Los hermanos Pietro y Carlo están en la playa pasando el rato cuando oyen gritos de ayuda. Dos mujeres se están ahogando y la gente las mira desde la playa sin hacer nada. Ellos se lanzan al agua y las salvan. Nadie les agradece y ellos regresan a su casa muy desconcertados, para encontrarse con una escena aún más desconcertante. La esposa de Pietro está en el suelo, muerta. Su pequeña hija lo ve y le pregunta que en dónde andaba. Creo que es esta pregunta lo que provoca la reacción de Pietro ante la pérdida de su mujer.
¿Cómo reacciona la gente ante la pérdida? Hay quien llora y saca todo, hay quien se bloquea, hay quien lo guarda para luego, unos se concentran más en sus trabajos, otros se deprimen terriblemente y se quedan en cama. Hay quien retoma su vida rápidamente y hay quienes necesitan años.
Pietro (Nanni Moretti, que es además uno de los guionistas) se queda solo con su hija. Está medio alucinado, la tiene que peinar, llevar a la escuela, pensar en la comida y la cena, no se sabe los nombres de las maestras ni de las mamás de los amiguitos. Pietro no sabe cómo continuar, siente una fuerte necesidad de proteger a Claudia (la hija), quiere estar seguro de que está bien. La lleva a la escuela y la espera en el parque de enfrente hasta que ella sale. Pasan los días y eso se convierte en una rutina. Trabaja en una banca del parque, habla por telefono tomando un almuerzo en un café cercano, recibe a sus amigos y colegas. Y se convierte en parte del mundo del parque. Cada día juega con el niño con síndrome de Down, observa a la chica que pasea a su perro, platica con las mamás en el cafecin.
Esto es lo que más me gustó de Caos Calmo (Antonello Grimaldi, 2008). Esa placidez en el parque y lo que ve. La vida sencilla, el niño y la alarma del coche, las pláticas con el dueño del café, el que un vecino lo invite a comer a su casa. Pietro sana poco a poco, retoma las riendas de su trabajo, tiene hasta una promoción, pero dejar el parque, dejar esas mañanas no es fácil, tiene que ser Claudia la que le diga que ya está bien, que ya puede ir a su oficina, que los chicos de la escuela se empiezan a burlar. Pietro entiende, de alguna manera se libera y continua con su vida.
La película está bien en general, sin embargo hay aspectos de la historia que sobran un poco, como la escena en la casa de la playa. Es comprensible una escena en ese lugar para superar el trauma, pero la solución de ésta, me pareció fatal. Y que además eso estuviera relacionado con todo lo que estaba pasando en su trabajo, pues aún peor. Y todo lo relacionado al trabajo es como una parte poco desarrollada de la historia. Creo que hasta un poco sobrada.
Sé que ésta no la dirigió Nanni Moretti, pero parece como que sí, muy de su estilo, pero con él un poco más contenido. Y con sus películas siempre siento que algo se queda a medias, nunca me convencen del todo.
Me gustan las películas chiquitas, con historias sencillas, unos cuantos personajes y buenas escenas. Ésta iba por ahí, pero como que creció un poco y ya no cuajó bien.
Me gustan las películas chiquitas, con historias sencillas, unos cuantos personajes y buenas escenas. Ésta iba por ahí, pero como que creció un poco y ya no cuajó bien.