En un futuro X la gente de esa ciudad perdió la voz y se comunica con letreritos de película muda (un acierto en la película). En este mundo la ciudad es controlada por un villano el Sr. Tv que controla las comunicaciones y por alguna razón, la comida de los habitantes, limitada a unas galletas con espiral de hipnosis en el centro. La Voz, es la única persona que habla y el Sr. Tv la quiere controlar para mandar una emisión a toda la ciudad y controlar a todos los habitantes (muajaja, pero ¿para qué? no me enteré). El caso es que el científico loco le dice al Sr. Tv que si existiera otra Voz que hiciera una emisión al mismo tiempo, el "control" se neutralizaría y fallarían en su macabro plan, y que él sospecha que el pequeño hijo de la Voz también habla. Y efectivamente, el pequeño Tomás, que por cierto, no tiene ojos (literalmente) habla.
El malo tiene un hijo que es bueno (clásico) y que trata de impedir que
la Voz cante, pero no lo logra y lo encierran y no vuelve a aparecer. Yo
pensé que como era claramente una mujer tal vez se enamoraría del papá
de Ana, pero no, éste en el transcurso de la película se reenamora de la
exmujer (que es antipatiquísima).
Y éstos son los héroes de la historia, la niña Ana, su papá, el abuelo y la desagradable mamá, que se enteran de los planes del malo, rescatan a Tomás y vuelan a la antena para usar la voz de Tomás para contrarrestar los efectos de la voz de su madre. Hasta ahí se entiende más o menos, luego ya no.
Cuando la gente escucha la Voz y se desmaya se les salen las palabras de la cabeza. Éstas viajan hasta la antena y entran a una banda de producción en masa como de carne molida en donde se rompen y se mezclan con la masa de las galletas que la gente se come (pero no entendí, porque, si ya les quitó las palabras hasta de la cabeza ¿para que se las devuelve en las galletitas?). Y cuando Tomás habla, una misteriosa niña que baila sin parar para hacer funcionar a la máquina de galletas, se transforma en una diminuta viejecita y muere (???).
Y listo, final feliz, tan tan.
La Antena (Esteban Sapir, 2007) es una película rara que si se las cuentan, seguro van a querer verla porque suena locochona y original. Y sí está lochochona y original en los primeros cinco minutos, en la sinopsis del DVD y en la narración del pobre incauto que ya la vio (como yo, aunque aquí me esforcé para que no suene entretenida). Pero no nos hagan caso, no la vean, o veanla bajo su propio riesgo. Y es que rápidamente se hace aburrida y la historia no se sostiene por ningún lado. El diseño, el look de la película están padres, es en blanco y negro, retro, muda y con letreritos, pero nada más. Como que los creadores pensaron primero en eso que en el aspecto central que es la narración. Tiene grandes lagunas, personajes que pintaban importantes y desaparecen, personajes cuyo desenlace era importante y no lo ponen. Humor sin humor. "Crítica" sin crítica. Y al final se queda uno con muchos porqués, ¿por qué la que canta no se quita el gorro en casa?, ¿por que el hijo del malo es una actriz con una mala peluca?, ¿por qué si la antena está en un lugar lejano y abandonado, la fábrica de galletitas está al lado?, ¿por qué el niño no puede decir más frases que "Mamá, mamá ¿dónde estás mamá?"? y un para qué, por lo menos uno ¿para qué hay hombres voladores anunciando el único canal de televisión de la ciudad? Y una gran pregunta general ¿Y?
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