sábado, 30 de abril de 2016

Racing Extinction

 Este es el tipo de películas que sin falta deberían pasar por las salas de cine. No las reglas para que a huevo se exhiban películas mexicanas. Nop. Estas películas que nos hacen pensar y tomar conciencia, que nos invitan a darle vueltas a las cosas, deberías de exhibirse sin importar la ganancia para los distribuidores y los cines (ja, ingenua yo, lo sé).

Esta película nos habla de la velocidad aterradora a la que se están extinguiendo muchas especies de animales y plantas, gracias a nuestra actividad sin freno y sin llenadera.
Es una película deprimente en muchos aspectos, pero llena de optimismo. Empieza y termina diciéndonos que todavía podemos hacer algo al respecto y que ese algo es personal. Si todos encontramos un "algo" que ayude al planeta, pues seguro que con muchos "algos", un "algo" gigante y positivo ocurrirá.

Yo empezaré por escribir sobre esta película para que la vean, y compartiré el trabajo de los fotógrafos y científicos que intervinieron. Luego pensaré en qué más hacer. No me haré vegana, ni del partido verde, ni aleccionaré al prójimo, eso no.

Louie Psihoyos, el director, sigue los pasos de conservacionistas y científicos dedicados a proteger, observar y estudiar especies en peligro de extinción, en algunos casos, especies que están, de veras, a punto de desaparecer. Hay un ingeniero de sonido que graba pájaros y que nos muestra la última grabación, el último llamado a una hembra, del último macho de esa especie. escuchamos el llamado un par de veces, entonces el científico dice "Ha muerto.Ya no hay pájaros como este en el mundo" ¡Uff! Fue muy impresionante, y triste.

Psihoyos y un par de conservacionistas incursionan en el mercado negro chino, de tráfico de aletas de tiburón y cuando este empieza a dejar de ser tan rentable, en el de manta rayas. Encuentran mercados en donde venden marfil, conchas de tortuga, changos y otros animales exóticos (o sus partes) que se venden para uso medicinal o gastronómico. Es shockeante la confesión de uno de estos "hombres de negocios" cuando dice que al bajar la demanda de aleta de tiburón empezaron a explotar la costumbre de un pueblecillo chino que consideraba que la manta raya tenía propiedades curativas.
Los conservacionistas viajan a uno de los pueblos en Indonesia en donde hay más explotación de manta raya y tratan de encontrar una manera de convencer a los lugareños de que en vez de matarlas hay que explotarlas turísticamente. No es fácil, el pueblo entero es pobrísimo y todos viven de eso. 
En fin, así de fuerte está la película. Ya que no la pasan en el cine, se puede ver en pequeñas dosis, con grandes dosis de nubecillas rosadas entremedias, son recomendables. Pero es importante verla.

Además de la película, surge un buen proyecto al final. El director decide que hay que hacer algo con el trabajo de toda la gente involucrada y hace un espectáculo audiovisual impresionante que se proyecta en el edificio de las Naciones Unidas y en el Empire State, en NY. El resultado es conmovedor e impactante. Sería increíble que este proyecto viajara por todo el mundo con especies locales y globales, sobre los edificios más emblemáticos de la Tierra. Sería un "algo" grande y positivo.

domingo, 24 de abril de 2016

Hausu

Cuando al director Nobuhiko Ôbayashi se le dio el encargo de pensar en una película que aprovechara el éxito de Tiburón, decidió que, en vez de la obvia idea de utilizar un animal aterrador, iba a una historia con una visión más íntima del miedo. Le preguntó a su hija de como 10 años que qué le daba miedo a ella. Y tomando en cuenta esas ideas (lecciones de piano, gatos misteriosos, relojes antiguos) hizo esta película, una de las películas más extrañas que he visto.
Desconozco qué tal le fue en su época, pero ahora es una película de culto. Está en la Criterion Collection, todo mundo habla maravillas sobre el nivel de bizarrez que contiene, hay gifs animados sobre elementos destacables y hay hasta un video ensayo en donde explica que no es solo una desatada y absurda película de horror, sino una película sobre la bomba atómica y la generación posterior a la guerra.

Sin profundizar tanto, es de las películas más piradas que he visto, o tal vez la más. Es de terror, se supone, pero pasan muchas cosas tronchantes. No sé si es humor voluntario o involuntario.

La historia, que no hay mucha, es sobre un grupo de colegialas, de esas típicas de los anime japoneses que se ríen mucho y se comportan como si tuvieran muchos años menos, que van a pasar el verano a la casa de la tía de una de ellas, que vive en un lugar lejano y perdido. En cuanto llegan ahí, empiezan a desaparecer/morir una por una como los perritos, mientras la tía va rejuveneciendo. Aparentemente la casa o la tía, o tal vez ya son una misma, necesita sangre joven.

