Un reportero de cultura pop neozelandés llamado David Ferrier, se topó con un curioso concurso en internet que le pareció apropiado como su nuevo proyecto periodístico. El anuncio que vio era sobre una invitación a chicos jóvenes y musculosos a un concurso de resistencia de cosquillas.
Intrigado, se puso en contacto con la empresa gringa que lo organizaba, Jane
O´Brien Media. Las respuesta que obtuvo fue extraña, grosera y desproporcionada, que no querían tener ningún contacto con él que era homosexual, que el concurso no era nada gay y que él era un tal por cual. Ferrier se intrigó más y siguió investigando sobre esta empresa. Decidió hacer un documental. Y la desproporción aumentó cuando recibió el aviso de que iba a ser demandado en EUA y que los abogados de la empresa iban en camino. Le advirtieron que no se metiera con ellos, que dejara el asunto en paz, que los involucrados tenían mucho dinero y poder. ¿Y qué hizo él? Pues seguir investigando, por supuesto.
Y es que, ¿por qué por algo tan inocente como las cosquillas, las cosas se le estaban complicando tanto? Los videos y la mera idea del concurso sí que eran un poco extrañas, pero no indicaban nada más, no anunciaban nada porno, nada ilegal o incorrecto.
Se enteraron de una sesión de "casting" en LA y voló allá junto con su equipo. Trataron de entrevistar a antiguos participantes y ex participantes, y sólo uno aceptó. Cuando cuenta que después de inconformarse por la subida a internet de su video sin su consentimiento, la empresa lo empezó a bullear y a acosar terriblemente, que le hizo una página con su nombre y subió todos sus videos, que mandó mails a sus trabajos para destruir su reputación, esta aventura periodística empieza a tomar un cariz de thriller psicológico, súper creepy.
Ferrier sigue indagando y descubre que esta historia es más antigua de lo que creía y que en los noventas había una tipa haciendo lo mismo y amenazando de la misma manera a los chavos participantes y a sus empleados. Además, en el pasado un par de periodistas, cada uno por su cuenta, habían investigado al respecto. Ferrier ató investigaciones y se dio cuenta de que la tipa noventera y la empresa actual estaban relacionadas.
¿Con qué fin se hacen estos videos? ¿De dónde sale el dinero que financia la paga a los participantes, a los reclutadores, los viajes, los hoteles, el sitio web?
Uno imagina lo peor, trata de blancas, desapariciones misteriosas de jovencitos, páginas secretas de porno exótico, pero no, ni es sobre un inocente concurso de cosquillas, ni es sobre todo lo anterior, es aun más raro. Y tiene que ver con abuso de poder, acoso, impunidad, falsificación de documentos, y dinero, mucho dinero.
En el transcurso de la investigación, Ferrier se enteró de que además de las demandas en EUA, estaba siendo demandado en su país e investigado por detectives privados.
Afortunadamente, hacia el final de la historia, las amenazas desaparecen.
He visto extraños documentales, y extraños documentales sobre cosas relacionadas con internet, con redes sociales y demás, pero esta historia las supera con creces.
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