martes, 31 de agosto de 2010

Caos Calmo

Los hermanos Pietro y Carlo están en la playa pasando el rato cuando oyen gritos de ayuda. Dos mujeres se están ahogando y la gente las mira desde la playa sin hacer nada. Ellos se lanzan al agua y las salvan. Nadie les agradece y ellos regresan a su casa muy desconcertados, para encontrarse con una escena aún más desconcertante. La esposa de Pietro está en el suelo, muerta. Su pequeña hija lo ve y le pregunta que en dónde andaba. Creo que es esta pregunta lo que provoca la reacción de Pietro ante la pérdida de su mujer.

¿Cómo reacciona la gente ante la pérdida? Hay quien llora y saca todo, hay quien se bloquea, hay quien lo guarda para luego, unos se concentran más en sus trabajos, otros se deprimen terriblemente y se quedan en cama. Hay quien retoma su vida rápidamente y hay quienes necesitan años.

Pietro (Nanni Moretti, que es además uno de los guionistas) se queda solo con su hija. Está medio alucinado, la tiene que peinar, llevar a la escuela, pensar en la comida y la cena, no se sabe los nombres de las maestras ni de las mamás de los amiguitos. Pietro no sabe cómo continuar, siente una fuerte necesidad de proteger a Claudia (la hija), quiere estar seguro de que está bien. La lleva a la escuela y la espera en el parque de enfrente hasta que ella sale. Pasan los días y eso se convierte en una rutina. Trabaja en una banca del parque, habla por telefono tomando un almuerzo en un café cercano, recibe a sus amigos y colegas. Y se convierte en parte del mundo del parque. Cada día juega con el niño con síndrome de Down, observa a la chica que pasea a su perro, platica con las mamás en el cafecin.

Esto es lo que más me gustó de Caos Calmo (Antonello Grimaldi, 2008). Esa placidez en el parque y lo que ve. La vida sencilla, el niño y la alarma del coche, las pláticas con el dueño del café, el que un vecino lo invite a comer a su casa. Pietro sana poco a poco, retoma las riendas de su trabajo, tiene hasta una promoción, pero dejar el parque, dejar esas mañanas no es fácil, tiene que ser Claudia la que le diga que ya está bien, que ya puede ir a su oficina, que los chicos de la escuela se empiezan a burlar. Pietro entiende, de alguna manera se libera y continua con su vida.

La película está bien en general, sin embargo hay aspectos de la historia que sobran un poco, como la escena en la casa de la playa. Es comprensible una escena en ese lugar para superar el trauma, pero la solución de ésta, me pareció fatal. Y que además eso estuviera relacionado con todo lo que estaba pasando en su trabajo, pues aún peor. Y todo lo relacionado al trabajo es como una parte poco desarrollada de la historia. Creo que hasta un poco sobrada.

Sé que ésta no la dirigió Nanni Moretti, pero parece como que sí, muy de su estilo, pero con él un poco más contenido. Y con sus películas siempre siento que algo se queda a medias, nunca me convencen del todo.

Me gustan las películas chiquitas, con historias sencillas, unos cuantos personajes y buenas escenas. Ésta iba por ahí, pero como que creció un poco y ya no cuajó bien.

domingo, 29 de agosto de 2010

Salt

Una agente de la CIA es acusada de ser una espía rusa. La agente huye, pero no para demostrar su inocencia como ocurre en la mayoría de las películas de este tipo. Esta agente huye porque intuye (no queda claro cómo, aunque las intuiciones suelen ser oscuras e inexplicables) que su esposo está en peligro. Luego resulta que sí que es espía rusa (yo estaba segura que ser espía ruso en el cine ya era algo pasado de moda), de esas que entrenan cuando son niños y luego integran a la sociedad y no saben que son, hasta que algo o alguien los despierta. En otras películas y programas, estos espías tienen conflictos y en realidad son buenos y terminan no siendo espías malvados, pero aquí, la única motivación de Salt es encontrar a su esposo. No le intresan los gobiernos, sus políticas, el dinero o el control del mundo. Sólo el maridin, y es difícil de explicar, porque está lejos de parecerse a Brad Pitt. No tiene el menor chiste ni importancia, no hay nada de química y no es creíble que Angelina Jolie se haya enamorado de ese tipo. Y ya que esa es la motivación principal del personaje, resulta bastante irritante y hace aún más tediosa la película. Que si hasta ahora no he dejado claro, es mala.
La Agente Salt (Phillip Noyce, 2010) está muy mal contada, con escenas de acción y diálogos de lo más comunes, y Angelina Jolie no está bien aprovechada. Eso de ponerle tres "looks" distintos, dos cortes de cabello, sombreros exóticos, ojos de distinto color y dientes falsos, no es aprovecharla. A mí sí me gustó de Lara Croft (claro que no soy fan del juego, ni nada), y aunque Wanted no me gustó mucho, creo que ella sí puede ser una buena actriz de acción. Y además de todo, está completamente inexpresiva, no sé si porque es espía rusa o porque estaba aburrida. Me pregunto qué la habrá motivado a hacer esta peli. La paga, me imagino, porque no parece haber nada más. Yo que ella, me hubiera quedado a cuidar a mi montón de hijos que a perder el tiempo con esto.

