lunes, 30 de septiembre de 2013

Trama Macabra

Se dice que la única comedia comedia de Hitchcock es la de Trouble with Harry, pero yo reí y me divertí tremendamente con Trama Macabra (Family Plot, 1976) y no creo que haya sido por humor involuntario. Al parecer no tuvo mucho éxito de taquilla, tal vez porque esperaban algo menos humorístico, o algo más hitchcockiano tipo Psycho, no lo sé. Tal vez yo me divertí más porque esperaba menos.

Una señora rica ha encargado a una falsa vidente que le ayude a encontrar a su sobrino perdido a cambio de una buena recompensa. La vidente y su novio/cómplice empiezan a buscar pistas sobre el sobrino. Por otra lado están un joyero y su mujer que se dedican a secuestrar ricachones a cambio de diamantes específicos. 
Rápidamente nos damos cuenta de que el joyero es el sobrino. Y entonces, las dos historias empiezan a acercarse y los personajes a perseguirse sin saber bien a bien quién es quién y por qué persiguen o son perseguidos. Pero nosotros los espectadores sí que lo sabemos y esperamos con curiosidad la confrontación final.

Las escenas y diálogos entre la vidente y su novio son muy divertidas y me parece que sus actuaciones se llevan la película. 

Creo que después de más de cincuenta años de hacer películas y más de cincuenta películas hechas, Trama Macabra no es un mal cierre.
Como quiera, no fue empeorando como le está pasando a Woody Allen, por ejemplo.

jueves, 26 de septiembre de 2013

Movie 43

Un par de amigos deciden vengarse del hermano menor que no deja de trolearlos y tomarles el pelo constantemente (básicamente porque son un par de tontos). El hermano es un súper hacker y se las sabe de todas todas en los relacionado al ciberespacio. Los amigos se inventan una historia sobre una película “Movie 43” (2013) imposible de encontrar. La curiosidad y el reto pican al insoportable hermano que no duda ni tantito en ponerse a buscar esa misteriosa película. 

La broma de los amigos consiste en que mientras el hermano se concentra en su búsqueda en la compu del hermano mayor, éste va a envirulear la compu del hermanito con montonales de descargas de videos porno. 
Al final resulta que la película inventada sí que existe y es buscada por las más extrañas y letales organizaciones. Unos la quieren para protegerla y otros para verla, hay rusos y creo que yakuzas involucrados. Los chavos la encuentran, la ven y se desata el fin del mundo…

Efectivamente, suena absolutamente imbécil. Y nada de esto tiene valor alguno, ni en historia ni en actuación ni en nada. Seguramente se estarán preguntando cómo es que perdí mi tiempo en verla y cómo es que admito sin vergüenza haberla visto.

El encanto de la película está en la búsqueda de la misma. El chico va de un video raro a otro, y esos cortometrajes (más de diez), dirigidos por distintos directores, son lo que realmente importa. Es una película para espectadores tolerantes y requiere apertura de mente y un sentido del humor que acepte lo guarro, lo incorrecto y el mal gusto. 

Algo sorprendente es la cantidad de actores que salen aquí, y no de los pinchones, eh. Hugh Jackman, Kate Winslet, Naomi Watts, Liev Schreiber, Uma Thurman, Richard Gere, Gerard Butler, Emma Stone y muchos más.

Son historias absurdas, escatológicas y muy desatadas. Algunas son obvias, como la última con Josh Duhamel, otras están apenas exageradas y ya con eso se desatan, como la de los adolescentes, con Chloë Grace-Moretz y McLovin (Christopher Mintz-Plasse). En varias falla un poco en final, como en la de Halle Berry y Steven Merchant, pues aunque suene raro, se pasan un poco. La primera historia es una de las mejores y mucho tiene que ver con las actuaciones, pues está a cargo de Hugh Jackman y Kate Winslet. La de Batman y Robin, con Justin Long, Jason Sudeikis, Kristen Bell, está chistosa. La de Anna Faris y su marido, mmh… híjole, está asquerosa. La de los leprechauns con Johnny Knoxville, no está mal. 

No es una buena película, lo aclaro, pero es entretenida, se nota que todos se la pasaron muy bien haciéndola, y lo mantiene a uno pegado a la pantalla…básicamente con una enorme cara de WTF, pero en buen plan para un domingo en el que uno se siente un poco flojo y acéfalo.

martes, 24 de septiembre de 2013

Mi Vecino Totoro

Ver Mi Vecino Totoro (Hayao Miyazaki, 1988) en el cine, fue de entrada una gran experiencia, no porque se haya visto más espectacular o porque la animación haya resaltado más, sino por la extraña oportunidad y por el público que asistió. El ambiente fue acogedor, festivo, con un toque de misterio porque nos sabíamos parte de un grupo especial de entusiastas admiradores. Éramos niños, otakus, no tan otakus, estudiantes de japonés, seguidores del estudio Ghibli o ávidos devoradores de todo tipo de anime. Llenos de expectación, a pesar de haber visto la película varias veces, en cuanto se apagan las luces, nos preparamos para revivir una de las mejores historias del mundo de Hayao Miyazaki.

