La vi porque tenía dos cosas exóticas, lo ruso y el que vemos la película como si fuéramos el protagonista. Es una película de acción, de pura acción y poca historia. La verdad es que es suficiente con ver el trailer. Me pareció ganosa, y con un grado de dificultad técnica/conceptual, pero la fórmula se vuelve rápidamente cansada.
Al principio es curiosa la sensación de verla como si estuviéramos jugando un videojuego, pero no se puede basar una película entera sólo en eso.
La historia, lo que hay, trata sobre Henry, un "alguien" que despierta, no recuerda quien es, resulta que algo grave le pasó, y tiene un brazo y una pierna de cyborg, además de un implante en el cerebro y ojos de cámara (luego nos enteramos, Henry incluido, de que casi no le queda nada de humano). Estaba agarrando la onda de su nueva realidad, de su esposa a la que no recuerda, pero que amorosamente le enrosca la pierna, cuando aparece un super malo que lo empieza a perseguir dale que dale, como el conejito de Energizer. Y él corre que corre, yo creo, tan confundido como nosotros. El malo le quita a la mujer, una mujer de la cuál uno no se fía, pues no en vano se han visto tantas y tantas pelis. Y entre que va a por ella y/o huye, le aparece un aliado, que es lo mejor de la película (el actor es el protagonista de Distrcit 9), Jimmy. Jimmy aparece y desaparece, es muy gracioso, no se sabe qué onda pasa porque lo matan, lo queman y el vuelve a aparecer como si nada. Es hasta el final que sabemos qué onda con él.
Y como juego de video, Henry corre, brinca, hace parkour y cambia de arma, es más, hasta requiere un refill de vida. Sólo faltaron los medipacks esparcidos por las calles.
Si hubiera durado media horita, hubiera sido una cosa curiosa, pero para largometraje, se quedó corta.