La historia es escasa y poco original, la acción, los balazos y las patadas, son muy irregulares. Y está llena de pequeños detalles de esos que lo hacen a uno romper la regla de no hablar en el cine. Como el asunto de la mochila con perrito y la mochila sin perrito. Esta mochila en cuestión es una que tiene preparada para cualquier contingencia, está llena de armas y cosas útiles para una graciosa huída, entre las cosas que contiene es un frasco con arañas. ¿Será que cada día las saca a que tomen el sol y las guarda de nuevo? ¿Será que las tomó en el momento pensando que le podían ser útiles? ¿O acaso las arañas formaban parte del plan inicial? Mmh, tal vez las compró de pasada en una tienda y no nos enseñaron ese detalle sin importancia.

Y de risa resulta el encuentro final entre los dos protagonistas. Toda esa escena final en el búnker presidencial es realmente mala. La manera en que Salt baja al búnker, el diálogo a través del vidrio de un ladrillo de ancho, la apertura de la puerta rompiendo la pared, las pistolas voladoras, las miradas asesinas. Y si así es la seguridad del búnker de la Casa Blanca, yo que ellos, lo reforzaba de inmediato.
La vuelta de tuerca apesta y el Presidente de los Estados Unidos, es uno de los más malos en la historia del cine, pero no malos de malévolos sino de chafas.

Ocurre con frecuencia en películas de acción, que no importa mucho que no sean tan buenas porque las patadas y los balazos valen la pena, o el protagonista es un buenazo en las artes marciales y ya eso en sí es un buen show. Aquí, tristemente, la Agente Salt, no es interesante, no amerita segundas partes, y no es el equivalente femenino a Jason Bourne. A nadie le importa quién es Salt.

martes, 17 de agosto de 2010

Los hombres que no amaban a las mujeres

Los hombres que no amaban a las mujeres (Niels Arden Oplev, 2009) es la historia basada en el exitosísimo primer libro de la trilogía de Millenium de Stieg Larsson.

Es una historia de misterio, truculencia y mucho suspenso. Con un poco de historia, nazis, desapariciones, crítica social y muchos personajes que se entrelazan.

Mikael Blomkvist es periodista y editor de la revista Millenium. Por uno de sus reportajes se mete en líos y va tener que pasar un rato en la cárcel (una cárcel envidiable y muy civilizada, por cierto). En lo que eso sucede y para poner un poco de distancia con la revista y los periodicazos, decide aceptar un trabajo de investigación de un reconocido empresario que quiere que le averigüe quién de sus familiares mató a su sobrina hace más de 30 años. Mikael empieza a trabajar y poco a poco se va adentrando en la oscura historia de la familia Vanger. La vida de Mikael se entrelaza con la de Lisbeth Salander, cuando se da cuenta de que su computadora ha sido hackeada por ella. Mikael reconoce sus habilidades de investigación y le pide ayuda. Ella duda, pero acepta renuentemente porque como ha seguido los descubrimientos de Blomkvist, siente curiosidad por el caso. La historia es mucho más complicada, pero no voy a arruinarles la película, así que hasta aquí de sinopsis.
Siempre es difícil poner distancia entre las películas y los libros que las originan. Es inevitable hacer comparaciones, criticar cuando cortan la mitad de la novela o malinterpretan completamente a los personajes. Y en la mayoría de los casos, sobretodo cuando ha pasado poco tiempo desde la lectura del libro, uno sale con un cierto aire de decepción.
Esta película no me decepcionó en relación al libro. Creo que es de los mejores guiones adaptados que recuerdo en estos momentos. Mantiene la historia más importante y corta las subtramas y los personajes secundarios. Se extrañan, por supuesto, pero se entiende perfectamente que no podía caber todo el libro en dos horas y media. El ambiente, los diálogos y las secuencias de tiempo están muy bien logrados. Probablemente el ritmo parezca lento a muchos, pero a mi no me afecta el estilo más pausado de este cine no hollywoodense. Tal vez sea casualidad, pero el libro también empieza lento y ya para la segunda mitad cobra mucha velocidad.

