No sé cómo llegué a esta película, pero qué gusto habérmela encontrado.
Krugovi (Srdan Golubovic, 2013), que aparentemente significa círculos, (se llama Circles en el título internacional, no le diré círculos porque luego en español hacen cada cosa; y por cierto, en húngaro el título suena bonito: Templom a dombon, vaya uno a saber si eso significa círculos o si en Hungría también pongan títulos como aquí), es una película serbia sobre cómo el acto desinteresado y bienintencionado de una persona afecta por el resto de sus días a un grupo de personas involucradas.
Este acto ocurre en 1993 durante la Guerra de Bosnia, en la ciudad de Trebinje, cuando el soldado Marko, nuestro héroe, muere a golpes al detener la paliza que le dan unos colegas suyos a Haris, un musulmán del barrio. Doce años después, en 2005, tres historias relacionadas con ese momento se intercalan.
Haris vive ahora en Alemania, tiene una familia. Nada, la antigua prometida de Marko, que después de haber sufrido su pérdida no da pie con bola y ha tomado una mala decisión tras otra, contacta a Haris y le pide ayuda para esconderse de su marido abusivo. Haris está decidido a pagar su deuda con Marko y hace todo lo posible para proteger a Nada y a su hijo.
En Belgrado, el amigo de Marko que atestiguó la golpiza, atiende en el hospital al principal responsable de la muerte de Marko y se debate entre salvarle la vida o no, pues el tipo no muestra ningún tipo de arrepentimiento.
Ranko, el papá de Marko, sigue en Trebinje, o por ahí, y se dedica a reconstruir una iglesia en la cima de una colina. Un día llega un muchacho, Bogdan, a pedirle trabajo. Ranko lo reconoce como el hijo de uno de los asesinos de su hijo. No le es fácil tratarlo ni darle la chamba, pero finalmente se permite conocer al chico sin culparlo de los actos de su padre.
No es una historia con final feliz, ni triste, no es nada sentimental o dramática a lo ojo remi, es una historia en donde los personajes perdonan y se perdonan, se "desenojan", y pueden finalmente, cerrar esa etapa de su vida para poder continuar.
Esta película, muy bien contada y actuada, que difícilmente llegará a las salas de cine, ha recibido algunos premios y seguramente recibirá más. Digo esto, no para que la vean con mayor razón, sino porque me encontré las razones por las que recibió algunos de esos premios y me gustaron.
En el Festival de Berlin se ganó el Prize of the Ecumenical Jury:
For its compelling presentation of the human capacity to overcome
seemingly invincible prejudices, and to achieve healing through
reconciliation.
Y en Sundance el premio del jurado:
A film that deals with anger, guilt, and redemption in the time of
conflict. It makes us realize the absurdity and pointlessness of war and
its permutations.
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