Nada de esto hace que valga la pena ni la reseña de la película. Pero, entre los nombres de las niñas Melody, Fantasy, Kung Fu, Angel o Mac, y el display infinito de efectos especiales (la peli es de 1977, así que créanme que lo verdaderamente aterrador es el uso y abuso de los efectos), están las diferentes muertes de las amigas. Éstas están tan cagadas que hicieron que valiera la pena haberla visto. Ahí les van mis favoritos:
-Mac, guarda una sandía en el pozo para mantenerla fresca. Cuando se le antoja comerla va a por ella y ya no regresa. Cuando notan su ausencia una de ellas va al pozo para ver si ahí sigue la sandía y lo que saca es la cabeza de Mac. La cabeza habla y flota y cuando la amiga sale corriendo Mac, la cabeza, ¡le da un mordisco en el trasero! 
Obvi, nadie le cree y para comprobar suben la cubeta del pozo. Ahí está la sandía. Muy contentas todas se la comen, menos la del trasero mordido que sigue escamada. La tía la ve con risa burlona y le da a entender que ella sí que le cree y mientras se come la sandía. Y le sonríe. De su boca entreabierta se ve un ojo. 


-Otra muerte: los futones están desaparecidos. Los buscan y na' de na' hasta que horas después una de ellas entra a un cuarto. Se oyen sus gritos. Las otras van en su busca y encuentran todos los futones desordenados en el piso. Los levantan uno por uno y van encontrando la ropa de la amiga, un brasier, una blusa, los calzones, y sobre el futon de hasta abajo, una muñeca de plástico. Las chicas ya saben que algo raro pasa en la casa, así que en vez de pensar lo normal, que es, que esa es una muñeca de plástico, piensan luego luego que esa es/era su amiga. Sepa por qué la lógica, pues la muñeca es güerita y rosita,sin parecido a la amiga. Pero ¿a poco no es una joya de la libertad poética?

Así, entre troncos voladores que atacan a Kung Fu (esto para que veamos cómo es que su nombre viene al caso con movimientos marciales que  seguro que no impresionan ni al panda Po),  un piano agresivo y hambriento que se traga a Melody, la casa se va escabechando a las chicas y pasa de ser una casa ruinosa a una casa muy mona y acogedora con una joven y encantadora inquilina (la tía).

Tiene estas escenas cagadísimas, pero no la recomiendo más que para el Festival de Cine Cutre. Tiene problemas de ritmo, un inicio lento con otras historias que no son relevantes, las niñas no son personajes que valga la pena rescatar y la casa no tiene una buena personalidad, de hecho no tiene personalidad. Bien podrían ser duendecillos traviesos los atacantes, no hay una sensación geográfica, no sabemos cómo es la casa, no hay un buen manejo del espacio, ni de la atmósfera, por lo tanto la presencia de la casa no es muy fuerte.

Y ya para cerrar y explicar de alguna manera el cartel, es que hay un gato mágico, maligno (se supone) y mágico (los ojos le brillan como esmeraldas), que sepa la bola qué hace ahí.

sábado, 23 de abril de 2016

Desierto

Jonás Cuarón no es un novato en el medio, no solo porque ha crecido en el medio, sino porque ha estado involucrado en diversas facetas (como director, productor, guionista). Va empezando, pero no es un novato. Este es su segundo largometraje, y tras el éxito de Gravity y con el apoyo familiar detrás ha podido realizar una película, digamos, menos "indie", con Gael García Bernal y Jeffrey Dean Morgan como protagonistas.
Desierto es un thriller. Un grupo de inmigrantes está cruzando la frontera entre México y EUA, cuando un asesino racista y despiadado los mata. A los que escapan los persigue y se los va escabechando uno a uno con la ayuda de su perro Tracker, que aunque en la realidad fueron tres, como personaje es bastante impresionante.

Al final, no es spoiler, queda Gael (nunca me enteré del nombre del personaje, no es importante), cansado, asustado, y dispuesto a sobrevivir. La escena final entre Gael y el gringo, en la gran roca, está bastante bien.

Además de las actuaciones, que son correctas, y del hecho de que no hay discursos ni políticos ni emotivos en exceso, ni gran explicación sobre los personajes ni sus motivaciones (si, ya sé que a muchos le encantan esas cosas para poder sentirse identificados con los personajes, para mí eso depende del tipo de película, y si es una como estas, no me importa gran cosa), hay tres elementos importantes que hacen que la película funcione tan bien: el ritmo, la música y la geografía. El desierto, muy bien fotografiado, es obviamente, una parte importante en la historia y un muy interesante extra visual (y aun así, no estoy segura de si el nombre de la película es acertado. No se me ocurre uno, pero no estoy del todo conforme con ese). Pero en fin, ¡qué lugar!

