viernes, 31 de julio de 2015

Minions

Seguro habrá alguno que ante mi repelo me diga que na' que ver, que es una peli para niños chiquitos. Pero no por el hecho de que sea para niños o de que los niños vayan a notarlo, una película tiene que ser mala, o regular, o chafona.

Los Minions se han quedado cortos, por muchas razones.
Una de ellas es la historia, está muy complicada y es inútil. No se sostiene. El principio, está bien. Los minions en busca de su malo malísimo. ¿Por qué después de haber metido la pata con tantos malos durante tantos años, de repente se asustan tanto con Napoleon como para esconderse por siglos en la cueva de hielo? No es lógico, porque los minions no se rinden, y son como el conejito de energizer.

La parte del villain-con no estaba mal (en idea), pero se quedó muy desperdiciada. Y la Scarlett Overkill es un personaje horrible, que nunca demuestra su maldad, es sólo imposible y petulante. Su nave es la nave más horrenda en la historia de las naves. Y su castillo no combina con nada, ni con ella, ni con la nave, ni con los 70's, ni con Inglaterra.

Cuando Stuart, Kevin y Bob entran al servicio de Scarlett, ya empezaba a sentirme un poco aburrida e insatisfecha; cuando Bob es coronado, pueden bien imaginarse el sonoro tamaño de WTF mental que solté.

 Además de la mala historia, el problema, creo yo, es que por más geniales que sean los minions, al igual que en la historia, necesitan un protagonista que los cobije (un Gru, no una Scarlett). Son personajes de pequeños gags cómicos, que no pueden sostener una cosa más grande. No sé por qué mejor no hicieron los orígenes de Gru (esa es casi la mejor parte de la película, la aprición de Gru jovencito). Y necesitan estar en masa, no solo tres. No nos gusta Kevin, o Stuart o Bob, ¡nos gustan los minions! ¡Todos!

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