lunes, 21 de marzo de 2016

Sisters

No tenía intención de escribir sobre esta película. La idea de verla fue la de la puritita diversión con risas incluidas. No hubo tales, bueno sí, unas cuantas risillas porque el nivel de estupidez fue tal que estaba difícil no reír de tanto en tanto. Y hasta ahí. No encontré nada que valiera la pena comentar y más bien esperaba olvidarla rápido, y en ese proceso estaba cuando me fije en una reseña en el imdb, que decía "Cringing" (experience an inward shiver of embarrassment or disgust. "I cringed at the fellow's stupidity"). Y yo pensé "¡Pero por supuesto!" El click total.
Antes de empezar a verla pensé que, aunque nunca fui seguidora de sus series, las dos me caen bien y me parecen listas.
Después de esta cosa ya no estoy tan segura.

De lo que sí estoy segura es que se puede hacer una mejor película con el mismo tema.

Creo que la mayor razón para el estremecimiento vergonzoso es verlas en una actuación poco fluida, con diálogos no muy chistosos que no serán más chistosos por repetirlos tres o cuatro veces seguidas. Y no es la única que tiene ese problema ¡pobre Maya Rudolph! ¡Maya, sé que eres chistosa! Ni los bloopers estuvieron padres (insuperables los de Jackie Chan). 
Y una cantidad de escenas inútiles, extrañas o forzadas. Inútil: cuando James (el Mark Wahlberg feo) repara el techo roto en plena fiesta. Extraña: Cualquier escena con Alex ¡qué terrible papel! Forzada: Cuando Tina escala el muro de piedra de la casa, para poder justificar la esclalada posterior del sinkhole.  O.o
 
La sinopsis sería algo así: Dos hermanas que pasan la cuarentena deciden hacer una fiesta como las que hacían en la prepa, porque por alguna razón misteriosa eso las hará sentirse mejor con la vida que tienen en la actualidad. La fiesta en su casa de la infancia es aburrida porque los "adultos" (osea toda su generación, y supongo que todos los adultos del mundo mundial, según los brillantes creadores de esta historia) son aburridos por naturaleza. Entonces, deciden que hay que hacerla súper divertida y rápidamente se deshacen de las pocas neuronas que tienen, del sentido común, de la experiencia de los años, y se vuelven adolescentes de prepa. Todos les siguen la corriente, llegan las drogas, el punchis punchis y la película se hunde gradualmente y casi a la misma velocidad que el sinkhole que aparece en la alberca.

Para colmo, como toda comedia gringa, tiene a fuerza que tener un mensaje o un aprendizaje o un final emotivo, esta también lo tiene y bla bla bla, Tina Fey de repente será una madre responsable y Amy Poehler entrará en una nueva relación y todos felices para siempre.

People, places, things

Will Henry (Jemaine Clement) se ha divorciado y ahora tiene que resolver cómo continuar con su vida. Su antipática esposa le puso el cuerno y lo dejó. Ahora tiene que hacer malabares para cuidar a sus hijas, ir a trabajar y seguir adelante.

Su ex esposa Charlie también está pasando por una crisis, se va a casar y está embarazada, y la tensa relación entre los dos es un estira y afloja que al final les permitirá a los dos superar su relación pasada.

En el camino establecerá una relación romántica con la mamá de una de sus alumnas y otra más bien intelectual con esa misma alumna. Me gustan las dos relaciones, pero siento que la romántica no estuvo del todo aprovechada. Diane es un personaje interesante y el contraste entre ambas personalidades merecía más escenas. Tal vez menos Charlie y más Diane.

Will hace cómics y da clases sobre cómics en la universidad. Sus cómics son sobre la vida cotidiana, sobre lo que le está pasando. Las escenas en clase están muy bien. 
A pesar de su tristeza y desconcierto permanentes, Will es un buen padre y atiende bien a sus gemelas. También esas escenas están muy bien.
 
Ya lo he dicho mucho, las películas chiquitas me gustan, entre otras cosas porque se centran más en los personajes y se las ingenian para tener muy buenos diálogos en situaciones más cercanas a uno. Estos personajes son más caóticos y complicados que lo usual y la vida alrededor es más realista.