Un problema de haber leído el libro es que como uno ya sabe de qué va la historia, es difícil saber si la manera de resolverla, de narrarla es clara y efectiva para los que no la han leído. Así que no estoy segura de si las últimas pistas, estuvieron bien ilustradas.

Lo que sí que no me convenció para nada fue el reparto. Ninguno salió como me los imaginaba. Sobretodo Erika Berger y Mikael. Mikael (Michael Nyqvist) se supone que es muy guapo... Y Lisbeth tampoco me latió al principio, pero para la mitad de la película me reconcilié con la actriz (Noomi Rapace). No me la imaginaba así, pero esta otra opción no está mal.

Espero con ansia que estrenen el resto de la trilogía. También me acabo de enterar de que hay una serie de televisión. Me imagino que continúa en donde se queda la última peli. Así que que tengo que empezar a buscarla para bajarla porque es poco probable que llegue a la tele normal. O nos harán como con la serie de Wallander, que sí llegó, pero la de la BBC con Kenneth Brannagh que es un chillón y no funciona para nada como Kurt Wallander. Pero divago, bueno no tanto, todo esto es porque me he enterado de que los gringos están planeando un remake de esta película. Arghh. ¿¿Por qué?! ¡¿Por quéeeeee?! Me chocan los remakes, y más cuando se hacen con la otra película (europea o asiática exitosa generalmente) tan presente y tan reciente en el mundo. Sólo para aprovechar el mercado, cual cazagoleros. Lo peor es que es probable que más gente la vea, que más éxito tenga y que rápidamente se olvide el mundo de la original. Y sólo porque el público está hecho al cine gringo y el resto le resulta ajeno, raro, lento, complicado. En vez de aprovecharlo como una ventana a mundos desconocidos, como una manera de aprender nuevas cosas, de conocer nuevas visiones, maneras distintas de hacer y entender el cine. "Ah no, yo me espero a la gringa" Seguro que va a tener mucha más acción, los actores van a ser súper guapos (¡Daniel Craig!) y va a ser visualmente más, mucho más espectacularmente truculenta porque la va a dirigir aparentemente, David Fincher. Y para colmo de colmos se va a llamar "The Girl with the Dragon Tatoo", igual que como le pusieron en inglés al libro y que no es realmente lo importante del libro, pero seguro es un título que atraerá a las masas, porque el otro, al parecer, puede asustar a muchos hombres. Argh y doble argh...

Frozen River

Ray Eddy descubre que su esposo se ha fugado con el dinero para la nueva casa tráiler. El vendedor le da una última oportunidad de hacer el pago el día de navidad. Ray no tiene idea de dónde va a sacar esa cantidad. Trabaja en un supermercado y apenas gana para vivir y darle de comer a sus dos hijos. TJ, que tiene como 15 años, se ofrece a buscar un trabajo para ayudar, pero ella le dice que no, que su obligación es ir a la escuela y cuidar de su hermanito. Eddy va a buscar al marido, que es jugador conmpulsivo, al bingo local. No lo encuentra, pero sí encuentra su coche. El coche en cuestión se lo ha agenciado una empleada del bingo que vive en la reserva Mohawk. Eddy va a por su coche, Lila no se lo quiere dar, le ofrece un trato, y ahí comienza la historia. Una historia de contrabando de ilegales de un lado a otro de la frontera, a través de un río congelado. Una historia de racismo y desconfianza: Lila sostiene que no las van a detener porque Eddy, que es blanca, va manejando; Eddy no quiere llevar pakistaníes en la cajuela porque qué tal si son terroristas, etc.

