jueves, 16 de agosto de 2012

Atrapen al gringo

Get the gringo (Adrian Grunberg, 2012), producida, escrita y actuada por Mel Gibson es la historia de Mel Gibson en plan astuto ladrón perseguido por la policía gringa que se escapa "aventando" su coche al muro fronterizo con México. La policía mexicana no duda en quedarse con el caso al ver el apetitoso botín de dos millones de dólares. Al gringo lo meten a la cárcel mientras ellos se empiezan a gastar el dinero en coches y prostis.

La cárcel en cuestión se llama "El Pueblito", y es un lugar alucinante, hiper corrupto, con miscelánea, puestos de tacos, picaderos y vecindades en donde viven los reos con sus familias, entre otras cosas. La cárcel no está controlada por el director Armandito, sino por el reo mayor, Javi (Daniel Giménez Cacho).
El gringo mantiene un perfil bajo mientras observa con cuidado el funcionamiento del lugar, quién controla las drogas, quién las armas, dónde hacerse de dinero, etc. 
Javi tiene a su hermano Caracas (Jesús Ochoa) como brazo derecho y a su primo (Roberto Sosa) como brazo inútil e incómodo.

El gringo no es el único que se dedica a observar el entorno, hay un niño de 10 años que lo observa a él y que pronto se convierte en su amigo. El niño conoce el lugar, vive ahí con su mamá y espera el día en que pueda matar a Javi porque éste mató a su papá. Resulta que Javi tiene un problema en el hígado y necesita un transplante. Tiene un tipo de sangre raro y los únicos compatibles eran el papá del niño y el niño. Tiempo atrás le hicieron el transplante con el hígado del papá, pero por alguna razón no funcionó y ahora espera el momento adecuado para hacerlo con el niño. El niño vive ahí en una extraña posición, pues es privilegiado entre comillas, él y su mamá tienen un lugar propio y por más barbaridades que haga nadie lo puede tocar, pero no puede salir a la calle ni ir a la escuela como los demás niños. Mel lo tranquiliza y juntos trazan un plan para eliminar a Javi, y salir de ahí.

Un tipo del consulado estadounidense que se dedica a tratar casos de americanos encarcelados, se percata de la invisible existencia de ese gringo sin nombre. Sospecha que tiene algo interesante y se pone a investigar. Se entera así de los polis que se quedaron con la lana y de los gringos malos que vienen a recuperarla, trata de chantajear a Mel, no lo logra y no le queda más remedio que complicarle la vida a todos. 
Mientras el del consulado hace eso, los polis corruptos, inquietos, le preguntan a Mel que de quién es la lana y tratan de asustarlo de que si no les dice le irá mal en la cárcel. Mel los ignora y le pregunta a Caracas inocentemente que si ya recibieron su parte de la lana que los polis le quitaron. Esto moviliza al Javi que manda a sus hombres a averiguar de qué se trata eso.
Los polis mexicanos son secuestrados y torturados por los gringos malos, pues no logran convencer al súper jefe que está viéndolo todo por Skype, de que sólo se gastaron 300,000 en coches y putas, y tacos para las putas. Faltan dos millones más y nadie sabe en donde están. Los gringos malos los matan y ellos mueren a manos de los hombres de Javi que llegan justo en ese momento y se llevan el dinero.

El dinero es de Frank. Frank está muy enojado con Javi, con el gringo y con todo mundo. Manda a tres asesinos a la cárcel para que maten al gringo y se arma una balacera. Asesinos contra presos, policías controlados por Javi contra asesinos, policías vendidos a los gringos contra Mel, Mel contra todos. La masacre es de tal magnitud que Armandito pierde el control del lugar; pronto habrá una redada para clausurar la cárcel y sacarlos a todos de ahí. El gringo compra su libertad prometiéndole a Javi resolver el asunto de Frank. Lo dejan salir y le dicen que no vuelva más. El gringo, que como ya sabemos es el más chicho de todos, acaba rápida e inteligentemente con Frank y regresa a la cárcel justo cuando está comenzando la redada.

Javi acelera su operación de transplante para esa misma noche, manda traer al cirujano y pone a sus hombres en barricadas alrededor de la sala de operaciones que mandó construir para este propósito. Pero la mamá del niño reconoce al cirujano y esconde a su hijo. Es torturada y golpeada, pero no dice nada. El niño enojado y decidido sale de su escondite, llega al calabozo en donde están Javi y su mamá y se clava una varilla en el hígado. Apenas lo logran salvar y aunque se necesita más tiempo, Javi no lo tiene y presiona al médico de que esa noche debe realizarse la operación.
El gringo llega cuando le sacan el hígado al niño y le dice a doc que lo meta de nuevo. Amenaza a Caracas con matar a su hermano si no le traen de inmediato a la mamá del niño. Se la traen, hay disparos por aquí y por allá y salen disfrazados de doctores el gringo, la mamá y la leal enfermera, con el niño en la camilla, dejando un caminito de muertos. Se meten en la ambulancia que era para Javi y escapan en medio del operativo federal. 

Días después van por el resto del dinero que está en la cajuela del coche y que nadie se molestó en revisar.
La película cierra en una playa, con los tres protagonistas y la voz en off del gringo terminando de narrar cómo había sido su verano.

En una más de esas situaciones de, no hay nada que ver, acabé viendo esto. No sabía si era una película gringa o mexicana, sólo sabía que tenía una pinta regulis. Pues nada de regulis. Me gustó. Está muy entretenida. Muy desatada. No se si existan cárceles así, pero si no seguro que ésta está sólo un pelin por encima de la realidad. La historia está bien, dentro de ese mismo conexto, los personajes también. Hay mucha acción, muchas balas y mucha sangre. Todos son corruptos por parejo. Tiene unos buenos diálogos. Y las actuaciones de todos están bien. Es raro encontrarse con que tanto los actores mexicanos como los americanos están bien. Me choca cuando la peli gringa necesita mexicanos y usan "latinos" que hablan pésimo español, y viceversa, cuando en las pelis mexicanas no se molestan en contrarar a uno que hable inglés en el original. Eso sí, qué lata de repente entender a Jesús Ochoa y a Giménez Cacho, les faltaron subtítulos o mejorar la diccón.

Mel Gibson, de ser de mis actores favoritos (no por buen actor, sino por simpatías) ha bajado muchos puntos por sus enloquecidas actuaciones violentas y racistas en la vida real, y sus nuevas películas que ya no son muchas, ya no me generan muchas espectativas (bueno The Beaver no genera nada de nada...un poco de pena ajena y decepción, tal vez, y flojera). Lo curioso es que lo mismo que me pasó con esta del gringo me pasó con "Edge of Darkness". Las mismas circunstancias de default y a la mera hora no resultó nada mala. Tal vez está bien no esperar gran cosa, pero confiar en que todavía tiene algo que enseñarnos además de una muy buena voz en off.

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