lunes, 30 de mayo de 2011

Kinatay/ Butchered

Peping es un joven estudiante de la academia de policía de Manila. Tiene 20 años, está recién casado y tiene un bebé de siete meses. Para ganar un dinerillo extra se dedica a recolectar las ganancias de la venta de drogas en un parque. Es un trabajo muy menor y ni siquiera pertenece de manera directa a la pandilla que hace los negocios. Una noche antes de ir a su casa y después de entregar la bolsa del dinero, uno de sus secuaces le dice que se vaya con ellos, que el jefe tiene un trabajito y que van a ganar un buen dinero. Peping duda un poco, pero acepta. Se sube a la van con su compañero. Adentro ya están el jefe, su segundo y otros dos. Nadie habla. El ambiente es tenso. Se detienen en un "table dance" y recojen a una prostituta llamada Madonna, quesque porque el jefe quiere hablar con ella. Ella se sube y no para de hablar, el segundo, que está al lado, se harta y se la madrea. Peping se pone aún más nervioso, la van sigue por la ciudad, pasan los minutos. Para que no la vean esconden a Madonna debajo del asiento. Esto lleva a otra tanda de tundas que la dejan inconsciente. En ese momento Peping y nosotros también, creemos que está muerta. Salen de la ciudad, de Manila, y siguen por la carretera, en un momento los personajes se estresan porque hay retenes y la policía parece seguirlos, pero finalmente detienen a otro coche. Peping empieza a sudar y a dudar. Cuando bajan a hacer pipí piensa en la posibilidad de salir corriendo pero no lo hace. Nosotros estamos igual de inquietos, esto no puede acabar bien para nadie, en especial para Peping. Sin embargo sigo teniendo la esperanza de que él se va a librar, sino ¿para qué nos cuentan esta historia? La van sigue por la carretera y se desvía a un camino más angosto. Esta parte de la película parece en tiempo real, y aunque no, se lleva gran parte de la duración total. Es muy larga, cansada, aburrida y al mismo tiempo muy pero muy inquietante, estresante. Casi me pierde en la atención, pero el qué va a pasar me mantiene sentada. Finalmente entran a un pueblo pinchurriento, es tarde, han viajado mucho rato. Llegan a una casa, meten la van en el garage y llevan a Madonna al sótano. No está muerta. Peping se mantiene al margen de los acontecimientos. El jefe y el sargento se ponen a "trabajar " con Madonna. Suponemos que la están golpeando. Resulta que se ha robado dinero y drogas y ya se hartaron. Peping, su cuate y el chofer son mandados a comprar cervezas y huevos de pato. Estos se venden en la estación de camiones. Aquí no duda y se sube a un camión, pero le hablan por teléfono, se raja y regresa con los demás. Mientras comen lo mandan a cuidar a la prostituta. Platican un poco los dos, Madonna le ruega que le ayude, Peping busca una manera de ayudarla a escapar. Esta escena está muy bien, no es heróica, es intensa, muy dramática y sin certeza podría decir que bastante real.
Y mi relato va con spoilers, lo siento. El jefe recibe una llamada y ¡zas! ordena que maten a Madonna. Pero antes del manos a la obra, la violan. Su muerte es muy bestial, la matan a machetazos y la descuartizan. Peping está encargado de buscar bolsas para guardar los pedazos. Ni él ni nosotros podemos más con la situación. Luego limpian el lugar y regresan a Manila. una noche de ardua trabajo merece un rico desayuno. Peping no puede desayunar y pide permiso para retirarse. El jefe le dice que sí y le paga. El final es extraño vemos a Peping en un taxi, muy alucinado con la situación, esperando algo que no nos queda claro. Lo que si nos queda claro y seguro que a él también, es que su vida ha dado un cambio tan violento del que será muy difícil, sino imposible salir.

Cuando terminé de ver esto me quede con un mal sabor de boca. Por la historia y la violación y toda la violencia tan cruda. Me quedo con Tarantino y las sangre con humor. Pero también porque no me pareció que estuviera lograda. no puedo decir que me gustó porque me movió emocionalmente, algo como la película "Irreversible". Que es difícil decir así nada más me gustó o no me gustó. Pero a diferencia de la francesa, que no me gustó por el tema pero está impresionante y bien hecha. Kinatay (Brillante Mendoza, 2009) no lo está. Por esta razón, el director no me vende la historia, no me convence. Golpear y torturar a una prostituta muy menor en la cadena alimenticia porque se robó dinero y drogas no es razón suficiente. A alguien así simplemente se le mata (aclaro, en el universo violento de este tipo de histoiras) de sobredosis, de un balazo y tan tan, problema resuelto. Torturarla, hacer ese viaje tan largo, dedicar tiempo a alguien que saben que no les va a devolver el dinero, que no posee información valiosa, cuya pérdida no va a trascender mas que para la familia, no es profesional, no es lógico. Se podría haber solucionado poniéndola como la prosti personal de alguien picudo, por ejemplo.

Han pasado varios días y mi impresión negativa inicial ha cambiado. Sigue siendo negativa, pero con algo más. Me gustaron las actuaciones y la manera de atacar la película, la manera de hacerla que parece natural, hasta la violencia. No hay un enfoque especial en todo esto. La cámara se ocupa en Peping, en lo que ve, en lo que siente. Y como dije antes que me parecía sin certeza muy natural es porque pienso que en una situación similar uno se comportaría así. Es muy cruda, pero no hay melodrama, no hay excesos de diálogo, no hay heroismos, es muy hacia dentro del personaje. Otra cosa curiosa es que sigo con la película en la cabeza. No puedo decir todavía que me haya gustado, de hecho por más llamativo que se me hace el nombre del director, no me apetece para nada ver algo más de él. Al menos por un buen rato. Pero insisto tiene sus cosas interesantes, la visión de la ciudad, de la gente, del funcionamiento de las cosas, los contrastes, la juventud e ingenuidad, el estudiar para policía y que eso no choque con el bisne nocturno ni con volarle el dinero a su padrino. La oscuridad, la vida nocturna, la suciedad, la pobreza, el caos, el miedo.

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