Mansome, según el Urban Dictionary es “an adjective that describes a man who is
both manly and handsome”. En
este documental Spurlock trata de explicar qué significa ser Mansome, qué
significa ser hombre en estos tiempos modernos, desde el punto de vista del “grooming”
(no sé cómo traducir esto :s). Qué transmite un hombre con bigote, uno con
barba, uno completamente rasurado. Habla sobre la importancia en la identidad
del hombre, de la presencia o ausencia de vello facial. Pregunta a expertos,
antropólogos, sociólogos, especialistas en imagen, ¡hasta un experto en barbas!,
a hombres peludos, a pelones, a metrosexuales, y obvio a las mujeres. Y es que
una de las discusiones es sobre por qué hacerlo, para gustar y atraer o para
uno mismo, para sentirse mejor. Ahora los hombres no son mal vistos por usar
productos para su piel, por hacerse manicures y faciales, se cortan el pelo en salones de
belleza, y de repente hasta se les pide que mejoren su cuidado personal; ¿qué tipo de hombres son estos? ¿Para qué
dedican tanto tiempo a su aspecto? ¿Es más seguro de sí mismo el que se depila
para enseñar el lavadero o el que asume su peludez?
La película es guiada de alguna
manera por Will Arnett y Jason Bateman, que van a un spa a hacerse masajes, a
ponerse mascarillas, mientras platican “casualmente” sobre el significado de
ser hombre, que si es asumir responsabilidades, que si es estar seguro de sí
mismos y que no pasa nada en compartir una tina con un amigo.
Entre una y otra
actividad el documental va tratando diferentes temas: el bigote, la barba, los productos
para cuidarse, el exceso o la falta de vello y pelo. En el camino Spurlock se
encuentra con una amplia variedad de hombres, a algunos los entenderemos a
otros no. Está el tipo con la barba gigante que se considera un “Beardsman” o
sea un profesional de la barba. Participa en concursos y hasta va a Europa a
un “campeonato de barbas”. Ese es mi capítulo favorito. No porque entienda la
dedicación del tipo, sino porque en Europa salen un montón de viejitos con unas
barbas realmente fantásticas. Sin embargo, sospecho que ellos no se dedican a
su barba como lo hace el gringo, como que ellos se divierten con la idea,
cuando el otro se lo toma en serio, digamos. No sé cómo explicarlo, pero mi
papá tiene un bigote al que no le dedica tiempo, pero es parte de su personalidad
y ese bigote es sin querer, único. Y si se lo quitase me pasaría lo mismo
que al hijito de Morgan Spurlock, ¡definitivamente! Y este tipo, campeón de
barbas se preocupa sólo por eso. Definitivamente no lo hace para atraer a nadie
porque no se ve nada guapo ni interesante como los viejitos de los Alpes. Se me
escapa basar toda tu identidad y tu vida en una barba. O en un look, no importa
cuál.
El último personaje, el tipo que se dice metrosexual y cuida
constantemente su aspecto, dedica horas a verse, se preocupa de estado de su
piel, se hace manicure, se alinea las cejas, se me hace que está a un paso de
tener problemas psicológicos. Que 20 años después de la secundaria siga
traumado por cómo se veía. ¡Quién no se ve extraño en las fotos de la secun!
Es un documental entretenido, creo
que se queda en el plano curioso y chistoso y no profundiza más. La conclusión
es más bien, que hay de todo tipo y para todos los gustos.
Se agradece la entusiasta
participación de Paul Rudd (papito) y Zach Galifianakis, tan divertido.
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