sábado, 9 de febrero de 2019

Glass

Esta es una de las trilogías más forzadas y poco esperadas que he visto. No creo siquiera que haya sido pensada como trilogía cuando salió la primera, la mejorcita, Unbreakable, en el 2000. Luego une Fragmentado de 2016, con una breve aparición de Bruce Willis al final. En esta de Glass (título, de nuevo, forzado, para incluir a los tres protagonistas) junta a los tres tipo y da una especie de explicación sobre su existencia. Un argumento que parece inteligente e ingeniosillo sobre que personas fuera de lo normal tipo con súper poderes, siempre han existido porque salen en los cómics y los cómics son una especie de retrato de la realidad (o una ondilla así). Y de esta manera arruina lo mejorcillo de la primera, el balance del bien y el mal, para el villano Glass, está el héroe Dunn. Pero al poner ahí al psicópata de mil ochomil personalidades, como que se arruina todo porque entonces ¿quién es su balance?, ¿o es que él mismo se equilibra al tener personalidades buenas y malas? ¡Aj!

Además del argumento metanarrativo hay una historia super chafa que hace agua constantemente. Y es que a los tres tipos los atrapan y los meten a un psiquiátrico donde hay una doctora, que por cierto, está fatal ( Sarah Paulson, no creo que sea ella sino el papel; siento que ella actuaba con cara de "en qué rayos me he metido"), que se especializa en personas con megalomanía y más específicamente que se crean súper héroes. Y como no tiene pacientes ha atrapado tres, uno que hace el bien porque puede, pero es bastante humilde al respecto, otro muy listo que es más bien un villano y mastermind, y otro más que debería de estar encerrado de por vida porque lo único que quiere es secuestrar jovencitas pecadoras y matarlas. 

Se me hace que el que sufre de megalomanía es el Shyamalan.

Y para que se vea que esta cosa sí va de súperhéroes, le pone a cada uno una especie de sidekick, pero ni al caso. Uno es la mamá de Glass, que parece más joven que él y solo está ahí por estar ahí. El otro es el hijo de Dunn, que por lo menos le echa una mano con eso del "justicierismo" y el tercero y un tanto perturbador es la chica que sobrevivió a la Bestia en Split. Esa también debería estar en terapia. La secuestra un tipo con mil peronalidades, una la quiere matar, las otras lo apoyan o por lo menos no hacen gran cosa para ayudarla y ella tiene un crush con la personalidad original. ¡osea!

Y entre las maquinaciones y los discursos de Glass, que este es nuestro momento, que hay que hacer una batalla final enfrente de todos para que nos reconozcan y que bla, bla, bla, hay una enorme cantidad de absurdos y malechuras alucinantes y gratuitos. Como el salón rosa en donde la doctora junta a sus pacientes para decirles no tienen nada de especial. Es un salón enorme, con un montón de guardias, pero el único esposado es Bruce Willis, Glass no porque está catatónico o algo, y el Kevin tampoco porque le echan la luz cambia-personajes y así lo controlan. Y yo me pregunto ¿qué pasaría si se da la vuelta, cierra los ojos y se transforma en la Bestia? Fácil se escabecha a todos. Y si Dunn es tan fuerte, pues ni al caso las cadenas, ¿o sí? En fin, lo que más me chocó de esta escena y muchas otras, es el intento de darle arte al asunto. Aquí las paredes son rosas, los uniformes de los pacientes, aunque iguales en forma son, uno amarillo, uno verde y otro lila. Why? WHYYYYYY?
Y luego hay tomas lentas y pausadas que no vienen a cuento, como la toma tronchante que recorre una van para llegar al final a la parte trasera en donde está la doctora. PFFF.

Y así podría seguirme, pero no vale la pena. Sólo les contaré el final que dizque tiene un twist, y es que la doctora pertenece a la liga de los tréboles que controlan el balance del mundo. Es un grupo ultra secreto que desde tiempos inmemoriales se encarga de eliminar mutantes que porque sería súper injusto para los humanos viles que llegaran unos más chingones a chingarselos.
Espero que esta fumada final no sea porque se le ha ocurrido hacer más historias con esta temática. También espero que no quiera hacer otra en donde revivan los protagonistas y le den su merecido a los tréboles. Esto me parece menos probable porque Bruce Willis parecía estar en otra parte y Samuel L. Jackson no sobreactúo, osea que no le echó muchas ganitas. El único entusiasmado de si sobreactuar con plena libertad fue McCavoy, ¡qué tortura!

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Creative Commons License
This work is licensed under a Creative Commons Attribution-NonCommercial-NoDerivs 3.0 Unported License.