No es un remake, es una especie de continuación, es Rusty Griswold treintayvarios años después llevando ahora él a su familia a Walley World, con la intención de reconectar con su esposa y sus dos hijos y queriendo compartir unas vacaciones como las que él tuvo y que recuerda como geniales.
La película tiene la intención de homenajear a la original y modernizarla para las nuevas generaciones. Es más o menos lo mismo que la original, pero sin el punch ochentero, sin algún tipo de punch actual y lo más importante, sin Chevy Chase.
No es una vil copia, bueno, trata de no serlo; nos ahorran escenas similares como aquellas con el primo Eddie y su familia, que aunque en la original eran divertidas, aquí hubieran sido forzadas y evidentes.
Tampoco es una reinvención. Faltó imaginación e ingenio para reinventarla. Es algo entremedias, flojón, pero digerible.
Algunas gags se repiten, con un twist, pero lo chistoso no está tan chistoso, y está llena de esos "osos" especialidad de Ed Helms, que dan mucho oso.
Cada posibilidad de algo diferente se quedó corta o a medias, como la escena de Debbie en su universidad. Hubiera sido interesante ver el lado bestia y estúpido de Christina Applegate/Debbie, en vez de que fuera de hacer el ridículo y aparecer como la súper aburrida mamá. A partir de una victoria en el reto de la cerveza, hubieran salido interesantes posibilidades. Si Debbie hubiera sido Kristen Wiig o Melissa McCarthy, seguro que hace más barbaridades.
Faltaron muchos más líos y meteduras de pata. La aventura en el Gran Cañón sólo fue un pretexto para acabar con las vacaciones y ni siquiera fue culpa de ellos.
En fin, así está la peli, más o menos; sin tanta impertinencia y tontería, con un par de hijos a los que les falta algo, tal vez más personajes raros o que aprovecharan más al tipo del trailer.
No es que me decepcione, si la vi en un momento de flojerilla mental, pero no aporta nada a la "saga". Mejor hago un maratón de las anteriores... o no y me quedo con la idea de que eran estúpidamente chistosas.