domingo, 18 de junio de 2017

Wonder Woman


La Mujer Maravilla nunca fue mi hit, ni mi modelo a seguir, si me hubiera gustado disfrazarme de niña, me hubiera disfrazado de Hombre Araña, el lazo mágico y el avión invisible nunca fueron cosas que me atrajeran, en la caricatura de la liga era un personaje secundario, el programa de la tele me chocaba, en especial el asunto de las vueltecitas que daba para transformarse, el cómic nunca lo leí. Y si por ser mujer tengo la obligación de elegir una heroína, mi súper favorita es Storm.

Liberada de nostalgias e impresiones de infancia, esta película no está mal. No esta cerca de mis favoritas, pero cumple con el entretenimiento básico de estreno de verano. acción y aventura, un toque de humor, guapura, gringuez y buenas intenciones.

Las reseñas y la publicidad han hecho énfais en el asunto de que es una heroína, y la directora es mujer y que el empoderamiento de las mujeres, y bla, bla, bla. En un cine hasta estrenaron la peli y sólo dejaban entrar mujeres. No me voy a meter en complicaciones sobre feminismo y empoderamiento y demás. Lo que sí es que no me parece que esta película trate de nada de eso. Igual y lo intenta, pero la historia es tan larga y quiere abarcar tanto que este detalle no menor queda embarrado nada más. 

Diana, crece en una isla, rodeada de amazonas. Es una guerrera, y además futura reina (para no decirle princesa, que suena menos empoderador) y ¡bam!, ¡además es diosa! En ningún momento sufre problemas de género. Y cuando va al mundo de los humanos, sus problemas de integración son con todos los humanos, aunque en realidad no parece costarle trabajo, estas escenas están más bien tratadas chuscamente como en cualquier película en donde un foráneo trata de adaptarse al lugar en el que está, ya sea un pueblo, un planeta, el pasado o el futuro.
Es bad-ass (aunque no tanto como su tía Robin Wright) e independiente porque así creció, y es más fuerte porque es una diosa. Su equipo de hombres ñangos la sigue, no porque sean unos mandilones, sino porque tiene buenas intenciones y un discurso sobre el bien y el mal, ingenuo y convincente...y tal vez también porque está muy guapa. Yo a Thor lo seguiría, a pesar de que es un poco tonto.

En fin, la historia va sobre los antecedentes de la Mujer Maravilla. De cómo llegó al mundo de los humanos, cómo descubrió sus orígenes y fortalezas. De cómo aprendió que el hombre no es únicamente bueno.

Se hace larga la historia porque nos meten complots nazis con un par de malos a medio hacer que no aportan gran cosa más que la maldad estereotípica. También hay un supuesto romance que me parece fue editado porque se quedó como a medias. Me dormí o no sé, porque cuando parece que Diana y el soldado guapetón (Chris Pine) se van a ir a la cama, se cierra la puerta del cuarto y corte, amanece y, como si no hubiera pasado nada. Ni un besito, una manita sudada o un comentario posterior, ya que sí que habíamos tenido comentarios anteriores. Entiendo que con tanto que abarcar, el supuesto romance sea lo de menos, pero, entonces, ¿para qué medio lo ponen?

Como habrán notado, la historia no es maravillosa, Gal Gadot está bien, guapa, simpática, sí tiene futuro de heroína de cómic. Lo que no me convenció, o más bien lo que me pareció más flojo fueron las coreografías de las peleas y los efectos especiales. Las peleas no son espectaculares y los saltos y vuelos demasiado largos (hasta para dioses). Los saltos en donde el saltador empieza a dar zancadas, me irritan. Y los efectos digitales están chafones, sobretodo en donde sale ella, se notan, y eso no debería de ocurrir. Eso sí, la música está padre. 

En esta competencia de géneros, con los fracasos de DC, el Súperman horrible, el nuevo Batman polémico, me parece que esta Wonder Woman es lo que mejor les ha salido. Ya veremos que tal la Liga de la Justicia.

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