La película ocurre en algún pueblillo cerca de la frontera con Canadá, a unos pasos de la reservación Mohawk. El lugar es pobrísimo, frío e inhóspito, lodoso.

Frozen River (Courtney Hunt, 2008), no es una peli alegre, optimista, que levante el espíritu, o que tenga una moraleja al final. Es bastante sombría, de hecho. A Eddy le va del asco, hay días en que les da de comer a sus hijos palomitas y tang, se van a llevar la tele (extraños contrastes, pues es una tele grande de pantalla plana). No parece tener vida social, familia, amistades. Sin embargo Eddy no se rinde, no se queja, no pierde el control, ni se enoja. Tiene una meta, que es conseguir la casa para navidad, y lo va a lograr, aunque se meta en líos. Y también es la historia de Lila. Lila, que no mantiene un trabajo estable, es sospechosa de traficar con ilegales, y no es bien vista entre los miembros de la reservación. Lila tiene un bebé pequeño que le fue arrebatado por la abuela paterna y no se lo deja ver. Lila trafica y guarda el dinero para su bebé, pero es rechazado. Y la relación entre ellas no es para nada uno de esos lazos a la "Thelma y Louise", pero es real y solidario.

Y así son las cosas, no hay explicaciones de más, no hay melodrama (aunque la situación sea muy dramática). La vida sigue, los días pasan, no hay más.

No es el tipo de películas que de entrada me llamen la atención. Siempre trato de huir de las pelis potencialmente deprimentes, pero así como trato de huir de las pelis malas de adolescentes gringos, siempre hay algo que me llama, una curiosidad, el título, algún actor, algo de la trama, o hasta el soundtrack. En este caso fue la nominación al Oscar para Melissa Leo como mejor actriz, y para la directora al mejor guión. Me tardé un rato en decidirme a verla, y no me arrepiento de finalmente haberme animado. La película me atrapó rápidamente, y aún sabiendo que no podía acabar bien (con ese título, ¡imposible!), terminé de verla, sin por un momento perder el interés.

lunes, 9 de agosto de 2010

Grown Ups

Cinco amigos se reunen en el funeral del entrenador de básquetbol de su infancia. Hace mucho que no se ven y deciden pasar un fin de semana en una cabaña con sus familias. Y hasta ahí la cosa.
Adam Sandler está casado con Salma Hayek que es una mamona y exitosa diseñadora de modas. Chris Rock está casado con una mandona Maya Rudolph y es el amo de casa. Kevin James está casado con Maria Bello que todavía amamanta a su hijo de 4 años. David Spade no está casado y la hace de David Spade, y Rob Schneider está casado con una señora mmmuy mayor, usa peluquín y como le dice Adam Sandler, parece como si Elvis fuese un Oompa Loompa.
Es una de esas películas de reencuentro y nostalgia y sobre el crecer y ser adulto, sobre el madurar (o no), sobre la infancia, los recuerdos... Bueno, pretende ser sobre todo esto, pero no creo que lo haya logrado.

La verdad es que me reí mucho, tiene frases muy divertidas, (como cuando le dicen a Salma "Spicy Quesadilla" o cuando al Y le preguntan en dónde está MCA), se nota que hubo mucha improvisación y que los tipos disfrutaron el duelo de chistes. Me los imagino así en la vida real. Y son buenos para eso. Seguro que dejaron fuera un montón de chistes y comentarios. Los extras del DVD estarán buenos.

Pero la peli dista mucho de ser buena. Está llena de escenas previsibles y obvias, unas dan risa, otras no. Salmita está muy forzada (su paso de fría y controladora a cálida y buena onda, es poco creíble, y sí creo que le sale bien la comedia, por lo menos recuerdo que en la de Fool's Rush In está bien). La escena con el tipo guapo de la alberca resulta tan obvia que ni risa da, en cambio no importa que sepamos lo que va a ocurrir con Steve Buscemi en la tirolesa porque aún así se ríe uno. Otra escena divertida es la de la alberca y el pipí, pero la ponen en el tráiler y además la repiten dos veces, así que pierde fuerza.

