ese nombre de manera distinta), su pandilla y la horca. Dos historias muy largas que no se relacionan entre sí realmente, y que funcionan bien la una sin la otra.
Y luego la onda de la Ultra Panavision 70. Entiendo, desde el punto de vista técnico, la fascinación por utilizarla, los retos a los que se enfrentó el cinematógrafo, los interesantes efectos y accidentes, entiendo el experimento, pero no a costa de la película, no a costa de una buena narración, de una historia enganchadora.
Encontré un artículo sobre el uso de la Ultra Panavision 70:How Quentin Tarantino Resurrected Ultra Panavision 70 for 'The Hateful Eight'
En fin, me quedo con mal sabor de boca, doble mal sabor de boca porque la de Django tampoco me encantó. ¿Dónde quedó el buen ritmo, dónde quedó el humor y la desatadura?
Básicamente diría que es un desperdicio de todo, del western, de las historias de cada personaje, de actores, no diré que de musica porque esa ya se ganó su Oscar. No son tan detestables, y la que más, no está aprovechada, sólo está sobreactuada, sobremaquillada y sobremaltratada (me encantan los chisguetes de sangre y los golpes de onomatopeya, pero en este caso el maltrato a ese personaje me superó, me pareció gratuito, injustificado, porque cuando nos enteramos de quién es, resulta que no es para tanto). Hay mucho y nada, una cosa es la historia de Marquis (tampoco me pareció la historia con el hijo del General) como soldado negro en la Guerra Civil, el General como el enemigo en alguna de las batallas; y otra la de Domergue (que por alguna razón, cada quien pronunciaba ese nombre de manera distinta), su pandilla y la horca. Dos historias muy largas que no se relacionan entre sí realmente, y que funcionan bien la una sin la otra.
Y luego la onda de la Ultra Panavision 70. Entiendo, desde el punto de vista técnico, la fascinación por utilizarla, los retos a los que se enfrentó el cinematógrafo, los interesantes efectos y accidentes, entiendo el experimento, pero no a costa de la película, no a costa de una buena narración, de una historia enganchadora.
Encontré un artículo sobre el uso de la Ultra Panavision 70:How Quentin Tarantino Resurrected Ultra Panavision 70 for 'The Hateful Eight'
En fin, me quedo con mal sabor de boca, doble mal sabor de boca porque la de Django tampoco me encantó. ¿Dónde quedó el buen ritmo, dónde quedó el humor y la desatadura?
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