Mi Vecino Totoro es la historia de unas hermanas, Mei y Satsuki que se mudan con su papá a una casa rural cercana al hospital en donde está su mamá. Entre la limpieza y la exploración de la casa, la vida cotidiana, la escuela y demás, las niñas entran en contacto con los espíritus del bosque que está al lado de la casa. Uno de ellos se llama Totoro es un bicho enorme y pachón que duerme en el corazón del bosque, que más que bosque es un árbol gigantesco. Totoro y sus secuaces, unos totoritos de otros colores, hacen migas con las niñas y las invitan a su mundo, las llevan a la copa del árbol, les presentan al fantástico neko no busu-el gato camión, las cuidan y juegan con ellas.

Dentro de todas las películas de Miyazaki, que me gustan mucho, ésta es mi favorita porque es la más tierna. Me gusta muchísimo el retrato de la vida cotidiana, las imágenes del campo con los campesinos en los arrozales, las escenas familiares en el o-furo (el baño japonés), las comidas, los juegos de las hermanas. Me impresiona lo bien que están retratadas las niñas (si fueran actrices le daría un Oscar a la chiquita Mei), los movimientos, sus personalidades, sus conductas. Y luego están la magia, las leyendas del bosque, los carboncitos que se esconden en la casa, el gato-camión con faroles de rata y su interior de peluche; los gestos de humor, la música, el Totoro (¡quiero un Totoro de peluche! Uh, o una alfombra/puff). 

Recuerdo todo esto y empiezo a suspirar como lo hicieron la mayoría de las niñas que estaban en el cine; yo no porque eran tantos los ¡aw! los ¡ay! los ¡wow! y etc, que me empezó a dar risa.

Existe un pequeño cortito sobre una aventura de Mei y un gatitoautobus/konekobusu que se exhibe en el museo Ghibli y los puedes ver chafamente en el reyanime.com. Se ve mal, pero vale la pena porque es fantástico.

viernes, 20 de septiembre de 2013

Heli

Esperando nuevamente ese no sé qué que le hace a uno repeler de antemano a toda película mexicana, pero con una cierta curiosidad por el nombre del director (literalmente el nombre, no el renombre), por la manera tranquila de su hablar en una entrevista que dio, y bueno sí, porque ganó la Palma al mejor director en el Cannes de este año, fui a ver Heli.
 
Con tomas largas, paisajes solitarios y poco atractivos, y un ritmo no apto para los acostumbrados a las películas de acción, Heli (Amat Escalante, 2013), cuenta la historia de una familia que sin querer se ve envuelta en una espantosa y violenta situación. Heli es un chico que vive en algún pueblo perdido de Guanajuato con su familia, su papá, su hermana, su mujer y su bebé. Es obrero en la fábrica de la zona, la hermana estudia y tiene un noviecillo que se prepara para policía o PGJ o algo así. En un intento de ganar dinero fácil, echando a andar toda su estupidez e ingenuidad, el noviecillo se mete con la gente equivocada y en el camino arrastra a Heli y a su familia. 

Pero la película no gira alrededor de eso, es más sobre una familia que se convierte, sin proponérselo, sin tener tiempo para darse cuenta, es más, sin cagarla tremendamente, en víctima de esta onda violenta de nuestros tiempos narcos. Una familia destruida, pisoteada como bicho, por movidas e intereses que no se detienen ante nadie. No hay héroes o venganzas, hay impunidad, desconfianza, miedo y enojo. Las películas americanas nos han malacostumbrado a historias más heroicas y felices, pero esta es más cercana a la realidad. Al final lo único que queda es seguir adelante, seguir viviendo, como se estaba viviendo, sin más, sin iluminaciones, grandes discursos o sabiduría. 

Los “malos”, narcos, polis corruptos, lo que sean, son súper malos, pero quedan en segundo plano, así como una presencia permanente y no como protagonistas de algún tipo. La violencia es muy fuerte y no se suaviza ni se ridiculiza ni se glorifica, es como es. La representación de la vida cotidiana es de corte realista, no sé, igual y hasta los actores no lo son. 

De las películas con tema de este tipo, creo que esta y Miss Bala son de las que más me han gustado.

Me dio gusto haberla visto y espero con interés los siguientes proyectos del director (no he visto la anterior Los Bastardos, pero la veré).
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