Un grupo de
estudiantes realizan un reportaje sobre la caza de un oso descarriado y
peligroso en una zona montañosa de Noruega. En una entrevista de la BBC a los
cazadores que rastrean al oso se da a conocer la presencia de un cazador
solitario al que nadie en el medio conoce. Los estudiantes deciden seguir el
rastro de este misterioso personaje. Dan con su casa rodante y esperan
pacientemente a que el tipo regrese. El tráiler está lleno de manojos de
hierbas aromáticas y tiene potentes reflectores de luz en las esquinas y todo
alrededor huele raro. La Land Rover está llena de arañazos que han doblado y
perforado el metal. El tipo se niega a responder sus preguntas y los corre. Lo
único que logra es intrigar más a los estudiantes.
Al día siguiente aparece muerto
el oso, pero ninguno de los cazadores registrados lo ha matado además, han
encontrado extrañas huellas alrededor del cuerpo y se ha desatado un poco de
polémica entre los experimentados cazadores y un representante del gobierno que
no hay nada misterioso en las huellas.
El cazador solitario se va del lugar y
los chicos lo siguen y lo tratan de entrevistar sin éxito. Y no se le separan.
Uno de esos días encuentran la Rover a las orillas de un bosque y deciden
adentrarse para ver en qué anda el tipo. En una escena tipo La Bruja de Blair,
se separan, se pierden, se ven envueltos en una persecución. Su visibilidad
está limitada, hay ruidos extraños y aterradores, el cazador aparece corriendo
y les grita ¡Trol! Se salvan por un pelo; uno de ellos está herido y su coche
destrozado. Entonces empiezan a viajar con el cazador que resulta que no es un
cazador de osos, sino de troles. Hans, el cazador, los acepta como compañía y les muestra todo lo que hace para rastrear y matar troles.
Trolljegeren (André Øvredal, 2010) está realizada
como un falso documental y se supone que el footage de esta aventura fue
enviado anónimamente a la compañía que hace la película. En este sentido uno
piensa, “Beh una película más de estas” aunque con cierto atractivo porque está
la novedad de los troles en vez de fantasmas que salen de las esquinas. La
tensión y el posible miedo del espectador están basados en el miedo a lo que no
se ve, a la oscuridad y a los ruidos. Pero de repente, entre persecución y
persecución, la cámara capta un trol y luego a otro, y a otro y la película se
vuelve mucho más interesante y divertida. Los troles están impresionantes, muy
bien hechos muy “reales”. Junto con los estudiantes nos adentramos en el
mundillo de los cazadores, controladores, conocedores de troles; los tipos de
trol que existen, cómo protegerse, cómo atraparlos. Estos están contenidos en
un territorio pero a veces salen y hay que controlarlos y averiguar porque se han salido de control, pues pueden estar enfermos o faltos de alimento.
La historia
está muy bien, es inteligente, ingeniosa, y está además muy bien contada. Conforme
avanza averiguamos más y más cosas interesantes sobre estas criaturas
fantásticas, y de cómo el gobierno ha mantenido por años este secreto, justificando
las acciones de los troles, como fenómenos naturales o fallas en el terreno.
Parece
que ya les conté mucho, pero no es así, hay tanto misterio y sorpresas que me
reservo para no chafarles la función. Ha sido muy grato encontrarme con
esta película.
Si la ven por ahí, se las recomiendo mucho.