sábado, 18 de noviembre de 2017

Asesinato en el Expreso de Oriente


Me preguntaron que cuál era el sentido de hacer una nueva versión de esta historia. Automáticamente contesté que solían hacer eso para las nuevas generaciones que muy probablemente desconocían la versión original. Pero después me quedé pensando en este caso en particular, y es que ¿a quién va dirigida esta película? No tiene un reparto atractivo para jóvenes (afortunadamente no la adaptaron y le pusieron a un montón de millennials en un avión o en algo más moderno), ¿quién lee ahora a Agatha Christie? Y si no es para jóvenes, y es para los que recuerdan aunque sea vagamente la historia por haberla leído o por haber visto la versión dirigida por Sidney Lumet en 1974 ¿funciona? ¿justifica su existencia? No lo sé. A mí me entretuvo. La primera parte más que la segunda, y no creo que se me quede muy presente. Me pregunto cuál fue la motivación de Branagh para hacer esta historia. Tiene un gran reparto (Johnny Depp, Michelle Pfeiffer, Judi Dench, Penélope Cruz, Willem Dafoe, Olivia Colman, Derek Jacobi), buenos y reconocidos actores, que aquí no tienen gran cosa que hacer. 

Como siempre pasa en las novelas de Poirot, así de repente, en lo que cambiamos la página, él ya encontró al culpable. Aquí más o menos igual. La primera parte está mejor desarrollada, tenemos una idea de los personajes, del tren, del bonito paisaje. La segunda es más apresurada y aunque la escena final con todos los sospechosos tiene un impacto visual y dramático muy efectivo, el discursito de Poirot está un pelín por debajo de mi tolerancia "emotiva-gratuita".

Esto me lleva a casi lo más importante de la historia que es el detective en cuestión. Poirot tal vez sea el segundo detective más conocido en la literatura. Ha sido representado por muchos actores a lo largo del tiempo. Este de Branagh no es el mejor, el que casi está a punto de llorar, sí que es (toque personal e inevitable del actor); con un bigote excesivo y distractor, y no tan antipático como siempre me ha parecido. Es una actuación un tanto acartonada y rígida, como muy consciente de que tiene que decir o hacer ciertas cosas para que se reconozca al personaje.

Lo que más me gustó fue la parte más técnica, la producción, la cinematografía, la luz y los paisajes, el trenecito, el movimiento de cámaras, que de repente hay escenas filmadas desde arriba o desde fuera. Esta bien hecha, pues.

En conclusión, está visible, pero olvidable.

martes, 14 de noviembre de 2017

El Bar

¿Qué hago conmigo? ¿Cómo me contengo para no ver más las películas de Álex de la Iglesia? Caigo, caigo, me decepcionan, se quedan cortas y desperdiciadas historias y situaciones que podían haber sido tronchantes. Desaprovecha actores y personajes. Le falla el "timing comédico", exagera, pero no en plan desatado sino en plan jalado y sus historias podían haber acabado varios minutos antes.

Esta nueva, El Bar, es del tipo de películas contenidas en un sólo espacio, con un montón de actores, por lo que se requiere mucho de ellos, un guion con buenos diálogos, y sorpresas que lo tengan a uno enganchado.

Una mañana común y corriente, una variada serie de personajes se ve sorprendida y atrapada en un bar. En unos segundos la calle de se vacía y no se oye ni un ruido. Un par de estos personajes sale y son asesinados por lo que parece ser un francotirador. En el interior pasan las horas, no tienen señal, las noticias de la tele no dicen nada de lo que está pasando, nadie se da cuenta cuando los dos asesinados desaparecen de la calle. El problema está dentro del bar. Alguno de ellos debe ser un terrorista o un criminal. Empiezan las sospechas. Que si el tipo hipster trae una mochila sospechosa, que si el portafolio del vendedor de sostenes, que la pistola del ex policía. Y entonces, del baño sale un tipo muy enfermo que muere en medio del salón. Él es la razón de todo el borlote. Está infectado de algo que los del exterior, osea el Gobierno, quiere eliminar lo antes posible. Hay una ruptura en el grupo (que no es que haya estado muy unido), los que no han tocado al tipo enfermo, y los que sí. Estos últimos, apestados, son expulsados al sótano, junto con el cadáver. Una explosión, pasos, silencio. Los de abajo suben y se encuentran con un bar incendiado, por la ventana alcanzan a ver las bolsas negras con los tres personajes que los obligaron a bajar al sótano. No hay escapatoria. O tal vez sí. Encuentran que con el cadáver hay varias dosis de la cura. Como es de esperar, no alcanza para todos. Comienza la rebatinga. A nadie se le ocurre pensar que los de afuera no se van a detener a escuchar que no están infectados y se los van a escabechar a la primera que los vean salir. 
La única salida es una alcantarilla que está en el sótano. Uno a uno, con más o menos trabajo, bajan y siguen peleando por la cura, y como los perritos, cada vez quedan menos. Al final sólo una sobrevive. Pero la verdad es que a estas alturas no nos importa y nos hubiera gustado más que nadie sobreviviera.

