El tiempo es un importante y particular personaje aquí.
Al principio no queda muy claro en que año está ocurriendo la historia. Es un ambiente rural con un montón de campesinos. Y entonces hay una discusión sobre un foco, más tarde se ve un coche viejo y más adelante un celular de los que se abren. Y es que aquí en la Inviolata, una especie de ranchería, vive un grupo de aparceros que trabaja para la Marquesa de Luna, "La Reina de los Cigarros". Trabajan muy duro y siempre tienen deudas. Lazzaro forma parte de esta comunidad, tiene como veinte años, es dócil e inocente. No le dice no a nadie y de alguna manera todos se aprovechan de él. No es que sea el tonto del pueblo, es que es más bien puro, súper honesto.
Resulta que esta comunidad ha vivido engañada y aislada durante muchos años. La Marquesa les ha mentido y los ha mantenido controlados y supongo yo, esclavizados, aprovechando que años atrás el río rompió comunicaciones con la civilización.
El hijo de la marquesa, Tancredi, no está de acuerdo con todo esto, pero tampoco hace gran cosa por resolverlo. Y es esa rebeldía inútil conoce a Lazzaro y surge una amistad entre ellos y este es el detonante que destapa el Gran Engaño de la Marquesa.
Muchos años después vemos a algunos de estos campesinos, ahora en la ciudad, en libertad, viviendo en condiciones lamentables y sin haber tenido idea alguna sobre qué hacer con su futuro. Los viejos odian a la marquesa y los jóvenes, que eran muy chicos como para haber sufrido sus abusos piensan si no será una buena idea regresar a la hacienda y echarla a andar de nuevo.
La directora Alice Rohrwacher crea aquí una especie de fábula y también un comentario social sobre la modernidad, el futuro, lo rural Vs. lo urbano de una manera poética, con algunas imágenes muy pictóricas y bonitas, como por ejemplo, la escena de la música en la iglesia. La cinematografía está muy muy bien.
Y ahí, en medio de todo y de todos, está Lazzaro, que es felíz al ver a los demás felices. Interpretado estupendamente por el novel actor Adriano Tardiolo.
Es una película arriesgada, no fácil, con una primera parte muy bien lograda, luego una sorpresa bienvenida, y una última parte que no me dejó muy convencida porque siento que no cierra bien, pero no tengo una propuesta para un mejor cierre.
Al principio no queda muy claro en que año está ocurriendo la historia. Es un ambiente rural con un montón de campesinos. Y entonces hay una discusión sobre un foco, más tarde se ve un coche viejo y más adelante un celular de los que se abren. Y es que aquí en la Inviolata, una especie de ranchería, vive un grupo de aparceros que trabaja para la Marquesa de Luna, "La Reina de los Cigarros". Trabajan muy duro y siempre tienen deudas. Lazzaro forma parte de esta comunidad, tiene como veinte años, es dócil e inocente. No le dice no a nadie y de alguna manera todos se aprovechan de él. No es que sea el tonto del pueblo, es que es más bien puro, súper honesto.
Resulta que esta comunidad ha vivido engañada y aislada durante muchos años. La Marquesa les ha mentido y los ha mantenido controlados y supongo yo, esclavizados, aprovechando que años atrás el río rompió comunicaciones con la civilización.
El hijo de la marquesa, Tancredi, no está de acuerdo con todo esto, pero tampoco hace gran cosa por resolverlo. Y es esa rebeldía inútil conoce a Lazzaro y surge una amistad entre ellos y este es el detonante que destapa el Gran Engaño de la Marquesa.
Muchos años después vemos a algunos de estos campesinos, ahora en la ciudad, en libertad, viviendo en condiciones lamentables y sin haber tenido idea alguna sobre qué hacer con su futuro. Los viejos odian a la marquesa y los jóvenes, que eran muy chicos como para haber sufrido sus abusos piensan si no será una buena idea regresar a la hacienda y echarla a andar de nuevo.
La directora Alice Rohrwacher crea aquí una especie de fábula y también un comentario social sobre la modernidad, el futuro, lo rural Vs. lo urbano de una manera poética, con algunas imágenes muy pictóricas y bonitas, como por ejemplo, la escena de la música en la iglesia. La cinematografía está muy muy bien.
Y ahí, en medio de todo y de todos, está Lazzaro, que es felíz al ver a los demás felices. Interpretado estupendamente por el novel actor Adriano Tardiolo.
Es una película arriesgada, no fácil, con una primera parte muy bien lograda, luego una sorpresa bienvenida, y una última parte que no me dejó muy convencida porque siento que no cierra bien, pero no tengo una propuesta para un mejor cierre.
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