No es de carcajada, pero tienen momentos chistosos y momentos emotivos, y deja un buen sabor de boca. 

miércoles, 16 de marzo de 2016

The Danish Girl

Pondré de lado el hecho  de que es una película basada en hechos reales e ignoraré la importancia histórica de este personaje para el movimiento transgénero. Más que nada porque necesito separar la historia real y la película, para no sonar incorrecta. Y es que la película no me gustó mucho.
Eddie Redmayne no me convenció para nada como Einar Wegener / Lili Elbe. Su transformación de Einar a Lili me pareció acartonada y ya para el final estaba yo un poco harta del asunto del movimiento de las manos, la sonrisita congelada y el parpadeo de los "ojitos coquetones". Eso es todo lo que hay. No digo que tenía que pasar de macho peludo orangutanesco a delicada damisela de porcelana, pero sí creo que la cosa tenía que haber sido más sutil. Redmayne actúa como el estereotipo de cómo debería ser una mujer y no se inventa una. Seguro que con echarle un ojo a los distintos estilos de mujer que tenía cerca, su actuación se hubiera enriquecido.
Le estoy dando toda la responsabilidad al fallo del personaje a Redmayne, pero seguro que influyó la manera en que el director Tom Hooper, decidió aproximarse a la historia. Una aproximación que me pareció más romántica, más de historia de amor. Cuando a mí me parece que lo más interesante son los conflictos personales, psicológicos, sociales y hasta técnicos, por los que tiene que pasar el personaje; bueno los personajes, porque Gerda, la esposa, también sufre en directo.

Esto me lleva a lo mejor de la película, que es Alicia Vikander/Gerda. Su actuación es más compleja, más intensa. Ella tiene que pasar por un montón de fases: al principio parece juego, cuando se vuelve serio, apoya la decisión de su marido, a pesar de la soledad y el abandono que siente, a pesar de que la distancia entre ellos aumenta y que el amor que se tienen, sigue ahí, pero se ha transformado. Al final acepta y apoya a Lili y mal que bien logra dejar atrás a Einar.

Y eso que está bien hecha, en cuanto a la producción, los escenarios, el vestuario, pero el resultado final, no es sólido o tal vez sólo es que fue mucho Eddie Redmayne.

lunes, 14 de marzo de 2016

Carol

Culpo al trailer por haberme tardado en ver esta película. Y es que tenía una pinta de dramón que qué flojera.
Afortunadamente ganó el hecho de que Cate Blanchett es de mis actrices favoritas.
Si bien es un drama, y la situación de los personajes es francamente injusta, no es un dramón. Cuenta la historia de dos mujeres Carol Aird (Blanchett) y Therese Belivet (Rooney Mara), que se enamoran en una época complicada para tener una relación abierta. Carol se está divorciando de un tipo que no acepta y no entiende la situación, y tiene la esperanza de que vuelvan a estar juntos. Ejerce su poder de marido (y de hombre) y con todo el apoyo del sistema, amenaza con quitarle la custodia compartida de su hija, argumentando razones de moralidad, o inmoralidad.
Carol, impotente y dolida, trata de manejar la situación. Elegir entre su libertad de elección y su hija no es fácil, y al final decide lo que es mejor para ella. Una sorpresa, al estar tan acostumbrados a dramas más comerciales, y que sin embargo, es congruente con el carácter y la inteligencia que nos demostró el personaje durante toda la película.

Es una buena película, por muchas razones. Todd Haynes es cuidadoso y pulcro en la manera de armar la película (el guión, la ambientación, la música, bueno, hasta el color de toda la película se nota especialmente elegido), y en la manera de enfocar la historia. Y las dos actrices están realmente bien. Carol/Blanchett actúa todo el tiempo (como una actriz de la época), la manera de moverse, de hbalar, de mirar, parece como si fuera falsa, pero imagino que es más bien su manera de enfrentar al mundo. En cambio Therese/Mara, es callada, observadora, discreta, parece tímida o insegura, pero no lo es, más bien está intimidada por esta muejer mayor y sofisticada que le habla. Está descubriendo una nueva faceta, un nuevo mundo que le es más afin del que tenía.

