sábado, 22 de octubre de 2016

Hua li shang ban zu/ Office

Quería ver un thriller surcoreano que se llama Office, pero acabé viendo un musical chino con el mismo nombre ¡y del mismo año! Las casualidades.

Un musical chino. Exótico. Bueno, hongkongués.

Trata sobre la vida en una próspera empresa. Dos nuevos aprendices entran a trabajar ahí y van conociendo los tejemanejes de la oficina. Uno es un novato ansioso por triunfar y escalar rápidamente, la otra es la hija del dueño que entra a trabajar de incógnito.

Al principio, la historia va sobre lo difícil que es conseguir un trabajo. Y cuando uno lo tiene, sobre lo duro que hay que trabajar para mantenerlo. Lo duro que hay que trabajar para cubrir necesidades, para asegurarse un futuro. Y luego, no hay tiempo para nada más. Ya saben, lo de todos los días. Todo esto, cómo no, cantado.
 
Entonces, entramos a algunos dramas particulares con los novatos, con un par de empleados que están estafando a la empresa, sobre el dueño y su mujer que está en coma. Debo confesar aquí, que muchas cosas se me escaparon; detalles sobre la estafa, por ejemplo. Y es que me empecé a aburrir. La película es un poco larga, de dos horas que se sintieron como tres. La sorpresa inicial del musical (yo esperaba un thriller) se agota como a la media hora.

Sin embargo, la puesta en escena está muy bien. Todo ocurre en escenarios, la oficina, el metro, las calles, los departamentos, son escenarios que se ven como un techo sin plafón. Se ven las estructuras metálicas, las luces artificiales, los extras se mueven sin naturalidad. La cámara no oculta nada de eso porque es parte del cuidadoso diseño. Y funciona. Estilísticamente está muy bien. Engancha. La música maso, de repente suena a marcha militar rojilla de otra época, de repente quiere ser más cómica, y de repente escasea (ja, generalmente, en los musicales, uno dice que hay exceso de canciones y no falta de). 

En conclusión, me parece que es visible, a pesar de la longitud y la fallida historia. Vale la pena aunque sea un pedacito, sólo para checar todo el aspecto visual.

martes, 18 de octubre de 2016

El libro de la selva

Aunque la historia siempre me ha gustado mucho, no fui corriendo al cine a ver esta nueva versión porque la caricatura de Disney del '67 es tremenda en mis recuerdos de infancia. Además, el no encontrarla más que doblada, ayudó. ¿Qué irán a hacer, reinventar las voces o intentar copiar las legendarias? Mejor en inglés y nos quitamos de problemas.

Finalmente la vi. Y debo decir que me gustó mucho. Favreau es un buenazo para el entretenimiento. 
Esta animación realista con los animales hablando y moviendo la boca como si eso fuera lo real, no me shockeó ni me incomodó nada. Además están de los más expresivos. La selección de voces es de diez. Bagheera, obvi, tenía que ser Ben Kingsley. Shere Khan, un imponente (mmmh mala elección de adjetivo, imponente es el middle name de Idris Elba), aterrador, malo súper malo Idris Elba. Ani, Lupita Nyong'o; Kaa, Scarlett Johansson; Christopher Walken como un mafioso King Louie. Y mi favorito, un brillante y divertidísimo Bill Murray como Baloo.
Y a pesar de estos actorazos, que son en realidad los actores de soporte, el niño que hace de Mowgli, Neel Sethi, está increíble, y nadie le gana la película. Es monísimo, simpático, valiente y creíble. Uno de los grandes aciertos de esta película, sin duda.

No me consta, pero me da la impresión de que esta película tiene mucho de homenaje a la viejita que todos conocemos. Hay una propuesta estilística novedosa, unos buenos escenarios sin excesos visuales, con la justa espectacularidad paisajística (una mesura que podrían haber aplicado en la fallida Tarzán). Y un par de guiños que se agradecen enormemente: las dos canciones más conocidas, la de Baloo y la de King Louie (yo, por supuesto las canté en español a la Tin tán). Son versiones diferentes, pero me parece que funcionan bien. La de King Louie cantada por Walken es extraña, pero me gustó (ha de ser que en inglés me sé la versión que canta Robbie Williams).

