viernes, 1 de marzo de 2019

Velvet Buzzsaw

Esta película tiene dos ideas centrales, una más interesante que la otra, y las dos juntas, en vez de hacer una masa homogénea y con sentido, sale cortada y con grumos.

La idea interesante tiene que ver con el mundo del arte contemporáneo, el mundo de los críticos, las galerías, las ferias, los valores del arte, o en este caso del Hamparte (chequen este link y a este podcaster si les interesa el arte). Es una parodia que en algunos momentos de las primera parte funciona y está divertida, con diálogos y personajes un poco exagerados.

Jake Gyllenhaal es el pintoresco Mort Vandewalt,  crítico de arte con mucha influencia, y sus críticas pesan bastante en los compradores. En su círculo de conocidos, socios, amigos, está Gretchen/Toni Collette, que compra arte para un museo, Rhodora Haze "The Boss Bitch"/Rene Russo, dueña de una exitosa galería en LA, Piers/John Malkovich, un artista famoso que está pasando por un momento de aridez creativa y Josephina/Zawe Ashton, su amiga-novia/asistente de Rhodora cuyo impresionante descubrimiento echa a andar, durante la segunda parte de la película, la otra idea, la que nos da a entender en el tráiler que esto va de un misterio, pero que en la realidad va de película de horror de esas en donde los personajes van muriendo de uno en uno con muertes violentas y dolorosas. Y es que Josephina encuentra en el departamento de un vecino recién fallecido, unos cuadros, realmente artísticos, a los que todos les ven un increíble potencial económico. El ruido alrededor de este desconocido artista abre el mercado y rápidamente las obras se empiezan a vender por muchos dolarucos. 
El misterio sobre quien es el artista no se desarrolla gran cosa, sólo nos dicen que era un tipo con muchos pedos. El caso es que la obra al estar pintada en parte con sangre, también tiene pedos, es maligna, se autoincendia, es capaz de influir a otras "obras artísticas" para que hagan el mal, se mueve como cuadro de Harry Potter, así sin más, sin ninguna explicación y sin venir a cuento. Esto es bastante irritante porque igual y a uno no le convence el giro al horror, pero si está bien justificado dentro de su realidad, pues órale, se vale. Pero si los asesinatos ni siquiera están provocados directamente por la obra, ni por lo que vemos, por el muerto o su fantasma, entonces se queda en un absurdo no divertido. Ni siquiera sabemos si el fallecido era realmente el artista, o si él también murió por las obras, y porque ahora. Si el tipo tenía issues y las transmitió, ¿por qué dejó dicho que quemaran las pinturas y no dejarlas al mundo para que se escabecharan a todos los avariciosos (que, supongo que de esto va el súper fondo de la película)?

En fin, el resultado es muy desigual, inclinándose a ser mala malísima a pesar del un buen reparto. El director Dan Gilroy tiene una decente primera película "Nightcrawler" y una segunda, "Roman J. Israel, Esq." que tiene mucho Denzel. Esta tercera hubiera estado más consistente con las otras si se hubiese quedado sólo con el arte/hamparte.  
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