Son como niños (Dennis Dugan, 2010), está escrita por Sandler y Fred Wolf, escritor de Saturday night Live. Y parece eso, una reunión de antiguos miembros del show, una peli de cuates y para lucir a los cuates. Los actores no están bien integrados. A cada uno le tocan escenas para lucir su estilo personal. Y todos son como los hemos visto tantas veces. No hay sorpresas por ese lado, tampoco se ve una evolución ni nada. Lo que sí que fue una decepción fue la falta de presencia de Chris Rock, que de todos estos es mi favorito y hace mucho que no salía en una película. No tiene escenas propias, ni diálogos desatados como los de sus shows. ni nada de nada. Es un personaje bastante menor. Hubiera preferido más peso suyo y mucho menos de David Spade, que me irrita y no se me hace nada gracioso.

No importa que la historia sea sencilla (o prácticamente inexistente) y que sea únicamente para lucir a una serie de actores y para sacar un chiste tras otro...si hubiera mantenido ese ritmo, chiste, chiste, chiste. Desgraciadamente no ocurre así. Sandler además, pretende dar un mensaje, con eso de que sus niños no están disfrutando su niñez, no saben jugar y bla, bla bla, pero no lo aprovecha, se queda corto en las escenas con ellos. Había tantas posibilidades y se reducen a lanzar piedras en el agua y al teléfono de vasito.
Y como en todas sus películas no pudo faltar el momento emotivo, el de pedir disculpas y todo eso; pero la escena es malísima, lenta, poco fluida y graciosa, sólo faltaron las risas grabadas del público.
Repito, me reí mucho, pero definitivamente ayudó la compañía, el mood y que ya sabía a lo que iba.

lunes, 2 de agosto de 2010

Capitalism, a Love Story

Vivimos en un mundo gandalla, donde el que no transa no avanza, en donde amasar una fortuna es el sueño máximo. Es de rojillos, o de hippies, o de losers el pensar que no es necesario tener cinco o diez coches deportivos y una mansión con enormes cuartos que nunca se van a habitar.
Soy ingenua, lo sé, cada vez que pienso en estos temas y en que no es justo que las empresas abusen y expriman a sus empleados. ¿Cómo es posible que haya empresas que sacan seguros de vida de sus empleados y obtienen una lana cada vez que uno de ellos se muere? ¿Por qué no hay más empresas como esa de robótica en donde os empleados son los dueños y todos opinan y votan, o como esa de pan en donde el CEO no entiende eso de tener más dinero del necesario para vivir bien?
Como cada vez que veo un documental de Michael Moore, me impresiono, me irrito, me deprimo. Y es que aunque ocurra en Estados Unidos y el punto de vista sea de allá, hay cosas que funcionan igual acá. Y si a eso le añadimos nuestra corrupción, pobreza y falta de oportunidades...
Capitalismo, una historia de amor (Michael Moore, 2009), trabaja sobre la misma línea que la película de "Roger and Me" que filmó hace cerca de veinte años, sólo que corregida y aumentada, pues no se limita a una empresa y un pueblo. Aquí examina cómo el dominio corporativo rige y controla las vidas de los norteamericanos. ¿Cómo es posible que familias se queden sin casa por no poder pagar sus deudas al banco, y el gobierno "salve" a los bancos con los impuestos de la gente? ¿Cómo es posible que empresas tengan que cerrar y despedir a sus empleados sin pagarles lo que les deben, cuando los bancos acaban de recibir millones de dólares de parte del gobierno? Estos y más alucinantes contrastes aparecen en este documental. ¿Qué rige a los gobiernos, la democracia o el capitalismo? ¿La justicia o la avaricia? Es mejor declarar empresas en bancarrota y correr a miles de empleados para obtener dinero rápido. Se beneficia a los palancudos, se ignora a los pobres. Nada de esto es nuevo, y una película no solucionará el problema, obvio que no. Pero al menos intenta decir algo, despertar conciencias, de perdida nos hará hacer corajes. Por lo menos algo de polémica generará y eso ya es algo en este mundo apático.
Siempre temo, con las películas de Moore, que le gane el protagonismo, su tirria hacia Bush o que se desvíe de su tema central. Le pasó en Farenheit 9/11 y un poco en Sicko. Pero creo que aquí se contiene y no pierde el hilo. Como siempre tiene partes muy dirigidas y manipuladoras, pero aún así, en general es una de esas pelis obligatorias y necesarias. Además, ¿cómo no compartir esa sensación de victoria de los empleados en Chicago y emoción cuando la gente les mandó comida, o de la familia que se plantó de nuevo en su casa con el apoyo de sus vecinos? ¿Cómo no sentir la impotencia de los que perdieron su granja y además, tuvieron que ponerla coqueta para los nuevos dueños?
Tiene un par de escenas divertidas y muy suyas, Moore va a los principales bancos con un camión blindado y pide que le den los millones de dólares que el gobierno les dio para devolverlo. Ante la ignorancia de los banqueros, Moore pone cinta amarilla de esa que dice "Crime Scene, do not cross" es todos los edificios.
Y una cita que guardaré para las trivias de cine: Cuando Moore va a Wall Street y les pregunta a los empleados si tienen sugerencias para él, y uno de ellos le dice "Sí, no hagas más películas".
Ahora me gustaría ver una peli sobre el periodo Obama, ¿será objetivo? ¿será capaz de analizarlo y criticarlo como lo hizo con el periodo Bush? La peli lo pinta como"El Cambio", como el inicio de una nueva era, llena de cosas positivas para la gente. Por lo que se ve ahora, no está resultando tan sencillo, un Nóbel a la nada, petróleo en el mar, problemas de salud y de migración. El tema da, sí que sí.

