Una pareja decide poner una cámara en su habitación para filmar lo que ocurre mientras duermen, pues la mujer está convencida de que escucha voces y pasos. Los días transcurren y cada mañana la pareja revisa lo ocurrido durante la noche. Pasos que suben por las escaleras, puertas que se abren y se cierran, luces que se encienden, susurros, cosas que se caen. Conforme pasan los días la situación se vuelve más complicada y la pareja se cada vez más afectada hasta que pasa lo que pasa.
Esta es Actividad Paranormal(Oren Peli, 2007), una película de bajo presupuesto, costó alrededor de 15, 000 dólares y ha recaudado más de 100 millones. Se presentó en el Screamfest Horror Film Festival en el 2007 y se estrenó al mundo hasta el 2009. Está muy en la onda de La Bruja de Blair, dos personajes, el interior de una casa y el punto de vista desde la cámara de los personajes que filman día y noche.
Me gustó mucho la película, sobre todo por la manera de controlar la tensión del espectador, que es más o menos la misma tensión que van teniendo los personajes. Cada noche todo se pone en silencio y la atención se centra en el reloj de la cámara 12, 1, 2, 3:15 am. El reloj avanza rápido cuando no pasa nada, pero cuando se detiene…¡zas! ¡algo va a pasar! Al principio sólo son unos cuantos ruidos y el reloj vuelve a avanzar rápidamente. Fiuuu, nada grave. Mientras no se vuelva a detener. ¡Ay! ¡Que ya amanezca! Bueno, esta vez unos pasos subiendo la escalera, cualquier cosa, y le bajo tantito el volumen y como que no escucho. El reloj se acelera.
Comparto el sentimiento con los personajes, brinco del sillón y ellos de la cama. Estoy segura de que si yo me encontrara en una situación paranormal, con fantasmas, espíritus y demonios ocupando mi casa así me pasaría, así, igualito. Pronto empiezo a creer que los grillos del jardín no son grillos y que la polilla enorme que choca contra el mosquitero de mi ventana me está llamando por mi nombre. Y es que, a diferencia de las películas de terror más comerciales en donde el miedo proviene del sobresalto (del Buuu cuando alguien da la vuelta a la esquina) o de la cantidad de sangre salpicada en las paredes, aquí el miedo y la necesidad taparse los ojos (dejando sólo una rendijita, eso sí) viene del silencio, de lo que no se ve, y de lo que espera nuestra imaginación. "Ahí viene el asesino del hacha, no te duermas porque te sale Freddy, o peor, una japonesa con los pelos lacios caminando por el techo".
La historia es sencilla, y está muy bien llevada. Las soluciones a las que llegan los personajes son lógicas dentro de todo (aunque uno por dentro diga "¡No, estúpido! ¡Vete! ¡Corre!). Los diálogos son bastante naturales. Y los actores, que al parecer improvisaron buena parte de sus parlamentos, son convincentes.
Pronto saldrá la segunda parte. Seguro que con más presupuesto, otro director, y una historia más elaborada. Mmmh, a ver qué tal. Luego estas segundas sólo se hacen para explotar la veta al máximo y no están a la altura. ¿Quién recuerda la segunda parte de la Bruja de Blair?
Esta es Actividad Paranormal(Oren Peli, 2007), una película de bajo presupuesto, costó alrededor de 15, 000 dólares y ha recaudado más de 100 millones. Se presentó en el Screamfest Horror Film Festival en el 2007 y se estrenó al mundo hasta el 2009. Está muy en la onda de La Bruja de Blair, dos personajes, el interior de una casa y el punto de vista desde la cámara de los personajes que filman día y noche.
Me gustó mucho la película, sobre todo por la manera de controlar la tensión del espectador, que es más o menos la misma tensión que van teniendo los personajes. Cada noche todo se pone en silencio y la atención se centra en el reloj de la cámara 12, 1, 2, 3:15 am. El reloj avanza rápido cuando no pasa nada, pero cuando se detiene…¡zas! ¡algo va a pasar! Al principio sólo son unos cuantos ruidos y el reloj vuelve a avanzar rápidamente. Fiuuu, nada grave. Mientras no se vuelva a detener. ¡Ay! ¡Que ya amanezca! Bueno, esta vez unos pasos subiendo la escalera, cualquier cosa, y le bajo tantito el volumen y como que no escucho. El reloj se acelera.
Comparto el sentimiento con los personajes, brinco del sillón y ellos de la cama. Estoy segura de que si yo me encontrara en una situación paranormal, con fantasmas, espíritus y demonios ocupando mi casa así me pasaría, así, igualito. Pronto empiezo a creer que los grillos del jardín no son grillos y que la polilla enorme que choca contra el mosquitero de mi ventana me está llamando por mi nombre. Y es que, a diferencia de las películas de terror más comerciales en donde el miedo proviene del sobresalto (del Buuu cuando alguien da la vuelta a la esquina) o de la cantidad de sangre salpicada en las paredes, aquí el miedo y la necesidad taparse los ojos (dejando sólo una rendijita, eso sí) viene del silencio, de lo que no se ve, y de lo que espera nuestra imaginación. "Ahí viene el asesino del hacha, no te duermas porque te sale Freddy, o peor, una japonesa con los pelos lacios caminando por el techo".
La historia es sencilla, y está muy bien llevada. Las soluciones a las que llegan los personajes son lógicas dentro de todo (aunque uno por dentro diga "¡No, estúpido! ¡Vete! ¡Corre!). Los diálogos son bastante naturales. Y los actores, que al parecer improvisaron buena parte de sus parlamentos, son convincentes.
Pronto saldrá la segunda parte. Seguro que con más presupuesto, otro director, y una historia más elaborada. Mmmh, a ver qué tal. Luego estas segundas sólo se hacen para explotar la veta al máximo y no están a la altura. ¿Quién recuerda la segunda parte de la Bruja de Blair?
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