Pirates of the Caribbean: On Stranger Tides (Rob Marshall, 2011). En esta ocasión Jack Sparrow va en busca de la Fuente de la Juventud. Barbossa también. Y Blackbeard y su hija Penélope Cruz. Y ya saben, un montón de peleas, engaños, trucos y persecuciones graciosas como el escape de Jack del palacio del rey hasta la taberna donde está su doble.
Penélope Cruz es además de un antiguo amor de Jack, una maestra del engaño y la transa. Así que Jack no está seguro de si está siendo manipulado o qué (obvio que sí, pero se deja llevar). Barbanegra es el papá de Penélope (debería de buscar el nombre del personaje) y también está siendo usado por la hija; y bueno él la usa a ella. Osea todos se usan. Pero como es una película de Disney, se usan graciosamente. Y como es una película de Disney tiene final feliz y es totalmente predecible. Bueno por la misma razón, no viene al caso que nos presenten un giro interesante en la trama, para qué si así ya tienen seguro un montón de ventas.
Es algo extraño, con todo lo que veo, esta serie de películas no me atrae. Y eso que aventuras con humor es como una fórmula mágica, pero no. Me parecen larguísimas y en momentos me encuentro con mis pensamientos en otra parte. No sé porque me aburren si son muy activas.
Johhny Depp, me encanta y debo decir que en estas me parece sobreactuado. Y tal vez ese es el chiste, pero es un extraño pirata que parece drogado todo el tiempo y que además es gay (¡eso sería un giro interesante!). Entonces no lo entiendo muy bien.
Probablemente esta sea de las que más me ha gustado, en parte porque cambió la dirección y en parte porque ya no salen ni Orlando Bloom ni Keira Knightley, que ahhhh cómo me caen gordos. Y Penélope me cae rebien, aunque debe quedarse en España haciendo películas con Almodóvar. Pero aquí tiene un buen personaje, similar a otros que ha hecho, pero funciona bien como opuesta a Jack.
Lo que sí que me gustó fueron las sirenas. Nunca han sido de mis seres sobrenaturales favoritos. Pero aquí tienen un toque maligno y rudo que me encantó. Todas las escenas con las sirenas me gustaron.
Y qué más, mmmmh, pues no mucho más. Ah sí, no me gusta la música que compuso Hans Zimmer porque me recuerda a la de Gladiador que sí me gustó mucho; entonces siempre pienso en ésta como un fusil. ¿Sería entonces un autofusil?