No es un ejercicio sencillo mantener la tensión de este tipo de historia, pero si hay una buena historia, una historia que sabe terminar bien, no necesita cambiar de escenario a las aventuras en el caño para despertar el interés. Si se tiene a una actriz como Terele Pávez que es fantástica, extraña y aterradora a la vez no se la desaparece a la media hora, se la explota al máximo. ¿Qué sentido tenía disfrazar a Mario Casas con esas gafas y esa barba que le matan lo guapetón? ¿Por qué no aprovechar más a todos los personajes y la aterradora sensación de abandono, de peligro, de no saber nada del exterior, en vez de dedicarle tanto tiempo al loco alcohólico que se deschaveta aún más y desvía por completo el primer sentido de la historia?

Como me pasa después de verlas, tenía potencial, la sinopsis parecía divertida, hay un par de cosas chistosas, y en conclusión, un desperdicio de talentos.

sábado, 11 de noviembre de 2017

Thor: Ragnarok

Pienso y entre más la pienso, pienso que esta película es bastante mala, en muchos aspectos, sin embargo me divertí mucho viéndola...y no, no por ver a Thor que salió sólo un momentito sin camisa. Si tan sólo se hubiera llamado Thor: Aventuras en Sakaar; un episodio chusco y bizarro en su intensa trayectoria de Dios del Trueno. Así me hubiera convencido más, algo en plan relajado, casual, divertido. 

Y es que el Ragnarok es algo oscuro, dramático, una batalla épica entre dioses y gigantes de hielo. ¡Es el fin de los tiempos! Merece espectacularidad, merece gran parte de las 2:40. Grandes efectos especiales, mucha acción, dioses y gigantes, destrucción, miedo, dolor, furia y pasión y al final, esperanza.
No espero que se basen al 100% en la mitología (en donde todos mueren), pero que le den su lugar a este evento. La batalla final es como beh, y pareciera que le dedican esos minutos para justificar el título.

Aquí todo es un asunto familiar, Odin muere de manera súper X, resulta que tienen una hermana mal tratada y ardida. No sé qué hacer con Cate Blanchett, de veras que no se qué hacer, ese "tocado" en plan venado, con ojeras de mapache, no es mala mala, sino mala medio payasa. Se me hace que ignoraré este trabajo de su filmografía. Hasta la justificaré pensando que no es su culpa, que es el guion.
Loki no es tan genial, irritante y cabrón como en otras ocasiones. Casi no tiene qué hacer aquí. La valkiria está ahí como cuota de género, es bastante antipática.

La historia me parece que une de manera forzada una y otra anécdota para ir resolviendo historias, como caer en Sakaar y aprovechar a sacar a Hulk de ahí, o ayudarse de, oh casualidad, una valquiria perdida precisamente ahí. 
Este episodio en Sakaar está sacado como de una peli sci-fi ochentera de muy bajo presupuesto. Jeff Goldblum es el Grandmaster, el gobernante de lugar. Este planeta recibe todo lo que no es "querido" en otros lugares y el Grandmaster aprovecha y pone a los abandonados a pelear en plan gladiadores, con trampita porque siempre gana Hulk. Hulk lleva ahí dos años sin regresar a ser Bruce Banner. Cuando se transforma en el doctor, el pobre está completamente desconcertado, pues no tiene memoria de nada. Todas estas escenas son muy divertidas. Y es que dentro de lo mala que es la peli, la comedia está muy bien. Thor/Chris Hemsworth está mostrando una veta cómica que no le sale mal. El director Taika Waititi, es un director neozelandés que ha hecho dentro de otras cosas, un par de películas muy divertidas, What we do in the shadows y Hunt for the Wilderpeople. Sabe hacer comedia. Lo que es extraño es que haya sido seleccionado para esta de Thor o que se haya decidido que tenía que ser una peli más cagada al estilo de Los Guardianes de la Galaxia, en vez de más oscurilla (tantito, no digo que tenga que ser algo deprimente tipo el Dark Knight). Y ya que lo menciono, él pone la voz a Korg, el tipo ese de piedra que quiere hacer la revolución. Es divertidísimo.

Como ven hay cosas visibles. Thor es visible, no digamos Heimdall/Idris Elba (yu-mmy!), y lo mejor de lo mejor es la Immigrant Song de Led Zeppelin al principio y al final de la película.

Y chequen esto, Jack Black reta a Thor! :
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