Paranormal Activity

Una pareja decide poner una cámara en su habitación para filmar lo que ocurre mientras duermen, pues la mujer está convencida de que escucha voces y pasos. Los días transcurren y cada mañana la pareja revisa lo ocurrido durante la noche. Pasos que suben por las escaleras, puertas que se abren y se cierran, luces que se encienden, susurros, cosas que se caen. Conforme pasan los días la situación se vuelve más complicada y la pareja se cada vez más afectada hasta que pasa lo que pasa.

Esta es Actividad Paranormal(Oren Peli, 2007), una película de bajo presupuesto, costó alrededor de 15, 000 dólares y ha recaudado más de 100 millones. Se presentó en el Screamfest Horror Film Festival en el 2007 y se estrenó al mundo hasta el 2009. Está muy en la onda de La Bruja de Blair, dos personajes, el interior de una casa y el punto de vista desde la cámara de los personajes que filman día y noche.

Me gustó mucho la película, sobre todo por la manera de controlar la tensión del espectador, que es más o menos la misma tensión que van teniendo los personajes. Cada noche todo se pone en silencio y la atención se centra en el reloj de la cámara 12, 1, 2, 3:15 am. El reloj avanza rápido cuando no pasa nada, pero cuando se detiene…¡zas! ¡algo va a pasar! Al principio sólo son unos cuantos ruidos y el reloj vuelve a avanzar rápidamente. Fiuuu, nada grave. Mientras no se vuelva a detener. ¡Ay! ¡Que ya amanezca! Bueno, esta vez unos pasos subiendo la escalera, cualquier cosa, y le bajo tantito el volumen y como que no escucho. El reloj se acelera.

Comparto el sentimiento con los personajes, brinco del sillón y ellos de la cama. Estoy segura de que si yo me encontrara en una situación paranormal, con fantasmas, espíritus y demonios ocupando mi casa así me pasaría, así, igualito. Pronto empiezo a creer que los grillos del jardín no son grillos y que la polilla enorme que choca contra el mosquitero de mi ventana me está llamando por mi nombre. Y es que, a diferencia de las películas de terror más comerciales en donde el miedo proviene del sobresalto (del Buuu cuando alguien da la vuelta a la esquina) o de la cantidad de sangre salpicada en las paredes, aquí el miedo y la necesidad taparse los ojos (dejando sólo una rendijita, eso sí) viene del silencio, de lo que no se ve, y de lo que espera nuestra imaginación. "Ahí viene el asesino del hacha, no te duermas porque te sale Freddy, o peor, una japonesa con los pelos lacios caminando por el techo".

La historia es sencilla, y está muy bien llevada. Las soluciones a las que llegan los personajes son lógicas dentro de todo (aunque uno por dentro diga "¡No, estúpido! ¡Vete! ¡Corre!). Los diálogos son bastante naturales. Y los actores, que al parecer improvisaron buena parte de sus parlamentos, son convincentes.

Pronto saldrá la segunda parte. Seguro que con más presupuesto, otro director, y una historia más elaborada. Mmmh, a ver qué tal. Luego estas segundas sólo se hacen para explotar la veta al máximo y no están a la altura. ¿Quién recuerda la segunda parte de la Bruja de Blair?
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