Aquel que ha visto otros documentales de Michael Moore, seguro pensará que con este título la película tratará sobre denuncias al gobierno relacionadas con la guerra. Y ¡sorpresa! No va por ahí.
Con mucho humor y crítica constructiva Moore viaja por el mundo, bueno por Europa y se cruza un momento a Túnez, con la finalidad de conquistar países con ideas útiles y benéficas que se puedan aplicar en su país.
Viaja por Italia, Francia, Alemania, Noruega, Islandia, etc. y va tomando ideas sobre la educación, la universidad gratuita, la alimentación, el sistema penitenciario, los días de vacaciones, la igualdad entre hombres y mujeres.
Entrevista gente común y corriente, al CEO de Ducatti, al Presidente de Eslovenia, a la secretaria de educación de Finlandia, a niños y jóvenes, a prisioneros en prisiones de baja y máxima seguridad. Platica sobre el papel de la mujer en el mundo empresarial con tres altas ejecutivas islandesas, platica sobre los almuerzos infantiles con un chef de una escuela pública común y corriente de Francia, y en Alemania, sobre la enseñanza de la historia y cómo afrontar los errores históricos como parte de la identidad del país, sin negarlos u ocultarlos.
El sistema penitenciario noruego es algo sorpendente y ajeno, pues no se trata de castigar a los prisioneros, sino de realmente reformarlos y capacitarlos para reinsertarlos a la sociedad sin que reincidan.
Podría achacársele que sólo pone cosas buenas de esos países, pero él lo aclara rápidamente cuando dice que va en busca de flores y no de maleza. Se trata de buscar cosas buenas y positivas que mejoren su país y al final se siente optimista con sus averiguaciones y con el hecho de que varias de esas ideas tuvieron su origen en Estados Unidos, sólo que no se aplican, o no se aplican tan bien.
El primer país que invade es Italia, en donde platica sobre las vacaciones pagadas y el montón de días libres que tienen. Platica con empleados y dueños. La conclusión de todos es que es benéfico tomarse vacaciones, hay menos stress y la gente regresa descansada al trabajo.
A Finlandia la invade por su sistema educativo. Un sistema que en las últimas décadas fue modificado y gracias al cual Finlandia es ahora el primer lugar en educación.
La invasión alemana es la más dramática e impresionante, pues habla de la memoria histórica.
A algunos entrevistados les pregunta que qué le dirían a Estados Unidos. Las respuestas me parecieron muy acertadas y al punto, respuestas que son la opinión de muchos, yo incluida. Una de ellas dice que ella conoce muchísimas cosas sobre Estados Unidos, sobre su música, su literatura, su cultura pop, y que si los estadounidenses se molestaran un poco en conocer sobre los países del mundo su visión y su punto de vista se enriquecerían y su actitud hacia los demás cambiaría.
Y creo que esto tiene mucho que ver con el objetivo de esta película. Moore nunca ha sido objetivo y tiene sus opiniones muy presentes en sus películas. La selección de temas y países puede ser polémica, no elige más que europeos con muchos güeritos. Y pone ejemplos de cosas cuestionables en su país, pero el punto, me parece, es el de decir lo que dijo la tunecina: hay un mundo a nuestro alrededor que tiene cosas buenas, nosotros no somos tan geniales como nos creemos y si fuésemos capaces de aceptarlo podríamos tomar esas ideas para mejorar.
Moore piensa en todo esto para sus compatriotas, pero estas ideas son para pensarlas en cualquier parte. Si las aplicáramos en México, uff, ¡qué cambiazo!
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