Mencioné anteriormente que en la película de Brooklyn no me habían convencido los romances, en esta sí.  

domingo, 6 de marzo de 2016

The Hateful Eight

Me encuentro ante uno de esos casos en los que parece que los críticos y yo no vimos la misma película. 
Quesque la más intimista, la más contemporánea (ni idea a que se refieren con eso), la más feroz, audaz y profunda de todas su películas...cri cri cri
Yo que soy muy paciente, hasta como la hora dos, llegué a la conclusión de que no me importaban ninguno de los ocho, ni el misterio, ni la calidad fotográfica de la Ultra Panavision 70, ni los diálogos, ni na' de na'. Y para colmo soy bien portada y no me salí. Pero debería de haberme salido.

Qué decepción. 

El inicio prometía, los primeros cuarenta minutos prometían. El viaje de los primeros personajes en la diligencia está bien, la trama empieza a desarrollarse, la curiosidad crece. Samuel L. Jackson, Kurt Russell y Jennifer Jason Leigh entran en un juego de manipulaciones, engaños e intrigas y no es fácil apostar por uno o por otro como ganador. ¿Qué hizo la aterradora Daisy Domergue (Leigh)? ¿Será que Major Marquis (Jackson) quiere la recompensa que le corresponde a John Ruth (Russell)? Y el nuevo Sheriff ¿de qué va?
Ruth lleva a Domergue al pueblo para que sea ahorcada, pero el mal clima los obliga a refugiarse en una "Haberdashery" (me encantó la palabra y la tenía que poner, si la buscan en el diccionario es mercería, pero aquí es más bien tienda de todo en medio de la nada). 
Cuando entran y se instalan, los juegos de intriga y manipulación se elevan un par de rayitas. No encontramos al "Hangman" que ahorcará a Domergue; es Tim Roth, pero por alguna razón incomprensible, es Tim Roth personificando a Christoph Waltz. También sale Demián Bichir como el mexicano Bob que se supone trabaja en la tienda; Bruce Dern, como el General Smithers que está buscando a su hijo; y Michael Madsen como un misterioso personaje que bien puede ser un forajido o un honesto vaquero que va a visitar a su mamá.

Después un par de espectaculares tomas de montañas y paisajes nevados, nos quedamos todos (personajes y espectadores) atrapados en el interior de la cabaña durante las siguientes dos horas (bueno, un poco menos porque hay una especie de flash back que nos regala otro par de tomas de paisaje).
¿Qué ocurre aquí? Pues diálogos non-stop, no muy entretenidos, sí que tarantinescos, largos, y antipáticos que se supone que nos van contando qué hace cada personaje ahí. Me recordó un poco a una novela de Agatha Christie (no una específica, sino al estilo). Major Marquis, el listillo al que no se le va una, va desemascarando a cada uno de los Odiosos (que suena horrible, son más bien Detestables). Luego sí que se le va, y por eso le disparan en donde le disparan, pero para ese momento ya deseábamos la muerte de todos y el FIN en la pantalla.

Básicamente diría que es un desperdicio de todo, del western, de las historias de cada personaje, de actores, no diré que de musica porque esa ya se ganó su Oscar. No son tan detestables, y la que más, no está aprovechada, sólo está sobreactuada, sobremaquillada y sobremaltratada (me encantan los chisguetes de sangre y los golpes de onomatopeya, pero en este caso el maltrato a ese personaje me superó, me pareció gratuito, injustificado, porque cuando nos enteramos de quién es, resulta que no es para tanto). Hay mucho y nada, una cosa es la historia de Marquis (tampoco me pareció la historia con el hijo del General) como soldado negro en la Guerra Civil, el General como el enemigo en alguna de las batallas; y otra la de Domergue (que por alguna razón, cada quien pronunciaba ese nombre de manera distinta), su pandilla y la horca. Dos historias muy largas que no se relacionan entre sí realmente, y que funcionan bien la una sin la otra. 

Y luego la onda de la Ultra Panavision 70. Entiendo, desde el punto de vista técnico, la fascinación por utilizarla, los retos a los que se enfrentó el cinematógrafo, los interesantes efectos y accidentes, entiendo el experimento, pero no a costa de la película, no a costa de una buena narración, de una historia enganchadora

Encontré un artículo sobre el uso de la Ultra Panavision 70:How Quentin Tarantino Resurrected Ultra Panavision 70 for 'The Hateful Eight'

En fin, me quedo con mal sabor de boca, doble mal sabor de boca porque la de Django tampoco me encantó. ¿Dónde quedó el buen ritmo, dónde quedó el humor y la desatadura?
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