Sí, es una historia muy sencilla, en donde un tipo persigue a otros y ya está, pero no para, el ritmo es muy bueno. Hay muy pocos diálogos, hay muchos obstáculos y las pausas nos sirven a todos para respirar, recuperarnos un poco y prepararnos para el siguiente asalto. La música, que estaba yo disfrutando de lo lindo, es de Woodkid (Woodkind rocks!!!), y está muy bien. Es de esas músicas que nos ponen los pelos de punta en los momentos correctos y nos dejan con la respiración contenida cuando se callan; es de esas músicas que nos llevan de la mano durante toda la película. 

Me gustó porque no es pretenciosa, ni quiere ser trascendental o profunda. Es un thriller entretenido en una situación que nos es conocida y por lo que hemos visto en documentales como Cartel Land, no del todo desatada.

lunes, 4 de abril de 2016

Batman v Superman: El origen de la justicia

No me gustó esta película. No la encontré irritante tampoco, pero sí un poco tramposa.
Antes de explicar por qué, aclaro que Superman nunca me ha interesado, es súper ñoño y este nuevo actor (Henry Cavill) ni siquiera me parece guapo. Batman, por el contrario, me gusta mucho (y Ben Affleck también), a pesar de que esté tan depre, el pobre.
Cuando una película está basada en otra cosa, surgen muchas discusiones sobre cuál es mejor o peor. He estado leyendo opiniones alrededor de esta película que dicen que si a uno no le ha gustado es porque no ha leído los cómics en los que está basada. Yo sí los he leído. El de Superman tuve a mal releerlo y no me gustó; el Dark Knight Returns de Frank Miller, me encanta. Yo no diría que está basada en estos cómics sólo porque sale Doomsday, Superman muere y Batman está avejentado y es aún más oscuro y solitario. Yo diría que está ligeramente inspirada en esas aventuras. Ligeramente.

Independientemente de esa discusión, como película, me pareció malísima, larga y caótica. No está mal hecha la acción (mínimo que el director tenga al menos oficio, no?), la historia es más que nada, débil, por momentos inexistente. El Lex Luthor de Jesse Eisenberg es un insulto a todos los supervillanos y más parece una mezcla de joker y pingüino sobre actuado (a mi me gustaba el Lex de Smallville). Un desacierto total en la elección de este actor, que ahora confirmo, no me gusta para nada. Lex Luthor tiene demasiada presencia en pantalla y a punto está de llevarse la peli al precipicio (ya se que rompe récords de audiencia, pero eso no le quita lo mala). Que resulte que ha estado manipulando brillantemente a nuestros dos protagonistas, es algo difícil de comprar y bastante irritante, además. Que Superman se crea todo lo que le digan, va, pero, ¿de cuándo acá Batman es tan confiadote?, si es súper listo, ¿qué no? Y que para colmo la pelea entre los dos de termine porque sus mamás tienen el mismo nombre ¡no tiene madre! Eso fue mega chafa. Sí, que se caigan gordos, me parece muy bien. Que a Batman le cague el alien ñoño que no se preocupa por las consecuencias que tienen sus superpoderes, tiene sentido. Y que al Hombre de Acero, en su mundo lleno de rectitud y valores, un tipo que hace justicia por su propia mano, no le cheque, también es comprensible. Con eso, escriban algo interesante, menos infantil, para que sea un conflicto a la altura de tan famosos personajes.

La debilidad de la historia también me irritó porque me dio la impresión de que la presión por competir con el Universo Marvel es tal, que hay que apurarse a tener una base exitosa para que se sigan aprobando nuevos proyectos. "Ya está. Enseñamos gratuitamente a los futuros miembros de la Liga de la Justicia para crear expectativas, ponemos tantito a la Mujer Maravilla (y la desaprovechamos totalmente y nos olvidamos de su avión invisible, osea!) para que vean su nueva peli, y dejamos varias cosas sueltas que ya ataremos en las siguientes aventuras"

Lo que más me gustó y los digo sin un respiro de alivio, porque nunca me causó mucho conflicto su elección, fue Ben Affleck de Batman. Me gusta más que Christian Bale (y menos que Michael Keaton). Es un Batman diferente, es oscuro, pero no sufrido (digo, vaya que la pasa mal, pero es más maduro y contenido, más sabio). Esperemos que para el futuro dejen en paz los tan choteados flashbacks de su infancia (ya saben, la muerte de los padres y la cueva de murciélagos), son como cansadones y estaría raro que alguien en este mundo moderno no se los conociera ya. Del resto del reparto no tengo mucho que decir. Amy Adams/Lois Lane es la única Lois aguantable pero, o la quitan, o mejor le dan más presencia, que se queda siempre como a medias, medio bad-ass, medio damisela en peligro. Y jeremy Irons de Alfred...mmmh me gustaba mucho Michael Caine.

La película está llena de escenas raras, unas un poco ilógicas, otras inútiles, otras extrañas (como los sueños de Batman), y otras pajosas que alargan mucho la película y complican la trama haciéndola, a ratos, confusa.

Supongo que veré las siguientes, pero lo mío, lo mío, es Marvel, aunque sea de Disney.
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