lunes, 17 de octubre de 2011

El Rey de la Montaña

Un tipo, nuestro protagonista, va manejando por la carretera, al parecer va a encontrarse con su ex, aunque eso es vago, pero no es importante en la historia. Se detiene en una gasolinera, se encuentra con una muchacha, se la coge en el baño y sin que él se de cuenta, la mona le roba la cartera. Enojado y frustrado continúa su camino, ve el coche de la chica y lo empieza a seguir por carreteras extrañas, que de tan solitarias y estrechas se van haciendo sospechosas. En algún momento lo pierde de vista y él se pierde en el camino. La carretera se adentra en unas montañas boscosas. De repente alguien le dispara desde lo alto, desconcertado estaciona su coche a un lado de la carretera y baja para tratar de averiguar lo que pasa. Ve acercarse a un hombre, es una cazador que le dipara en la pierna. Nuestro protagonista sube al coche y sale pitando de ahí, está asustadísimo y eso lo nortea aún más. Llega a un camino secundario bloqueado por maquinaria y baja a buscar ayuda, pero no hay nadie. Oye ruidos y movimiento, regresa al carro y arranca a toda prisa. Frente a él, el cazador y su perro. Lo atropella y sale de ahí. En la huída pierde el coche, le disparan más veces, desaparece el atropellado, se reencuentra con la ladrona. Los dos están asustados, no saben lo que pasa y desconfían el uno del otro. Buscan ayuda a la policía, que tampoco se ve de mucha confianza y conforme pasan los minutos su situación empeora considerablemente. Alguien los está cazando.

Me gustó esta peli, El Rey de la Montaña (Gonzalo López-Gallego, 2007). Me gustó no saber nada, igual que el protagonista. La historia no le adelanta nada al observador, y elucubrar no tiene mucho sentido porque el chiste es ir viviendo la historia con él. ¿Qué haría uno en una situación similar además de hacerse pipí? La música, la escacez de diálogos y la sorpresa continua logran una tensión que no es nada fácil de obtener. No hay explicaciones de nada, no hay pasados de los personajes, ni justificaciones de sus actos, no hay paja, ni momentos de sha la la la la. No es una película rápida y de acción, en el sentido hollywoodense, aunque sí es muy activa, pero con un ritmo más pausado. Y rápidamente logra uno meterse y verla sobre la marcha sin preocuparse si el tipo sobrevivirá o no, aunque todo pinta para que no. ¿Qué sería uno capaz de hacer, o de no hacer, para sobrevivir?


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