Otro acierto, es el que la historia termine con Mowgli viviendo en la selva. A mi siempre me conflictuó el que se fuera a la aldea. Me gusta eso de que Mowgli sepa quién es y no tenga ninguna gana de conocer humanos.

sábado, 15 de octubre de 2016

Mommy

Xavier Dolan es un director que me gusta cada vez más. Me resulta sorprendente lo joven que es (1989) y la cantidad de películas que tiene (6).
Su presencia en festivales se está haciendo una constante. Sus nominaciones, tanto en dirección como en guión, son numerosas. Esta, Mommy, se llevó el premio del jurado en Cannes.

Las historias de Dolan suelen ser fuertes y muy dramáticas, dramones ahora sí,  sin burla telenovelera. Así para contadas, pues seguro que no son entretenidas, pero son cine, y uno de buena calidad. Buen guión, buena dirección y muy buenas actuaciones (hasta salió buen actor, el muchacho).

En Mommy, desde el inicio se plantea de qué va el asunto y en vez de chafarnos nos llena aún más de angustia. 
En una Canadá ficticia hay una nueva ley que permite que padres con hijos conflictivos que estén en un apuro económico, y cuyos hijos pueden resultar una amenaza de carácter físico o psicológico pueden, sin mayor trámite, ir a dejar al chamaco a un hospital psiquiátrico a cargo del Gobierno. 

Ocurre en algún lugar de Québec, cerca de Montreal (creo). Esto sólo lo digo porque hablan francés, pero un francés súper raro que me dejó frustrada porque no le entendí y no se si así es el quebecois o era francés de barrio o qué; a mí me sonó a francés con cantado brasilerio. En fin, esto sólo es un paréntesis de carácter curiosillo.

Die es una viuda con un chico de 16 años que tiene algún tipo de déficit hiperactivo. A Steven lo acaban de correr del centro en el que estaba porque atacó a un compañero e incendio el lugar. Ahora Die se tiene que encargar de él, hacer home schooling para que termine la escuela y además se queda sin trabajo. Steven es simpático, encantador, intenso, terco, respondón, y en un tris se sale de control y se vuelve violento y peligroso. Die es fuerte, fuertísima y sabe más o menos cómo controlarlo, pero es difícil.
Un día entra en escena la vecina, Kyla. Y la vida de los tres cambia notoriamente. Kyla también tiene sus traumas y líos familiares, de los cuales sabemos muy poco y está bien. Logra conectar con Steven, se lleva muy bien con Die y se convierte en la maestra del chico mientras la mamá va a trabajar. 

Sin todo fuera bien, no tendría chiste, va bien a veces sí y a veces no. Dolan es un narrador muy bueno, pero aquí lo realmente alucinante son las actuaciones (osea que además de las virtudes antes mencionadas, Dolan es un excelente director de actores. Se nota también en la de "Tom en la granja"). Los dramas dramones de este tipo están siempre en un delicado balance de tono, si se pasan se hacen telenovelas o pelis solemnes latinoamericanas (fizzzz me ha caído el rayo de la incorrección), si no llegan a tono se hacen sensibleras facilotas a lo gringo (fizzz fizzz).
Dolan tiene sus historias bien agarradas y la calidad de las actuaciones es fundamental en este balance.

Steven y su mamá son rudos, se hablan con groserías, son poco educados y cero melosos (aquí en México, muchos se escandalizarían por cómo se llevan), pero se quieren incondicionalmente; son directos y se aceptan como son y con lo que tienen. Lo que pasa es que Steve es mucho Steve. 
Kyla entra a su mundo, así como nosotros lo hicimos escenas antes, un poco alucinada, un poco escandalizada con la violencia verbal y gestual, hasta que acepta la dinámica, no se une, pero es bienvenida así como es. Pareciera que para ella de repente Die es mucha Die, y sin embargo le sienta bien.

