No esperaba que Venom (Ruben Fleischer) fuese una comedia, la esperaba más bien violenta y oscura. Así empieza un poco, como los primeros cinco minutos. Luego aparece un Tom Hardy/ Eddie Brock sorprendentemente parlanchín y risueño. Es un reportero independiente e incisivo que se mete en líos y en una nada se convierte en un loser borracho, que no da una, se queda sin casa, sin novia y sin lana. Y hasta se hace un poco tonto y empieza a caminar chueco (eso me intrigó mucho, su caminar). Todo por culpa de querer exponer a Carlton Drake (una especie de Elon Musk) pues está convencido de que no es lo que dice y que hace cosas ilegales. Y sí que las hace; entre sus últimos experimentos está el de exponer indigentes a su nueva colección de bichos alienígenas llamados simbiontes que ha traído del espacio. La nave en donde venían se estrelló y un bicho se les perdió. Pero mientras vemos a Eddie borrachón y a Drake planeando su conquista del espacio, este simbionte perdido va viajando desde Indonesia hasta San Francisco brincando de un humano a otro.
Mientras la acción en Asia da sustillo, la acción en San Francisco, de repente parece de sitcom, y de repente absurda, con un ritmo disparejo y una historia simplota con personajes bobos. ¡¿Qué estaba pensando Michelle Williams al aceptar esto?!
Drake, que es un malo medio blandengue se desespera porque los indigentes mueren, sus cuerpos no se adaptan con los simbiontes. Y cuando Eddie llega de metiche y trata de liberar a una indigente, el bicho se le mete a él y oh sorpresa, se llevan de maravilla. Y aquí es cuando las cosas se enchuecan más y la historia se vuelve "chistosa". Eddie no sabe lo que le pasa, de repente es súper fuerte, tiene mucha hambre y empieza a oír una voz interior que le dicta lo que tiene que hacer. Esta voz de repente es tronchante porque le da consejos de amor, es un alien muy sensible. Y por alguna razón inexplicable la voz interior/Venom, que tenía la intención de conquistar el mundo junto con sus otros hermanos, cambia de opinión y decide que le gusta la Tierra y se hace buenito y trata de detener al su jefe Riot que es el súper maloso que ha viajado desde Indonesia. Como es de esperar, la batalla final la gana Venom y todos tan felices. Con un final abierto en caso de que esto sea un éxito. Lo peor es que parece que sí lo ha sido. Yo no me lo explico. Acepto que estuvo entretenida, que tiene una duración razonable y no esa cantidad horrible de minutos que tienen las de Avengers. Pero ni la historia, ni las actuaciones, ni los personajes o diálogos son buenos.
Una de las cosas que menos me convenció fue que Venom decidiera quedarse en la Tierra por Eddie. Supongo que porque al estar dentro de su cabeza tuvo un acercamiento a lo maravillosa que es la humanidad, pero ¡Eddie está lejos de ser un representante interesante de la misma!
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