No suelo conmoverme mucho con las pelis. Y esta me tomó por sorpresa. Has pasado varios días y sigo con imágenes, sigo pensando en Steve, en Die y en Kyla. ¡Qué peliculón!

Dolan ha subido rápido entre mis favoritos. Tiene una energía, unas ganas de provocar y hacer ruido que me atraen. Su edad y su constancia me hacen esperar Dolan para mucho tiempo.

miércoles, 12 de octubre de 2016

Minuscule - La vallée des fourmis perdues

Los pequeños y deliciosos cortos animados franceses de Minuscule, fueron un gran descubrimiento y dediqué muchos meses a ver todos los capítulos, de a poquitos para no empalagarme. Capítulo a capítulo, encontré historias chistosas, divertidas, encantadoras y emocionantes. ¿Tocará ahora una de la catarina Vs. las moscas, una de la oruga come-hojas, o aparecerá un nuevo bicho aventurero?

Cuando me enteré de que iba a haber un largometraje, temí. 
A mí como que se me antojaban de a poquitos, saboreando cada pequeño episodio. Igual que como uno debe comerse un paquete de sugus, ¡yay salió piña!, ahora un descanso y ojalá mañana sea de cereza. Eso de acabarse el paquete de un sentón no es lo mío.

Y es que hay montones de ejemplos de cortitos y series que funcionan muy bien, como los de Wallace y Gromit, que ya largos no tienen tanto punch. Repiten los gags de las series, llenan con paja y la historia es más bien flojona.

Esta está bastante bien. El protagonista es nuestra favorita catarina que, buleada por las antipáticas moscas, acaba escondida en una caja de terrones de azúcar que un grupo de entusiastas hormigas encuentra y lleva a su hormiguero (hojas y semillas, puagh! vive le sucre!). Durante la travesía la catarina les salva el trasero y se convierte en parte de la fila. Y luego, como siempre ¡los malos!, una fila de hormigas rojas, groseras y fuertotas, con un líder de lo más gandalla, decide que esos terrones les pertenecen. Primer intento, fallido. La hormiga roja se hace de tremendo ejército y se lanza al ataque del hormiguero de las hormigas negras. Miles de rojas lo rodean y empiezan a romper sus paredes. Las hormiguitas negras que, en comparación, parecen como cinco, utilizan todos sus recursos sin lograr debilitar a la tropa enemiga. La líder de la filase encuentra con unos cuetones, enciende uno y lo lanza...¡el fuego las aterra! he ahí la solución... pero sólo había un cerillo ¡ups! Y aquí la valentía de la catarina vuelve a entrar en acción. Lejos, en el bosque, al lado de donde estaba la caja de terrones, había una de cerillos, solo es cosa de ir a por ella; cruzar las tropas enemigas, viajar como por dos días, atravesar un río y múltiples y potenciales enemigos.

¿No es necesario que les cuente el final, o si? La aventura de la catarina, mejor véanla. Hay una extraña escena con una araña y, por supuesto un nuevo encontronazo con las moscas.

De vez en cuando, comerse el paquete de sugus de una sentada no empalaga. Con una historia bien estructurada se pueden incluir los gags más exitosos y no sonar a repetición ni a falta de originalidad.  

martes, 11 de octubre de 2016

Curmudgeons


Me acabo de encontrar en Vimeo este corto dirigido por Danny DeVito. Está super bien. 16 minutos de humor, amor y amistad entre dos viejos amigos y sus nietos. Es una peliculita encantadora, emotiva y chistosa, cómo no. No hay mucho más que decir, se aruinaría la historia. Véanlo. Vale muchísimo la pena. 
Aqui el link: Curmudgeons
Creative Commons License
This work is licensed under a Creative Commons Attribution-NonCommercial-NoDerivs 3.0 Unported License.